El triángulo amarillo miro hacia un dormido Dipper. Se giró a su lado y vio a su hermana Mabel con atención. Negó casi de inmediato. Si la elegía a ella, su plan no funcionaría. Se volvió a Dipper. Comenzó a manipular sus sueños y se entro en ellos. Lo hizo de una manera muy sencilla. Lo puso en un escenario familiar. En el bosque, recostado sobre un árbol, leyendo el Diario por enésima vez. Su fondo se volvió blanco y negro. Hizo aparecer a Mabel y dejó que la situación pasara como la había planeado.
-¡Dipper, Dipper!-Llegó Mabel corriendo emocionada- ¡Adivina quién pasara tiempo a escondidas con el Tío Ford!- Al oír eso, Dipper bajo el Diario de inmediato.
-¿Qué? Pero el Tío Stan dijo que...- empezó, pero fue interrumpido.
-Ah vamos Dipper, el Tío Stan no tiene por que darse cuenta... No si le doy al Tío Ford lo que me pidió...
-¿Ah?-Dipper se extraño.
-Hermano, ¿me puedes dar el Diario?-Preguntó inocente Mabel.
-¡Claro que no! ¡¿En qué estabas pensando cuando aceptaste esa condición?!-Gritó, no estaba dispuesto a dar el Diario.-¡Es nuestro Tío Abuelo, Mabel! ¡Es familia!
-Por favor Dipper, tienes que confiar en mí-Dijo Mabel sonriente. -Esto será algo bueno para...-Se calló de repente.
-¿Para quién Mabel?-preguntó Dipper al ver el silencio de su hermana.
-Para mi.
-¿Q-Qué?- esta respuesta dejó tan confuso a Dipper que apenas si pudo saber que decir a continuación.
-Si, será algo muy bueno para mi.
-¿M-Mabel?
-Por favor Dipper, el Tío Ford apenas si lo conocemos-Dijo acercándose a Dipper.
-Tu no necesitas mi diario...-dijo dudando un poco y bajando la cabeza.
-No es tu diario Dipper- Dijo cínicamente y le arrebató el diario a su hermano.-Ahora es el mío.-Y salió corriendo. Dejando a un triste y confuso Dipper con una mano alzada. Como si fuera a detenerla, pero no lo hizo.
-Mabel...-bajo el brazo. Estaba dolido. Muy dolido.
-Vaya, vaya, vaya... Al perecer alguien soñó con la verdad, ja ja ja jajaja -resonó en todo el entorno.
-¿B-Bill?
En el suelo arenoso y pastoso se empezó a dibujar la silueta de Bill Clave. Dipper miro con atención la silueta. El viento empezaba a soplar mucho más fuerte. Su gorra se voló y se perdió en la naturaleza. Dipper alzó su mano para alcanzarla, pero fue en vano. La silueta estaba completa. Bill apareció con bastante energía desprendiendo desde su cuerpo.
-¿Que tal niño? Sabes, eres alguien... -se rasca la barbilla, que fingió tener, causado que el suelo temblara y Dipper se cayera al suelo. - ¿Cómo se dice? Ah si... Era...-Fue interrumpido.
-No me hables, eres a quien menos quiero ver...
-¿No me quieres ver a mi? ¡HAHAHAHA! Eso se puede arreglar
-Vete de aquí B...-Se calló de repente. Wendy, esa amiga suya de la que se había enamorado, tenía los ojos de Bill Clave.
-Es en lo que estabas pensado, ¿no? En alguien que te consolara-y se rió, con mucho cinismo y gracia, Dipper se estaba enojando gradualmente, lo que menos quería era perder los estribos. -¿No te agrada? Tal vez alguien mas pacífico te venga mejor- se volvió a reír. Esa risa, era insoportable, ver comiste burlaban de él sin ningún tipo de remordimiento o culpa, la otra vez fue solo un intento por hacerlo cambiar de opinión. -¿Mejor así? ¡HAHAHA!-La mecha y estaba acortándose, pronto la bomba explotaría.
-Ya basta Bill, no quiero hablar contigo en ninguna de tus formas-dijo con tu tono irritado hacia esa falsa Pacifica que había delante suyo. Bill volvió a su forma original.
-¿No quieres hablar conmigo por qué no me soportas, o por qué sabes que te diré la verdad?-El cinismo continuaba. Dipper se enfado aún más y resopló.
-Cállate...-dijo tratando de controlar sus emociones mientras escondía su flequillo.
-Es por lo segundo, ¿verdad?-continuó ignorándolo- No es mi culpa de que seas tan convenientemente ingenuo.
-Cállate-Dijo fuerte. Apretó los puños realmente furioso. Si Bill tuviera una boca, estaría sonriendo de oreja a oreja en este momento.
-¿Ah no? Y que me dices de tu tío, tu hermana o... Tus padres.-Bill se estaba metiendo con territorio prohibido. -Como olvidar como ello siempre te presionan para que tu hagas que tu hermana brille más, y tu siempre te quedes como una simple sobra que la acompaña, sin tener nada en especial.-Dipper como último recurso para controlarse, se mordió el labio inferior fuertemente. Se hacia daño, pero al menos se mantenía al margen con sus emociones.-Admítelo Pino, todos te usan como un muñeco que después abandonarán-Y la bomba explotó.
-¡CÁLLATE!-Gritó con tal fuerza, que el Bill se sorprendiera y abriera un poco más su único ojo. Pero mentalmente pensó, que eso debía de ser parte de su reacción, después, simplemente diría aquellas palabras que tanto había esperado que dijera y aquellas acciones que cambiaron el rumbo de las cosas. Pero no tomo en cuenta las acciones de Dipper en ese momento, con una cara enfurecida, puños fuertes y firmes, pero sobre todo unos ojos tristes y algo apagados fijos en él. Tras esto, y de un silencio sepulcral; bajo la cabeza y bajo la cabeza y empezó a temblar. Pronunció con un hilo de voz:-Solo cállate-ocultó su flequillo y se puso una mano encima de los ojos. Lágrimas empezaron a deslizarse en sus tersas mejillas. Se mordió el labio nuevamente, como odiaba aquella situación. Bill lo observó sorprendido, pero después volvió a su estado normal. Las cosas se salieron de control. Solo estaba esperando a que él dijera "¡Ya no seré una marioneta nunca más!" Y que después de aquello simplemente se pusiera frío y distante de Mabel, y así creando una cadena de hechos que lograran hacer lo que él quería. Pero ahora la cadena estaba rota. Y no podría hacer nada para arremedarlo. Solo podía hacer una sola cosa, pero debía de hacerlo rápido. Suspiro imperceptiblemente. Era hora de tener algo de humanidad.
-Oye... Se como se sienten las emociones humanas, o al menos la mayoría de ellas creo que molestarte en estos momentos fue una mala decisión de mi parte.-Dijo bajándose hasta su estatura. El chico lo miro dejando ver sus ojos vidriosos. El triángulo volvió a suspirar, sería mucho más difícil de lo que esperaba. -Mira Dipper, se como te sientes. Sé como es ser utilizado una y otra vez.
-¿Qué?-Susurró el aludido.
-La gente me utiliza todo el tiempo-Se hizo al lado de Dipper.-Siempre hago trabajos para todo el mundo, y si cometo aunque sea solo un error no recibo lo que me prometieron por el trabajo.-Siguió el ser de pura energía.-Aunque en esos casos siempre hago que sufran... Pero... ¡Oye! Te comprendo Pino.- las lágrimas del chico seguían cayendo mientras lo miraba de reojo. No quería llorar allí. Estaba en frente de su enemigo, pero a la hora de la verdad, ¿quién más le escucharía en ese momento?
-Yo... Yo...-Tartamudeó. Las lagrimas y sus pensamientos no le dejaban concentrarse en lo que debía decir, pero había que encontrar la manera de ganar tiempo y organizar pensamientos. Rápidamente se invento cualquier excusa.-¡No puedo hablarte de esta manera!-Gritó ocultándose un poco.
-¿Ah?-Bill se quedo des colocado, era la primera vez en toda su existencia que no tenía ni idea sobre algo.
-E-Eres un triángulo amarillo parlante...-empezó a explicarse- Sin ofender... No puedo hablar bien con a-alguien así... -finalizó.
Bill se quedó mirado al chico de ojos llorosos y mirada desviada. Su mirada se paseó de un lado a otro mientras pensaba en algo. Se alejó de Dipper a una distancia prudente y seguidamente empezó a brillar. El adolescente levantó su cabeza para poder verlo mejor. El brillo no le favoreció para nada. Pero cuando la luz se había ido, él mismo no pudo decir ni una sola palabra más.
-¿Así esta mejor?-Preguntó el antes triángulo mientras se dejaba caer en el suelo. El chico pino no se lo podía creer. No parecía que estaba en frente de el ser de energía pura sin debilidades, lo que tenía cerca era a un humano normal. A un adolescente normal, y muy guapo. Este chico tenía ojos negros, cabellos rubios, piel pálida y un conjunto peculiar entre formal e informal, en colores negro, amarillo y blanco.- No me mires así niño, puedo manipular mi energía a voluntad, eso incluye la forma. ¿Estás feliz con esto?
-Yo... Yo...-Sin importar lo que pensara el otro, se lanzó a abrazarlo. Lo necesitaba. De verdad que así era. Hace mucho que estaba buscando un consuelo. El otro resopló molesto. Odiaba el contacto cariñoso. El se inclinaba por algo más doloroso.
-Escucha, te ofrecí mi apoyo pero es...-silenció apenas sintió como apretaban y se mojaban sus ropas. Suspiró, una vez que demostrara cariño no iba a perder el conteos del escape mental, ¿verdad? Lo abrazó. Dipper tenía pequeños espasmos que duraron un rato. En un intento por tranquilizarlo, Bill miró el pasado del chico para saber que podía decirle. Así lo hizo. Estaba inseguro de sus acciones, pero las creyó correctas. Pero, todo buen momento debe acabar.- Ya es hora.
-¿Q-Qué?
-Ya vas a despertar
-No quiero hacerlo...-Dijo el humano mientras negaba.
-...-Bill pensó en que decir, si elegía mal sus palabras, todo se vendría abajo en seco. -No por mucho tiempo.
-¿A qué te refieres?-se aventuró a preguntar.
Bill se separó del abrazo, sonrío cínicamente para después reírse.
-Todo lo que quieres cambiará pronto.