KAI:
Estaba sentado en el balcón de noche, mi plan no había salido como realmente lo anhelaba; Kyungsoo regresó por la tarde a su casa, su rostro estaba más iluminado, más hermoso como nunca, “paso la noche con in sung”, a veces me cuestiono si realmente me he obsesionado con él.
No quise lanzarle el hermoso ramo de flores en su rostro, prácticamente quería matarme por haber reaccionado así, no era lo que quería, ¡eres peor en reconciliación Kim! ¡Claro, si nunca me había reconciliado con nadie! ; Al parecer había funcionado el regalar flores porque note en sus ojos un brillo diferente que al igual que apareció se esfumó.
Una vez que me había cerrado la puerta en el rostro “eso me pasaba por ser tan insistente”, pedí ayuda a una señora, le dije una mentirita “es mi novio, quiero recuperarlo” lo cual se lo creyó, me hizo pasar por su sala la cual me pareció muy elegante, camine por un pasillo entonces me detuve cerca de un estante para observar curioso, aquel mueble estaba repleto de ¿mangas? En donde veía imágenes de dos jóvenes rozándose “que extraña”; ella me sugirió que me pasara por su balcón lo cual me pareció una excelente idea; bueno la otra vecina de Kyungsoo era muy sexy así que le di un número falso a cambio de que me prestase un marcador con un papel.
Estaba sentado intentado pasar aquella nota por debajo de su ventanal, estuve por un buen tiempo esperando a que se dignara a abrirme, lo cual no lo hizo… hacia frio, no me gustaba eso pues al parecer se había dormido. Me apoye sin querer y como me sentía incómodo moví mi espalda como si estuviese frotándome hasta que un “clic” sonó lo cual me asustó, me gire pensando que quizá había roto su puerta de vidrio. Me lleve una sorpresa cuando sostuve la manija y la jale suavemente ¡ESTABA ABIERTA!, me quite mis botines para no hacer ruido, su casa a pesar que era pequeña y humilde me transmitía una calidez inexplicable, camine hacia lo que se suponía que era su habitación.
Cuando abrí la puerta observe a un Kyungsoo dormido, estaba cubierto ligeramente; me acerque de puntillas y ahí lo observe atento “tan hermoso, no te lo voy a dejar fácil in sung”, saque mi móvil para tomarle una foto, su rostro era sereno, sus labios acorazonados entre abiertos eran pecaminosos, su piel tan blanca… y sus piernas… “Kim Jongin, pareces un pervertido observando sus buenas y torneadas piernas” me sacudí la cabeza para quitarme mis ideas que me estaban calentando de más, me gire hacia su pequeña mesa para ver sus apuntes y libros, se estaba preparando en serio.
Camine hasta su cocina para ver qué cosas tenia, el pobre chico se limitaba a comer porque con lo que tenía en sus alacenas yo moriría de hambre, estuve así por aproximadamente cinco minutos hasta que bostece. Como si fuese un metal atraído por un imán regrese a su habitación, destape la otra mitad de su cama para poder recostarme a su lado, me voltee hacia él… su aroma a vainilla me atraía demasiado ¿no sería malo abrazarlo, no?, coloqué mi brazo encima de su cintura, me apegue demasiado a él.
Se sentía tan cálido, tan cómodo, acariciar su cintura era demasiado para mi así que cerré los ojos concentrándome en dormir, lo cual no pude hacerlo puesto que el pequeño se había removido incomodo, se giró hacia mi… su rostro y el mío separados por una pequeña distancia, una distancia que deseaba romper; recordé cuando vi como el maldito de mi socio, compañero de salidas nocturnos, el segundo mujeriego de mi círculo cercano, se hacía pasar por una ovejita inocente bien falsa ¡MUY FALSA!, a mi mente llegaban aquellas imágenes en donde él le abría la puerta de su coche… “el muy maldito”.
Acerque mis labios y lo besé lentamente, abrió sus ojos asustado para empujarme “Jongin si tu padre hubiese visto esta escena hubiera estado avergonzado de un hijo acosador”, mientras intentaba golpearme me coloque encima de su cuerpo. Lo mire atento cuando interrumpí su intento de reclamo con otro beso, su rostro rojo de vergüenza hacia la vista más bella “doy gracias que su habitación este iluminada por las luces del barrio en donde vive”.
Lo besaba intensamente cuando sentí que había empezado a responder “¡estas perdonado Kai! ¡Estas perdonado!”, sus manos se paseaban por mi cabello mientras que yo lo sostenía de su cintura; hice un camino de besos por su cuello hasta su mentón fue cuando escuche un suspiro; coloque mi mano sobre su muslo para acariciarlo… mi chico sexy solo tenía una camiseta, sus piernas suaves me gustaban demasiado, veía como cerraba sus ojos para luego abrirlas y mirarme directamente…
- Kai – me susurro – basta
- No de nuevo – empecé a bajar por su cuerpo
- De...ja...me – estaba agitado
- No creo – empecé a desabrochar su camisón – me gusta como duermes
Fue lo último que dije, el pequeño santito que se había molestado conmigo, me quito mi camiseta para observar mi torso desnudo “al parecer le gusta la vista”, así que para provocarlo empecé a desabrochar mi pantalón “no lo hagas imbécil”, el pequeño me miraba atónito mientras permanecía recostado en la cama debajo de mí, sus labios se abrieron mientras que sus mejillas estaban como si fuesen dos rojas manzanas. Volví a besarlo mientras escuchaba como empezaba a gemir suavemente
Es muy sensible… me gusta.
La habitación estaba muy caliente; su cuerpo reaccionaba a mis caricias, a mis simuladas embestidas… “Jongin hoy vas a poder morir en paz”, un pequeño grito salió de sus labios cuando me frotaba más en él, de un momento a otro me empujó hacia el suelo, el golpe sí que fue muy duro para mi hombro. Se levantó para encender la luz de su habitación, me observó molesto mientras se arreglaba su hermoso camisón blanco con un diseño de ¿pororó? ¿Mi chico sexy veía pororó?; corrió hacia la cocina desesperado y sin ninguna duda corrí tras él “pareces un asesino corriendo detrás de tu victima”, lo encontré sosteniendo la escoba mientras respiraba agitado
- ¡que hacías Kim! – grito - ¿Cómo entraste a mi casa?
- Espera… te voy a explicar – le dije mientras me alejaba de él, tenía miedo a que me golpeara – dejaste tu ventanal sin seguro y – me volvió a interrumpir
- ¡habla! – chillo - ¿Qué me estabas haciendo?
- ¡qué te estaba haciendo! – realmente me molesto que fingiera que yo le hacía algo cuando el enano lo disfrutaba
- ¡si! – grito
-Que cínico, ¿sabías que tú también correspondías? – me moleste – te gustaba que simulara embestidas contra tu cuerpo enano pervertido – estaba muy irritado.
-¿Cómo? – suspiro mientras bajaba la escoba - ¿no era un sueño?
¿Qué era un sueño? ¿En que estaba pensando?, de repente me di cuenta de algo ¿estaría soñando conmigo?, me acerque a él lentamente como si fuese un gato acechando a su pequeño ratoncito.
- ¿soñabas conmigo? – le pregunte sonriente
- ¡NOOOO! – su rostro enrojeció completamente
- Mientes Kyungsoo – me acerque a él
- Lárgate de mi casa – me dijo ahora más tranquilo - ¿quieres que llame a la policía?
- Kyungsoo – hice un puchero – me piensas botar afuera a estas horas de la noche
-¡si! – volvió a chillar
- ¿y si me asaltan? ¿sabes que hay delincuentes en la calle a estas horas? – me senté en una de sus sillas - ¿Qué sucede si no regreso a casa y desaparezco?
- Pues que te busquen – me respondió arisco
-Sabes que hay testigos, las vecinas – cruce mis brazos – ellas dirán que el ultimo en verme fuiste tú, serás el testigo principal y no podrás dar tu examen
-¡cállate! – me grito – te quedas, pero primero colócate tu camiseta, no quiero verte semidesnudo
-Pero te gusta mi cuerpo – sonreí – me mirabas muy detenidamente mis abdominales
- ¡MENTIRA! ¡YO NO MIRABA NADA! – se cubrió sus mejillas
Regresó a su habitación para traerme un par de sabanas, en realidad yo quería dormir a su lado pero me boto a dormir en su sofá
- ¿me perdonas por mi actitud en la discoteca? – le pregunte antes de que se vaya
- No – me contesto – ahora duérmete
- ¿tanto te cuesta perdonarme? – susurre - ¿Qué me querías decir esa noche?
- Nada que te interese – me contestó
- Voy a hacer que me digas que es lo que querías decirme esa noche – lo mire – es una promesa.
Me acomode para dormir, sin embrago no pude… ¿Qué era lo que anhelaba decirme con urgencia aquella noche?