CHEN:
Como buen psicólogo de la familia Kim que tenía clínicas importantes en la rama de medicina, siempre veía casos muy tristes que me hacían reflexionar el cómo sucesos que pasan por la vida podrían afectar tanto a mis pacientes; me acuerdo que un día cuando fui a visitar uno de los hospitales en el que mi padre era socio escuche que en el momento que había llegado para enseñar a practicantes había ingresado un joven con cortes en las muñecas, lo cual me llamo mucho la atención “intento de suicidio” pensé para mí mismo.
Camine hacia sus parientes encontrándome con dos señores llorando y una joven asustada, temblando; ese día conocí el caso de Minseok, Sohee como se llamaba la chica me conto todo, lo mal que se sentía y me pidió ayuda para su hermano, en aquel momento que hablaba con sus padres escuchamos algo romperse adentro, ingrese a la habitación lo más rápido que pude para llevarme la sorpresa que aquel chico se había arrancado los cables de sonda, empecé a empujar la puerta del baño en donde se podía escuchar sollozos es ahí que tire la puerta con una patada, luego yo pagaría por eso.
El chico que estaba adentro era hermoso, me miró mientras se cortaba las muñecas, me agache para abrazarlo y decirle un “te quiero” lo cual provocó que me abrazara y me pidiera ayuda.
*****
Estaba en su sala abrazándolo mientras dormía después de llorar tanto ¿Cuándo esta amistad empezó? Me preguntaba, la relación paciente –medico se había sobre pasado, lo quería proteger, lo quería hacer feliz… acaricie su cabello mientras dormía, me gustaba hacerlo renegar en mis consultas con mis bromas pesadas, me agradaba que sonriese; sin embargo en estos momentos el me quiebra, no puedo ser frio como médico … me lastimaba verlo así de frágil ante cualquier situación que se presente con respecto a su hermana a la cual también trate para que no se sintiese mal, toda una familia debía sanarse mentalmente, perdonarse mutuamente.
- ¿chen? – se había despertado
- Dime ¿estás bien? – le pregunte
- Sí, estoy mejor – me respondió mientras se incorporaba para sentarse en el sofá debidamente
- ¿Por qué estabas así? – le pregunte – estabas mejor en todo este tiempo min
- Hoy hable con mi hermana – me contestó
- ¿de qué hablaron para que volvieras de nuevo en esta rutina? – le pregunte
- La perdone – lagrimeo un poco – la perdone, ahora me siento en paz, tan tranquilo…no hay odio
- ¿entonces por qué has llorado? – le volví a preguntar
- Porque me sentí liberado; por un momento culpable por que me encerré y deje a mis padres a un lado – intento sonreírme
- Me gusta que pienses así – le acaricie el cabello – eres tan bello , no deberías llorar mi pequeño bollito
- ¡chen! –grito - ¿estoy tan gordo? – su mirada bajo
- Nooo – me maldije, a veces se me salían cosa que no debía decirle un paciente con depresión
- ¿quizás debo dejar de comer para ejercitarme más? – me miró
- No es necesario, sentirte bien cómo eres te hará confiar en ti mismo - le acaricie el cabello
- Gracias – me abrazó – eres mi mejor amigo
- También soy tu psicólogo así que debo velar por ti en estos casos- sonreí
Su mirada se ilumino, camino hacia el baño lo cual le seguí, observe como él se tiraba todos sus medicamentos por el inodoro.
- Ya no más de estos o si no un día que no pueda controlarme y no te encuentre de verdad voy a terminar matándome – sonrió
-Min, siempre estaré ahí – lo acompañe a la cocina para arreglar
- Mi helado se derritió – chillo
Su teléfono empezó a sonar, su mirada expresaba miedo así que yo contesté por él
- ¿Minseok? ¿estás bien? Te estamos esperando – Sohee hablo por la otra línea muy entusiasmada.
-Hola soy Jondae – saludé
- ¿doctor Kim? – su voz de sorpresa era todo un chiste
- Si soy yo – conteste animado
- ¿le sucedió algo a Minseok? – empezó a preguntar
- Nada , no te preocupes – suspire – por hoy Minseok no está en las condiciones adecuadas de ir a visitarlos, así que por favor denle un par de días – vi como Minseok estaba mirando por la ventana la ciudad
- Está bien doctor – suspiro – debemos ser comprensible con él
- Sohee se fuerte también por tu hija – me acorde que la bebe se parecía mucho a él ¿Qué broma de la vida no?
-Está bien doctor, hasta la próxima – se despidió al igual que yo
Me acerque a Xiumin quien estaba ido
- ¿en qué piensas? – le sonreí
- Eres un chismoso quieres saber siempre en que estoy pensando – me respondió mientras me sacaba la lengua
- ¿qué? – me hice el dolido
- Pensaba en mi sobrina – me observo atento – debe ser muy bonita
- Lo es min – me acerque lentamente hacia el pequeño bollo.
No podía sobrepasarme, anhelaba tocar sus labios ¿desde cuándo me atrajo el pequeño?, fácil desde que lo abrece pidiéndole que no se suicidara, cuando conocí su historia, cuando me sonreía y hablaba acerca de sus sueños.
Estaba rompiendo la relación entre médico – paciente, no podía hacer eso, sería como dejar algo malo en mi historial de psicólogo, romper mi ética profesional; eh estado tan cerca de él este último año que me estaba confundiendo, supe ponerme en el lugar, pude Sentir como él se sentía, pude disponerle ayuda cuando enfrentaba dificultades; era hora de poner un punto final a esto…no lo quería como mi paciente
- Minseok – le dije muy serio
- ¿Qué sucede? – me observo sorprendido
- Es tiempo de derivarte a otro psicólogo –suspire mientras veía como sus ojitos gatunos se abrían por la sorpresa para luego cerrarlos
-Lo sabía – me dijo –algún día tenía que suceder esto, sabía que te ibas a cansar y lo comprendo
- Minseok – susurre
- Es verdad, te eh estado haciendo correr muchas veces cuando me sucedía algo, pero no te preocupes por mí, seguirás siendo mi mejor amigo chen chen – sonrió – creo que es hora de afrontar la vida.
-Te voy a derivar a uno de mis mejores amigos, tu caso será atendido por el – sonreí – puedes confiar plenamente
- ¿Cuál es su nombre? – me pregunto mientras se daba la vuelta para comer un bocado que había comprado de comida china
- Shim Chang Min, él es confiable al cien por ciento – le dije
- Está bien chen chen – me miro con sus ojos tristes.
Me despedí de él con un abrazo susurrándole que como amigo estaría par él; estaba bajando por el ascensor cuando me llamo el nalgón de mi primo.
- ¿inmortal? – me preguntó
- ¿Qué sucede? – le dije
- ¿Por qué el caballo que me regalaste no está? – se oía molesto
- Sehun – me golpee la frente – tu caballo en realidad es una yegua y está preñada así que está en otro establo, uno más seguro.
-Así que me estuve montando una yegua todo este tiempo – empezó a reír
- Sehun cállate – le dije - ¿Liu?
- ¿Cómo te enteraste? – me preguntó
- Tu madre hermana de la mía nos comentó eso en la cena “Sehunie ya quiere sentar cabeza, así que preparen para un próximo baby shower” imite a mi tía.
- ¡carajos! – grito – mama es tan extraña al igual que Liu que no los entiendo
-Sehun acabo de dejar la historia clínica de mi paciente del que siempre te hablo – le dije
- ¿por el cual estas bien coladito? – una sonrisa salió
- Sí, podría decirse – le dije mientras iba caminando hacia el estacionamiento
-¿eres tonto? – me dijo – dinosaurio con sonrisa felina que se cree inmortal, tú que te comportas como un demente cuando eres psicólogo
- ¿Qué pasa? – estuve sentado en el asiento del auto a punto de encender mi auto
- ¡anda ve con él! – grito - ¡eres estúpido! – seguía gritando – él ya no es tu paciente por lo tanto no hay vínculo alguno entre ustedes, ¡eres libre de hacer lo que quieras hermano!
- Sehun – me quede pensativo, era un tonto – él está mal, no puedo dañarlo eso sería como prácticamente causarle más daño de lo que está.
-Ve – me dijo – comprueba tú mismo si él te quiere como más que su “mejor amigo”
Le corte la llamada, encendí el auto para irme de ahí de una buena vez cuando de repente lo apague, Salí corriendo para ir en el ascensor, mis manos temblaban; quería morirme si aquel chico me rechazaba… podría hacerle daño sin querer pero tenía que hacerlo, toque su puerta varias veces, me había olvidado la llave dentro del auto, cuando él me abrió.
Sus ojos estaban rojos de haber llorado, me miro sorprendido “¿chen?” apenas pronuncio mi sobrenombre, estampe mis labios con los suyos.
No se movía, estaba impactado y lo sabía ¡maldita sea, lo arruinaste! Me gritaba, cuando empecé a alejarme de él, min me acerco más a mí para colocarme sus brazos alrededor de mi cuello; me correspondía el beso entre suspiros, cerré la puerta con mi pie mientras lo llevaba hasta el sofá.
- Min- le susurre.
- No quiero que te vayas – me dijo sonrojado
- ¿de verdad? –le dije
- ¿Por qué crees que mis ojos están rojos de tanto llorar? – me acaricio – me salvaste, me distes tu apoyo, me has dado un amor incondicional; tanto así que estaba empezando a sentir algo por ti – suspiro – no quería que tu ética profesional se arruinara por mi así que me mantuve callado, intentando no creer en el amor.
- Por eso te derive, ya no soy tu psicólogo – le sonreí – quiero ser algo más importante.
Lo volvía a besar mientras lo acariciaba, un suave gemido salió de sus labios lo cual me provocó demasiado. Xiumin se levantó para irse a su habitación, me quede ahí pasmado sentado en el sofá ¿Qué haría? Demoraba mucho hasta que salió de la puerta de su habitación
- ¿no vienes? – me dijo sonriente mientras se adentraba a la habitación de nuevo
Por el cielo iluminado, Xiumin me tentaba… esta noche lo iba a dejar sin caminar en toda esta semana por provocarme de esa magnitud.
Para chen era el comienzo de algo importante en su vida, para Xiumin era la oportunidad de amar una vez más.