KYUNGSOO:
La noche anterior fue realmente extraña, creía que era mi sueño; sí, no voy a negar que no había soñado con Kai a pesar que me había quedado dormido pensando en in sung. Anoche vi su cuerpo esculpido como si de un dios griego pareciese, mis ojos contemplaban sus facciones que se convertían en el de un animal en su época de apareamiento lo cual me asusto y reaccione empujándole bruscamente ¿se habría hecho daño? ¿Por qué me gusto sus besos y caricias? ¿Sabes que realmente te mueres por el no?
Me desperté más tranquilo preparándome mentalmente el cómo enfrentarlo, sin embrago me sorprendí al notar que no se encontraba en el sofá durmiendo… todo estaba ordenado, me desilusioné totalmente, camine hacia la cocina para encontrar todo en orden con mucha comida guardada ¿se había tomado la molestia de llenarme la despensa?, gire para irme al comedor y ahí me lleve una gran sorpresa al ver un desayuno servido; huevos revueltos, café, jugo de naranja, hot dogs, cereal, leche, etc.; todo estaba cubierto para que no atrajera moscas, a un lado de aquel desayuno que no había disfrutado en años encontré el ramo de rosas azules con pequeñas flores del mismo color junto a una tarjeta; me acerque para abrirla
“Realmente quería disculparme, te prepare el desayuno… la cocina no afecta a los hombres guapos así que hice todo esto por ti, espero que te gusten mis flores”.
Kai
Una sonrisa salió de mis labios, aquel hombre podría ser muy varonil en el aspecto del físico pero en personalidad parecía un niño, uno el que necesitaba ser atendido.
Me cambie para irme al trabajo, desayune muy pensativo ¿tendría que decírselo? , aliste mi mochila; hoy iba a almorzar en el café del oso.
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Estaba limpiando tranquilamente las oficinas de los directivos, aun pensaba en aquellas flores hermosas; Kai se encontraba en esos momentos haciendo sus deberes en otro piso así que me sentía más tranquilo… no podría soportar estar a su lado fingiendo serle indiferente.
Mientras limpiaba escuche que alguien aclaraba su garganta, me di vuelta y estaba ahí sonriéndome como siempre, mostrándose muy relajado, muy comprensible.
- Buenos días Kyungsoo – me dijo mientras se acercaba
-Buenos días señor in sung – respondí mientras colocaba en orden mis instrumentos
- No me trates así, me hace sentir muy importante – me sonrió
- Pero si usted es importante para la empresa – le dije mientras sonreía
- Hoy cenaremos ¿no? – camino hacia una de las ventanas – te voy a recoger a la hora que termines tu trabajo
- Eso es demasiado para mi – continúe limpiando – yo no soy de esas personas que les gusta las cosas ostentosas mucho menos comer en lugares demasiados lujosos.
- Lo sé – suspiró – es por eso que eres muy especial
- ¿especial? – sonreí mientras me sonrojaba
- Claro – se volteó hacia mí - ¿estas saliendo con “aquel” que te hizo llorar?
- No – dije muy tranquilo
- Entonces tengo el camino libre – sonrió
- Jajajajaj que buen chiste in sung – me reí mientras salía de la oficina – nos vemos señor
Estaba empujando mi carrito, aquel hombre era guapo, amable, muy bien portado… era como lo que anhelaba en el amor, era ideal; sin embargo no me atraía ; me quede mirando a Kai quien estaba concentrado en como abrir el rociador de agua, era muy guapo, era tan irritante, tan desesperado en buscar una solución… ¿Por qué estaba golpeando el rociador? Miraba como él se comportaba como un pequeño curioso por aquel objeto, hasta que se apuntó así mismo para ver porque fallaba, cuando hizo presión al rociador, el agua salió disparada hacia su rostro.
Me reí como nunca antes lo había hecho, su rostro fue épico al llevarse aquella sorpresa.
Me dirigí hacia la oficina del jefe Kim que hasta ahora no había aparecido, mi tarea solo consistía en sacar el polvo de aquella habitación; mire atentamente que nadie estuviese afuera, me senté en su sillón… se sentía genial ser el dueño de toda la empresa, ser adinerado y no tener por qué preocuparse de algo.
- Veo que te gusta el sillón del jefe Kim – Kai cerró la puerta dela oficina
-¡Kai! – chille – yo no … quería sentarme – me levante
- Naahhh no te preocupes – me dijo mientras se sentaba en la mesa – supongo que se debe sentir bien sentarse en esa posición
-La posición de “si no me haces caso te despido” – dije sonriente
-Claro – me observo atento - ¿crees que ser jefe de una empresa importante es algo estresante?
-Supongo – le conteste – y por eso el jefe Kim se va a relajar con sus amantes
-¿amantes? – se levantó de la mesa para ver el estante de libros - ¿Quién dijo eso?
- Todos lo hablan – levante mis hombros – así que todos creen que es un mujeriego muy amable
- Jajajajaj – sonrió Kai mientras miraba por la amplia ventana - ¿y tú que piensas?
-No podría decirlo porque aún no lo conozco – me sonrió - ahora vámonos antes que alguien nos descubra – le ordene mientras salía del despacho.
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Ya era hora del almuerzo, marque mi tarjeta de salida para dirigirme al café del oso
- ¡espera Kyungsoo! – Kai corría desesperado – te acompaño, no sé dónde podría almorzar
-¡queee! – me sorprendí
-Vamos, di que sí – hizo un puchero – además te deje un desayuno delicioso ¿te gusto?
- Si me gusto – me sonroje – vamos, me vas a acompañar.
Caminamos todo el transcurso hablando acerca de algunos temas de economía que no entendía, él hablaba como si fuese un experto en el tema de finanzas, economía e inversión; me sentía atraído por el hecho de que al hablarme su rostro se veía serio, tan intelectual.
Al llegar al café por un momento se quedó mirando el local, me sonrió y me abrió la puerta…
- Buenos días el café del oso les da la bienvenida – un chiquillo lindo nos atendió… ese joven se me hacía conocido
-¿baek? – Kai le llamo así mientras estaba con los ojos bien abiertos
- ¡Kai! – chillo asustado – yo… no… quise
- ¿lo conoces? – pregunte molesto ¿Por qué aquel estúpido estaba sonrosado al mirar a Kai?
-Sí, en la discoteca te lo presente – me sonrió – es mi mejor amigo, estoy viviendo con él.
-¡Kai! – hizo un puchero – compartimos departamento – me sonrió
Mientras veía como ellos conversaban amenamente chanyeol apareció más radiante que el mismo sol.
-¡Kyung! – grito - ¡mi hermoso dodito de mi corazón! - me cargo
- ¡yahhhh yeollie! – chillo molesto el amigo de Kai – deja de abrazarlo – empezó a golpearlo
-¿me perdí de algo? – dije mientras intentaba respirar más tranquilo
- Kyung el chico del que tanto te hablaba hasta hacerte sangrar los oídos es él – me señalo al pequeño que estaba cerca de Kai - es mi novio- sonrio feliz
- ¡queee! – grito Kai - ¿hasta cuándo me ibas a ocultar eso baek?
- Lo siento – susurro – iba a decírtelo
- Es mi novio ¿algún problema brother? – lo abrazo mientras miraba amenazante a Kai
- Okay – el moreno levanto ambas manos – no voy a decir nada – miro a baek con una mueca
-Quiero almorzar – me dirigí hacia el jardín – yeollie tráeme comida – ordene
- Está bien pororó – me contesto mientras abrazaba y alejaba a baek de Kai
Cuando ambos se habían ido, Kim se sentó a mi lado mirándome a los ojos
-¿acaso él ha visto tu camisón? – me dijo en un tono muy demandante
- El único que ha visto de más eres tú – le conteste arisco
- Kyung – sonrió – tu amigo y el mío son pareja – intento sostenerme de la mano lo cual se lo impedí dejavu
- Eso no quiere decir nada – le dije mientras mi orden llegaba
- No voy a decir nada ¿está bien? – me susurro
- Está bien Kim.
Mientras almorzábamos tranquilos una jovencita se acercó a nosotros para dejar en un papelito a Kai, él lo abrió y observo un número con un escrito llámame
- Kyung – me dijo – si quieres ver no es necesario que estires tu cuello, solo debes pedírmelo
- ¿queee? – me quede frio
- Estas estirándote para ver lo que dice en el papel – me sonrió
- ¡NO LO ESTOY HACIENDO! – chille
- ¡NO SE GRITA CON LA COMIDA EN LA BOCA! – me contesto
- ¡NO ESTOY CON COMIDA EN MI BOCA! – le regrese la respuesta
- Kyungsoo no grites – me dijo mientras se reía a carcajadas
- Estúpido
Me levante de la mesa apresurado para pagar en caja, él se levantó para ir detrás de mí; cuando estábamos dirigiéndonos a la puerta de salida el me sostuvo de la mano y se dirigió hacia la chica que antes se nos había acercado
-Lo siento mucho muñeca – sonrió – pero es una falta de respeto darme tu número frente a mi novio – la miro a los ojos – es por eso que no te voy a llamar, espero que encuentres a un hombre adecuado.
Mis mejillas se tiñeron de un rojo escarlata cuando me saco del café solo para besarme, mi corazón latió a mil por hora; dejo de besarme para regalarme una de sus sonrisas
- No te enfades Kyung – me acaricio el cabello – solo te puedo ver a ti
Tan solo quería derretirme o desaparecer…
no pude decirle nada, simplemente él se regreso al trabajo caminando mientras tarareaba una cancion. mi corazon estaba extraño y el culpable tenia un solo nombre... kai.