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Un poco torpe por dark kirito

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Notas del fanfic:

Magi pertenece a Shinobu Ohtaka-sama.

Muchísimas gracias a todos  los que leen¡ En especial a Yayoi, a quien dedico este fic, a veces debe ser complicado lo mucho que me quejo cuando me siento insegura de mis fcs, muchas gracias por soportarme¡ Espero que les guste esta historia, la personalidad de Haku, está ligeramente basada en cuando era un niño, suponiendo que no pasó nada con su familia, es la personalidad que hubiera tenido, al menos en mi historia jaja. Pongo que es de incesto porque Koen y Hakuryuu son primos en magi, aunque esta vez, son completos desconocidos jajaja.

Notas del capitulo:

Magi pertenece a Shinobu Ohtaka-sama.

Muchísimas gracias a todos  los que leen¡ En especial a Yayoi, a quien dedico este fic, a veces debe ser complicado lo mucho que me quejo cuando me siento insegura de mis fcs, muchas gracias por soportarme¡ Espero que les guste esta historia, la personalidad de Haku, está ligeramente basada en cuando era un niño, suponiendo que no pasó nada con su familia, es la personalidad que hubiera tenido, al menos en mi historia jaja. Pongo que es de incesto porque Koen y Hakuryuu son primos en magi, aunque esta vez, son completos desconocidos jajaja.

Hakuryuu se siente un poco tonto por decir lo menos, en la mañana su hermana le dijo que llevara la sombrilla, pues parecía que iba a llover, y lo habían mencionado en la televisión en el pronóstico del clima, hasta el había visto las noticias mientras desayunaba, pero a la mera hora se entretuvo platicando de más con su madre y hermana para salir corriendo con rumbo al colegio, tomo sus cosas de manera apresurada, y he ahí las consecuencias, ha olvidado la sombrilla, la lluvia es terrible, por suerte al volver de clases ha logrado encontrar refugio debajo de una parada de autobús, pero por culpa del clima no pasa ninguno, y duda que lo haga pronto, para variar comienza a sentir un frío de los mil demonios, pues el uniforme escolar no es precisamente lo más abrigador del mundo, comienza a preguntarse ¿por qué a veces es tan despistado? Al principio pensaba que eran los genes, pero nadie en su familia es como él, sobre todo sus dos hermanos mayores, son tan inteligentes, tan brillantes, se siente un poco acomplejado con respecto a ellos, pero no los envidia, más bien los admira, y de pronto una ráfaga de viento le saca de sus pensamientos, como no consiga tomar rápido el transporte va a pescar un resfriado, y de por si es muy propenso a ellos, espera cinco minutos más, pero no hay rastro alguno de gente por ahí, y ya no se diga el camión, se sienta completamente resignado, agachando la mirada, en estos momentos se siente en verdad patético, cada vez siente más frío, incluso se abraza a si mismo en un intento de entrar en calor, pero no logra conseguirlo, de pronto nota que algo le cubre, es un abrigo, uno enorme, esta completamente sorprendido, mira para ver quien lo ha puesto sobre él, porque solo no ha llegado, y ve a un joven muy apuesto, pelirrojo, se ve bastante serio ¿será el quién le cubrió? ¿quién si no? No hay nadie más al alrededor ¿y si voló a causa del viento? ¡Si como no!! Pero con la cara que tiene el pelirrojo le parece más creíble, pues el mayor no parece del tipo de hombre afectivo, después de unos segundos, el mayor le extiende un vaso de chocolate ¿acaso es el suyo? De ser así, no puede aceptarlo, pues es obvio que si lo compro es porque tiene frío, pero pronto se da cuenta de su error, al notar que el sujeto tiene un café en las manos y se queda en shock ¿es que acaso el pelirrojo ha estado observandolo? Y de ser así ¿desde dónde?


....................................


Koen ha tenido un día común en la universidad nada que llame su atención a parte de nuevos conocimientos, los cuales siempre gusta de adquirir, como todos los días decenas de chicas le acosan con la intención de salir con él, por su parte las rechaza de manera caballerosa, pero en realidad no las soporta, odia a la gente que solo ve el exterior, sin pensar en los sentimientos de las personas, todas esas chicas dicen amarlo, pero no han cruzado una sola palabra con él, entonces ¿cómo se supone que sepan que lo aman? No lo entiende, y eso le fastidia, le han puesto de terrible humor, y el clima no ayuda en nada a que este mejore aunque sea un poco, camina por la calle con una sombrilla que le cubre y su enorme abrigo, hasta el piensa que su hermano Kouha se ha equivocado con la talla, pero nunca despreciaria un regalo de un familiar, camina lentamente por la calle, pues no tiene frío ni prisa y a decir verdad esta aburrido, por un momento su mirada se desvía a la parada de autobús, y mira a un joven, se ve que tiene frío, rápidamente nota que no trae sombrilla, y su ropa es muy delgada, como siga así enfermara, pero no es asunto suyo, así que sigue de largo, o eso es lo que tenía planeado, pues su cuerpo parece actuar solo, va a una cafetería y compra un chocolate y un café, y regresa para darse cuenta de que el joven continúa en el mismo lugar, eso le hace sentir un extraño alivio, no entiende porque, pero esta feliz de que no se marchara, cuando se acerca a este, nota que tiene la mirada agachada ¿esta deprimido? Ni siquiera ha notado su presencia, ni siquiera parece importarle que se esta congelado, toma su abrigo y lo coloca en la espalda del menor, aunque este es tan grande que le cubre por completo, solo en ese momento el joven de hermosos ojos azules parece notar su presencia, el pelirrojo le ofrece el chocolate que acaba de comprar.


........................................


  El azabache toma el chocolate, y lo bebe sin el menor sentido común, aceptando con confianza algo de un desconocido, en verdad es un poco torpe, pero esa reacción sin proponerselo ha cautivado un poco el corazón del pelirrojo que esperaba por lo menos se negara a aceptar algo de un desconocido, en cambio el menor le da las gracias y le sonríe, y el no puede hacer otra cosa que sonreír también, por un momento se sorprende ¿hace cuánto que no sonríe? Ya ni lo recuerda, pero no es que le sobren razones para ello, bueno, tiene algunas, su presiada familia, solo con ellos puede ser como en verdad es, pero con nadie más lo ha conseguido, y no se diga un perfecto extraño, de pronto es el quien comienza a temblar, tal vez no ha sido tan buena idea quitarse el abrigo, el menor parece darse cuenta.


-¿Quieres que te devuelva tú abrigo?


-No, hace demasiado frío.


-¿Y qué pasará contigo?


-Estoy bien.


El menor sonríe ¡por dios que sonrisa más bella! Y hace una seña para que se tape junto a el dentro del enorme abrigo, al principio parece querer negarse, pero el frío no le daba otra opción y terminó por aceptar, dentro ya no sentía ningún frío, y estaba seguro que el joven tampoco, pues sus mejillas tenían un lindo tono rosado, ambos tomaron las bebidas y después de un rato, el menor se quedo dormido.


-En verdad eres extraño ¿cómo has podido quedarte dormido con alguien que no conoces?


Pero debía admitir que esa personalidad le atraía y ni siquiera ha cruzado palabra con el salvo el agradecimiento por lo que hizo, aún así, en su pecho comienza a sentir algo extraño ¿es posible enamorarse de un desconocido? Tal vez ha sido un poco injusto con las chicas que le declaran su amor.


Una media hora más tarde, el sol comienza a salir, el transporte jamás llegó, tal vez han cerrado la avenida debido a una inundación, el pelirrojo mueve por los hombros al menor para despertarlo, y lo consigue después de un instante, el chico frota con ternura sus ojitos ¡de seguir así va a matar de la emoción al pelirrojo!!!


-No puedo creer que te quedarás dormido con alguien que no te es familiar, eso fue algo torpe.


Pero el menor pareció herido por sus palabras, pues su torpeza es lo que le ha puesto en esta situación en primer lugar, el mayor pareció notar que lo había lastimado.


-No quiero que lo malintérpretes, nunca he conocido a alguien como tú, me agradas.


Sin tener la intención el menor sonrió nuevamente.


-Y para que no seamos más unos desconocidos ¿qué te parece si nos presentamos? Mi nombre es Ren Koen.


El oji celeste abrió desmesuradamente los ojos, aunque el no entendió la razón.


-M-me llamó Ren Hakuryuu.


¡Esto debía ser obra del destino! ¡hasta tienen el mismo apellido!!!


De pronto, el menor notó que llegaba el camión que debía tomar, se levanto para hacer la parada, pero antes de marcharse, el pelirrojo le habló.


-¿Podemos vernos a la misma hora mañana?


El menor solo sonrió eso era un si ¿cierto?


Y el autobús se alejo al tiempo que el oji rubí le seguía con la vista hasta que por fin se perdió en el horizonte, solo en ese momento se retiro a su hogar.


.....................................


Por fin el azabache volvió a su casa, en donde bastó un segundo para que su madre se lanzará a sus brazos preocupada.


-Mi pequeño Hakuryuu, estaba tan asustada, pensé que no volverías.


-Lo siento madre, es que no había transporte.


-Lo importante es que ya estas aquí, ve a darte una ducha o enfermaras.


El menor asintío con la cabeza y se dirigió a realizar lo que su madre le pedía, en primera porque sabe que su madre esta preocupada, y en segunda porque esa mujer parece demonio cuando se enoja, aunque nunca lo hace con él, pues es un buen hijo, normalmente quien le saca de sus casillas es su hermano Hakuren.


El resto del día pasa de manera normal, salvo el hecho que el joven no ha podido pegar pestaña en toda la noche debido al joven que conoció y verá mañana, aún se pregunta por qué aceptó la invitación, tal vez es demasiado confiado.


Por la mañana, se levanta y sale a toda prisa de su casa, pues se ha quedado dormido, afortunadamente ha llegado a tiempo al colegio, no se perdonaría un retardo, es demasiado responsable para algo así, las clases transcurren con normalidad, y se dirige al lugar donde quedó de verse con él pelirrojo, esta nervioso, pero poco después llega este.


-En verdad viniste.


-¿Eh? ¿No habíamos quedado en eso?- pregunta un poco confundido el menor, pero por respuesta solo recibe una pequeña risa.


-Si, pero no pensé que de verdad me esperarías, pensé que me ibas a tirar de loco.


-¿Por qué lo haría?- pregunta con seriedad.


En verdad ese chico es muy interesante.


-Eres raro.


-¿Te estas burlando?


-No, es un halago, y creeme cuando te digo que no suelo hacerlos.


En ese momento el menor se sonrojo y miro a otra parte, aunque esa expresión ocasionó una expresión similar en el mayor.


-¡Se me olvido pedir permiso en casa me tengo que ir!!!!


El mayor se sorprendió, pero le hizo un poco de gracia la actitud del azabache.


-Pero mañana a la misma hora, y recuerda avisar que llegaras tarde.


El menor asintío y tomo el autobús.


Y así pasaron varios días en donde poco a poco hablaban y se conocían más, aunque los encuentros siempre se daban en la parada de autobús en donde se habían conocido, hoy se ha dado otro encuentro de ese par.


-Ya decía que eras un poco lento, lo supe nada más de conocerte.


-Opino lo mismo de ti y tú seriedad.


-Supongo, aunque al menos tú me haces reír.


-Ah que gracioso, en ese caso tú asustas.


-Es lo mismo que me dice mi hermano más pequeño.


-Pues deberías hacerle caso y cambiar tú actitud.


-¿En verdad lo crees?


-Si quieres convivir más fácilmente con los demás si, pero a mi me gusta tú forma de ser.


El mayor le miro sorprendido, y solo en ese momento se dio cuenta de lo que había dicho ¿por qué rayos tenía que ser tan despistado? Hace poco había notado que el pelirrojo comenzaba a gustarle, pero solo eran amigos, no quería arruinar la relación que tenían por lo que no había dicho nada, pero con su último comentario podría haber arruinado todo.


-¡Ah se me hace tarde!!! ¡Hay viene el camión!!!


Y subió a él sin darle la oportunidad al pelirrojo de decir palabra, solo escapo, en verdad se sentía idiota en ese momento, no culparía a Koen si no vuelve a verlo nunca más.


Esa tarde se sintió en verdad devastado, quería distraer su mente, por lo que fue a ver a su hermano más grande, tocó la puerta de su habitación.


-Adelante.


-Hola hermano Hakuyu.


-¿Qué sucede te vez terrible?


-Tuve un pequeño problema.


-¿Mal de amores?


-Supongo.


-¿Quieres hablar?


-En realidad no, solo quiero distraerme un poco ¿por qué no me hablas de alguno de tus amigos?


-Bueno, siéntate- decía al tiempo que daba un suave golpe en la cama para invitar al menor- pues últimamente ha pasado algo raro con mi mejor amigo.


-¿Tenías un mejor amigo?


-En realidad, hace poco que comenzó a hablarme, así de la nada, siempre pensé que era algo antisocial, pero tomo un interés de la nada en hacer una amistad conmigo, quise preguntar la razón de tan abrupto cambio, pero sentí que si lo presionaba no volvería a dirigirme la palabra, pero hace un par de días, se abrió más conmigo, y me dijo que había un chico que le gustaba, pero no se atrevía a confesar sus sentimientos por temor a perderlo, cuando le pregunté si lo conocía guardo silencio, intenté preguntar su nombre, pero obtuve el mismo resultado, lo único que conseguí que me dijera fue que tenía los más hermosos ojos azules que jamás haya visto.


-Pues con lo que me has dicho, a mi me parece que se ha enamorado de ti.


-¿Tú lo crees?


-Si.


-Pues yo no lo creo.


-Bueno, gracias hermano, me sirvió para relajarme un poco.


-Eso me da gusto.


Y así el menor paso el resto del día de manera normal, terminó con sus actividades y se fue a dormir, por la mañana fue al colegio, pero no tuvo el valor para ver al mayor, y eso continuó un par de días más, ahora si lo había hecho todo mal, estaba seguro de que el oji rubí le odiaría por dejarlo plantado, pero no sabía como poner remedio a su confesión amorosa, aunque solo para el sonó de esa manera, porque para cualquier otra persona lo que dijo no era otra cosa más que un halago, ese día de igual manera fue a la escuela y paso de encontrarse con el oji carmín, que a estas alturas estaba seguro que ya ni lo esperaba, eso provocaba un dolor en su pecho, se fue a casa completamente deprimido, al llegar se encontró con su hermana, él  disimuló una sonrisa por lo que ella no se dió cuenta de su estado.


-Bienvenido Hakuryuu.


-Muchas gracias hermana.


-¿Te puedo pedir un favor?


-¿Qué se te ofrece?


-Estoy algo ocupada ¿podrías llevar un par de bebidas al cuarto de Hakuyu?


-¿Tiene visitas?


-Si, llegó acompañado de un nuevo amigo.


-Ah- dijo el joven seguro de que era la persona de la que habían hablado, ahora estaba más que confirmado, si se tomo la confianza de ir a la casa tan pronto es porque su hermano en verdad le importaba- si hermana, en seguida las llevo.


-Muchas gracias.


El menor sirvió un poco de limonada, y las puso en una charola, subió por la escalera, y llegó al cuarto de su hermano, tocó la puerta.


-Adelante- respondió su hermano.


El oji celeste entró de manera tímida en el lugar, pero en cuanto vio al nuevo amigo de su hermano, soltó lo que llevaba en sus manos, provocando que se rompieran los vasos al caer al piso.


<<Entonces eso quiere decir que quien esta enamorado de mi hermano es...>>


Se dispuso a escapar del lugar ante la sorprendida mirada de su hermano, pero rápidamente el pelirrojo le tomo del brazo, quiso reclamarle por haberse ido el último día que le vio sin más y luego dejarlo plantado, pero cuando miro la cara del menor se sorprendió, pues este no dejaba de llorar.


-Déjame ir...si quieres decirle a mi hermano lo que sientes no quiero estar aquí.


-El ya sabe lo que siento.


-¿Y lo aceptó?


-Completamente.


El menor sintió que perdía fuerza en las piernas, pero el mayor le atrajo hacia el en un abrazo, al tiempo que intentaba mirarlo a los ojos, pero era inútil, pues el joven había escondido su rostro.


-¿Qué sucede Hakuryuu?


-Yo...yo ¡No puedo aceptarlo!!! ¡No puedo aceptar que ames a mi hermano!!! Yo...me duele...me duele mucho ¡porque estoy enamorado de ti!!!


-Eso ya lo sé, lo del otro día fue una confesión ¿o no?- nadie como el pelirrojo para notarlo.


-¿Y aún así te confesaste a mi hermano?


-¿Quién te ha dicho que haya hecho algo así?


-P-pero el me dijo que su nuevo amigo.


-Entendiste mal todo hermano, te dije que mi nuevo amigo se había pegado a mi de la nada, pues resulta que Koen escucho cuando mencioné tú nombre, y solo por eso busco mi amistad, ahora que caigo en cuenta eres terrible.


Solo recibió una perversa sonrisa de parte de su amigo.


-Pero dijiste que no quería decirte el nombre de la persona que le gusta.


-Ah eso te lo digo yo- interrumpió el oji rubí- no quería decirle de buenas primeras quiero tú amistad porque me gusta tú hermano, aunque eso me hubiera ahorrado muchos problemas.


-¿Por eso no decías el nombre de la persona que te gusta? Pero dijiste que te gustaban sus ojos azules- esta vez el menor miro al pelirrojo a los ojos, este por su parte tomo su rostro y aprovechó el momento para darle un dulce beso en los labios.


-Es porque eres tú la persona que me gusta.


-P-pero yo...


-Lo sé, eres increíblemente torpe y todo lo complicas, pero aún así me gustas.


-Entonces con lo que esta de acuerdo mi hermano es...


-En nuestra relación, después de que dejaste de ir al lugar donde nos veíamos, no me quedo de otra que pedir la ayuda de Hakuyu, y me vi obligado a explicarle todo, aunque a él no pareció sorprenderle.


-¿Bromeas? El amor se nota en todo el rostro de mi hermano.


El menor se sonrojo, pero abrazo al pelirrojo con fuerza, este a su vez hizo lo mismo con el menor que no dejaba de llorar de la felicidad.


-Eres un llorón- decía el mayor.


-¿Te molesta?


-Para nada.


Y volvieron a besarse, en verdad el azabache es terriblemente torpe, suerte que se haya enamorado de la persona más maquiavelica del mundo, porque así pudo volver a verlo, y no tiene nada de que preocuparse, porque el mayor le dará toda la dulzura que hay en su ser, porque ese pequeño joven chillón, es el príncipe de su corazón.


 

Notas finales:

Hasta la próxima y en verdad gracias por leer¡¡¡¡¡ >///<


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