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Por tu vida por Ajja

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Notas del capitulo: Bueno aquí otro más, y es que se los debía, pero por azares del destino se retrasó.un poco, bueno ya. :) aquí el capítulo.
Nada a sido lo mismo desde aquel dia, es como vivir con un dolor eterno, un sentimiento de frustración, Milo sentía diario la opresión en su pecho, la sensación de la desolación más grande, le costaba trabajo levantarse de la cama sabiendo que ese día sería igual a los otros, un día de soledad, y lo peor es que ya nada era lo mismo ni siquiera su mejor amigo estaba cerca de él, pues se había ido a una misión, se sentía solo y devastado, más al ver a diario a la persona que lo rechazó, aún no sabía por qué Afrodita había actuado de esa manera, ¿por qué tenía miedo? Es lo que Milo se repetía una y otra vez, pero lo qué más lo hacía sentir mal era el pensar que eso estuvo mal, no debió haberle dicho nada, mejor hubiera callado.

- ¿Qué voy a hacer ahora?...- Milo estaba parado afuera de su templo portando su armadura y recargado de un Pilar, Mirando hacía abajo, la verdad es que ya no se atrevía a mirar hacía el templo de piscis, cada vez que miraba en esa dirección sentía angustia y no lo podía soportar.
¿que de bueno habría para él en el futuro?, él tenía un deso callado, un deseo que ni el conocía, pero que descubrió a partir de su confesión, y ese deseo era un futuro junto al santo de Piscis, no importaba si estaba mal, o si no lo aceptasen los demás, el quería ese futuro al lado de él, aun si fuera en secreto.

- Hoy no hay nada que hacer, es día libre, ¿A donde iré?...- No había muchas opciones, ¿visitar a alguien? ¿Pero a quien? Camus no estaba se fue a una misión junto a Shura, si iba con death mask temía encontrarse con Afrodita, ir a la casa de Géminis no era buena opcion, entre Saga y Kanon sería incómodo, ambos le estarían haciendo preguntas incómodas mientras Kanon le haría sus bromas pesadas Saga le llamaría la atención por cualquier cosa, y todo eso se resumió en una decisión, ir a beber, era la única opción para fugarse un rato de la realidad, Miró con atención hacía las escaleras que daban a Sagitario, alguien venía, si, Alguien estaba subiendo, era inconfundible aquel caminar y esa cabellera moviéndose por el viento, era Afrodita, desde su "pequeña" discusión no lo había visto pasar por su casa, no se había topado con el de frente, solo lo podía ver a la hora de los entrenamientos, y siempre estaba lejos de él, hace ya un mes de su discusión y ahora está por llegar a su templo.


- Buenos dias Afrodita..- El saludo no era respondido, Afrodita pasó de largo sin mirarlo, como si se tratara de un Pilar, o peor, cómo si no existiera, Milo no pudo sentirse más herido, era ignorado por la persona que más amaba, no existía para Afrodita es como si lo hubiese erradicado completamente de su mundo, como si toda memoria o todo dato estuviese extinto. No pudo evitarlo, una lágrima resbaló por su mejilla.

- No otra vez, ¿Por qué estoy llorando? No puedo evitarlo...-Milo se sentía ridículo viéndose así mismo de esa manera no pudo evitar pensar que se había vuelto un llorón, estaba decidido, olvidaría todo aquello que tuviera que ver con Afrodita, su orgullo estaba en juego, era lo único que podía hacer, olvidar a quien lo olvidó.

Pasó el tiempo, parecía que todo era como antes, antes Afrodita no estaba tan presente en su vida y ahora tampoco, asi que todo había vuelto a la normalidad, los entrenamientos eran entrenamientos y ya no eran una opción para ver al pez y acercarse a él, pasar por la casa de Piscis ya no era una opción para encontrarse con el guardián de aquel templo, solo era para atravesar la casa y llegar con el Patriarca, pero por más que lo quisiera negar, Milo seguía sintiendo aquel vacío, ese vacío qué pensó Afrodita lo llenaría, aún pensaba en el último guardián de vez en cuando, lo extrañaba y le causaba curiosidad que era de su vida mientras no le veia, aveces tenía la loca idea de ir a la última casa y someterlo a la fuerza, ya sea para obligarlo a hablar o para hacerlo suyo, quien diría que pensaba de esa manera en Afrodita.

Era una mañana tranquila en el mes de Abril, Milo se despertó temprano estaba por ir al entrenamiento pero al ver a Camus entrar a Escorpio lo hizo detenerse.

- Camus, regresaste de tu misión que alegria, estaba por irme al entrenamiento, vamos..

- Hola Milo, vengo de presentarme ante el Patriarca, Lo siento tendré que adelantarme, el Patriarca quiere que vallas a verle, dice que es algo importante ...- ¿Que podría ser tan importante pensó de pronto Milo?

- Ya veo, entonces te alcanzare después...- Milo se dirigió con rumbo a dónde se encontraba Shion ¿Qué querrá el Patriarca? Pensaba mientras subía, al pasar por la casa de Piscis sintió cierta nostalgia, el aroma de las Rosas le recordaba a quien pertenecía aquel lugar, esperaba verle pero recorrió todo el pasillo, al parecer no estaba, salió del último templo algo decepcionado y continuó hasta llegar a donde el patriarca Shion se encontraba.

- ¿Cuál es el motivo de su llamado? Patriarca...-Decía al entrar y arrodillarse como era la costumbre.

- Milo de Escorpio tienes una misión importante qué hacer...-

- ¿Cómo?...- Milo escucho algo que no se imaginaba, ¿Una misión?

- Asi es, una misión fuera del santuario, en Francia, Camus te dará datos para que sepas moverte en ese país eres el adecuado ya qué sabes hablar francés gracias a Camus...- Milo sabía que era imposible negarse, tendría que dejar el santuario aunque francamente no sabía si eso era positivo o negativo.

- una pregunta ¿Por qué tengo que ir yo? Camus podría hacerlo mejor...

- Camus hace poco que tuvo una misión, sería injusto que no tenga un descanso...- Milo meditó un momento, lo haría, se encargaría de esa misión, después de todo un tiempo fuera del santuario podría ser lo mejor para él, así no tendría qué soportar el rechazo de Afrodita y dejaría de pensar en él.
Shion prosiguió explicando de que trataba aquella misión y Así luego de aceptar aquella misión que de alguna manera le agradó la idea pues era una misión arriesgada, si moría pensaba que dejaría de sufrir y si vivía sería buena anécdota, llegó a su templo acomodó ropa en una maleta y cosas que necesitaría para el viaje y partió al coliseo para el entrenamiento, cuándo al fin llegó pudo notar que estaba todos, Saga se dio cuenta de su presencia y le sonrió a modo de saludo.

- Bueno ya estamos todos, llegas justo a tiempo Milo, ahora podemos comenzar a formar las parejas...Comentó Aioros Quien se encontraba junto a Saga.

- Pero antes...- Interrumpió Saga para llamar la atención de los presentes...- Milo tiene una misión muy importante fuera del santuario, así que después de el entrenamiento partirá a Francia...- Al parecer Saga estaba enterdado de todo, después de aquella noticia muchos le desearon suerte se acercaron motivándolo y diciendo lo mucho que le extrañarían en ese tiempo, Milo no se había dado cuenta de lo mucho que lo estimaban, pues todos se acercaron a él para despedirse, o casi todos, ya que cierto peliazul se quedó a distancia sin decir una sola palabra.
Después de aquel momento Saga se dispuso a formar las parejas.

- Y por último, Afrodita y Milo

- ¿Qué?...- Milo no podía creer que Afrodita iba a ser su pareja, de seguro que Saga lo hizo a propósito, pero no podía negarse, así que caminó nerviosamente hasta Afrodita que ya lo esperaba de brazos cruzados, pero sin mirarle, Milo pensaba decir un "Hola" pero al ver la actitud de siempre solo se paró frente a él.

- ¿Podemos comenzar?...- La pregunta de Milo no fue respondida con palabras, Afrodita tan solo se encogió de hombros y caminó al centro seguido de Milo.
El combate se dio Afrodita y Milo se devolvían los golpes, estaban parejos, al parecer Afrodita había mejorado pero Milo no lo dejaría vencer tan rápido, ambos corrieron chocando al mismo tiempo sus puños en el rostro del otro, retrocediendo hacía atrás por la fuerza dal golpe.

- Veo que esta vez no me estás subestimando...- Comentó Afrodita con el orgullo alto
Y una sonrisa de superioridad.

- haz mejorado Afrodita...- Respondió Milo del mismo modo.
Continuaron peleando pero justo cuando Afrodita sentía que tenía el duelo ganado Milo se escabulló esquivando una patada de Afrodita, y dándole un golpe el la quijada que lo hizo caer, Afrodita cayó en el suelo con una mueca de dolor, alzó la vista y Milo se estaba marchando dejándole allí, Afrodita se puso de pie, ¿Quien se cree que es para pensar que lo había derrotado?.

- ¡¿Adonde vas?!...- Milo lo escucho y se dio la vuelta..

- esto no a terminado...- Afrodita estaba de pie con los puños altos en guardia.

- Afrodita el duelo se termina cuando uno de los dos cae al suelo..

- Tú no te iras de aquí sin una paliza...- Afrodita estuvo a punto de lanzar un golpe pero Saga lo detuvo.

- Tranquilo Afrodita, esto ya a terminado...- Afrodita miraba a ambos con recelo, les dio la espalda pero sin irse del lugar.

- ¡Bah! Da igual, suerte en tu viaje Milo de Escorpio...- ¿Habia escuchado bien? Milo sonrió por lo bajo, por lo menos no lo había tenido que obligar a decir esa última frase.

- Milo...- Esta vez fue Saga quien habló....- Se te extrañará mucho, te desea suerte...- Saga se acercó dándole un abrazo, con una sonrisa sincera, pero no fue el único, tras Saga venía Camus quien se acercó y se despidió de igual forma, al poco rato los demás también lo despidieron incluso Death Mask quien le dijo que de regreso lo invitaría a ir a beber, finalmente fue el turno de Kanon.

- Suerte amigo, y perdona por haberte echo la vida imposible...-

- No hay rencor Kanon...- Ambos se sonrieron y Kanon se acercó dándole un abrazo y murmurandole al oido una frase que decía algo como, (Cuidaré del pez).
Milo se acercó a Afrodita, todos los dejaron a solas pues pensaron que arreglarían sus diferencias que habían tenido durante el entrenamiento ya que habían escuchado la discusión que Afrodita había armado por perder el duelo.

- Afrodita, si no te despides de mí al igual que los demás pensaran que hay algo más que solo una riña de entrenamiento...- Era verdad las riñas de entrenamiento se llegaban a dar de vez en cuando pero al final todos se arreglaban y ya no habían enemistades, Afrodita gruñó por lo bajo y se giró para verle de frente.

- Tsk ¡Maldición...- Afrodita maldijo pero después hizo algo inesperado, se acercó y le dio un fuerte abrazo, Milo sentía que el corazón se le saldría del pecho, no podía creerlo, tenía a Afrodita muy cerca, no sabía si era su imaginación o escuchó a lo lejos que Kanon reía maliciosamente, y a Camus toser incómodo, los demás no notaron el rubor en las mejillas de Milo y tampoco pensaron mal de aquella escena.

- A-Afrodita..

- Silencio...- Murmuró Afrodita al oído de Milo...- Si hago esto es para que no piensen que estamos molestos, no soportaría la ola de preguntas que me lloverían con respecto a mi odio hacía ti, además me pediste que me despidiera igual que los demás y eso estoy haciendo...- Milo se sentía inestable, Afrodita hablándole al oído era algo que lo ponía muy nervioso pero no era el único, Afrodita también estaba nervioso pues abrazarlo y tener contacto con Milo lo ponía mal, se sentía raro e incómodo.
finalmente Afrodita se separó de él y le Miró con esa expresión neutra pero antes de que osara irse Milo habló..

- Te voy.. A extrañar Afrodita, no le he dicho a nadie pero la misión será peligrosa por lo menos pido que entiendas que esta podría ser la última vez que hablamos...- Afrodita abrió los ojos sorprendido, ¿en verdad era tan peligrosa aquella misión? Hasta el momento creyó que era algo simple, al final comprendió, luego suspiró y suavizó su mirada

- Siendo así, te deseo suerte, y cúidate...- Afrodita dio media vuelta y se marchó por su cuenta los demás también se marcharon y Milo permaneció solo en la arena, ya era hora de partir...
Notas finales: Chao, pronto ahora si, e.e estará el nuevo capítulo, ya lo estoy terminando, podría ser el último, depende hasta luego. n.n chau

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