No se en que momento paso pero cuando me pude dar cuenta este se encontraba encima de mi presionándome con su cuerpo mientras besaba mi cuello para luego besar mis labios con desespero.
-Suéltame- Dije como pude para alejar a lo que una vez fue la persona de la cual me enamore.
-Nunca- me dijo para seguir besando mis labios con demencia- Siempre seras mi Naruto-
Suspire, no pensaba llorar ya lo había echo durante mucho tiempo y Gaara no se merecía ni una sola lagrima mas, no luego de todo lo que había pasado y me había echo. Solo deseaba que alguien viniera y me alejara del hijo de puta de mi esposo.
Flash Back
Durante todo estos días estuve pensando en lo que me había dicho Sai, se que le había prometido ir pronto a la mansión Namikaze pero no fue tan rápido como esperaba.
Volver a ese lugar era recordar toda mi niñez y adolescencia la cual no fue nada hermosa por parte de mis padres.
Era volver a vivir los malos tratos y el desprecio de mis padres y aunque fuera un adulto había muchas cosas las cuales no había podido superar.
Pero hoy era distinto, hoy si iría a ese lugar sin levantar sospechas en esta casa, durante estos días las relación con Sasuke seguía siendo la misma pero un poco mas llevadera. Ya no había tanta tensión de por medio pero si ansiedad y miedo de que en algún momento nos separaran.
Sabia que el sentía lo mismo que yo...El también tenia miedo de que me separaran de su lado y yo no quería que eso sucediera, no podía vivir sin el.
Me vestí con ropa sencilla que me había comprado Mikoto días después de llegar a esta casa. Le avise que iba a salir por si Sasuke llegaba y no me encontraba.
Le agradezco que no me halla preguntado para donde iba porque no sabia que le iba a decir.
Tenia un poco de dinero ahorrado que había conseguido trabajando y ayudando en la tienda, este me serviría para pedir un taxi y llegar lo mas rápido posible a la Mansión la cual quedaba bastante lejos del lugar donde actualmente estaba viviendo.
Llame al Taxi y me perdí en mis pensamientos, estaba demasiado asustado y temeroso. No quería encontrarme con nadie de mi familia en ese lugar especialmente con mi padre.
Sali de mis pensamientos cuando el taxista me indico que habíamos llegado, me baje del auto y le pague para luego fijar mi vista en la enorme mansión que tenia delante de mis ojos.
No había cambiado nada, estaba como la ultima vez que la vi hace mas de nueve años atrás.
Me fui de esta casa cuando recién cumplí los dieciocho años y había terminado la preparatoria, desde que tuve razón siempre quise alejarme lo mas rápido de esta casa y de mis padres, tener la libertad que siempre había deseado...pero quien diría que esa libertad tardaría tanto en llegar y todavia era la hora que no era libre completamente.
Toque el timbre que había en la entrada, no tardo mucho tiempo cuando al otro lado de la pequeña bocina que había en el enorme portón de la casa se escucho una voz que hacia mucho tiempo no escuchaba pero extrañaba con todo el alma.
-Residencia Namikaze ¿Que se le ofrece?-
-Ha pasado mucho tiempo Iruka- hable mientras una gran sonrisa adornaba mi rostro.
-!Naruto-sama!- oí como grito la persona desde el otro lado para luego ver como los portones de la mansión eran abiertos ingresando al lugar sin perderme un solo detalle de ese lugar.
No había cambiado ni por fuera y mucho menos por dentro era como si los años en ese lugar no hubieran pasado y aunque no quisiera admitirlo me asustaba, no quería entrar y ver a mis padres sentados en los caros muebles de la sala.
Aunque sabia por parte de mi primo Deidara que ellos estaban fuera del país no podía confiarme mucho, muchas veces regresaban sin mencionarle a nadie y llegaban de sorpresa.
Cuando por fin pude llegar a la puerta principal pude ver como esta ya estaba abierta y la figura de un hombre que conocía desde hace mucho tiempo estaba debajo del marco de esta con sus brazos extendidos.
No lo pensé dos veces antes de tirarme a los brazos de Iruka...el mayordomo de esta casa y la persona que quiero como un padre. El fue el que me cuido desde que era un bebe hasta irme de esta casa, el fue el que siempre estuvo conmigo cuando mis padres estaban de viajes y pasaba meses sin saber nada de ellos, era el que fue asignado como tutor cuando algo me pasaba o cuando me enfermaba era el quien pasaba noches en vela esperando que me recuperara.
-Perdón por no venir antes- dije entre lagrimas.
-No tienes que pedir perdón mi niño- me dijo para apretar mas el abrazo y sobar mi cabeza mientras yo solo me dejaba hacer, extrañaba estar en en sus brazos.
Entramos a la casa mientras miraba todo a mi alrededor todo igual como lo recordaba, lo único diferente era el color de las enormes cortinas que adornaban la sala donde ahora mismo nos encontrábamos porque hasta los muebles eran los mismos.
Vi como Iruka iba a la cocina a buscar algo para mi, estaba seguro de eso el siempre me consentía lo mas que podía y yo no me quejaba.
-¿Que te trae por aquí?- me pregunto cuando regreso de la cocina con una bandeja llena de comida solo para mi.
Comencé a contarle todo lo que había pasado desde que me había ido de este lugar omitiendo muchas cosas como los malos tratos de Gaara y que tenia un amante de nombre Sasuke. Quería seguir contándole sobre mi vida pero sabia que tenia que apurarme a lo que tenia que hacer o alguien podía venir y preguntar por mi visita sabiendo que cuando me fui de ese lugar jure mas nunca regresar.
-Me alegro que todo este bien Naruto- dijo para sonreírme mientras yo solo pude darle una falsa sonrisa. Nada estaba bien, mucha de las cosas que habia dicho no eran verdad, muchas cosas eran mentiras.- Tengo que continuar con mis labores- me miro- ¿Te quedaras a comer?- me pregunto con ilusión y no me pude negar.
-Si- conteste para ver como iba de camino a la cocina con una gran sonrisa.-Te avisare cuando este lista-
Cuando lo perdí de vista me levante de donde estaba y me puse a explorar por la casa, la conocía como la palma de mi mano y sabia donde quedaba el despacho de mi padre con los ojos cerrados. Era extraño no ver trabajadores en la casa, pero a lo mejor era su día libre y el único que siempre se quedaba en la casa cuando eso pasaba era Iruka.
Seguí las escaleras que habían en medio de la casa para dirigirme al despacho lo mas pronto posible, este quedaba detrás de estas. Entre sin mirar al frente y ese fue el peor error que pude cometer. Estaba tan apurado en entrar sin que nadie me viera que cuando entre solo cerré la puerta poniendo el seguro sin darme cuenta que una persona estaba sentada en la gran silla que había detrás del enorme escritorio que tenia mi padre.
-Pense que no vendrías, llevo esperándote días- dijo una voz que conocí al instante haciendo que me pegara a la puerta donde segundos antes había entrado.
La persona que había hablado se dio la vuelta dejando ver sus cabellos pelirrojos y sus característicos ojos.
-Gaara- murmure pero esta vez sin llorar como muchas veces anteriores había echo. Admito que mi corazón late a mil por hora y que estoy nervioso pero no voy llorar me lo prometí desde que comencé a vivir con Sasuke.
-Mi pequeño Naruto no pensé que realmente vinieras- dijo para levantarse de la silla y acercarse a mi.
-Aléjate- dije al ver como este se acerca a mi.
-Eso no era lo que decías tiempo atrás-
-Ya no soy el mismo- dije sosteniendo su mirada, no iba a dejar que volviera a abusar de mi o pegarme como lo había echo la ultima vez que por poco me mata.
-Para mi sigues siendo el mismo Naru-chan, el sumiso esposo con el que me case, el que cada vez que teníamos relaciones me pedía que le diera mas y mas- dijo eso pegado en mi oído haciendo que mi cuerpo se sobresaltara.-Tengo que recordarte todas las noches que pasamos juntos haciendo el amor hasta que salia el sol y reíamos como idiotas al darnos cuenta de que el tiempo pasaba rápido cuando estábamos juntos-
-Ese Gaara ya no existe- le dije mientras suspiraba- Aunque creo que nunca existió- dije para moverme de allí, su cercanía me daba asco.
-No te mientas a ti mismo Naru-chan, sabes que existió, sabes que ese Gaara era el que te hacia gemir de placer y llevarte hasta la locura-
-Suéltame- dije al ver como me había cogido por las manos pero no con fuerza como creía si no con ¿delicadeza? haciéndome que me pusiera nervioso por la forma en que me trataba.
-No quieres que te suelte...Me lo dice tu mirada-
-Mi mirada dice que te vayas a la mierda- dije para sentir como me empujaba a un pequeño mueble que tenia mi madre en su despacho.
-¿El te lo hace mejor que yo?- me pregunto de repente haciendo que lo mirara interrogante- ¿El te hace gemir como yo lo hacia? ¿Sabe tus puntos débiles? ¿Sabes lo que te gusta? ¿Lo que no te gusta? Acaso el sabe todo eso- me dijo con una mirada extraña, una mirada que nunca había visto.
No sabia que contestarle era cierto que con Sasuke había tenido el mejor sexo que había tenido en mi vida, pero en todo lo demás no estaba seguro. El no sabia cuales eran mis gustos, que eran las cosas que me gustaban y cuales no. Mientras que yo apenas sabia sobre su familia y sus gustos.
-Eso no viene al caso- le dije serio no quería que el se diera cuenta de que tenia razón.
-No sabe nada ¿Cierto?- me dijo para comenzar a besar mi cuello.
Fin Flash Back
-Nunca seré tuyo- dije tratando de sacarlo de encima mio pero no podía era mucho mas fuerte que yo y las cosas que me había dicho me cogieron por sorpresa, no podía dejar de pensar en todo eso. Quería a Sasuke, amaba a Sasuke pero porque sus palabras me confundían tanto.
-Vuelve a ser mio- dijo entre susurro para ahora no besar solo mi cuello ni mis labios ahora estaba metiendo sus manos debajo de mi camisa y apretar mi pezones haciéndome gemir.
-Gime...quiero escucharte gemir- dijo para besar mi cuello y apretar mis pezones.
Si esto hubiera pasado mucho estoy seguro que le hubiera dado la oportunidad y me habría dejado llevar, tenia que admitir que Gaara si sabia donde tocar y llevar al tope mis emociones pero no podía permitir que hiciera esto con mi cuerpo sabiendo que no hace mucho intento matarme por tener un amante.
-//Sasuke//- pensé despertando del trance en el que estaba-//Yo amo a Sasuke//-
-Suéltame- dije para comenzar a moverme desesperadamente lanzando patadas y tratando de sacarlo de encima mio así me lastimara en el proceso.
-Jamas te soltare...Eres mio Naruto solo mio y si no quieres estar conmigo a las buenas sera a las malas-