SEHUN:
Como toda mañana me levante para continuar con mi rutina, me coloque mis cascos con música a alto volumen para poder disfrutar de la mañana fresca.
Estaba entrando al ascensor cuando alguien más ingreso empujándome; iba a reclamarle cuando me lleve la gran sorpresa del día… luhan estaba arreglándose el cabello mientras en una mano tenía muchos papeles, al parecer no se había dado cuenta que yo estaba adentro junto a él… observándolo como siempre “aun duele” “¿Qué más duele? ¿Qué estuviese con tu hermano o que te rechazara bruscamente?”.
Tosí adrede para que él se diera cuenta, se giró y nos vimos por un largo rato, ya no estaba ojeroso, ni decaído “la última vez que lo vi fue en aquella noche que toco mi puerta pidiéndome ayuda” “lo besaste”; intentaba articular alguna palabra sin embargo no pudo
-Hola – salude
-Hola – contesto mientras se giraba para ver al frente
-¿Cómo esta Liu? – pregunte mientras me cerraba mi casaca de deporte
-Está bien – contesto
- Voy a llevarlo donde mis padres este fin de semana – le plantee
- ¿Cómo? – se volteo para observarme
- Que lo voy a llevar donde mis padres este fin de semana –repetí
- Tú no puedes – me contesto brusco
-¡claro que si puedo! – lo observe molesto – puedo porque soy familiar del niño al que ocultaste de todos
-No me juzgues que tú no has tenido que pasar hambre, dolor, tristeza – hizo parar el ascensor.
-¿perdón? – estaba empezándome a molestar – de que tú no te hayas acercado a nosotros es tu responsabilidad, mis padres nunca te hubiesen negado nada
-No lo vas a llevar – me respondió molesto
-¿quieres un juicio? – le pregunte mientras veía la hora
- No te atreverías – me señalo molesto
-Si puedo, en especial mis padres o quizás los tuyos - apreté el botón para que el ascensor continuara bajando
Su silencio me incomodaba, su rostro empezaba a reflejar tristeza algo que me hacía incomodar… me acorde del beso que le di cuando me despedí aquella noche.
Sus suaves labios, su rostro sonrojado… aquel sentimiento intentaba volver hacia mí. Antes que desapareciera de mi vista lo sujete de la muñeca, todo paso muy rápido, mis labios pronunciaron aquella pregunta que me carcomía lentamente
- ¿Qué vistes a mi hermano? – pregunte radicalmente
- ¿Cómo? – se giró hacia mí con el rostro desencajado
- ¿Qué vistes a mi hermano? – volví a pronunciar
- Sehun – me miro – nunca podrías entenderlo
Se libró de mi agarre para continuar caminando.
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Estaba trotando cuando empecé a recordar aquellos momentos con mi hermano en los cuales riamos, jugábamos, teníamos similares gustos con diferentes personalidades… “similares gustos”.
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Subía por las escaleras con bolsas del supermercado mientras pensaba en mis estudios en Estados Unidos, mi vista se dirigió hacia el pequeño Liu, quien lloraba en la puerta de mi departamento “hoy no hay nadie en casa” “¿Qué hacía a estas horas de la tarde?”
- Liu ¿Qué ocurrió? – lo cargue para secarle las lagrimas
- Snif snif se burlaron de nuevo – lloró
- ¿de qué? – me moleste
- Que no tuviera papá – me abrazo – que mi omma sea un varón – lloro aún más- y que nadie me quiera.
- Liu, pequeño – lo acaricie – tranquilo bebé
-¿puedo ir donde omma? – me miró tiernamente
- ¿Cómo? – estaba sorprendido
- ¿podemos ir a recogerlo? – pregunto – no quiero quedarme con la nueva nana, es mala
- Está bien - ¿Qué iba a decirle no al pequeño?, lo hice pasar a la sala para que jugara a dibujar edificios.
Me encontraba en mi habitación preocupado, me había vestido todo de color negro; escuche a Liu llamarme insistentemente.
- ¿ahora que sucede? – le pregunte
- ¿nos podemos ir? – pregunto tiernamente
- Está bien, vamos – lo sostuve de la mano
Lo lleve primero al parque para que paseara y se divirtiese en los juegos para niños; mientras lo observaba una señora me sonrió maternalmente para decirme que era un padre muy joven, que para ella mis ojos reflejaban un amor hacia el pequeño. La observe para sonreírle y luego seguir mirando en donde se encontraba Liu
- Joven – me llamo aquella señora que se había sentado a mi lado
- ¿si? – la mire sorprendido
-Sé que el amor es un tema muy triste para ti – sonrió para tomarme la mano – pero te diré algo… los fantasmas del pasado deben quedarse atrás, nada puede resucitar a los muertos ni completar su destino querido
- ¿Cómo? – mire sus ojos verdes
- Hijo mío, tu corazón se encuentra lastimado pero no va a ser siempre así… no tengas miedo, eres fuerte y eres capaz de brindar amor a quien lo necesite – sonrió – en este caso a quienes lo necesiten
La señora se levantó mientras me entregaba en mi mano un pétalo de rosa para decirme por última vez “él no te guardara rencor, él comprende todo…”; estuve sentado nervioso, mi temperatura corporal había descendido… estaba helado.
- ¿vamos a ir? – la voz de Liu irrumpió en aquel trance
- ¡claro! – me levante – vamos a buscar a tu omma – lo cargue protectoramente
Tomamos un taxi para ir al hospital en donde trabajaba, aún estaba impactado por las palabras de la señora.
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Ya en el hospital me acerque a una de las recepcionistas para saber en dónde lo podía encontrar
-Buenas tardes ¿en que lo puedo ayudar? – me sonrió para arreglarse disimuladamente el cabello
-Puedo saber a qué hora es la salida del doctor Xi Luhan – pregunte
-El pediatra está en estos momentos atendiendo, su salida es aproximadamente a las nueve de la noche pero puede verlo en el descanso que tiene – me sonrió
-Gracias ¿puedo saber a qué hora es su descanso? – la mire directo a sus ojos
-Es dentro de media hora – sonrió - ¿puedo saber cuál es el motivo? – pregunto muy curiosa
-Soy – me quede pensando cuando Liu corrió chillando “appa”
-¿es el esposo del doctor Xi? –empezó a sonreír – oh dios mío, pensé que era padre soltero.
-No es lo que usted piensa – intente detenerla pero ella salió disparada hacia un pasillo dejando abandonado su puesto.
Mire a un lado donde había un enfermero joven quien me señalaba los pulgares hacía arriba, me agache a la altura de Liu.
-¿Por qué me llamaste así? – estaba molesto
- ¿no quieres que te llame appa? – empezó a llorar – snif snif yo pensé…
- Calma Liu – lo cargue para evitar una majadería – ya, ya , no estoy molesto
-Appa – me abrazo ocultando su rostro en mi hombro, pude sentir una ligera sonrisita.
Lo lleve a la cafetería para comprarle yogurt con cereal, empecé a darle de comer en avioncito, jugaba con él tal como lo hacía mi padre conmigo cuando era pequeño.
Un grupo de enfermeras pasaba susurrando “es el esposo de xi” “es tan guapo, el pequeño es igualito a su padre” “lo tenía muy bien oculto” “es un padre muy amoroso”; aquellos murmullos me hacían sentir realmente extraño, termine de darle de comer al engreído de Liu para luego prestarle mi móvil para que jugara mientras yo empezaba a leer el periódico.
-¿Sehun? ¿Qué haces aquí? – su suave voz interrumpió mi concentración en la lectura.
-Lo siento mucho pero Liu quería estar aquí contigo – le informe mientras dejaba el periódico a un lado.
- No pueden estar aquí, es mi centro de labor – se molesto
- Es tu hijo – pronuncie – quiere estar a tu lado
-Él sabe que está prohibido de venir al hospital – le quito el móvil – es un lugar en donde se puede contagiar de muchas enfermedades.
- ¡Luhan! – le grite – ha tenido problemas en el colegio, se han burlado de él por no tener un padre, por tener a un hombre como su madre –lo mire molesto - ¿lo dejarías ahí llorando en tu casa por aquello que le han dicho?
- No – suspiro
- De ahora en adelante me voy a quedar con Liu – le dije aún molesto – no pienso dejarlo en manos de sirvientas incompetentes.
- No puedes – me miro – Sehun , por favor aléjate de nosotros – me susurro para que el pequeño no le escuchase
- No lo voy a hacer – lo sostuve de la muñeca
-¿Por qué haces todo esto? – me preguntó mirando alrededor
-Por el bien de Liu – le respondí para luego soltarlo
Me acomode el abrigo, Liu nos observó para luego chillar en toda la cafetería “¡voy a tener un hermanito!”, en segundos se escuchó murmullos para luego darse paso a sonrisas tiernas.
“Aquel niño estaba actuando totalmente extraño”
Luhan estaba muy avergonzado, se llevó consigo a Liu para darle un coscorrón por haber gritado tremenda barbaridad y que al parecer el pequeño se había molestado por que Luhan le había prohibido darle sus juegos así que corrió hacia mí como si fuese su escudo y salvador.
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Después de aquel día me empecé a quedar con Liu en mi departamento; jugábamos, le enseñaba trucos de magia, mirábamos películas, hacíamos los deberes del colegio, etc.
Una noche antes de irse a su casa me pidió que asistiera a la reunión de padres a las cuales a veces Luhan lograba llegar; le sonreí dulcemente para afirmarle que estaría con él.
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Estaba mirando mi closet para vestirme adecuadamente, me peine hacia atrás para luego colocarme mi perfume.
Salí de la casa algo asustado porque que era la primera vez que asistía a una reunión de padres, tome un taxi para poder llegar a su colegio.
Camine por los pasillos, escuchaba a los niños cantar, como jugaban futbol o a las muñecas, admiraba el arte de los pequeños… eran tan imaginativos; entonces me di cuenta que era demasiado hermoso ser padre; llegue al aula indicada, adentro pude ver a cada niño con su padre a excepción de uno quien era Liu; el pequeño estaba sentado mirando por la ventana el cielo… ingrese al aula de manera cómo lo sabía hacer “sexy, imponente, admirable” salude a cada uno de los presentes, los niños me miraban algo asombrados, salude a la profesora para luego tapar los ojitos de Liu quien se sobresaltó.
- Sehunie – dejo el pequeño seguro
- Así es – lo destape para sonreírle
- ¡llegaste! – me abrazó
Un grupito de niños se nos acerco
-¿Quién es Liu? – pregunto uno algo curioso
- Es mi appa – contesto orgulloso
- ¡mentiroso! – grito uno más grande
- Soy el papá de Liu mucho gusto pequeño – sonreí, no quería que dañaran a Liu
La profesora se sorprendió el que me presentara como el padre, ella sonrió muy angelicalmente no como otras que me coqueteaban, nos informó que pronto llegaría el campeonato entre padres e hijos en el campamento de medio año así que debíamos confirmar la asistencia.
Si con las justas pude convencer “obligaste a luhan” para quedarme cuidando de Liu ¿podría intentar convencerlo a que asistiera por lo menos una vez al campamento de Liu?, el pequeño estaba emocionado y no quería defraudarlo.