Siento el sol quemándome la piel y el estómago rugir pidiendo a gritos algo de comida. De seguro el reloj marca más de las doce del medio día. Me remuevo un poco sobre la cama, evaluando la oportunidad de ignorar el hambre y quedarme aquí, acostado sin hacer nada el resto del día.
Presto atención a mi cuerpo, buscando consecuencias de la loca despedida de soltero que los amigos de mi hermano, Kai, le organizaron. Sonreí al recordar su mirada de espanto cuando se dio cuenta que estábamos en Las Vegas.
_Oh, no. Krystal va matarme si se entera que estoy en Las Vegas…-mi hermano es el típico chico que hace todo por su mujer ¡Faltaban doce semanas aún para casarse y ya era un maldito dominado!. Sin embargo, uno de sus amigos, Luhan, le golpea el hombro, y con una sonrisa picara en sus labios le dijo:
_Es por eso que ella cree que estamos en Los Ángeles, preparándonos para ver en vivo a La Galaxy (equipo local) vs Barcelona -Oh, sí. Todo estaba estrictamente planeadoporLuhan, Minseok, Chanyeol y Kyungsoo.
El grupo de amigos de mi hermano es extraño, Chanyeol se la pasa siguiendo a las mujeres, pero éstas siempre pasan de él, y según sus propias palabras, los hombres no le van. Kyungsoo, por otro lado, es pequeño, pero fuerte, y mejor nunca le hagan enfadar, porque es el diablo en persona. Luhan y Minseok son gays, al igual que yo, pero el más extraño de todos es sin duda Minseok, pues es de esos que nacen con sus órganos internos listos para procrear, en otras palabras, es como si por dentro fuese una mujer.
En fin, el extraño grupo de amigos definía LA Galaxy vs Barcelona como llegar de incógnito a Las Vegas, salir por la noche y beber alcohol hasta atosigarnos y quedarnos inconscientes. Algo que sé que cumplí, pues las últimas imágenes que recuerdo son las de Luhan, bailando descaradamente con un tipo, y a Minseok diciéndome que podía llamarle Xiumin, nombre por el cual sólo le llamaban sus mejores amigos.
Un escalofrío recorre mi espalda al recordar la voz del amigo de mi hermano cerca de mi oreja y sus ojos gatunos observándome descaradamente. Un gruñido se desliza entre mis labios y el dolor de cabeza me sacude. Mi estómago ruge una vez más, pero me doy cuenta de que no es por hambre, sin por nauseas… ¡Dios! ¿Cuánto bebí? Me incorporo como puedo y lanzo todo.
Intento reunir fuerzas para levantarme, necesito una ducha, ya que el olor me indica que mi cuerpo empieza a fermentar. No puedo levantarme por donde me encuentro sentado, ya que es donde dejé todo mi estómago, por ello gateo hacia el otro lado, con los ojos apenas abiertos.
_¡Auch! .
Me quedo inmóvil y mis ojos se abren. Yo no fui quien se quejó. Siento mi boca abrirse por la sorpresa al notar, demasiado tarde, otro cuerpo sobre la cama, desnudo. Dirijo la mirada hacia mí mismo y descubro que también estoy desnudo.
Mi primer pensamiento ¡Ligué!, pero en cuanto el sujeto se levanta y me deja ver su rostro lo cambio por un ¡Qué demonios!
_Mi… Mi…Min… -soy patético, pero la sorpresa entumece mis labios, negándolos a formar algo coherente. No hay duda, es él, Xiumin, el amigo de mi hermano, el que por dentro es mujer… y está en mi cama, desnudo al igual que yo.
_¿Jongdae? ¿Qué haces en mi habitación? –Se rasca la cabeza, desordenando su cabello -¿Tu me trajiste? Dios, bebí tanto… Lo último que recuerdo es que te daba mi permiso para llamarme Xiumin…
No puedo hablar, sencillamente no puedo. Las palabras no salen, así que espero que se despierte lo suficiente para darse cuenta por sí mismo como nos encontramos.
Veo el entendimiento poco a poco en cada una de sus facciones.
Veo como mira su cuerpo y luego el mío.
Veo como toma las sabanas y se tapa de inmediato, haciendo que sus mejillas se tornen rosas.
Veo como mira una de sus manos y su rostro se trasforma en horror, puro y claro.
Siento como sus manos toman la mía…y veo un anillo en mi dedo anular.
Y ¡Oh Por Dios! ¡Me he casado!
Busco desesperado entre mis escasos recuerdos algo que me diga que es una broma, una de muy mal gusto, aunque no tenga sentido porque el blanco de las bromas debería de haber sido mi hermano, no yo. Busco, pero todo lo que encuentro es a mí, diciendo algo como “Eres el mejor amigo de Kai… por lo tanto serás un buen esposo…” y a Minseok soltando una risa, claramente igual o más alcoholizado que yo. También me llegan otras imágenes, donde nuestros cuerpos, jadeantes y sudados, chocan entre sí, una y otra vez.
Ok, respira, Jongdae… esto tiene solución. Divorcio, si, divorcio.
_Divorcio. –Digo de inmediato. Minseok asiente, igual de desesperado que yo.
_Si, divorcio… y silencio. Nunca, nadie debe saber esto… -Dice él, mientras saca el anillo de su dedo y lo tira al suelo como si fuera algo repugnante y sucio. Me muestro de acuerdo e imito lo que acaba de hacer.-Tenemos que levantarnos e ir a presentar la demanda de nuestro divorcio, de inmediato.
Él tenía toda la razón del mundo, había que hacerlo antes que todos se enteraran, entiéndase mundo como padres, amigos y hermano.
¡Dios!
Me apresuro en busca de ropa, pero como Minseok había recalcado antes: Esta no es mi habitación de hotel, es la suya. No recuerdo ni siquiera como llegué aquí. No me queda más opción que tomar las prendas que están regadas por todo el suelo, impregnadas en olor a alcohol.
_¡Oh, santa mierda! ¿Puedes apurarte? –me grita Minseok desde la cama. Me trago mi disgusto, está bien que sea un año mayor, pero ¿Quién demonios se cree para hablarme así? Prefiero no responder eso.
***
Minseok y yo estamos con la mandíbula a punto de desencajarse, sentados frente a un escritorio, el cual resguarda al tipo que acaba de decirnos que tenemos que esperar seis semanas para obtener la anulación de nuestro matrimonio.
¡Seis semanas! Pero no cualquier seis semanas, sino seis semanas de residencia, aquí, en Nevada.
_¿No hay otra manera? –pregunta Minseok, apoyando las manos sobre el escritorio y con ojos suplicantes. Le miro, y me doy cuenta que es injusto que él haya podido venir con ropa limpia. Las moscas que hay alrededor son por mi hedor.
_Es eso… o esperar dos años mediante abogados y así… -la respuesta me obliga a que mi atención vuelva al sujeto detrás del escritorio. Acaso acaba de decir ¿Dos años? No, no y no.
_No, está bien… seis semana… ¿Estás de acuerdo, Jongdae?
_Si, si…
Al salir, todo lo que quiero es volver al hotel por un cambio de ropa. Pero antes de emprender nuevamente el camino, Minseok me toma por la manga de la camisa. Me detengo y lo observo.
_Recuerda, ni una palabra a nadie, ni a los chicos, ni a tu hermano, ni a nadie… -arrugo la frente, ¿Acaso me toma por estúpido? Quito mi brazo de forma brusca. Él no está pensando bien las cosas.
_Lo tengo en cuenta… pero ahora tenemos otro problema… ¿Con qué escusa nos vamos a quedar por seis semanas hasta la anulación? –Veo su rostro perder color. No lo ha pensado todavía –Nuestro vuelo de regreso está programado para hoy en la noche… lo que me recuerda que no he visto si tengo mensajes… –Saco el móvil del bolsillo. Lo había puesto en silencio porque no quería que nadie me molestase. En el día tan sólo lo había usado para escribirle a Jongin y decirle que saldría a “caminar”. –Mi hermano me está exigiendo que vuelva, quiere ver que tan sobrio estoy… También me pregunta si te he visto ¿No le has avisado a nadie? –Niega con un leve encogimiento de hombros.
_No, a diferencia tuya yo no tengo nadie quien me controle… Seguro piensan que estoy en la habitación de alguien… -Abro los ojos, porque una idea llega a mí.
_¿Crees que alguien vio que nos fuéramos juntos anoche? ¿Nos fuimos juntos? –Se muerde los labios, y me doy cuenta que son carnosos y de un hermoso color rosa.
_No, y en todo caso… si es así, puedes decir que tu seguiste tu camino y yo el mío. Punto. ¿De acuerdo? –Asentí, embobado aún por sus labios.
***
Seis semanas de residencia en el estado de Nevada, justificados de mi parte con un:
_Pero mira, hermano, hay universidades a tan sólo 300 kilómetros aquí. Además, ahora quiero conocer Los Ángeles de verdad. Y tú no te que casas hasta dentro de doce semanas…
Chanyeol se carcajeó a mi costa de lo lindo con un:
_Déjalo, Kai. Seguro la pasó con un macho y quiere quedarse un poco más. Tus padres lo entenderán. Además no es como si fuese menor de edad.
Oh, pero le dejé bien en claro que el macho en mis relaciones soy yo. Lo que sólo causó que se riera más de mí ¿Cómo no podían creerme?
Mi hermano no estaba muy convencido, pero al final cedió. Me estaba dejando su tarjeta de crédito cuando Minseok dijo que también se quedaría unas semanas, y así poder visitar a unos familiares que hacía mucho no veía, también agregó que no tenía problema en que yo me quedara con él y que de esa manera me tendría vigilado. Nadie se rió de él. La vida es tan injusta. Aunque claro, yo en ese momento pensaba que él era un buen mentiroso, pero grande fue sorpresa cuando, después de despedirme de mi hermano y sus amigos, Minseok me llevó, efectivamente, a la casa de sus tíos.
Y así pasaron seis semanas. Los familiares de mi marido eran geniales, por supuesto ellos no sabían de nuestra locura, pues seguíamos fiel al trato de “Silencio”. El día llegó y obtuvimos nuestra anulación de matrimonio. Cuando por fin nuestro avión pisó Corea del Sur podría decirse que volví a nacer.
_Desde aquí ya te vas solo… Mándale saludos a Kai… y recuerda… “Lo que sucede en Las Vegas…
_Se queda en Las Vegas… -Me encargo de completar la oración con una sonrisa.
Hogar dulce hogar.