Viernes - 5:32 a.m.
-Ungh… -Baekhyun se removió en la cama y abrió los ojos de golpe- me meo -se levantó de la cama y empezó a correr por la habitación aún medio dormido- me meo, me meo, me meo.
Fue dirección a donde normalmente estaba el baño pero se chocó contra una pared.
Un momento, no estaba en la casa de Chanyeol, estaba en una habitación diferente, mierda, ¿Y dónde estaba el baño?
Miró hacía las escaleras, seguramente el baño estaba arriba. Se movió un poco y reprimió un quejido, si se movía un poco más no aguantaría. No podía subir las escaleras.
Miró en todas direcciones, en la oscuridad pudo vislumbrar la figura de Chanyeol sobre la cama, que seguía durmiendo, y siguiendo con el recorrido observó que había una planta en una maceta algo grande en una esquina.
-Perfecto.
Se acercó a ella aguantándose las terribles ganas de mear y, cuando llegó, pudo vaciarse por fin.
Menos mal que se había dormido como Dios lo trajo al mundo.
Suspiró, sintiéndose más ligero y volvió a la cama, acostándose al lado de su gigante y pasándose uno de los brazos del chico por encima.
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7:47 a.m.
-Ungh… -Baekhyun volvió a revolverse en la cama y a abrir los ojos de golpe como había hecho horas atrás- oh, no… -se tapó la boca con una mano y golpeó varias veces el pecho del chico que dormía a su lado.
-Um… -Chanyeol se movió, intentando apartarse de esos golpes que no cesaban- ¿Qué pasa? -su voz era demasiado ronca por el sueño, y aun no abría los ojos.
Baekhyun siguió golpeándole en el pecho y Chanyeol no tuvo más remedio que abrir los ojos poco a poco, encontrándose con un Baekhyun demasiado pálido.
-¿Qué te pasa? -le preguntó preocupado, sentándose en la cama- ¿Te encuentras mal? -Baekhyun asintió sin retirar la mano de su boca- ¿Quieres vomitar? -otro asentimiento por parte del lobo- mierda…
Chanyeol se levantó de la cama solo en ropa interior y tomó al más bajo en brazos, que parecía que no aguantaría más. Corrió escaleras arriba y llegó al baño, dejó al híbrido en el suelo con cuidado y abrió la tapa del retrete justo en el momento en el que Baekhyun daba la primera arcada y vomitaba todo lo que había comido la noche anterior. Por suerte, fue dentro de retrete.
Arrugó la nariz acariciando la espalda de su novio. No le gustaba verle mal pero mentiría si dijera que eso no le daba asco.
Cuando el híbrido terminó, bajó la tapadera y tiró de la cadena. Luego, le ayudó a levantarse y a que se enjuagara la boca.
-¿Cómo te encuentras?
-Bien, supongo… -Baekhyun arrugó la nariz mientras se frotaba el abdomen en círculos- lo bien que se puede estar después de haber vomitado todo.
-¿Quieres que vayamos al médico? Puede que te haya sentado la cena mal o…
-No, no, estoy bien, Channie -se acercó al alto y agarró su brazo- volvamos a la cama.
-Pero…
Baekhyun se colocó detrás de su novio y agarró sus hombros para guiarle a la planta de abajo y así poder llegar a la cama.
-A dormir, mi gigante.
Chanyeol iba a volver a hablar pero Baekhyun puso un dedo sobre sus labios, callando lo inmediatamente.
Los dos se volvieron a tumbar en la cama. Chanyeol abrazó posesivamente al híbrido y acarició su abdomen, por si se encontraba todavía mal, hasta que se quedó dormido.
Sin embargo, Baekhyun no volvió a dormir, sentia que estaba muy cansado y le dolía la cabeza pero no quería preocupar a su novio de nuevo. Simplemente cerró los ojos y esperó a que pasaran las horas.
10:25 a.m
Chanyeol comenzó a moverse en la cama, a punto de despertarse. Baekhyun hizo que dormía plácidamente, esperando a que el otro chico no se diera cuenta de que llevaba despierto varias horas.
El alto abrió los ojos despacio, besó la frente del lobo y se estiró un poco en la cama.
-Baekkie… -dejó pequeños besos por el hombro del que estaba dormido- despierta…
-Um… 5 minutos más… -Baekhyun puso voz de dormido y, al parecer, se le daba bien. Debería hacer interpretación, pensó.
-¿No quieres desayunar, peque? -se notaba que el alto tenía una sonrisa en los labios a la hora de hablar.
Chanyeol solía despertarlo mencionando el desayuno porque sabía que al híbrido le encantaba comer.
Pero en ese momento, para Baekhyun el simple hecho de mencionar el desayuno le daba arcadas.
-No tengo hambre… -susurró.
Chanyeol abrió los ojos y le miró como si ese no fuera el Baekhyun del que se había enamorado.
Tocó la frente del lobo y frunció el ceño.
-¿Qué haces? -preguntó Baekhyun girándose en la cama para mirar a Chanyeol.
-Ver si tienes fiebre, no es normal que no quieras el desayuno.
Baekhyun rodó los ojos y volvió a darse la vuelta en la cama, tomó las sábanas y se cubrió hasta la cabeza con ellas. Chanyeol le miró en silencio hasta que volvió a hablar de forma suave pero preocupada.
-¿Te pasa algo, Baekhyun?
-Sí. No. Tal vez. No lo se.
Chanyeol se quedó mirando al bulto en la cama. Sus labios eran una fina línea.
Baekhyun no sabía qué le pasaba, le dolía la tripa, la cabeza, y estaba empezando a cabrearse por esto.
-Puede que sí que esté enfermo… -susurró Baekhyun.
-Entonces deberíamos ir al medico, puedo llamar a Xiumin y…
-No, no, no -le interrumpió Baekhyun- no hace falta, Channie -le miró y sonrió un poco- se me va a pasar, solo necesito descansar un poco, ¿Vale?
Chanyeol estaba dudoso de lo que decía su híbrido pero aun así asintió. Iba a quedarse en la cama, al lado de Baekhyun, pero su cuerpo necesitaba comer algo y sus tripas no dudaron en sonar, haciendo que el lobo soltara una pequeña risita.
-Ve a desayunar.
-Pero… -Chanyeol suspiró- ¿Seguro que no quieres desayunar?
-Seguro.
Chanyeol se fue a desayunar a una cafetería cerca de allí. Pidió unos huevos revueltos con tostadas con mermelada de melocotón y un café con leche.
Mientras desayunaba tranquilamente se dio cuenta que desde que Baekhyun había entrado en su vida, ya no se imaginaba sus días sin el. Se le hacía demasiado aburrido desayunar si no era mirando al híbrido medio dormido frente a él todas las mañanas, y que luego le pidiera un poco de café y que, después de miles de pucheros, le convenciera de darle un poco y Baekhyun acabara hiperactivo durante todo el dia.
Tal vez el café seria la solucion para que Baekhyun recuperara las energías que parecía haber perdido durante la noche.
Quizás es que ayer se emocionó demasiado haciendo el amor con él… pero no fue tan bruto… ¿No?
Chanyeol se quedó mirando al techo con la tostada en la mano.
Vale, si, había sido bruto, pero es que Baekhyun le había pedido hacerlo duro y como se iba a negar ante esa propuesta y ante esa carita…
Terminó el desayuno y volvió a la habitación que había alquilado hasta por la tarde. Baekhyun estaba dormido en la cama y parecía que no tenía intenciones de despertar.
Chanyeol se quedó en la cama, viendo la tele y pasando los canales de uno en uno con un puchero demasiado infantil en los labios. Se supone que deberían estar celebrando su aniversario con besos, sexo, caricias, risas, sexo, masajes, y porqué no… Más sexo.
Cansado y aburrido ya de todo decidió despertar al lobo. Picó sus mejillas con un dedo pero éste no reaccionaba. Sopló en su cuello y lo máximo que consiguió fue un escalofrío del bajo, algo era algo.
Frustado, decidió hacer su infalible movimiento: pellizcarle el trasero.
Nada más pellizcarle, Baekhyun saltó en la cama como si fuera un gato que no quería entrar al agua, y al darse cuenta de que el culpable de interrumpir sus sueños era Chanyeol tomó un cojín y se lo estampó al alto en la cara.
-¡¿Qué mierdas te pasa?!
-¡¿Qué mierdas te pasa a ti?! -chilló Chanyeol de vuelta, quitándose la almohada de la cara- ¡Esta es nuestra celebración del aniversario! ¡he alquilado esta habitación para los dos! ¡me he cogido dos días libres en el trabajo! ¿y que haces tú? ¡Dormir!
Cuando Chanyeol vio los ojos rojos de Baekhyun a punto de romper en lágrimas supo que la había cagado un poco.
-L-Lo siento, Chanyeol… m-me sentía mal...
Vale, tal vez la había cagado bastante.
-No, mi amor… He sido un idiota, no llores…
Baekhyun se calmó y Chanyeol vio la oportunidad perfecta para besarle. Ladeó un poco la cabeza, Baekhyun captó la idea, se fueron acercando… Y alguien llamó a la puerta indicándoles que tendrían que irse de la habitación.
Baekhyun se vistió, ya que solo tenía la ropa interior puesta, y Chanyeol recogió las pocas pertenencias que habian llegado.
Al salir de la habitación cerraron la puerta despidiéndose de ella en silencio. Sobretodo Chanyeol, que no habia conseguido su ansiado “maratón de sexo”.
Lo que no sabía Chanyeol es que pronto se arrepentiría de haber deseado una maratón de sexo.