McQueen
Cuando mi padre adoptivo, Hudson Hornet se enteró de que me habían aceptado en la universidad que tanto, el cómo yo habíamos estado deseando, no había parado de decirme lo mucho que debía cuidarme y lo mucho que me extrañaría. Si bien entendía que era un padre bastante protector y cuidadoso, ahora ya no estaría en esta etapa de universidad para decirme que debía aplicarme la crema para el rostro antes de dormir.
Me daba mucha pena dejar a mi padre solo en casa, pero al final el mismo tuvo que echarme a patadas del automóvil cuando estuvimos frente al enorme colegio, luego lo vi llorar dentro del auto, quería abrazarlo por décima vez, pero él no me dejo abrir la puerta. Tome la maleta una vez que tuve el valor de entrar al enorme edificio. Y para cuando mire atrás el ya no estaba ahí. Había mucha gente que entraban al edificio con maletas y cajas, algunos con bastante temor en el rostro y otros bastante confiados de sí mismos, que realmente me hacía tener más temor de integrarme a un nuevo colegio sin el apoyo de mi padre.
Mire el pequeño papel donde decía el número de mi cuarto, nunca fui bueno compartiendo habitación puesto que yo soy hijo único y nunca en mi vida asistí a una pijamada, camine con maleta en mano, subiendo escaleras y volteando a todos lados para hallar el número de habitación.
135.
Di un grito de victoria dentro de mi cabeza, cuando vi el número grabado en la puerta, gire el pomo encontrándome con una habitación vacía (claro a excepción de dos camas) entre con sigilo, como si realmente hubiera alguien, pero tal vez si lo había, puesto que había varias cajas en una de las camas. Ya era suerte decir que tenía la cama a un lado de la ventana, arroje la maleta sobre la cama y me senté sobre ella, estaba nervioso aunque no sabía de qué, mis calificaciones son excelentes, tengo un buen comportamiento y todo lo necesario para sobrevivir en una nueva etapa, no es como si en la universidad todo cambiara.
Di un brinco del susto al escuchar el golpe de la puerta contra la pared, gire la mirada y vi entrar a un chico, que me devolvió la mirada de esos ojos verdes pero de una manera curiosa.
-¿Tu eres mi compañero de cuarto?- pregunto con una sonrisa.
-Yo…..-
-Un gusto ¡Mi nombre es Mate! Sé que puede sonar raro, pero es como decir “Tomate” pero sin el “to” Ya te acostumbraras.- Realmente mi mente tardo en captar lo que dijo puesto que todo lo dijo de una manera bastante rápida que causaba miedo. -¿Cuál es tu nombre chico bonito?-
¿Chico bonito?
-S-Steve, Steve McQueen-
-¡Vaya nombre McQueen! Algo me dice que seremos buenos amigos, ¿Por qué mejor no me acompañas por algo de comer a la cafetería y me cuentas más sobre ti?- La repentina confianza con la que me trataba este chico de nombre Mate hacia que me sintiera un poco más cómodo, mi padre en estos momento estaría diciendo cosas como “No confíes en personas tan rápido” pero no veía nada de malo en este chico, termine por aceptar su oferta y salimos de la habitación tratando de mirar a Mate mientras comenzaba a hablar que venía de un pueblito llamado “Radiador Springs” junto a su mejor amiga “Sally” que también había venido a estudiar en esta universidad y que me la presentaría.
Mate era buena persona, al igual que imaginaba lo mismo con esa tal Sally por lo que me contaba el chico.
Tal vez pueda contarle que yo, soy gay.