Las pelirrojas se miraban desafiantes, las cejas alzadas, Pepper fue la primera en dar la media vuelta. Se dirigió al ascensor y el lugar de decirle a su chofer, tomó un taxi que iba pasando por la torre. Le dio la dirección de su apartamento. Pero detuvo el auto unas cuadras antes.
- Espéreme aquí – le dio un billete de 50 dólares al chofer y sacó su teléfono, marcando el número de Steve.
- ¿Hola? – Steve seguía adormilado, pero por ningún motivo soltó a su castaño, quien abrió un ojo cuando escuchó el teléfono.
- ¡Steve! ¡Necesito verte!
- ¿Qué pasa Pepper? – el rubio salió de su ensueño, lo que puso en alerta a Bucky.
- ¿Steve? – el castaño lo miró preocupado.
- Está todo bien amor – apretó la mano del chico intentando calmarlo.
- Fury habló con Tony, le dijo cosas sobre Bucky.
- ¿Qué clase de cosas – el tono de la pelirroja preocupaba a Steve.
- Necesito verlos, al menos a ti, Bucky estará seguro en mi departamento.
- No, no, lo llevaré conmigo, él está mejor.
- ¿En serio?
- Sí – Steve miró a Bucky preocupado - ¿Te sientes bien amor?
- Steve dime que pasa – el castaño estaba asustado, podía escuchar la voz de Pepper.
- Los espero a dos cuadras del departamento, en Houdson y Pearl.
- Vamos para allá – se incorporó y quedó hincado frente a Bucky.
- Steve dime que pasa, por favor – sus labios temblaban. Mostró esa fragilidad que tenía, que nadie había visto nunca mas que el rubio en sus peores momentos.
- Fury habló con Tony… Le dijo… Le dijo lo que más temía…
- Howard y María – el castaño abrió sus ojos como platos.
- Necesitamos vestirnos y ver a Pepper – Steve tomó al chico por la barbilla y lo besó suavemente – todo estará bien.
- ¿Lo estará? – la mueca preocupada de Bucky ensombreció el semblante de Steve, pero en seguida le sonrió radiante.
- Te lo prometo.
Se cambiaron y salieron a la dirección dada. Pepper los esperaba nerviosa, no sabían que era lo que exactamente pasó, hasta que llegaron a un café en Queens. Nadie los buscaría ahí. Nadie habló durante el camino, Pepper les sugirió que lo discutieran hasta que estuvieran en más privacidad.
- ¿Y bien? – Steve lucía ansioso, Bucky apretaba su mano por debajo de la mesa.
- Fury le contó a Tony la verdad sobre sus padres… - miró a Bucky con preocupación – Estaba discutiendo con Natasha y cuando entramos, lo único que quería saber era donde estabas.
- ¿Tony? – Preguntó serio Bucky.
- No, Fury buscaba a Steve. Quería saber donde se encontraba. Respecto a los padres de Tony…
Bucky bajó la mirada cuando se cruzó con la de Pepper.
- No fue su culpa – Steve intervino – Él estaba siendo controlado.
- ¿Qué va a pasar ahora Steve? – Bucky comenzaba a sentir ansiedad.
- No va a pasar nada – apretó sus dedos para darle confianza - Pepper, no tengo modo de agradecerte todo lo que has hecho por nosotros, y sé que has hecho demasiado, incluso nos has puesto por delante de Tony...
- Se reconocer una injusticia delante de mí Steve, sobre todo, se reconocer el amor…
Steve y Bucky se miraron el uno al otro y una tímida sonrisa fue el intercambio entre los dos.
- ¿Y que haremos con Tony? – Steve seguía teniendo al moreno en mente.
- Ya lo resolveremos… - la pelirroja miró a la pareja.
El teléfono de la ejecutiva sonó, lo cual alarmó a los tres. Su rostro palideció al ver que era el hombre de hierro quien llamaba.
Steve y Bucky solamente intercambiaban miradas de preocupación.
- Responde – le susurró el rubio.
- ¿Tony? ¿Hola?
- ¿Dónde has estado? Te necesito – el moreno sonaba algo deprimido al otro lado de la línea.
- Vine de compras – Pepper sonrió nerviosa.
- Necesito verte… - algo que cayó sonó.
- ¿Tony estás bien?
- Estoy… Estoy algo… Jaja Pepper, estoy tomando algo.
- ¿Dónde estás?
- En la… En la torre…
- Voy para allá, no hagas ninguna locura – colgó el teléfono con fastidio.
- ¿Está bien? – Steve aún se preocupaba por Tony, no era su naturaleza pasar inadvertido el sufrimiento de los demás.
- Solamente está bebido, iré a verlo. Chicos, traten de esconderse, el departamento no es seguro, Natasha sabía donde estaban y…
- ¿Natasha lo sabía? – Bucky se sorprendió, pero sorprendió más a los otros dos que hubiera mencionado a la pelirroja.
- Así es, por eso decidí correr a sacarlos de ese lugar, necesitan estar seguros, no es buena señal que Tony haya bebido…
- Nosotros nos comunicaremos contigo – Steve se levantó y pagó las bebidas que habían dejado intactas.
- Pondré el teléfono en silencio, cuando me llamen, si desvío la llamada, es que estoy con Tony.
- Bien – tomó a Bucky del brazo con cuidado – gracias por todo Pepper. Vamos Buck.
- Está bien – miró a Pepper con preocupación el castaño – de verdad lamento todo esto.
- No es culpa de nadie Bucky – le sonrió de vuelta la chica.
Pepper tomó un taxi y regresó hasta la torre donde un muy borracho Tony la esperaba sentado en la sala.
- Estás hecho un desastre – entró y vio botellas tiradas en el piso, cigarrillos a medio acabar y un vaso estrellado contra la pared.
- ¿Dónde estuviste? – el moreno apenas y podía sostenerse cuando intentó ponerse de pie.
- Estuve fuera, de compras.
- ¿Y qué comprastsste? – los ojos de Tony bailaban.
- Nada, no me gustó nada que vi, solamente quería relajarme un rato.
- Ya veo… ¡¿Dónde diablos estabas?! – intentó alcanzar a Pepper, quien guardaba una distancia prudente, y cayó de bruces.
- ¡Anthony! – retrocedió un poco pero en seguida se apresuró a ayudarlo.
- ¡Déjame! – la empujó y también cayo al suelo - ¡Mientes! ¡Eres una embustera! ¡Como Romanoff! ¡Como Fury! ¡Como Rogers! ¡Todos mienten!
- ¡No Tony! – Pepper intentó acercarse pero un golpe en su rostro la detuvo.
…
Era un hotel poco más que detestable. Estaba descuidado y la habitación olía a humedad y encierro.
- ¿Así que Grant Barnes es tu nuevo nombre?
- Debemos mantener un bajo perfil… - Steve le sonrió y lo abrazó – Aunque James Rogers también me gusta como suena…
- Steve – Bucky lo miró sorprendido y sus mejillas se ruborizaron.
- ¿Te gustaría estar conmigo para el resto de tu vida, James Buchanan Barnes?
Los ojos azules se nublaron, una hermosa y sincera sonrisa apareció en su rostro – sabes que nada me haría más feliz – besó los labios de su rubio con dulzura.
- Todo esto va a terminar pronto, y estaremos bien… - Steve pasaba sus dedos por los sedosos cabellos castaños.
- Te amo…
- Yo te amo a ti…