Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Prisión. por BEEP

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí les dejo mi siguiente capítulo, no se cómo se tomarán esto xD

Volvió a la celda cabreado y frustrado, ¿quién se creía ese para hablarle así? Y Killua seguía ahí acostado. Sólo quería tranquilizarse así que se tiró a la cama y no trató de entablar conversación.

Sabía que igual se estaba pasando, pero era necesario, no puede querer empotrar a Gon en la pared y hacerlo suyo. No sería éticamente correcto. Pensándolo bien, ¿desde cuándo hizo él algo éticamente correcto? Quizá le importaban los sentimientos de Gon. Quizá él tuviera sentimientos. Quizá y solo quizá, a Gon le pasaba lo mismo. Quizá. Pero ese chico le resultaba muy confuso, se comportaba bien con todo el mundo, cómo saber si lo hace por ser buena persona o por amor.

Se oyó un sollozo.

-Killua: *No preguntes Killua, no preguntes, no preguntes, no quieres saber qué está pasando, no quieres saberlo, sigue acostado y todo irá bien, NO preguntes por nada del mundo*.

-Killua: ¿G-Gon? *Perfecto, eres un completo imbécil, felicidades*.

No hubo respuesta, seguía oyendo pequeños sollozos.

-Killua: ¿Estás bien, Gon? *Pero qué pregunta es esa si está llorando*.

-Gon: ¿Desde cuándo te importa eso? - Le temblaba la voz por retener las lágrimas.

-Killua: Desde que dijiste que éramos, no sé, ¿amigos?

-Gon: Déjalo. Seguro que estás cansado de estar evitándome todo el día.

-Killua: Yo no, aah... Yo no estaba evitándote. Es que no me encuentro bien.

-Gon: ¿Tenías que ser tan borde conmigo? ¡Y encima el tipo ese del comedor era lo que me faltaba hoy! - Ojos acuosos.

-Killua: ¿Tipo del comedor?

-Gon: Sí, tropecé con él y empezó a soltar estupideces. Algo de que soy tu perro.

-Killua: ¿Cómo?

-Gon: Y que eras un canoso. - No logró contener una pequeña risa al decirlo él, la verdad es que sonaba gracioso.

-Killua: ¿¡Te estás riendo!?

-Gon: ¡Vamos Killua! ¡En realidad es gracioso! Jajajajaja

-Killua: Baka. - Le salió una venita palpitante en la frente.

-Gon: ¿No estas enfadado conmigo entonces?
-Killua: Ahora un poco, eres un tonto.

-Gon: Jajajaja, lo sieeento. - La verdad es que no sonaba muy arrepentido.

Se sorprendió de la facilidad que tenía ese chico para alegrarse en cuestión de minutos, pero qué demonios, era Gon, el hiperactivo e imparable Gon. Y a él le gustaba así, tal y como era. Realmente no podía enfadarse con él así que empezó a reír también.

-Gon: Jajajajaja, ves, tú también te estás riendo.

-Killua: Calla, tonto. - Dijo terminando de reírse.

Estuvieron riendo un poco más hasta que por fin se calmaron.

-Gon: Oye Killua.

-Killua: ¿Qué pasa Gon?

-Gon: Quiero irme de aquí.

-Killua: Yo también, pero como habrás observado, esta es una cárcel de alta seguridad.

-Gon: Sí... - Su voz era apagada y desanimada.

-Killua: Tranquilo, tú con suerte estarás fuera de aquí en cinco años.

-Gon: ¿Y eso es suerte?

-Killua: Normalmente serían diez o quince años. Así que sí.

-Gon: Puuuufff... Lo único bueno que he encontrado aquí sois tú y Kurapika.

Le dio un vuelco el corazón, era algo bueno para Gon.

Se quedaron hablando durante tiempo. Mucho tiempo. Tanto tiempo que ni salieron a comer ni al patio. La conversación más larga que ninguno de los dos había tenido en su vida. ¿Que de qué hablaban? Ni yo lo sé. 20 años de vida dan para mucho que contar. Esa tarde ambos se conocieron más, Killua empezó a confiar más en Gon y Gon... Bueno, Gon pensaba que Killua era increíble.

Ya era de noche y ninguno de los dos se dio cuenta hasta que apagaron las luces de los pasillos. Hora de dormir.

-Gon: ¿Ya es de noche? - Se notaba clara sorpresa en su voz.

-Killua: Eso parece.

-Gon: ¿Tienes sueño?

-Killua: Yo nunca tengo sueño.

-Gon: ¿Te apetece jugar a algo?

Killua lo pensó un rato hasta que tuvo una idea que para él resultaba de lo más inocente.

-Killua: Está bien. Pero yo elijo el juego.

-Gon: ¡Okay!

-Killua: Y no tienes que gritar o vendrán los guardias. El juego se llama Verdad o Atrevimiento, ¿lo conoces?

-Gon: Mmm... Creo que no.

El albino le explicó las reglas a Gon, al cual le pareció un juego muy divertido. Cuando terminó de explicar empezaron a jugar. Ahora estaban los dos sentados en el suelo de la celda.

-Killua: Okay Gon, te dejo empezar. Hazme la pregunta.

-Gon: Vale, ¿verdad o atrevimiento?

-Killua: Atrevimiento.

-Gon: Pues entonces tienes que... Ponerte a cuatro patas y maullar como un gatito.

Killua lo hizo y Gon lo miraba gracioso.

-Killua: Me toca, ¿verdad o atrevimiento?

-Gon: ¡Verdad!

-Killua: ¿Alguna vez has besado a un chico?

-Gon: Etto... Creo que no. ¿Verdad o atrevimiento?

-Killua: Atrevimiento.

-Gon: Tienes que hacerme un masaje.

Killua puso una sonrisa picarona.

-Killua: Vamos a tener que ir a la cama para eso. Acuéstate boca abajo.

Gon se acostó y Killua se puso encima, sentado en una parte sensible de Gon, que al sentir el peso de Killua ahí se incomodó un poco. Puso ambas piernas a los lados y empezó a masajear. Como tenía que hacerlo por encima de la camiseta resultaba incómodo.

-Killua: Quítate la camiseta, así no puedo.

Como pudo el moreno se quitó la camiseta y se acomodó otra vez. Killua siguió con el masaje. Era un deleite para él tocar la piel de Gon, tersa y musculosa. Empezó por los hombros, frotándolos suavemente, lo que hacía que Gon suspirara de gusto. Bajó un poco más y llegó a los omóplatos, apretó más aquí, pues estaba más duro. Bajó un poco más, llegando a la parte baja de la espalda de Gon y frotó. No sabía por qué pero esto le resultaba excitante. Siguió masajeando. Bajó hasta el punto en que topó con el pantalón de Gon y el suyo propio. Dios no, ¿en serio? Se había puesto "feliz" haciéndole el masaje, ¿lo habría notado Gon?

-Gon: Creo que deberíamos parar e irnos a dormir.

-Killua: S-Sí tienes razón.

Se levantó de encima de Gon, pero al hacerlo se frotó sin querer con uno de los muslos del moreno produciéndole un espasmo de placer y soltó un pequeño gemido.

-Gon: ¿Estás bien Killua?

-Killua: Sí Gon, no te preocupes.

Subió a su cama como un rayo. El ajetreo en sus pantalones era doloroso y empezó a hiperventilar, no podía tocarse con Gon ahí.

-Gon: ¿Seguro que estás bien? Ah, casi se me olvida, no te has echado la pomada, déjame hacerlo a mi.

-Killua: No Gon, de verdad.

El moreno se levantó y cogió la pomada, se acercó a la cama del albino y se percató de su situación.

-Gon: Killua, no estás para nada bien, eso tiene que doler, hay que bajarlo.

-Killua: ¿Qu-Qué estás hablando Gon? - Estaba rojo como un tomate.

-Gon: Tu pantalón, parece que va a partirse en dos.

Killua ya no podía hablar. Gon le echó la pomada en las heridas y le desabrochó un botón.

-Killua: ¿Pero qué haces? - Le apartó las manos rápidamente.

-Gon: Intento ayudarte. - Decía inocente.

-Killua: Puedo yo, vete a tu cama. - No podría estar más rojo.

Gon obedeció y se fue a su cama. Killua dudoso empezó a desabrochar su pantalón y lo bajó lentamente, intentando no hacer ruido, pero sabía que Gon estaba despierto, escuchándolo, eso le producía algo de morbo la verdad. Cuando ya tenía los pantalones por las rodillas, bajó su ropa interior solo lo justo para liberar su erección. La agarró y empezó bombearla, lentamente. Cerró los ojos y respiró más fuerte y profundo. Gon lo estaba escuchando todo. Aceleró el ritmo, intentaba no gritar, pero era realmente difícil, nunca lo había hecho en una situación así. Lo sentía cerca, muy cerca, su reparación ya era entrecortada y se le pasó una imagen de Gon por la cabeza. Se corrió. Lo hizo como nunca antes. El orgasmo le duró más de lo recordaba que duró ninguno de los anteriores que había tenido. Estaba con los ojos cerrados, sudando, con la respiración agitada y el vientre pegajoso. Sacó un pañuelo de su bolsillo y se limpió. Se volvió a subir la ropa interior y los pantalones. Gon no habló en ningún momento en el proceso, pero al rato de acabar...

-Gon: Buenas noches Killua.

Nunca le diría a Killua que se excitó escuchándolo y que se puso peor que él, pero no se tocó, estuvo escuchando atentamente todas las reacciones del albino. Era música para sus oídos escuchar esa respiración y esos sonidos. Por un momento fantaseó con ser él quien estuviese ayudando al albino, pero sabía que Killua no le permitiría eso nunca. Y cuando ya notó que se había calmado, habló.

-Killua: Buenas noches Gon...

Realmente no sabía cómo le iba a mirar ahora a la cara. Trató de dormirse y pensar lo menos posible en lo que había sucedido, pero era realmente difícil.
Notas finales:

Gracias por leer y dejen sus reviews, espero que les haya gustado un poco de salseo. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).