El me vuelve loco
¿Por qué se acelera mi corazón?
No he podido separar mis ojos de ti desde el momento en que me entere de que eras mio. La forma en que te mueves, en que hablas, en que respiras, todo en ti me apasiona.
No se supone que mi corazón frío se vuelva loco al estar cerca de ti. No es normal, no deberia ocurrirme, pero me ocurre, y me está volviendo loco.
Eres hermoso, mi dios
Pero eres tan extraño
Golpearé tu puerta ¿me dejarás entrar?
Te daré una sensación oculta
Me acerco a tu cama, colocandome encima tuya, cubriendote lentamente con mi cuerpo. Acaricio tu piel blanca con la yema de mis dedos, suavemente, sin prisa.
Junto un poco más nuestras caras y se que notas mi presencia por como frunces ligeramente el ceño aún dormido.
Beso delicadamente tus labios no queriendo sacarte de tus sueños. Aún así la ligera presión consigue despertarte y hacer que abras los ojos poco a poco, acostumbrandote a la escasa luz que entra por la ventana en esta noche de luna nueva.
Hay curiosidad en tus ojos
Ya te has cautivado por mí
No tengas miedo, el amor es el camino
Cariño lo comprendo
Puedes llamarme monstruo
Cuando consigues volver al mundo de los despiertos abres la boca en una exclamación ahogada.Junto nuestros labios de nuevo, besándote suavemente mientras te miro a los ojos. Ninguno de los dos es capaz de cerrarlos.
Me aparto un poco, viendo esa chispa en tus ojos marrones, esa chispa que me dice que estas cayendo en mi trampa. Aún así me tienes miedo, lo puedo ver. Tus pequeñas manos me agarran fuertemente de la chaqueta, buscando algo de realidad en todo este asunto.
Muerdo tu labio inferior, provocando que se formen pequeñas gotas de sangre allí por donde han pasado mis dientes y sueltas un gemido a modo de queja.
Cariño, puedes llamarme monstruo.
Estoy arrastrándome en tu corazón, bebe
Te cambiaré, te destruiré, te haré colapsar por mí
Te robaré y te disfrutaré
Aprovecho el gemido para meter mi lengua en tu boca, saboreando todo de ti, robando todo de ti. Intentas luchar por el dominio del beso pero en el fondo sabes que no va a servir de nada, ahora estas bajo mi mando, pequeño.
Me separo de nuevo, solo para bajar a besos por tu mandíbula, por tu cuello. Dejó preciosas marcas moradas que te recordaran mañana a quién perteneciste esta noche.
Voy a hacer que ruegues por mi, que te sometas completamente a mi poder. Te haré perder la cabeza una y otra vez hasta que ya no puedas más. Disfrutaré de ti hasta que me supliques que pare.
Cariño, soy un monstruo.
Estoy grabado en tu corazón
Así que incluso si muero, viviré allí por siempre
Ven aquí bebe, tú invocaste al monstruo
Entraré a tu corazón
Levanto tu camiseta y la hago pasar por tu cuello, desechandola en algún punto de la habitación. Me quedo mirándote durante unos segundos. Tu piel blanca brillando en la luz de la noche, tus mejillas rojas conjuntando perfectamente con las marcas recientes en tu cuello. Gruño por la vista y apartas tu mirada, avergonzado.
Vuelvo con mis besos en ese momento, desde la comisura de tus labios hasta tu cuello, donde tu pulso va loco. Muerdo en ese mismo punto y paso la lengua para aliviar el escozor que te ha hecho quejarte.
Agarras con fuerza mi chaqueta en una suplica silenciosa. Me levanto, quedando de rodillas entre tus piernas y me la quito, seguida de mi camiseta, dejándolas allí donde cayó la tuya. Me comes con los ojos y sonrio, no sabes que ya me has dejado entrar en tu corazón.
Después de todo, soy un monstruo.
Él me vuelve loco
¿Por qué se acelera mi corazón?
Vuelvo a besarte y rodeas mi cuello con tus brazos, tus dedos acariciando delicadamente mi pelo mientras juegas con mi lengua.
Muevo mis caderas, rozando nuestros miembros en una deliciosa fricción y gimes. Rodeas mi cadera con tus piernas y mueves las tuyas, provocando una fricción que me sorprende y hace que me separe de tus labios.
Tus ojos, ahora completamente negros, hacen que mi corazón se acelere.
Estoy un poco impaciente
No soy tan gentil
Te odiaba, pero te quiero tener
(Así es, mi tipo)
Mi corazón no miente
Vuelves a moverte, rozando de nuevo nuestros miembros. Gimes, aún con tu mirada fija en la mia, suplicando que te tome en este mismo momento.
Me separo y comienzo a deshacerme de tus pantalones y tu ropa interior, dejándote completamente expuesto a mi. Paso mis manos desde tus muslos hasta tus rodillas, acariciando suavemente, lentamente a pesar de que me estoy muriendo por dentro.
Suspiras y abro tus piernas un poco más rudo de lo que pretendia, pero ¿Quién podría contenerse con la imagen que tengo delante?
Tal vez no lo sabes, pero me odio ahora mismo. No se supone que sienta estas cosas por ti, no se supone que deba hacer estas cosas contigo. Pero cariño me vuelves loco, y ya no puedo más.
Ha comenzado, estoy enviando
Una peligrosa señal desde mi interior
Me cuelo entre tus piernas, besando la tierna piel de tus muslos, subiendo lentamente hasta ese punto de tu cuerpo que me pide atención.
Le doy una lamida desde la base hasta la punta, donde succiono fuerte, sacándote un gemido que va directo a mi miembro. Me meto tu pene en la boca, mi cabeza subiendo y bajando al ritmo que marcan tus manos en mi pelo.
Nuestros ojos se encuentran y sé que estás a punto de explotar ¿Con tan poco y ya estás así?
No tengas miedo, el amor es el camino
Cariño, lo comprendo
Puedes llamarme monstruo
Me separo, dándole antes una última lamida, y subo a buscar tus labios de nuevo. Te beso lentamente, intentando calmar mi propio corazón helado que se esta volviendo loco.
Me separo minutos después, subiendo mi mano a tu boca. Se que tienes miedo por lo que viene a continuación, lo puedo ver en tu mirada. Metes tres de mis dedos en tu boca, suavemente, mordiendo un poco la punta al principio y pasando la lengua por toda su extensión después.
Tus ojos no se separan de los mios en el proceso, calentandome al punto de querer explotar. Sacas mis dedos de tu boca con un ligero chasquido que me vuelve loco y guias mi mano hacia tu entrada.
Pequeño, si sigues así vas a despertar al monstruo.
Estoy arrastrándome en tu corazón, bebe
Te cambiaré, te destruiré, te haré colapsar por mí
Te robaré y te disfrutaré
Paso uno de los dedos varias veces por tu entrada, sintiendo como se contrae por el toque y como el calor me llama. No te hago esperar más y meto el primero. Gimes en mis labios y te dejas hacer, tu interior succionando mi dedo en una cálida bienvenida.
Pronto meto el segundo, al cual le sigue un tercero, abriendo tu interior, preparándote para mi. Sé el momento preciso en el que llego a ese punto que te hace deshacerte en mis brazos. Tus ojos se abren y tu boca cae en un grito ahogado que no llega a salir de tus pulmones
Voy a hacer que supliques por este monstruo
Estoy grabado en tu corazón
Así que incluso si muero, viviré allí por siempre
Ven aquí bebe, tú invocaste al monstruo
Entraré a tu corazón
Pasados unos minutos más te corres, pintando de blanco nuestros pechos. Tu cuerpo arqueandose en un movimiento hermoso, mientras tus uñas dibujan su propio camino por mi piel.
Ataco tus labios antes de que te enteres, sacando los dedos de tu interior, a lo cual sueltas una pequeña queja. Subo un dedo a tu pecho y recojo parte de tu semen, llevándolo a tu boca. Te resistes un poco al principio pero insisto y acabas saboreándote a ti mismo.
Gruño por la visión de tus pequeños labios sobre mis dedos y sé que no puedo aguantar más.
Has llamado al montruo, pequeño
Siento un temblor
Cambiaré tu vida
Lo siento, pero me vuelves loco
Sabes lo que haces
Me aparto de ti y me pongo de pie. Te apoyas en tus codos, curioso por saber que va a pasar ahora. Me desabrocho el cinturón y bajo la bragueta despació, tentándote. Me deshago de mis zapatos y la ropa que me queda encima, quedándome totalmente desnudo delante de tu mirada hambrienta.
Bajas los ojos a mi miembro y tragas saliva, tus ojos abriendose ligeramente. Cojo mi pene por la base y muevo mi muñeca lentamente, disfrutando de las vistas que tengo delante. Me estas volviendo loco ahí tumbado, apoyado sobre tus codos mientras me miras dándome placer a mi mismo.
Te recuestas sobre las almohadas y doblas las rodillas, abriendo tus piernas para mi en la posición más hermosamente sumisa que me podrías ofrecer.
Sabes que has invocado al monstruo
Todos me temen, asi que soy un hombre intocable
Pero al final no puedes rechazarme
En segundos vuelvo a estar entre tus piernas. Acaricio tu cara, intentando disipar tus miedos.
Se que tienes miedo, a mi, a esta situación, lo comprendo. Aún estar temblando ligeramente rodeas mi cadera con tus piernas, preparándote para lo que viene.
Al fin de cuentas, no puedes rechazar al monstruo.
Te esconderás y robarás mis miradas
Te sorprenderás
Soy tu opuesto
Soy parte de tu existencia
Guio la punta de mi miembro a tu entrada pasando lentamente el estrecho anillo de músculos que intenta impedirme el paso. Me miras con esos ojos llenos de lágrimas y no puedo soportarlo.
Entrelazo nuestros dedos y me acerco para besar tus labios a la vez que te voy penetrando poco a poco, sintiendo cada centímetro de tu interior.
Cuando por fin estoy dentro del todo me quedo parado, esperando a que te acostumbres a tenerme dentro tuya, siendo parte de ti.
Acéptame por lo que soy
Olvida tus miedos y preocupaciones
Disfruta el dolor que eres capaz de soportar
Cae más profundo en mi interior
Se te llenan los ojos de lágrimas por el dolor, tu miembro, que habia vuelto a la vida, perdiéndola poco a poco. Tu cuerpo tensandose con el más mímimo movimiento, intentando separarme de mi.
Shh... Tranquilizate, olvidate de todo, no intentes resistirse. Disfruta de este momento como si fuera tu última noche en la tierra.
Unos segundos después rodeas mi cuello con tus brazos y mueves ligeramente tus caderas, dándome la señal que estaba esperando. No pierdo ni un segundo y salgo casi completamente de ti, dejándo solo la punta dentro. Empujo de nuevo, un movimiento que nos hace gemir a ambos.
Ya no hay vuelta atrás, déjate llevar, pequeño.
Voy a jugar contigo como sea que quiera
juega dentro de mis manos
no corras lejos, siempre permanecerás cerca
Pronto consigo el ritmo que nos vuelve locos a ambos, entrando y saliendo a un ritmo que un pobre humano como tu a penas puede soportar.Esta noche eres todo para mi, mi pequeño juguete etéreo.
Encuentro ese montón de nervios que te hace temblar después de cambiar el ángulo y gritas fuerte, apretando tu cuerpo contra el mio. Abres la boca y pero lo único que consigue salir de ella es una mezcla de gemidos incoherentes. Me encanta tenerte tan deshecho por mi, mi pequeño.
No aguantaré mucho más, así que cojo tu pene entre mis manos, bombeándolo al ritmo de mis envestidas.
Te falta poco, lo presiento. Yo también estoy cerca y por eso aumento el ritmo de mis caderas, envistiendote sin piedad, cada vez más fuerte.
Puedes llamarme monstruo
Siento el orgásmo crearse en mi estómago y, en el momento en el que voy a explotar, mi hermano entra en la habitación, sacándome de mi sueño.
Un sueño que me ha dejado sudando y jadeando por un aire que parece que me falte. Se rie de mi al encontrarme en este estado y le lanzo un cojín que no llega a alcanzarle.
Miro mi reloj y me doy cuenta de que si no me doy prisa llegaré tarde.
La vida real me llama.
Estoy arrastrándome en tu corazón, bebe
Te cambiaré, te destruiré, te haré colapsar por mí
Te robaré y te disfrutaré
Me visto y me preparo para ir a visitarte.
Llevo haciéndolo desde hace bastante tiempo, desapareciendo en el momento justo para que no me descubras.
Camino rápido hasta tu apartamento y trepo por la fachada hasta quedar cerca de la ventana, para poder observar el momento en que te metes en la cama. A los pocos minutos lo haces y, después de esperar a que te duermas, entro en tu habitación.
Me situo al lado de tu puerta, como cada noche desde hace semanas y te observo dormir. Tus pestañas creando sombras sobre tus pálidas mejillas ¿Estaria bien si te beso?
Estoy grabado en tu corazón
Así que incluso si muero, viviré allí por siempre
Ven aquí bebe, tú invocaste al monstruo
Entraré a tu corazón
Algo en tu habitación llama mi atención. Un calendario en la pared. Mañana será 29 de Febrero, el día en que nuestras vidas cambiarán para siempre. Nuestro vínculo crecerá esa noche, nada volverá a ser igual, seremos uno de nuevo.
Me acerco a tu cama, subiéndome encima tuya como he hecho tantas veces desde que supe que eras mio. Acaricio tu cara y beso una de tus mejillas ligeramente. Conseguire entrar en tu corazón y corroerte por dentro. Serás mio.
Pequeño, consigues despertar al monstruo.
Arrastrándome, arrastrándome, arrastrándome
Arrastrándome, arrastrándome, arrastrándome
Arrastrándome
Miro el reloj de tu mesita de noche, la una menos siete, es hora de marcharme. Rozo tus labios con los mios y salgo por la ventana antes de que te despiertes y enciendas la luz, como cada noche en estos dos meses conmigo.
Esos dos meses donde conseguiste al monstruo.