Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Smoke por KavkiMYV

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Después de un siglo (? Actualizando por aquí con algo que nació ayer al no poder dormir (?

Fumo desde que tengo doce años y aprendí lo que era una paja. Mis padres nunca estaban en casa, ellos atendían el negocio familiar, -un café unas pocas calles más abajo-, y al ser hijo único podía siempre encender uno en la sala y fumarlo sin miedo al ser delatado. El olor a cigarrillos pasaba inadvertido a mis padres al ambos fumar. Já.

 

Ya tengo treinta y cinco y vivo con mi cactus,-al cual llamé Tet-chan por ninguna razón en especial-, en mi pequeño apartamento junto al río. No estoy casado. He evadido olímpicamente las complicaciones, relaciones, ataduras y los hijos, ¿cómo? Follando con chicos. ¿Y todo lo anterior a eso? Pues siendo un alma libre. Voy y vengo, y no me detengo. Ese es mi lema. No tengo un trabajo ni un sueldo fuera de lo normal, pero gano lo suficiente para pensarme mínimo cinco veces a la semana si debo conseguirme un gato y para comprar mi único amor verdadero.

 

-Dame unos mentolados, y cóbrame este chocolate.

 

Cigarrillos. Cigarrillos. Cigarrillos. Qué hermosa palabra.

 

-Disculpe señor, ¿no sabe que el fumar da cáncer?

 

Ah, ¿les mencioné que hay un niñato de cómo catorce años que me acosa cada que le compro a su padre mi paquete diario? ¿No lo hice? Bueno, conozcan a Gackuto.

 

-¿No te cansas de lo mismo, Gacchan?

 

Negué, dándole un mordisco a mi chocolate.

 

-¿No se cansa de atentar contra su vida cada que se fuma uno?

 

Touché.

 

Mastiqué lentamente mi chocolate pensando en decirle algo que le reventara la cabeza del sonrojo pero me contuve. Vamos, Hyde, es un niño, no uno de los mamarrachos con los que te enredas como para hablarle barbaridades que no comprende.

 

Tomé mi pequeña compra y me fui ignorando su sugerencia de que viese un documental de YouTube sobre el cáncer de pulmón. Qué niño. Si cien veces me veía, cien veces me repetía que me cuidara. Su padre más de una vez se había disculpado conmigo en nombre de su hijo,-temiendo que yo ya no volviese-, más yo también le ignoraba y me retiraba en silencio, al otro día volviendo porque... me gustaba que hubiese alguien en el mundo que se preocupara por mí. Ya no tenía a mis padres. No tenía nada.

 

Solamente al metiche de Gacchan.

 

-¿Por qué le gusta esa porquería?

 

-Hola a ti también, Gacchan.

 

Saludé luego de sacudirme el agua y el cabello al atraparme una llovizna de la estación a su tiendita, el chico quejica ya con mi caja siendo cobrada. Sonreí al notarlo. Al parecer ya me esperaba. Recibí mi cambio y me decidí por unas cuantas chuchearías, cuando algo se escurrió ente mis piernas.

 

-Es Baka-chan, mi gato. Pero no me ignore y responda.

 

-¿No sabes lo rico que te sienta un cigarrillo luego de coger, verdad?

 

Su cara sonrojándose y el sonido de su saliva atragantándose tras su ya pronunciada nuez se me hizo de lo más adorable y me fui riendo echándome un pitillo.

 

-¿Es porque está solo que le encanta fumar y echar humo como caldera vieja?

 

Me preguntó nada más cerré mi paraguas, la furia del aguacero contra el ventanal de fondo.

 

-¿Me veo solo?

 

-Está solo.

 

-Pues pronto tendré un gato y se llamara "como tú".

 

-¿Gackuto?

 

-"Como tú".

 

-¿Gacchan?-guiñó.

 

-Pequeño idiota. Dame mis cigarrillos antes de que te rompa la cabeza a golpes.-ambos reímos y agarré mi compra haciendo amago de irme cuando sus palabras me detuvieron.

 

-No está solo, Hyde-san, yo estoy con usted, soy su amigo, Baka-chan igual, por eso nos preocupamos por usted. Le queremos mucho. Y como no queremos molestarle, ya no le diré nada más.

 

-No.

 

-¿No qué, Hyde-san?

 

-Sigue haciéndolo. M-me gusta saber que hay alguien que se preocupa por mí.-susurré, Gackuto sonriéndome desde detrás de su mostrador para regalarme mi chocolate favorito.

 

-De acuerdo. Cuídese, Hyde-san, que tenga una buena noche.

 

-G-Gracias, Gacchan. Igual tú.

 

Ambos nos sonreírnos, yo pudiendo jurar que por un segundo habíamos eclipsado a el sol, y me retiré a casa, encendiéndome un cigarrillo.

 

Dos días después por fin había dejado de llover y hacía un hermoso día, tan hermoso que temí fuese a acabarse el mundo, los cerezos pintaban de rosa las calles y el viento era fresco y casi veraniego, todo tan perfecto digno de ser fotografiado.

 

Al llegar a la tienda sólo me encontré con un enorme moño negro, un mensaje a los clientes y a Baka-chan meciendo su cola con una triste mirada. Caí de rodillas al leer y comprender que el día anterior un auto me había arrebatado a la única persona que era y para la que era especial en el mundo.

Notas finales:

Dedicado a arandano66, Iratxe y Koe-chan (? Me disculpo por el final, pero nunca he sido amante a las cosas totalmente rosas (? (? (?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).