Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Folie à deux. por geniusyoongi

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

No tomo drogas.

Tiene ocho años cuando lo ve por primera vez.

 

 

 

Y Yoongi está llorando escondido detrás de la puerta porque su padre y su madre están gritando y no le gusta ver llorar a su madre. No entiende por qué pelean, pero cree que la razón es porque su padre no asistió a su trabajo como lo hacía diariamente o porque hay noches en las que su mamá no duerme en casa. Entonces escapa. Escapa al jardín, en la parte trasera de casa, mientras los adultos no lo notan, porque eso es lo que hace cuando quiere llorar. Justo ahí hay un viejo árbol que desde que tiene seis años elige como refugio y lo espera para cobijarlo.

 

 

 

Yoongi simplemente recarga su pequeña espalda sobre el tronco y se deja caer. Nadie puede verlo mientras esté ahí, con el rostro escondido entre las rodillas, y de un segundo al otro siente que es invisible para el mundo.

 

 

 

Aún no lo sabe pero han pasado diez minutos desde que está en el mismo lugar sumido en recuerdos del último cumpleaños con  sus padres, juntos. Sus ojos están irritados, sus lágrimas mueren en sus temblorosos labios y sus mejillas están húmedas. Pero no le importa, porque a esa distancia ya no escucha la furia en la voz de su madre ni la impotencia en el tono de su padre.

 

 

 

''Los padres pelean'' Hoseok le había dicho un día mientras trepaban el mismo árbol una tarde cuando Yoongi comentaba sobre la pelea de la noche anterior. Hoseok era un año menor que él y a pesar de ser ruidoso, era un buen amigo.

 

 

 

''Sí, una vez mi mamá le arrojó un zapato a mi papá'' Seokjin exclamó desde abajo observando a Yoongi y a Hoseok, no le gustaba hacer ese tipo de cosas 'salvajes' (como él las llamaba), en cambio prefería alentarlos como 'lo hacían los porristas en la televisión', él era un niño que no veía con frecuencia pero era primo de Hoseok y los visitaba en las vacaciones. ''Son cosas que hacen los padres, pero aún así se aman'' Seokjin era mayor entonces Yoongi decidió tomar esas palabras y aferrarse a ellas. Sus padres se amaban.

 

 

 

Tiene ocho años cuando lo ve por primera vez, de pie junto a él con los ojos bien abiertos, curiosos, y el rostro ligeramente inclinado hacia un costado. Su primera reacción es dar un breve grito porque, ¿de dónde salió este niño? Quizás se trate de un ladrón pero ciertamente no se ve como uno.

 

 

 

''¿Por qué estás llorando?'' Pregunta el pequeño intruso y da un paso al frente para inspeccionar mejor a Yoongi, como si acabara de descubrirlo. Él simplemente se queda ahí, quieto. No entiende cómo es que el miedo se desvaneció tan rápido de su cuerpo, pero desvía la mirada, abultando los labios en un puchero. No puede evitarlo, tiene ocho años ¿cómo se supone que reaccione?

 

 

 

''No estoy...'' Un sollozo lo traiciona pero se apresura en limpiarse el trazo húmedo de las lágrimas por sus mejillas con la manga de la camiseta, ''no estoy llorando'' responde tratando de sonar casual pero sabe que su intento es en vano cuando el niño, de cabello negro y piel bronceada, ríe y se sienta con las piernas cruzadas justo delante de él.

 

 

 

''¡Ni siquiera sabes mentir bien! Está bien si no quieres decirme'' Y su sonrisa es tan brillante que no puede evitar sentirse contagiado por ella, incluso en las mejillas del niño se forman pequeños hoyuelos que a Yoongi le parecen graciosos.

 

 

 

''Mi mamá y mi papá están peleando...'' Observa cómo el desconocido murmura un 'oh' y asoma el rostro para mirar por las ventanas de su hogar.

 

 

 

''¡No! Escóndete, no quiero que me encuentren'' Por puro instinto, Yoongi toma la mano del niño y lo hace a un lado, haciendo que ruede en su lugar. Sabe que es más alto que él pero ni siquiera puede mantener el equilibrio. Aunque también le gusta creer que es muy fuerte.

 

 

 

''Eso dolió y ellos no me vieron, cálmate'' El niño de aspecto torpe vuelve a sentarse, ésta vez apoya el codo sobre una de sus piernas y deja que su mejilla se recargue sobre la palma de esa misma mano ''Yoongi... Vas a estar bien, yo jugaré contigo''

 

 

 

Tiene ocho años y un nuevo amigo (el mejor), un compañero de juegos y travesuras que decidió aparecerse en su vida la tarde que su madre decidió irse de la casa para no volver.

 

 

 

Namjoon no es real.

 

 

 

Yoongi tiene diez años y es el único que puede verlo, lo aprendió una tarde de lluvia cuando él y su nuevo compañero de aventuras jugaban dentro de la casa a los espadachines del anime de turno con espadas hechas de cartón.

 

 

 

''¿Con quién hablas?''

 

 

 

Su padre preguntó con una taza de café en mano y el ceño ligeramente fruncido, Yoongi no pudo evitar pensar que las ojeras debajo de sus ojos lo hacían ver más viejo, especialmente con esa piel tan pálida (la que él también ha heredado).

 

 

 

Sin embargo, la primera reacción de su pequeño hijo había sido abrir la boca y tomar aire para presentarle de una vez por todas a su amigo secreto, el que se escabulló en la casa de los Min hace dos años.

 

 

 

''Se llama Namjoon, soy su hyung aunque sea más alto que yo. Habla mucho pero es gracioso''

 

 

 

Namjoon se quedó en silencio, Yoongi quiso codearlo pero simplemente se encogió de hombros. En cambio su padre siguió caminando hacia la cocina, arrastrando los pies e ignorando a su hijo. Su papá actuaba raro, aquello no era nuevo, así que Yoongi decidió seguir jugando con su amigo y restarle importancia al comportamiento de aquel hombre. No obstante, antes de que pudiera moverse y seguir venciendo a Namjoon en sus juegos, su padre fue capaz de decir algo antes de desaparecer por el marco de la puerta.

 

 

 

''Tienes diez años, hijo. Estás un poco mayor para seguir jugando con amigos imaginarios''

 

 

 

''Pero—''

 

 

 

Yoongi se esforzó por discutir pero la idea no duró demasiado tiempo, en cambio, se quedó de pie, inmóvil, tratando de procesar cada palabra e ignorar la sensación de ahogo que se acumulaba en su pecho debido a la insensibilidad  y amargura de parte de su padre. Y Namjoon... Namjoon seguía sin decir nada. Estaba ausente.

 

 

 

''¿No vas a decir nada?'' Batallando con el nudo en su garganta que acababa de formarse, Yoongi finalmente giró para enfrentar a su amigo. Estaba ahí, mirándolo como si las palabras de su padre nunca hubieran alcanzado sus oídos y rezando porque Namjoon argumentara como lo hacía cuando creía tener la razón.

 

 

 

Namjoon negó con la cabeza y dejó caer la espada de cartón.

 

 

 

''¿No eres real?''

 

 

 

''¿Tú qué crees, Yoongi?'' El niño se acercó a él como lo había hecho la primera vez que se conocieron. En su boca, una sonrisa amenazaba con aparecer. ''Puedes verme, ¿verdad?''

 

 

 

Yoongi tragó saliva y no bajó la mirada, incluso la sostuvo por varios segundos antes de mover la diestra hacia adelante y con el dedo índice, finalmente, tocar el brazo de Namjoon.

 

 

 

''Puedo verte y tocarte...'' Murmuró, ceño fruncido y voz dudosa ''Mi papá no te ve. Hoseok y Seokjin también te ignoran. Entonces... ¿Sólo yo puedo verte?'' Preguntó el mayor, expectante.

 

 

 

Namjoon ríe por lo bajo mientras Yoongi lo analiza.

 

 

 

''Sigamos jugando''

 

 

 

''Está bien, voy a patear tu trasero''

 

 

 

Yoongi fue el primero en atacar, tratando de ignorar el peso extra que sentía sobre su cuerpo después de esa extraña conversación mientras su precaria espada iba en dirección a su amigo. Namjoon le sonrió mostrando los pequeños hoyuelos que se formaban en sus mejillas y que a Yoongi le gustaba tocar con la punta de sus dedos, y se defendió, iniciando una vez más una batalla de mentira.

 

 

 

Cuando la lluvia cesó, ambos se dejaron caer sobre la cama de Yoongi, quién prefería el lado de la pared cada vez que compartían el lecho. El cielo se había despejado y pintado con el brillo de las estrellas y la luna. Hubo un silencio largo que invadió el cuarto hasta que Yoongi finalmente decidió romper el hielo.

 

 

 

''Namjoon, ¿estoy loco?'' Él volteó el rostro para enfrentar a su amigo e inevitablemente se encontró con los ojos del menor posados en los suyos, incluso podía ver su propio reflejo en ellos. ¿Cómo podía tratarse de un amigo imaginario cuando podía sentirlo tan real?

 

 

 

''No lo creo,'' se apresuró a responder Namjoon. ''Estabas solo así que vine.''

 

 

 

''¿Quién eres entonces?'' Yoongi se atrevió a levantar la mano e hizo un amague con tocar el cabello de su amigo, quién ahora cerraba los ojos.

 

 

 

''Tú sabes. Soy Namjoon, Yoongi''

 

 

 

''¿Puedo tocar tu cabello?''

 

 

 

Namjoon asiente en silencio y pronto los dedos de Yoongi comienzan a mezclarse con su cabello oscuro. Es real, Yoongi susurra dentro de su cabeza, es real.

 

 

 

''¿Puedo tocar tu cara?'' Vuelve a preguntar, ingenuo y sin titubear. Namjoon vuelve a asentir y la punta de su dedo índice va directamente al pequeño pocito en la mejilla izquierda del menor. Una, dos, tres, cuatro veces.

 

 

 

''Si sigues voy a morderte y te quedarás sin dedo.'' Namjoon amenaza y en cuestión de segundos comienza a reír. Yoongi cree que esa carcajada le hace cosquillas y ríe con él.

 

 

 

Pero entonces, el corazón dentro del pecho de Yoongi comienza a galopar con fuerza porque sabe que Namjoon tiene que irse a casa. Es curioso cómo puedes reír y el segundo después, llorar.

 

 

 

''Creo que es hora de que te vayas, es tarde'' Yoongi se limpia los ojos con el puño de la camiseta antes de que puedan salir otras lágrimas. Es la primera vez que le dice algo como eso y se siente incorrecto.

 

 

 

''Lo sé,'' ambos saben lo que significa. ''Espera, ¿estás llorando?'' Namjoon, quién no deja de sonreír por un segundo, ladea el rostro y niega con la cabeza.

 

 

 

''No...''

 

 

 

''No puedo irme si estás llorando''

 

 

 

''¡No estoy llorando! Sólo vete.'' No se supone que hable, no se supone que lo vea llorar, no se supone que sea testigo de su debilidad, Yoongi siente vergüenza, nunca le gustó llorar frente a nadie desde que escuchó a su padre decir que llorar no estaba permitido en un hombre. Y él lo era, ya tenía diez años y su papá tenía razón, ya estaba mayor como para seguir creyendo en fantasías incluso si tales fantasías eran torpes, tenían una sonrisa tibia y lo ayudaban a poner caramelos explosivos en la mochila de Hoseok.

 

 

 

Namjoon asintió en silencio y se puso de pie lentamente.

 

 

 

''Lo sabes ¿no? Quiero decir, que no estás solo. Tienes a Hoseok y a Seokjin, y a tu padre'' Dice el menor despeinando el cabello de Yoongi, quién se rehúsa a mirarlo y esconde su rostro en la almohada. ''Y estoy seguro que más personas van a llegar a tu vida, Yoongi. Fue lindo conocerte'' Y Yoongi aprieta el puño sobre la frazada de la cama, mordiéndose el labio para resistir la urgencia de correr hacia su mejor amigo y gritarle que no lo abandone, que no está preparado para dejarlo ir. Que él no es un hombre, él es un niño y está asustado. Pero no lo hace, Namjoon desaparece rápido, sin dejar rastros y cuando todos están durmiendo, Yoongi llora.

 

 

 

Tiene diez años cuando Namjoon se va de su vida.

 

 

 

****

 

 

 

Después de cumplir los quince años, su padre fallece en el cuarto que solía compartir con su madre desde que contrajeron matrimonio y al que Yoongi solía ir cuando tenía cuatro años y sufría pesadillas. Tampoco dice adiós, la noche anterior decidió acostarse más temprano de lo usual y aquella mañana mientras Yoongi se preparaba para asistir a la escuela, se encuentra con la pérdida de otra persona en su vida, probablemente la más importante.

 

 

 

Su padre murió dormido y los profesionales dicen que no sufrió. 'Apnea del sueño', dijeron, un trastorno respiratorio que sucede mientras la persona duerme.

 

 

 

Yoongi está seguro que su padre murió a causa de un corazón roto.

 

 

 

Ese día él no llora en honor a su padre, pero el vacío dentro de su pecho le rasguña el corazón y se lo abre en dos. Duele, duele como si estuviera cayendo a un mar de fuego y las llamas se lo comieran vivo.

 

 

 

Hoseok le da un abrazo y promete que todo va a estar bien. Yoongi sabe que no es verdad pero asiente en silencio, de todos modos.

 

 

 

****

 

 

 

Con veintitrés años, Yoongi es productor musical y cree que ya no necesita más nada en su vida. Hace lo que ama, olvidó las ilusiones que rondaban en su cabeza antes de encontrar su amor por la música y las melodías que crea son las que pelean con sus monstruos internos. La música le salvó la vida y no puede estar más contento con ello.

 

 

 

Yoongi convivió con Hoseok durante sus estudios para obtener su licenciatura en música, hace menos de un año  se instalaron en Seúl y una vez ahí, Hoseok decidió mudarse con su nueva pareja, Jimin.

 

Ahora Yoongi vive solo pero no se queja, su departamento de soltero se ocupa con sus amigos cualquier día de la semana, y aunque vive lamentándose el hecho de que son demasiado ruidosos, Yoongi no puede evitar sonreír cada vez que Taehyung, un aspirante a cantante amigo de su mejor amigo, imita a los actores de algún drama; o las competencias estúpidas entre Jimin y Hoseok que terminan con Jimin ganando porque Hoseok es demasiado devoto a su novio. Sonríe también cuando Jungkook, un mocoso que se mudó al cuarto de al lado hace unos meses, declara su amor abiertamente por Seokjin haciendo que el mayor se cubra el rostro de vergüenza. Y son pocas veces las que permite que esa sonrisa sea vista porque incluso para él, es extraño.

 

 

 

Es extraño sentirse bien sin un golpe esperando para destruirlo.

 

 

 

****

 

 

 

Es pasada medianoche cuando recuerda que tiene una vida fuera de la música y deja su laptop para finalmente buscar el teléfono, le toma diez minutos encontrarlo en la cocina.

 

 

 

Los ojos de Yoongi parpadean varias veces cuando la pantalla muestra veinte llamadas perdidas de Hoseok. Veinte, wow.

 

 

 

Con un suspiro pesado, Yoongi no pierde el tiempo y marca el número de su mejor amigo. Hoseok no deja que el tono se escuche más de una vez y atiende con un ruidoso y fuerte ''¡POR FIN!''

 

 

 

''Es mejor que valga la pena. Veinte llamadas perdidas, ¿en serio?'' El productor cree que Hoseok rompió el récord.

 

 

 

''Tengo trabajo para ti. Conocí a un tipo de la escena underground, es muy bueno hyung, tienes que escucharlo''

 

 

 

''¿Desde cuando te convertiste en mi jefe? Además, te oyes como una fangirl'' Yoongi escupe, ¿de esto se trataba la urgencia? No es como si estuviera necesitando trabajo, además dentro de unas semanas piensa comenzar con unos talleres, su agenda va a estar ocupada.

 

 

 

''Hey, me ofendería si no fuese tan bueno,'' Hobi ríe. ''El punto es que está en busca de un productor, y es ahí en donde entras tú.''

 

 

 

''No sé, voy a estar ocupado con los talleres pronto. ¿Quién es este tipo?''

 

 

 

''Su nombre artístico es Rap Monster''

 

 

 

''Pfff. ¿Rap Monster?'' Yoongi no puede evitar reír porque ¿quién demonios se autonombra 'Rap Monster'? Es ridículo, a menos que este tipo sea el legado o la reencarnación de Tupac o Biggie, lo cuál duda. Debe ser algún niñito con complejo de Eminem que no sabe rimar sin tartamudear. ''¿Estás hablando en serio?''

 

 

 

''Muy en serio. Sé que el nombre no es muy convincente pero créeme cuando te digo que es bueno, confías en mi criterio en estos casos, ¿o no?''

 

 

 

Yoongi no puede negar eso. Hoseok es amante del Hip Hop también y no lo defraudaría, pero ese nombre aún le parece estúpido.

 

 

 

''¿Por qué estás tan caritativo con este tal Rap Monster?'' Pregunta el mayor con un deje de escepticismo en su voz.

 

 

 

''No es por nada en especial, sólo quiero darle una mano y tú eres el mejor productor que conozco.'' Yoongi no lo ve pero Hoseok se encoge de hombros. Al productor no le sorprende, no es raro que el bailarín sea un altruista natural.

 

 

 

''Soy el único que conoces. Pero está bien, lo haré.'' Finalmente dice, no tiene nada que perder y no va a mentir, su amigo logró despertar su curiosidad. ''Pero te lo estoy advirtiendo, si no me gusta lo que hace este tipo y me parece un payaso, sabes que pienso patearle el trasero''

 

 

 

''No lo harás. A, porque es enorme, un monstruo literalmente y B, porque es talentoso. Bien hyung, entonces puedo darle tu número con confianza ¿no?''

 

 

 

''Sí, dile que me llame''

 

 

 

****

 

 

 

El tal Rap Monster lo llama una semana después de haberle dado el permiso a Hoseok cuando Yoongi está inconsciente durmiendo en el sofá después de quedarse dormido mirando un documental. El tono de llamada le penetra el sueño hasta que logra abrir los ojos y chasquea la lengua con la molestia que usualmente tiene cada vez que le perturban sus horas de dormir. La televisión le avisa que son las doce del mediodía y Yoongi sigue creyendo que es muy temprano.

 

 

 

Estirando la diestra, toma el teléfono y con una voz más ronca de lo normal habla.

 

 

 

''¿Hm?'' O emite ese intento de '¿qué carajo quieres tan temprano?' pero un poco más sutil.

 

 

 

''¿Min Yoongi?'' La otra voz quizás lo sobrepasa en profundidad y es un millón de veces más elocuente que la suya. Yoongi, bosteza y cambia de posición, ahora sentándose sobre el sofá.

 

 

 

''¿Quién habla?''

 

 

 

''J-Hope me dio tu número el otro día. Dijo que estaba bien s—''

 

 

 

''¿Rap Monster?'' Yoongi lo interrumpe y se siente un poco estúpido al hacer tantas preguntas tan temprano. La voz del otro lado de la línea ahora se oye más emocionada.

 

 

 

''Sí, soy yo. Finalmente te encuentro. He escuchado tus trabajos en internet, Hope no se equivocaba cuando me dijo que eras muy bueno'' Rap Monster confesó con una breve risa. 'Yo no puedo decir lo mismo de ti porque ni siquiera me tomé la molestia de escucharte' Yoongi replicó en su cabeza.

 

 

 

''Gracias. ¿Estás libre el martes? Puedes venir así hablamos mejor, no me gusta arreglar este tipo de asuntos por teléfono y acabo de despertarme, quiero volver a dormir.'' Brutalmente directo, Yoongi sólo deseaba levantarse e ir a descansar a su cama. Del otro lado, se escucha otra pequeña carcajada.

 

 

 

''Seguro, sólo dame la dirección y me tendrás ahí, hyung'' Ah, así que era menor que él aunque su voz indicara lo contrario. Yoongi no tenía una opinión concreta, si se dejaba llevar por su voz entonces podría estar de acuerdo que parecía ser firme, convincente y seductora, pero las primeras impresiones eran pura mierda, Yoongi lo sabía.

 

 

 

****

 

 

 

Cuando el martes llega, Yoongi echa a todos sus amigos de su departamento dos horas antes diciendo que no quiere espantar a nadie. Hoseok le advierte que no cague nada porque Rap Monster es un diamante en bruto y Yoongi responde mostrándole el dedo del medio. El productor es él, no Hoseok, no necesita lecciones de nadie, y si la caga es porque este tal Rap Monster resultó ser un idiota como él lo predijo.

 

 

 

El momento que abre la puerta, Yoongi se encuentra con un chico mucho más alto que él con el cabello teñido de un color rosa y una muy leve sonrisa adornando su rostro, las manos en los bolsillos y auriculares en sus oídos. Su primera reacción es nula, simplemente lo saluda con un simple hola y lo invita a entrar a la sala.

 

 

 

Cuando vuelve con dos latas de cerveza en mano, Yoongi toma asiento frente a él y le da un sorbo a la bebida.

 

 

 

''No es muy grande pero supongo que es cómodo'' Yoongi dice al notar la manera en la que los ojos del tal Rap Monster inspeccionan cada rincón del departamento. ¿Acaso piensa estafarlo y robarle lo que tiene? Antes muerto.

 

 

 

''Lo es,'' Namjoon sale de su ensoñación y lo imita cuando bebe de su cerveza ''Hyung, ¿sabes por qué estoy aquí?''

 

 

 

''Sí, vivo de esto, no te cité aquí para beber y hablar de mi departamento'' Yoongi replica cínicamente, de repente sintiéndose un poco confundido por la pregunta estúpida que el menor acaba de hacer. Sólo obtiene una risa de Rap Monster y la mirada de Yoongi localiza los hoyuelos en las mejillas del rapero. Es entonces cuando frunce el ceño y sus músculos se tensan. Algo anda mal y no entiende qué.

 

 

 

''El color menta te sienta bien,'' comenta el rapero. ''Mira mi cabeza, siempre me ha gustado el color rosa. Tú y yo siempre estuvimos conectados ¿no crees, hyung?''

 

 

 

Automáticamente pierde contacto con la realidad y es como si todo ese montón de palabras tuvieran un efecto instantáneo en alguna parte de él. No entiende, no logra encontrar el por qué de esta repentina búsqueda incesante de respuestas a preguntas que poco a poco comienzan a manifestarse en su cabeza, preguntas que había olvidado e imágenes que creyó enterradas en lo más profundo de sí.

 

 

 

Los labios de Yoongi se secan y su corazón palpita como lo hizo alguna vez en el fondo de su vida. No es siquiera capaz de rozar su boca con la lata de cerveza que amenaza con resbalar de sus manos.

 

 

 

''Yoongi, ha pasado bastante tiempo.''

 

 

 

Y entonces lo ve. Todas esas escenas lejanas caen sobre él como un gélido alud, arremetiendo vehemente contra todo lo que había construido, un muro de acero anti-recuerdos que se hace añicos frente a él, un sinfín de emociones que creía desaparecidas.

 

 

 

Pero él no es real.

 

 

 

''¿Recuerdas mi nombre?''

 

 

 

No es real.

 

 

 

''¿N-Namjoon?''

 

 

 

''Te he echado de menos, Yoongi.'' 

 

 

 

 

Notas finales:

¿¿¿¿¿??????

 

IDEK (Pero si les gustó entonces no me quejo)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).