CHANYEOL:
Toda la semana estaba más que feliz, aquel pequeño realmente me gustaba. La habíamos pasado muy bien como por ejemplo mientras íbamos por los pedidos nos reíamos de lo que se dormía suga en el mostrador, de lo que min renegaba con Dara por un juego extraño; nos llevábamos bien en otra palabras.
La vez que lo vi siendo acosado en mi propio café me molestó mucho, nadie absolutamente nadie podía faltarle el respeto a mi personal aún menos a baek quien recién iniciaba y se notaba algo temeroso.
Los días de la semana pasaban muy rápido, en los momentos libres aprovechaba para hablar con él, lo observaba detenidamente, sus manos eran muy bonitas todo de él era muy impresionante. Una noche mientras mirábamos las estrellas le conté cuanto me costó crear el café…note en sus ojitos un poco de tristeza así que cambie de tema contándole acerca de mi hurón.
Mi vida no fue fácil, mis padres me abandonaron desde que nací, me crie en un albergue el cual no me gustaba mucho por el simple hecho de ser un espectador del como a mis amigos los adoptaban pero a mí no. Cuando tenía diez años me escape para buscar a mis padres, lo cual no tuve la suerte de encontrarlos por más datos que tenía… me acuerdo claramente cuando empecé a tener hambre para entonces estaba anocheciendo, caminaba sin rumbo alguno; camine a uno de esos restaurantes carísimos y me apegue a la ventana para ver que comían, cerca de allí observe como una familia comía, un padre muy amoroso, una madre muy risueña y dos niños: la niña hacia pucheros graciosos y el niño…me observaba, me miro inocentemente sonriéndome, era la sonrisa más hermosa que había visto.
El hablo con su papá quien me observó muy atento, llamo a un camarero para hablar algo; me asuste tanto que corrí lejos de aquel restaurante, lamentablemente me atrapó aquel joven camarero quien me sonrió y me dijo el señor ha mandado esta comida para ti, al parecer su hijo pequeño le pidió eso como regalo de cumpleaños, tienes suerte pequeño.
Nunca más olvide esa sonrisa, desde ese momento me jure ser una persona amable con todos así como lo fue aquel señor y aquel niño; al llegar a la mayoría de edad empecé a trabajar de todo a la par que estudiaba, quería ser algo…quería ayudar.
Estaba mirando a baek como contemplaba las estrellas con una sonrisa hermosa…con la misma sonrisa de aquella vez, el destino me había mandado de nuevo aquel niño. No sabía si su familia era dinerada o no, no sabía qué tipo de problemas tenia para que esté trabajando en el café; pero me alegraba mucho tener cerca aquella personita que me inspiro a tener un objetivo.
Ya no sabía qué hacer con aquellos sentimientos así que hable con Xiumin acerca de ese tipo de atracción
- Minnie – lloriquee – dime que me está pasando
- Yeollie no sé de qué me hablas – me contesto mientras limpiaba las tazas
- Que me gusta mucho Baekhyun, ¿te acuerdas lo que te conté? – le pregunte muy entusiasmado
- ¿Qué cosa? – me miro sorprendido
- ¡cuando vi a aquel niño en el restaurante! – infle mis mejillas -¡el niño bonito de mi infancia es él!
- Jajaja- me observo muy tranquilo – si Channie, si me acuerdo
- ¿Qué hago? – le pregunte una vez más
-Dile que te gusta y que quieres salir con el – se acercó dándome un café – relájate se ve que también aquel niño le gustas.
*****
¿Le gustaría?, Estuve tan distraído acomodando las cajas cuando escuche un grito muy femenino, mi corazón se aceleró demasiado ¿estaría baek bien? Así que sin pensarlo dos veces Salí apresurado a buscarlo.
Cuando termine de subir los escalones lo vi ahí mirándome con sus mejillas rojitas junto a Xiumin quien me miraba sonriendo… ¿le habría contado algo aquel baozi infernal?, hice señales para que se callara y me dejara solo lo cual obedeció sin protestar.
Estaba dudando si decirle lo que sentía o no, me sobe la nuca frustrado hasta que decidí darle un beso en la mejilla, sus suaves mejillas se colorearon, algo que me alegro demasiado el día.
******
Mientras caminaba a mi casa decidí ir a visitar a Kyungsoo. Al ingresar a su casa note que mi dodo querido estaba muy tenso, nervioso; hasta que me presento a Kai, un muchacho moreno y bien formado, realmente Kyung tenía buenos gustos; el tal Kai me miraba muy mal así que decidí sonreír hasta que escuche al dodo decir “mi mejor amigo y novio”, me quede impactado, yo no sabía que tenía novio y menos Kyungsoo.
El muchacho moreno le dijo algunas palabras que no entendía muy bien de que se trataba.
Fue realmente muy tensa la situación hasta que se fue muy decepcionado, me acerque a Kyung mientras este se tiraba al sofá diciendo algunas maldiciones
- Kyung ¿Qué has hecho? – le pregunte mientras me sentaba
- Yeol… aquel chico me gusta mucho, me siento nervioso, cada vez que lo veo lo quiero – me miro pensativo - ¡moler a golpes!
-¡mentira! – sonreí – lo que quieres es morderlo hasta saciarte
- Nooooo – me lanzo un cojín
- Bueno ¿y ahora? – me encogí los hombros -¿somos novios? ¿podrás esperarme como te dije esa vez?
- Cállate antes que te cocine – se levantó molesto, realmente tenía un humor
-Kyung no puedes mentirle – me levante para seguirlo a la cocina – no puedes hacer eso, porque te gusta mucho.
- Es mejor que se aleje – empezó a picar un tomate
-No creo que sea lo correcto, de igual forma algún día lo descubrirá – me comí un pedazo de carne cocida – además parece que le has roto el corazón soo, eso es malo de tu parte
- Cállate – hizo un mohín – me haces sentir más culpable
- Bueno – me acorde que Wu me había regalado dos pases para una discoteca muy concurrida – te invito a pasar una divertida noche con tú mejor amigo
- No quiero ir – me contesto
- Vas a ir y punto – le dije con mi voz gruesa.
- Está bien gigante, poste con patas, yoda, orejón, ojón – me grito mientras se dirigía a su habitación
- ¡quien habla de ojón! – sonreí
Me alistaba en el baño de Kyung, muchas veces me quedaba a dormir en su casa así que prácticamente tenía un poco de ropa en su armario. Me observe como estaba vestido, los tatuajes que tenía quedaban al descubierto y mi cabello plateado brillaba más…
Al salir a esperar a soo, me di cuenta que el otro chanyeol me miraba atento, le acaricie pensando en baek con su carita de cachorro. Kyungsoo salió de su habitación con un pantalón muy apegado, una camiseta blanca con el número 88.
Esta noche me divertiría mucho y de alguna manera tenía un buen presentimiento.