Prov Sasuke
No espere tales palabras, estas semanas que había pasado con el lo había visto tan cohibido que nunca espere que esas palabras salieran de sus labios. Lo único que pude hacer fue devorar esa boca que tanto he deseado.
-Tus deseos son ordenes-
Cuando me di cuenta estábamos en la entrada de la casa de su casa. Entramos y le eche un vistazo rápido, no me sorprenden las cosas materiales al fin y al cabo yo nací en cuna de oro. Para mi lo mas interesante en esos momentos no era la casa ni lo que pudiera haber en esta era lo que tenia al frente mio. Un rubio con los labios rojos e hinchados de tantos besos que minutos atrás nos habíamos dado.
Era lo mas hermoso que había visto en mi vida, estaba un poco sudado y su cabello se había pegado a su frente dejándolo ver aun mas sexy de lo que era.
Fin Prov Sasuke
-Espero que mi casa sea de tu agrado- hablo un rubio al darse cuenta que este no miraba su hogar si no mas bien no le quitaba la mirada de encima.
-La casa es lo de menos Naruto...Para mi hay cosas mas importantes- contesto mientras levantaba una de sus manos y le acariciaba el rostro al rubio que se echo un poco para atrás.
-No me tengas miedo- hablo el moreno- no te voy a hacer daño, solo quiero hacerte sentir bien y amado...Porque Te amo y quiero que lo sepas- concluyo con una sincera sonrisa en su rostro.
El rubio al escuchar esas palabras se quedo asombrado, no espero escuchar esas palabras y mucho menos de alguien que había conocido hace poco. Deseaba hace años haber podido escuchar esas palabras...Cuando mas necesitaba sentirse querido, sin darse cuenta ya estaba llorando.
-No tienes que llorar...Yo siempre estaré a tu lado- dijo el moreno para acercarse al mayor y besarle.
-No te alejes de mi- murmuro el rubio entre besos- Hazme tuyo- dijo con lo ojo cerrados y la boca a medio abrir.
-No tienes que decirlo mi pequeño, nunca te abandonare y como usted ordene-
-Soy mayor que tu- contesto con un puchero el rubio una vez que se separo.
-No dañes el momento Naruto...Solo déjate llevar, te haré sentir de maravilla-
-Confió en ti-
Ambos se acercaron nuevamente pero esta vez sus ojos detonaban pasión y lujuria. Se besaban como si no hubiera mañana. El rubio tenia sus brazos alrededor del cuello del moreno mientra este tenia sus manos en la cintura del mayor.
-Sabes delicioso- murmuro el moreno para seguir besando esos labios que lo habían hipnotizado para luego bajar al cuello y comenzar a succionar suavemente para no dejarle ninguna marca a la tostada piel.
Mientras tanto el rubio no perdía tiempo tocando al moreno por debajo de la sencilla camisa blanca que llevaba puesta. Se alejo un poco de este para quitarle la camisa que llevaba puesta.
-Estorba- contesto con una sonrisa.
Cuando se dieron cuenta ambos estaban sin ropa y ya no se encontraban recargados en la pared de la entrada, esta vez se encontraban en el mueble mas grande que había en la sala de la casa del Namikaze.
-¿Y esto?- pregunto el moreno al ver el cuerpo del rubio lleno de moretones.
-No quiero hablar de eso- contesto como pudo el ojiazul.
-¿Fue el?-
-...-
-Contestame Naruto-
-Si-
-Juro que cuando lo vea lo matare- advirtió con una mirada seria el moreno, una mirada que Naruto era la primera vez que veía y le transmitía escalofríos.
Cuando se dio cuenta se encontraba el moreno besando cada moretón que tenia en su cuerpo.
-Desde ahora eres mio Naruto...Solo mio-
-Soy tuyo Sasuke- murmuro el rubio para dejarse llevar.
El rubio estaba abajo mientras el moreno estaba arriba de este. Sin dejarse de besar se tocaban y memorizaban cada parte del cuerpo del contrario.
-Quiero ir con calma, quiero que estés preparado para lo que viene- murmuro mientras cogía su miembro y lo llevaba a la entrada del rubio simulando penetraciones.
-No soy virgen- hablo el rubio al ver que el azabache no lo penetraba.
-Quiero hacerte sufrir un poco- contesto con una sonrisa.
-Si no lo haces tu lo hago yo- dijo el rubio para acomodarse mejor en el mueble y acercarse a donde el moreno tenia su miembro. -No quiero seguir esperando- dijo para enrollar sus piernas en la cintura del moreno y acercar el miembro de este a su entrada haciendo que la punta entrara poco a poco.
-Eres malo- murmuro el moreno para no aguantar mas y entrar de una vez por toda su miembro a la entrada del rubio haciendo que gimiera de placer.-Esto es perfecto- comento para comenzar con un vaivén lento.
Una vez que sintió como su miembro se acostumbraba a la entrada del rubio comenzó a subir el tono de las estocadas comenzando con un vaivén rápido pero profundo haciendo que la casa se inundara de gemidos de parte del rubio.
-¿Te gusta?- pregunto el moreno mientras le daba la vuelta al rubio dejando ver su entrada al descubierto-Precioso- dijo para coger al rubio de sus caderas comenzar a penetrarlo mas fuerte haciendo que este gimiera cada vez mas rápido.
Guió una de sus manos al miembro del rubio para comenzar a masturbar mientras con la otra mano atraía la cara del rubio para girarla y comenzar a besarle.
-Estoy a punto de venirme- hablo como pudo el moreno para seguir besando al rubio.
-Yo también- contesto mientras sentía como su cuerpo se envolvía en un espasmo anunciando que había terminado, lo mismo hizo el moreno quien se vino adentro del rubio para luego sacar lentamente su miembro y tirarse encima del mayor quien se dejo caer en el mueble mientra el moreno estaba encima de este.
-Fue el mejor orgasmo de mi vida- dijo el rubio mientras comenzaba a reírse- Nunca espere hacer esto...Serle infiel a Gaara y en nuestra propia casa.
-Siempre hay una primera vez- contesto el moreno también con una sonrisa- Concuerdo contigo fue el mejor sexo que he tenido en mucho tiempo-
-Sasuke- llamo de repente el rubio.
-Si-
-¿De verdad seras mi Amante?-
-Yo seré lo que tu me pides que sea- contesto el moreno haciendo sonrojar al rubio.
-Teme Hablo enserio-
-Yo también Dobe...Me pediste ser tu amante y eso es lo que seré-
-//Por lo menos por el momento//- pensó este.
Ambos se quedaron allí exhaustos por lo que acababan de hacer cuando escucharon como un auto se estacionaba afuera de la casa asustando a los recién amantes que se miraron y se levantaron de donde estaban.
-No puede ser- murmuro el mayor de ambos- se supone que no regresaría hasta mañana-