Domingo. 10:00 a.m.
-Baekkie~~ Arriba mi pequeño lobito, el amor de mi vida, el padre de mi hija, la razón de mi existencia…
Baekhyun siguió durmiendo con los brazos y las piernas estiradas en la cama a lo largo y a lo ancho de ésta. Chanyeol siempre se preguntaba cómo podía ocupar tanto un cuerpo pequeño como el de Baek en una cama tan grande como la suya.
-¡Que te levantes ya!
Chanyeol suspiró exasperado, su novio era todo un dormilón. Sabía que las embarazadas, en este caso el embarazado, dormían mucho, pero a veces creía que eso lo usaba el lobo como excusa para dormir aún más.
Al alto no le quedó de otra que quitarle la sábana de encima y subirle la camiseta de pijama (que consistía básicamente en una camiseta de Chanyeol), observando el bulto que había debajo de ella. Se inclinó y mordió uno de los pezones de Baekhyun. El lobo arqueó la espalda y soltó una mezcla entre grito y gemido que hizo a Chanyeol reír.
-¿Q-Qué haces, Chanyeol? -dijo el lobo con la voz adormilada y mirándole solo con un ojo abierto.
-Despertarte. Pareces un perezoso, todo el día durmiendo.
-Los embarazados dormimos…
-Mucho -terminó la frase el alto- sí, lo sé, pero creo que te aprovechas de esa excusa.
-Puede -Baekhyun sonrió con los ojos cerrados y se giró en la cama para tumbarse de lado. Si se quedaba mucho tiempo tumbado boca arriba sentía que todo le aplastaba y no podía respirar bien.
-Eres increíble…
-Lo sé.
-Era ironía.
-Um… Me amas…
Chanyeol se cruzó de brazos y miró al híbrido que estaba tumbado en la cama. Una sonrisilla se le escapó de los labios y suspiró.
-Baek…
-¿Um? -la voz del lobo sonaba como si se fuera a volver a dormir.
Chanyeol se sentó en la cama y acarició el pelo de Baekhyun, retirando algunos mechones de pelo de su frente.
-Tenemos que ir a comprar las cosas para el bebé.
-Oh -el rabo de Baekhyun se movía de lado a lado, seguramente por las caricias que le daba Chanyeol- es verdad.
-Levántate y vístete, desayunamos y nos vamos de compras.
-¿Y no puedo ir de compras desde la cama?
Chanyeol rio.
-No, tienes que mover ese culito que tanto me gusta.
Baekhyun gruñó como si aquello le hubiera molestado pero la sonrisa en sus labios decía lo contrario. Chanyeol se inclinó y dejó un pequeño y dulce beso en sus labios.
Al final logró que Baekhyun se levantara de la cama y se vistiera entre quejas y exclamaciones de “no me entran los pantalones” y “estoy gordo” pero Chanyeol le repetía una y otra vez que él estaba perfecto para luego abrazarle y besar sus labios.
Desayunaron fruta con yogur. El híbrido todavía no se acostumbraba a comer cosas sanas pero debía admitir que la fruta le empezaba a gustar bastante, y debía dar las gracias en cierta parte a Chanyeol ya que se imaginaba aquellas frutas sobre el cuerpo del alto. Un día le llenaría de fresas y se las iría comiendo sin usar las manos. Oh, sí.
Luego partieron hacia el centro comercial. Baekhyun se removía en el asiento del copiloto y Chanyeol lo miraba de reojo sin entender.
-¿Pasa algo, Baekkie?
El híbrido se removió aún más en el asiento, suspiró, bufó y pataleó como si de un niño pequeño se tratara.
-Estos…pantalones...no puedo…respirar…-se desabrochó los pantalones y soltó todo el aire que tenía- por fin.
Chanyeol soltó una carcajada tan grande que hasta se le saltaban las lágrimas. Baekhyun se cruzó de brazos.
-¿De qué te ríes, gigante estúpido?
-Que estabas muy gracioso moviéndote así en el asiento, amor.
-No estaba gracioso -Baekhyun infló los mofletes- de verdad no podía respirar, casi me muero.
Chanyeol paró el coche en un semáforo en rojo y miró al híbrido. Pellizco suavemente sus mejillas y sonrió amplio.
-Te creo -no sonó muy convincente debido a la sonrisa que tenía.
-Ti crio -imitó Baekhyun de forma infantil- como tú no estás embarazado… Ya verás cuando yo sea el activo, ya verás.
-Ah, no, no, lo de ahí atrás solo es de salida, no va a entrar nada nunca.
Baekhyun arrugó la nariz. Asqueroso, pensó.
-Nunca digas nunca.
-¿Te gusta Justin Bieber?
-¿Quién?
-Déjalo -Chanyeol soltó una risita por la cara confusa del lobo y siguió conduciendo.
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-¿Quién es… Just in… Viber? -preguntó Baekhyun nada más bajarse del coche- ¿Me engañas con él? Cuéntamelo.
-Es Justin Bieber -le repitió Chanyeol de forma lenta- es un cantante.
-¿Y me engañas con él?
-No.
-¿Y por qué lo has mencionado?
-Por Never say never.
-¿Eh?
Chanyeol suspiró y miró al híbrido durante un rato en silencio. Baekhyun estaba entre confuso, curioso y furioso, por si le estaba engañando con el tal “Viber”.
-Never say never significa nunca digas nunca -dijo al fin el alto.
Baekhyun se quedó en silencio mirando a cualquier punto y luego abrió la boca.
-Aaaah, ahora todo tiene sentido -chasqueo los dedos.
Chanyeol se llevó una mano a la frente y negó con la cabeza.
-¿Podemos ir ya a comprar las cosas de nuestro… Nuestra hija?
-¿Sigues insistiendo con qué va a ser niña? -Baekhyun tomó la mano de Chanyeol y juntos empezaron a caminar- va a ser niño.
-Niña.
-Niño.
-Mellizos.
-Ni de coña.
-¿Gemelos?
-Que no, que será un niño, uno solo. Xiumin dijo que solo veía uno.
-Bien… Pues hagamos una apuesta -Chanyeol acarició la mano de Baekhyun con el pulgar.
-¿Qué clase de apuesta? -el lobo miró al alto, interesando en la apuesta.
-No sabremos el sexo del bebé hasta el día del parto, quien acierte gana.
-¿Y qué gana?
-¿No te parece suficiente con ganar a tu hijo o hija? -Baekhyun le miró intensamente. Chanyeol suspiró- está bien… Quien gane… Um… -se quedó pensativo.
-Quien gane se vestirá de maid y estará a las órdenes del otro durante todo el día.
Chanyeol abrió los ojos como platos. Él NO iba a vestirse de maid. Nunca. En la vida. Pero claro, si él ganaba… Baekhyun de maid… No era tan mala idea, nada mala.
-Está bien -aceptó Chanyeol.
Baekhyun sonrió amplio, demasiado amplio. Estaba muy confiado.
Entraron en la primera tienda que vieron de productor relacionados con los bebés. Para Baekhyun y Chanyeol fue como entrar a un mundo lleno de colores, música de cuna y olor demasiado dulce para su gusto.
Una dependienta se acercó a ellos y los saludó con una amplia sonrisa.
-Bienvenidos, ¿Buscabais algo especial? ¿Algún regalo para un bautizo? ¿Para un recién nacido? Nos acaban de llegar unos trajecitos de la nueva colección de recién nacidos, suele ser lo más común para regalar pero luego los padres lo agradecen mucho y…
-No, no -Chanyeol tuvo que parar a la dependienta- no venimos a por un regalo… Nosotros -señaló a Baekhyun y a sí mismo- vamos a ser padres… Queremos comprar todo lo necesario para nuestra hija.
-Hijo -susurró Baekhyun.
La dependienta se quedó en silencio mirándolos, como si estuviera procesando la información.
-Está… bien… -volvió a hablar la dependienta- ¿Qué va a ser? ¿Niño o niña?
-Niño -volvió a repetir Baekhyun. Chanyeol le tapó la boca con una mano.
-En realidad no lo sabemos todavía… No lo sabremos hasta el día del parto.
-Oh -solo dijo aquello la dependienta mientras asentía- entiendo… Entonces queréis los productos de algún color que sirva para ambos géneros, ¿No?
-¿Importa tanto el color? -soltó Baekhyun apartando la mano de Chanyeol- quiero decir… Siempre ha sido rosa para niña, azul para niño… No lo entiendo, ¿Acaso a los niños no les puede gustar el rosa o a las niñas el azul? ¿Y quién adjudicó esos colores y no otros?
-E-em… -la dependienta no sabía que decir.
Chanyeol sonrió a la chica a modo de disculpa.
-Será mejor que los dos veamos solos lo que necesitamos, gracias por su atención.
La dependienta asintió y se retiró a su sitio habitual, que era detrás de la caja.
Chanyeol suspiró y miró a Baekhyun.
-Estoy contigo respecto a lo del rosa y azul… ¿Pero era necesario asustar a la dependienta?
Baekhyun bajó la mirada junto con las orejas. Chanyeol sonrió y besó la frente del lobo.
-No quería asustarla… solo di mi opinión…
-Vamos, busquemos primero los muebles.
Chanyeol tomó la mano del híbrido después de acariciar su mejilla y le llevó por toda la tienda, observando todo y a la vez nada. Realmente no entendía para qué servía cada cosa en esa tienda.
¿Qué es lo primero que deberíamos comprar? -preguntó Chanyeol y chasqueo los dedos de su mano libre- la cuna. Si, la cuna es importante.
-Y el cochecito -nombró Baekhyun- y un biberón, las mantitas para la cuna y para el cochecito, un lugar de juego, chupetes, una trona para la cocina, platos, cucharas, baberos, ropa para varios meses, una bañera, ...
-Stop -Chanyeol frenó a Baekhyun- ¿Cómo sabes todo eso?
Baekhyun se sonrojó e intentó ocultar pero en ese momento no tenía donde esconderse.
-Puede, solo puede, que haya estado leyendo libros para informarme.
Chanyeol no pudo hacer otra cosa que mirar al lobo y sonreír muy amplio.
-¡Eso es genial, peque!
-...¿Por qué es genial?
-Porque significa que te preocupas por nuestro hijo o hija -el alto se llevó una mano al pecho- y eso me conmueve.
Baekhyun bajó la mirada, totalmente sonrojado, se aclaró la garganta y tiró de la mano de Chanyeol sin poder mirarle.
-Sigamos buscando cosas para el bebé.
Y así es como los dos compraron lo “necesario” para la llegada de su bebé. Si entendemos por necesario cada producto que Baekhyun veía con luces y sonidos, y que a Chanyeol no le importaba sacar la tarjeta para pagar cada capricho de su híbrido.
Al final llegaron a casa cuando atardecía con unas pocas cosas pequeñas dentro del maletero, la cuna y los muebles se lo enviarían más adelante una empresa de reparto.
En esos momentos, Chanyeol pensó que ya quería tener a su pequeña o pequeño entre sus brazos.