Habían dormido los dos como troncos, el cansancio ya no era un problema. Primero se levantó Gon, ese niño hiperactivo, era de esperar. La luz se filtraba fuerte por la ventana, debía ser temprano. Al moreno le dio tiempo a ducharse y a desayunar algo antes de que se despertará su amigo. Al rato, Killua empezó a moverse por la cama, buscando algo, tenía los ojos cerrados y el ceño fruncido. Gon se acercó al borde de la cama y le dio la mano a Killua, este suavizó la expresión y lentamente abrió los ojos.
-Gon: Buenos días - Dijo dedicándole una suave sonrisa.
Killua agarró con fuerza la mano de Gon y tiró de él, dejándolo encima suyo. A Gon le pilló tan de sorpresa que puso ambos brazos a cada lado de la cabeza de Killua, este lo abrazó con fuerza y acarició la nariz del moreno con la suya.
-Killua: Buenos días. - Le susurró suave.
Gon se sonrojó de sobremanera y se quedó sin habla, ¿qué le pasaba a Killua?
-Killua: Gon. - Lo llamó.
-Gon: ¿S-S-Si? - No pudo evitar tartamudear.
-Killua: ¿Puedo besarte?
Se le subió el corazón a la garganta. Esto tenía que ser un sueño, sí, un maldito y hermoso sueño que acabaría en cualquier momento. Estaba tan convencido de ello que ya le daba igual.
Killua seguía esperando una respuesta pero en vez de eso se encontró los labios de Gon contra los suyos. Fue un beso superficial, corto. Al albino le supo a poco así que agarró a Gon de la nuca y lo empujó hacia él. El beso fue duro al principio pero se fue suavizando, cada vez más lento y sensual, más húmedo. Gon no se lo podía creer, todo se sentía tan real, ahora dudaba de si eso era un sueño, pero qué más daba ya, ahora se sentía tan bien, había querido hacer eso desde hace tanto...
El beso se hizo más profundo, ahora sus lenguas bailaban juntas, era una lucha por el dominio. Se separaron cuando necesitaron respirar un poco, se miraron a los ojos, miel y zafiro, zafiro y miel, y empezó otra vez el beso. Gon se separó un poco y echó la cabeza de Killua para atrás, fue depositando pequeños besos en su cuello, a veces mordía, pero era muy suave, muy placentero, era como si Gon hubiese hecho esto antes. De repente Killua se levantó y cambiaron posiciones ahora Gon estaba acostado y el albino sentado sobre él. Se quitó la camiseta y se la quitó a Gon, empezó a lamer su pecho... *¡TOC TOC TOC!*
-Recepcionista: ¡Se les acabó el tiempo en la estancia señores, deben recoger ya sus cosas! - Gritó desde detrás de la puerta.
-Killua: ¿Es en serio? - Susurró.
-Gon: Creo que deberíamos ir.
-Killua: Ahora que empezaba lo interesante... - Dijo cabizbajo.
Se levantaron ya por fin dispuestos a recoger sus cosas e irse, maldita recepcionista, no tenía otro momento para interrumpir. Después de tener todo listo salieron de la habitación y bajaron las escaleras. Cuando pasaron por enfrente de recepción Killua le lanzó una mirada asesina a la chica mientras que Gon la miró con cara de 'disculpa a mi compañero' pero tampoco estaba muy contento con la intrusión de hace un rato, a la mujer le salió una gotita en la cabeza.
Se montaron en sus respectivas motos para seguir su viaje y arrancaron. Gon se quedó pensativo durante el viaje, lo que había pasado hace unos momento podría marcar algo muy importante en la relación que tenían. Estuvieron todo el día conduciendo, según el mapa ahora tendría que llegar a un aeropuerto para coger una aeronave, por la noche habrían llegado a su destino. El viaje fue realmente largo, estar todo el día en la carretera, por muy agradable que fuera conducir esas motos, no era algo fácil. Finalmente llegaron al aeropuerto, pero para su mala suerte, ya se había corrido la voz de los fugitivos y todo el lugar estaba lleno de policías. Iba a ser una tarea difícil conseguir una nave así. Aparcaron las motos lejos del aeropuerto, bien escondidas detrás de unos matorrales y empezaron a idear un plan. Era bastante arriesgado, pero necesitaban esa nave para salir de allí, y la conseguirían pacíficamente o por la fuerza. Cuando ya tenían la idea perfecta se dispusieron a ponerla en marcha.
Habían dos agentes haciendo guardia cerca de una cabina apartada, era su oportunidad. Lentamente se acercaron sin que nadie los viera y por detrás cogieron a los policías a la vez y les taparon la boca para que no pudieran pedir refuerzos. Los llevaron lejos y les quitaron el uniforme para ponérselo ellos, por suerte era de su talla, taparon la mitad de sus caras con un pañuelo. Ahora, según sus placas eran los agentes J. Johnson y H. Smith.
-Gon: Mira qué bien nos quedan. - Se miró y empezó a hacer posturitas para ver como le quedaba.
-Killua: No sé cómo puedes estar haciendo eso ahora, creo que no es el momento. - Habló serio pero educado, dentro de lo que cabe.
-Gon: Tienes razón, perdona.
-Killua: Vale, ahora vamos al hangar, déjame hablar a mí.
-Gon: Está bien.
Con total normalidad se acercaron al lugar y hablaron con el sargento que estaba al mando de la operación de búsqueda y captura de los fugitivos. Era un hombre mayor pero bien formado, con cara seria y uniforme impecable.
-Killua: Disculpe sargento, solicitamos una aeronave, señor. Hemos recibido información sobre los fugitivos y solicitamos ir a verificarla, señor.
-Sargento: ¿Y ustedes quienes son agentes?
-Killua: Se presentan el agente Johnson y el agente Smith, señor.
-Sargento: ¿Quién les proporcionó esa información?
-Killua: En realidad son simples rumores señor, pero nos gustaría ir a echar un vistazo.
-Sargento: Bien, tienen acceso a la nave número 12, pregunten por ella allí. - El hombre señaló a la pista donde habían varias aeronaves aparcadas.
-Killua: Gracias, señor. - Se dieron la vuelta para irse.
-Sargento: Y, agente, quiero un informe completo sobre su investigación.
-Killua: Por supuesto, señor.
Se alejaron de allí y fueron al lugar que les había indicado el hombre. Al llegar encontraron a un chico con gafas de aviador, parecía trabajar allí.
-Killua: Disculpe, nos han dado acceso a la aeronave número 12.
-Aviador: Oh, si, claro agentes, por aquí. - Hizo una seña con la mano y empezó a caminar.
Siguieron al chico que los llevó enfrente de una nave.
-Aviador: ¿Saben llevar una de estas? - Decía mientras señalaba con el pulgar a la nave.
-Killua: Fuimos bien entrenados, gracias por la ayuda.
-Aviador: De nada, disfruten del viaje, estas cosas van como la seda, también tienen piloto automático. Debo seguir con mi trabajo, adiós. - Y se alejó de allí, dejándolos solos.
Cuando el chico desapareció se acercaron donde habían aparcado las motos y llevaron las provisiones que tenían al vehículo, pero tenían que dejar allí las motos.
El plan había salido a la perfección, no habían sido descubiertos y tenían una nave a su disposición. Subieron a bordo y Killua empezó el proceso de despegue. Gon mientras tanto guardaba las cosas en la cocina que tenía la nave, cuando terminó, se sentó en el asiento del copiloto.
-Gon: Guau Killua, eso ha sido increíble, y encima sabes pilotar.
-Killua: Aprendí muchas cosas de pequeño.
A Gon se le entristeció un poco el rostro al recordar lo que tuvo que pasar Killua en su infancia, pero ahora no era momento de pensar en eso, tenían una misión.
La nave era bastante grande, tenía la cocina y un par de habitaciones.
El albino seguía poniendo todo a punto mientras que a ojos de Gon solo toqueteaba apretaba botones. Se escuchó el rugido del motor encendiéndose y la nave empezó a elevarse lentamente. Las vistas eran una maravilla desde allí arriba. Cuando al fin cogieron la altura suficiente y marcaron su destino en el GPS, Killua puso el piloto automático. Se levantó de su asiento y se sentó encima del moreno mirándolo a los ojos, este simplemente lo agarró de la cintura. Gon ahora ya no sentía vergüenza, ni nerviosismo, solo quería a Killua muy cerca. Tenían el mar y la puesta del sol como paisaje de fondo, era momento perfecto, quizá no en el sitio perfecto, pero qué más daba.
-Killua: Creo que esta mañana nos hemos quedado a medias con algo.
Y lo besó.
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