Chanyeol subió en el autobús. Delante de él, un cabizbajo Kyungsoo avanzaba hacia el asiento de la parte trasera. Allí es donde Chanyeol le había indicado que quería sentarse. El alto pagó por los dos, y se sentó junto al menor, que trataba de esconder sus mejillas pálidas y heladas por el frío de la nieve que caía en la calle en la pomposa bufanda que llevaba puesta. Pronto el vehículo arrancó y las casas comenzaron a moverse a gran velocidad a través de los cristales, hasta casi parecer una macha de color para nada uniforme. Estaban atravesando una autopista kilométrica que tardarían horas en cruzar. Al otro lado de los cristales podían ver el mar. Era una visión preciosa. Había algunos barcos de vela arribando de una regata. Apartados a un lado, algunos pesqueros descansaban anclados al muelle. Chanyeol alargó una mano y la pasó sobre la rodilla de Kyung, quien dio un pequeño respingo. Chanyeol tuvo que ahogar una carcajada. Su novio realmente era tierno. Comenzó a dibujar círculos en el muslo del chico, trasladándose poco a poco hacia la cara interior del mismo, otorgándole unas caricias más suaves y lentas. Arriba, y abajo. Arriba, y abajo. Cada vez más cerca del miembro del menor. Sonrió al comprobar que el miembro del menor comenzaba a despertar bajo la tela. Tal y como pretendía. Kyungsoo casi había desaparecido tras la bufanda, sus mejillas ahora cálidas y tremendamente sonrosadas. El bulto de sus pantalones cada vez era mayor, y las caricias de Chanyeol más desinhibidas. La luna caía sobre el manto de estrellas y les brindaba la oscuridad que terminó de vestir de lujuria las pupilas del mayor. Alrededor, todos los pasajeros dormían o descansaban sobre el respaldo de sus asientos con los auriculares puestos. Chanyeol quitó su mano de la pierna de Kyung y este suspiró, aliviado. Pero no pudo reprimir un gemido cuando la mano de Chanyeol regresó, esta vez cargada de energía y directamente sobre su miembro.
Aquella sonrisa lasciva sumada a una mano amplia y de dedos largos palmeando su erección eran el combo que lo llevaría a la perdición. Casi quiso llorar de vergüenza cuando Chanyeol desabrochó la cremallera y el botón de sus pantalones y tomó su erección entre los dedos. "Pues hace frío hoy, eh." Dijo Chanyeol con toda tranquilidad, mientras Kyungsoo tenía problemas para no gemir. Chanyeol envolvió el semierecto pene y comenzó a bombearlo. Más, más y más rápido. Apretaba desde la base hasta la punta. Con la mano libre, girando sus caderas un poco sobre el asiento para estar más cómodo, Chanyeol aprovechó para acariciar los pezones del menor. Sin ningún tipo de pudor, adentró la mano en la camiseta del menor y comenzó a pellizcar sus pequeños y rosados puntos erógenos, retorciéndolos hasta dejarlos duros. Kyungsoo mordía la bufanda para no gritar. Viendo cómo los pezones se marcaban a través de la camiseta, Chanyeol se sintió satisfecho con su labor y dirigió la mano a la punta del glande del chico. Bombeó su miembro más fuerte y rápidamente, frotando su glande una y otra vez. Un espasmo sacudió a Kyungsoo, que abrió su boca y soltó un alarido de placer, derramando todo su semen sobre la mano del mayor, manchando también su ropa interior y su propio vientre. "No, ¡hace calor...!" Respondió.