Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Déjame ver por alliaries

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Saint seiya no me pertene es propiedad de masami Kurumada.

Notas del capitulo:

Hola gusto en saludarlos, les agradesco por leer.

La resurrección de los santos después de la lucha contra Loki, trago efectos secundarios para los resucitados, pues estos, debido a los saltos entre la línea de la vida y  la muerta se enfrentaban a una considerable disminución en su cosmo, especialmente  para aquellos que murieron en la batalla de las doce casas.

Esto no hace referencia a una latente debilidad, aun consideraban ciertas habilidades, como la de un soldado que defiende su nación, pero no la de un soldado que debía defender a una Diosa. Pero esto era momentáneo nada de lo que preocuparse a no ser que fueras Deathmask.

El Canceriano estaba muy preocupado por la pérdida de su cosmo energía, no quería que lo supieran, no quería que se enteraran de su debilidad.

Cáncer nació con una deficiencia visual, al comienzo era solo un problema de enfoque, distorsión al ver un objeto pequeño, pero paulatinamente  fue perdiendo su sentido de la vista. Debido a esto comenzó  a desarrollar ciertas habilidades aunque en ese momento el niño no sabía que sucedía, aunque sus ojos no funcionaran como debían de alguna forma él era capaz de sentir ciertas formas de energía, solo podía saber en qué dirección estaban y las emociones que destilaban contra él. Pero no podía apreciar nada mas no podía distinguir edad o género.

A sí que después de revivir se encontró con esa desagradable sorpresa, decidió que lo mejor sería mantenerse aislado o a una distancia prudente valiéndose de sus demás sentidos para no levantar inquietudes, eso funciono por un tiempo debido a que siempre había mantenido una actitud distante sus compañeros no encontraron extraña su actitud, quizás lo único diferente era que Cáncer no los miraba a los ojos cosa extraña pues el Italiano no vacilaba en decir las cosas y de la misma forma mantenía su mirada fija y dura sobre quienes le escuchaban.

Al pasar los días los caballeros comenzaron a recuperar su energía pero aun así Deathmask era incapaz de ver y debía admitir que si no lo hacía simplemente era porque no lo deseaba. Porque el sentir esas energías era similar a no ver nada.

Y así poco a poco se acostumbraron a la paz a compartir espacios fuera del campo de batalla. Y para sorpresa de muchos. Aioria  parecía haberse ganado un poco de la confianza de Deathmask.

-Hoy tampoco saldrás, ¿Cierto?-pregunto el león, acercándose a la cama que estaba siendo ocupada por el custodio del cuarto templo.

-Pero que bien me conoces minino-respondió el otro con burla.

Al llegar al borde de la cama se sentó, dándole la espalda al italiano, no era un gesto descortés, tomando en cuenta que él otro nunca la miraba cuando iba a visitarlo-No sé cómo le haces para no aburrirte.

-Tengo muchas cosas con que entretenerme.

-A si, ¿Cómo qué?-Respondió, esperando alguna respuesta medianamente lógica, ¿Qué podía hacer ese hombre para entretenerse?, no veía libros, algún toca disco, o cualquier cosa que pudiera distraer la mente.

-Recuéstate y te lo mostrare.

El león accedió, habiéndose recostado decidió hacer un comentario más- y bien, ¿Qué es eso tan interesante que haces  en esta posición?

-Guarda silencio-la voz del de pelo azulado salió con suavidad.

-pero.

-Solo guarda silencio Aioria.

-Está bien-Se quedó así por un tiempo, pero el León no era sinónimo de paciencia después de un tiempo se atrevió a preguntar.- y ¿te quedas así todo el día?

-¿No lo has escuchado?-la voz del mayor delataba cierta tristeza.

-¿Qué se supone que debía  escuchar?

-Nada, olvídalo.

-eres bastante extraño, bien ya hicimos algo que te gusta, ¿Qué te parece si salimos esta noche?

-No me apetece.

-Vamos, ya verás que la pasaremos bien.

-No creo ser una compañía muy interesante.

-¿Por qué no?, eres bastante simpático Deathmask.

Sonrió levemente, Aioria era poseedor de una energía sumamente dulce, alegre, llena de vida.

-oye Mask desde hace mucho quería saber algo.

-¿Qué es?

-¿Por qué ya no abres tus ojos?

-Por nada en particular.

Aioria se cuestionaba la razón que llevo a aquel hombre a no abrir sus ojos de nuevo, pensó que quizás sería algo ligado a la vergüenza, que no soportaría ver a los otros a la cara, pero descarto esa idea al  recordar su leve enfrentamiento (aunque este fuera netamente verbal) en Asgard, en esa ocasión el canceriano tenía los ojos muy abiertos.

Al final el mayor decido acompañar al griego, decidió que usaría de nuevo su cosmos para guiarse, pero aún estaba debilitado así que  su percepción no era muy correcta, caminaron por un tiempo, hasta que el León comenzó a preocuparse por los constantes tropiezos  y caídas de su acompañante.

-¿En serio te encuentras bien?-Pregunto el león, dispuesto a tomar cartas en el asunto, si su compañero respondía nuevamente de manera negativa.

-ES enserio Aioria.

-No lo creo, ven regresaremos al santuario-extendió su mano, ofreciéndole apoyo al otro. Su preocupación aumento, cuando vio  que el italiano no era capaz de alcanzarlo-Deatmask… ¿Acaso tú?

-No sé qué estés pensando Aioria pero-pensó en decirle que estaba equivocado, pero recapacitó hasta el momento el griego se había comportado de manera  amable y abierta, suspiro y le confesó su condición-Nunca he visto nada, no puedo tomar la mano que supongo sigue extendida por que no la veo…porque no te veo.

-¿A qué te refieres?, ¿Cómo puedes estar en un ejército si no  vez?

-Encontré la forma de usar mi energía como guía. Pero ahora.

-Está demasiado débil para hacerlo-interrumpió al de ojos azules, acercándose a él.

-En efecto, Aioria agradecería la discreción con la que trates esto no me gustaría que-sintió que alguien lo levantaba, y comenzaba a andar-¿Qué estás haciendo Aioria?

-Ayudarte, ahora comprendo porque te has caído tantas veces.

-No necesito que me cargues.

-¡oh!, entonces te gustaría más que llegáramos tomados de la mano.

Cáncer  cerro nuevamente los ojos-Solo asegúrate de que no nos vean.

-Como órdenes.

De ese modo regresaron al santuario, Aioria llevo de regreso a su templo al cangrejo.

-Lamento que esta salida no haya tenido los resultados esperados-Deathmask rompió el silencio, mientras sentía como era depositado en la cama-te dije que no era una compañía grata.

-Al contrario, me alegro salir contigo, gracias a eso conseguí respuesta a algunas dudas.

-Bueno entonces  podríamos asumir que fue divertido.

-Si tu estas hay todo será divertido.

-Aioria, creo que deberías ir a tu templo, es hora de dormir.

-No quiero, si no te molesta me gustaría quedarme en tu templo, mira que cargarte hasta aquí no es cosa fácil.

-Como desees.

El león se acomodó en la cama, antes de caer rendido ante el sueño paso un buen tiempo mirando a Cáncer. Siempre se preguntó por qué los ojos de ese hombre nunca reflejaban nada, ninguna emoción, ahora comprendía nunca podía descifrar la mirada del cangrejo porque aquel nunca lo veía. 

Al despertar decidió visitar a otro de su compañero, que de seguro podría responderle algunas dudas.

-Buenos días Saga.

-Buenos días Aioria. ¿Cómo has estado?

Se dirigían a una sala de estar tomando asiento quedando  uno frente al otro.

-Bien, llenándome de sorpresas.

- ¿y de que sorpresas hablamos?

-sorpresas relacionadas a Deathmask y creo que tú puedes ayudarme.

-¿Por qué lo piensas?

-No te hagas sabes perfectamente la razón.

-No Aioria desconozco el motivo.

-¡Oh!, quieres que te lo recuerde está bien-Aioria froto sus manos-recuerdas esa vez hace ocho años, que te encontré haciendo cosas que no deberías estar haciendo.

-¿Disculpa?-el de cabellos largos se mostraba incomodo ante la que suponía se refería Aioria.

-¿Disculpa?, no recuerdas esa vez que te encontré arrinconando a Cáncer para besarlo.

-¡Por favor Aioria!, sabes que no era yo el que llevaba a cabo esas acciones.

-Puede que no, pero debes admitir que lo deseabas, todo lo que ocurrió en el santuario. Se desencadeno por tus deseos reprimidos, querías ser patriarca, tener poder, adueñarte  de Cáncer.

-Mira Aioria-el griego se puso una mano en la cara, segundos después la bajo-no sé qué deseas solo pregunta lo que quieres saber y márchate.

-Tú sabias que Deathmask no veía anda, ¿por qué no lo ayudaste?

-En ese entonces, la oscuridad comenzó a ganarse un lugar en mi alma, el que el custodio de Cáncer no viera, me ayudaría bastante en planes futuros, aunque estos se manifestaban de manera esporádica en mi mente yo me negaba a creer que estaba maquinando planes de ese tipo.

-¿De qué forma seria útil su ceguera?

-No sabría a quién atacaba, podría mandarlo a destruir una aldea alegando que estaba llena de soldados traidores, y el no sabría si mataba a inocentes o a enemigos, era el arma perfecta para deshacerme de todos.

-Ahora entiendo porque le encargabas el control de masas.

-Y ahora entenderás porque habían rostros de niños en su templo.

-Quieres decir que él no actuó en su contra de manera consiente.

-No, él no sabía a quién ejecutaba, solo sabía que debía eliminarlo.

-Saga ¿no crees que deberías ayudarlo?

-¿De que forma?

-Estando a su lado.

-No puedo hacerlo.

-¿Por qué?

-Para serte sincero no es que  no pueda, simplemente no deseo hacerlo.

-¿Creí que lo amabas?

-En absoluto, me generaba curiosidad, deseaba saber hasta qué punto podía llevar mi fuerza, saber a qué tipo de personas podía dominar.

-es repugnante.

-Entiende Aioria no era yo, era mi oscuridad.

-Si oscuridad, como no-pensó el loen, mientras salía del templo de Géminis, él no se tragaba ese cuento de la “dualidad de la armadura, saga siempre había sido un hombre que gustaba del poder, de ser alabado, pero el detonante para saber que no fue la oscuridad o al menos en su totalidad, lo que llevo a aquel hombre de esa forma fue justamente Cáncer.

Hace muchos años, cuando apenas comenzó a solidificarse la nueva generación de dorados, el había visto algo que a su edad no comprendía del todo. El caballero de géminis que en ese tiempo contaba con quince años, acariciaba de manera tranquila los cabellos azulados de un pequeño que reconoció como el custodio de Cáncer con apenas diez años de edad. No era un gesto paternal de eso estaba seguro, era notoria que géminis buscaba algo diferente y al parecer al otro no le molestaba en absoluto.

Saga siempre había buscado acercarse a Cáncer, ¿Por qué se alejaba ahora? .La respuesta pasó a su lado antes de adentrarse en el templo del cangrejo.

-Buenas tardes Leo.

-Buenas tardes Piscis.

El caballero de las rosas se dirigía al tercer templo, y Aioria no entro a la cuarta casa, hasta que comprobó que el sueco no seguirá bajando.

-Desgraciado-era simplemente injusto, Saga se había encargado de transformar a Deathmask, en su arma más letal, y ahora que el italiano necesitaba ayuda, aquel había volcado todo su interés por el doceavo caballero.

-Lo lamento Deathmask-Aioria creyó que lo mejor era contarle a Deathmask lo acontecido.

-No tienes por qué lamentarlo.

-¿No te molesta?

-Un poco, pero supongo que si me cambiaron me alegra saber que fue por “el santo más bello”, oye Aioria.

El león realiza un leve sonido para darle a entender al otro que tena toda su atención.

-¿Afrodita en verdad es tan hermoso, como todos dicen?

-Pues…no lo sé ya sabes que entre gustos no hay disgustos.

-¿A ti te lo parece?

-Para nada, creo que muchos lo consideran hermoso, por el hecho de parecer mujer, es bastante obvio, somos un montón de hombres, encerrados y las pocas mujeres que hay  se ven obligadas a cubrir su rostro.

-Siempre me ha parecido una idiotez- interrumpió de repente el cangrejo.

-¿Qué?

-El que las mujeres deban usar una máscara, la mitología indica que los que sirven a Atena son mujeres.

-No es por eso, es para que no tengan ventaja en batalla.

-¿Afrodita usa mascara?

-No él es hombre.

-pero me has dicho que parece mujer.

-Y que con eso.

-Si una mujer usa mascara para ocultar su apariencia frágil, un hombre con rasgos femeninos ¿No debería estar sujeto a las mismas normas?

-No comprendo lo que deseas expresar.-El león que dese hace un tiempo se había recostado cerca del cangrejo se giró para quedar en la misma posición que su acompañante, viéndole a la cara.

-Es simple Aioria, una mujer usa mascara para no tener ventaja por su apariencia frágil, si tú te encuentras con un tipo con rasgos andróginos, inmediatamente dudaras de su fuerza, dime Aioria ¿No es exactamente igual?

-En parte, pero el dudar de la fuerza de un hombre, en este caso Afrodita seria firmar tu acta de defunción, no se puede juzgar un libro por su portada.

-Exacto, no sé si me peri de algo, pero hasta donde yo se los entrenamientos d las guerreras son iguales  que la de los hombres, eso indica que ellas está a igual nivel, por que no se tiene las mismas consideraciones con ellas.

-No lo sé-el león nunca se había detenido a analizar lo que su acompañante plantea.

-Para resumir, la idea del santuario es esta, si un hombre parece mujer está bien al fin y al cabo puede ser estrategia, pero si se trata de una mujer, que por razones obviamente biológicas, tendrán rasgos más delicados deben usar mascara. En conclusión eso es una idiotez.

-Quizás deberías manifestarle eso a Atena.

-Atena impuso la norma, creo que tiene miedo.

-¿miedo de que?

-De que sus soldados se desconcentren por prestarle atención a una de sus guerreras, aunque no se lo pensó muy bien, alguno podría distraerse entre ellos.

-Lo dices por Saga.

-Lo digo por ti-el cangrejo trato de tocar el rostro del otro, pero por un mal cálculo llevo su mano al pecho del menor-Me gusta mucho tu voz.

Aioria se sorprendió, cubrió la mano del otro con la suya-No sabes cómo luzco.

-Aioria, ni siquiera sé cómo luzco yo, tu aspecto es lo que menos me importa.

-¿A qué te refieres con eso, no sabes cómo te vez?

-No sé cómo soy-al sentir la mano del otro, supo que su compañía era bien recibida, así que se acercó más al griego para sentir su calor- y me cuesta un poco tratar de imaginar cómo luce todo.

-Nunca te enseñaron a ver con tus manos.

-¿Quién lo haría?, no conozco a mi padres, ni siquiera comprendo cómo sobreviví  tanto tiempo.

-¿No estuviste en un orfanato?

-Si pero, nadie se acercó para enseñarme, y aunque yo manifesté que deseaba  aprender, me enseñaron a leer y escribir, pero no a comprender el mundo a través del tacto.

-Si deseas saberlo, tu aspecto me agrada bastante-tomo la mano que cubría y la llevó a su mejilla- y si gustas puedo enseñarte a ver todo lo que tus ojos no te permiten.

-Si de ese modo pasamos más tiempo juntos me gustaría bastante-retiro su mano para cambiarla por sus labios sobre la mejilla del otro.

-Si deseas que me quede lo hare, porque yo también deseo encontrara algo que nos mantenga unidos-acaricio con suavidad el rostro de cáncer y se acercó para besar sus labios.

-Aioria-suspiro sonriendo por lo que el otro había dicho.

-Death…-se detuvo no deseaba seguir llamando a ese hombre por su apodo-Dime tu nombre-Con determinación Leo se posiciono sobre cáncer.

-Yo no tengo nombre.

-¿Qué?

-No tengo nombre, cuando llegue al santuario, Saga comenzó a llamarme así.

-Está bien-Aioria se inclinó Para besar al italiano-No importa, no necesitamos algo de ese tipo.

-Me gustaría tanto poder verte Aioria- Cáncer extendió nuevamente su mano y esta fue cobijada por la del griego.

-Trata de imaginar-El menor guio la mano por el contorno de su rostro, para que este lo sintiera en su totalidad.

Cáncer trataba de comparar esas líneas con lo que sabía, pero era un tanto difícil tomando en cuenta que el solo conocía letras.-Aunque no pueda verte, me gusta sentir tu piel.

Aioria tuvo una idea, como una luz que  se prende de repente, quizás funcionaria, usar su energía de curación, no podría quitarle la ceguera pues esta era de nacimiento, pero si podía darle unos minutos de visón.

- ¿Aioria?-pregunto el italiano, al sentir como el cosmos del otro aumentaba-¿Que pretendes?

-Quiero, que aumentes tu energía, y la fusiones con la mía, tengo un plan.

Cáncer siguió las instrucciones del griego, y cuando fusionaron sus cosmos una sensación agradable los rodeo, era como sentir una cálido abrazo, estaban unidos por las fibras más íntimas de su ser. El joven león  deposito suaves  besos en los parpados del hombre debajo de él. Acto seguido poso una de sus manos sobre estos. Cuando sintió que sus energías no podían unirse más quito su mano y la guio a la de su acompañante entrelazándolas.

-Abre los ojos-Ordeno con ansiedad.

El cangrejo abrió sus ojos, viendo de manera borrosa pero después pudo ver con claridad, como nunca lo había echo pudo ver el hermoso rostro del griego. Separo sus manos y las guío  al rostro del otro, lo arcaico y le sonrió-eres hermoso Aioria.

-Cómo puedes saberlo-el que cáncer lo viera le preocupo, ¿qué tal si no le gustaba como lucia?

-Cuando vemos algo, el que este sea hermoso o no radica en lo que nos hace sentir, si la sensación es agradable india que a nuestro parecer lo que vemos es bello.

-Teniendo en cuenta eso, que consideras más bello en mí.

-Tus ojos, Aioria, al fin comprendo que tan hermoso puede ser un color.

El león sonrió, estuvo a punto de besar el cuello de cáncer, pero antes de ir más lejos, debía asegurarse de algo, se abrazó a cáncer, y se levantó dirigiéndose a la ventaba. Cuando el italiano sintió que el otro se levantaba enredo sus piernas en las caderas del otro.

-¿Qué pretendes León?

-Quiero que veas algo-se acercó a la  ventana y señalo a uno de sus camaradas-Mirarlo, que sientes cuando lo vez.

-¿Él es?

-Si es Saga.

-Deathmask lo pensó un momento, aun desde su templo se podía apreciar la hermosura de géminis, pero no le despertaba nada, no lo hacía sentí.

-Es lindo, solo eso.

-¿Qué quiere decir?

-Aioria, ¿por qué estas dudando?, Saga es un hombre apuesto, pero no me despierta nada, no me hace sentir lo que tú.

-Es enserio.

El otro asintió-muy enserio.

Nuevamente llevo al otro a la cama retomando la posición que había abandonado.

-Entonces creo que debería  despertar otras cosas en ti.

-Aioria, en este momento no deseo hacerlo, quiero mostrarte algo, tú me permitiste ver, ahora yo quiero enseñarte a escuchar.

-Está bien- El griego se dejó guiar por el italiano. Ahora  se encontraban recostados, Cáncer posaba su cabeza sobre el pecho del otro. Guiando la mano del castaño a su corazón.

-Cierra los ojos Aioria-El león obedeció-Ahora apaga to energía.

Cuando su energía descendió, cáncer apoyo con más fuerza la mano del León.

-¿Ahora si lo escuchas?

Aioria se sorprendió, jamás había apreciado esa melodía, era tan suave, tan invitante, frágil a la expectativa.

-Esto, Esto es lo que querías mostrarme aquella vez -En efecto, la noche en que Aioria le propuso salir, Cáncer solo deseaba que Aioria escuchara los latido de su corazón, que supiera que este latía con más fuerza cuando él estaba cerca, que se desarmaba con esa seductora voz, que se había enamorado de él.

-Te amo Aioria.

-¿Cómo es posible, como puedo escuchar lo que tu corazón transmite, como puedo sentirlo?

-Te gusta.

-Bastante.

-Entonces, no le des más vueltas al asunto, solo concéntrate en sentir, dime Aioria, que dice tu corazón.

-Que no comprende cómo te deje solo por tanto tiempo.

-Te quedaras con migo.

-Sí.

-Sabes Aioria, creo que ahora si tengo ganas de hacer lo que me propusiste.

-¿Salir?

-No, lo otro.

El león aclaro su garganta- A bueno, no me iré a ningún lado, tendremos mucho tiempo para eso-Acomodo a Cáncer para que este le pasara una pierna por su cadera-Ahora solo deseo quedarme así a tu lado.

-vez que no está malo quedarse en casa.

 -creo que yo te dije que el que algo fuera aburrido o no se basaba en tu compañía.

-Aioria, abrásame.

-Sera un placer-la Abrazo y no solo eso, comenzó a besarle.

Una hermosa noche de sentidos perdidos y sentimiento compartidos

Con un león que aprendió a escuchar y un cangrejo que pudo divisar

En los ojos esmeralda de su depredador el complemento de su canción.

 

Como el viento que toca las hojas, como las estrellas que besan el cielo

Como las suaves manos del griego posadas sobre el italiano

Como ese tierno beso entre dos guerreros, Como la vida que corre en busca de la paz

Como descubrir lo que es amar.

Por qué en el momento que dejamos de ver, cuando aprendemos a escuchar, cuando se va mas allá del espejismo del físico, cuando comprendemos lo que la belleza significa e realidad, en ese momento comprenderemos lo que sentimos en realidad.

Notas finales:

Espero que les guste, pueden dejar sus criticas, opiniones o sugerencias, yo las leere y respondere con gusto.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).