Eran 5 días desde que Jimin se encontró con Jungkook después de vivir la experiencia de limpiar heridas cuidadosamente y solo beber café frente a ese cuerpo que parecía en coma pero aun respirando. Así que el anatomista volvió para hacer su último trabajo.
El chico le exigió que volviera a salir de la habitación. Jimin estaba preocupado de que Jungkook hacia todo muy rápido e hiriera al cuerpo. Pero no pudo protestar pues él era persistente y más molestoso. Cerró la puerta en su cara. Pues según dijo que así le quitaría el encanto.
Después de dos horas como si fueran días, Jimin se desesperaba pero al menos Jungkook salió con una sonrisa. Esta vez salió más fresco y nada como la última vez
-¿Sabes retirar puntos? –Jimin asintió no esperando esa pregunta. –Puedes limpiar heridas… Aunque no será necesario. El chico sana muy rápido. No sé si eso es bueno o malo pero supongo que algo bueno.
-¿Supones?
-Maldición... –Este veía su reloj. –Ahora si me voy. Asegúrate de hacer el trasplante de sangre correctamente, ¡llámame si ocurre algo de emergencia! y uh... –Jungkook le dio un abrazo repentino. –Espero seas feliz, hyung.
-Jungk-....
-¡Adiós! ¡No retires la manta de su cara hasta que no hagas el trasplante! ¡Te lo advierto hyung!
-¡A-adiós! –Con un nudo en la garganta se despedía. Trabajó con ese chico por más de dos años. De alguna manera le extrañaría.
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Al siguiente día no fue menos tenso, trabajaría solo, y debía hacer un trasplante de sangre y una extraña inyección. El procedimiento era un poco complicado pero Jimin manejó arreglárselas pues hasta tenía indicaciones en una gran pizarra y no había forma de que se equivocara.
La piel lucia muy pálida por lo poco que veía. Pensaba que una sangre más sana haría que se viera más humano. Recordó alguna vez que esta sangre era especial y contenía las propiedades que la otra no. En la sangre anterior había metales de todo tipo y eso era destructivo.
Había tantos pequeños puntos de heridas de vías intravenosas que Jimin sentía dolor y lastima de haber hecho otro pinchazo más. Pues este casi humano estaba siendo vaciado y rellenado al mismo tiempo.
Una alarma le previno, pues ya era hora de inyectar una vez más. Sintiéndose mal de maltratar al ser que imaginaba, que ahora estaba inconsciente, recobrándose. Comenzaba su trabajo con guantes y una inyectadora que contenía una especie de estimulante. Jimin le inyecto cuidadosa pero rápidamente pensando que estaba seguramente haciendo un mal trabajo, pues no sucedía nada.
Repico a Jungkook para reclamarle pues esto era hundirse en preocupación. El miedo de arruinar una nueva creación, ¿con qué derecho tenía el de arruinarlo? si era su más valiosa pertenencia.
-Jungkook-....
-¿Lo viste? –Jungkook decía como si fuera un regalo de una mascota. –Espero te guste porque me tomo sudar mi trasero por 6 horas por esa cosa…
-Jun-Jungkook…
-Oh mierda, ¿te acobardaste? Respira. ¿Qué hiciste? ¿Le inyectaste?
-Lo-lo hice pero-... ¿Ahora qué? Solo ésta allí respirando. ¿No debería despertar? ¿C-creo que lo hice mal? y-y… ¡Maldición Jungkook no debiste irte creo que se dañó!
-¡PARK JIMIN! no seas idiota… ¿Te está afectando la estatura? –Jungkook sabía que no era momento de bromas. Pero era la única manera que sabía de sacarle las piedras de la cabeza. –Ya hiciste la transfusión, inyectaste… ¿Colocaste el suero? Aunque… no, es muy rápido… Respira idiota, no están difícil ¿o sí?
-Cuando vuelvas juro que te haré pagar.
-Si, si como digas, cuando pongas el suero seguro despertará, lo importante es que respire. Abre otra vía intravenosa en un rato, es pan comido.
Jimin tuvo que pellizcarse para sentir dolor y poder retomar control del pulso. Este hizo lo indicado después de 10 minutos de ejercicios de respiración, y cuando terminó tomo el teléfono para volver a comunicarse. -Y-ya... Jungkook como-... –Jimin se le cortó la respiración cuando el cuerpo que veía, comenzó a moverse irregularmente.
Estaba convulsionado.
-¿Jimin? ¿Hola? –Jimin corrió hacia el cuerpo, no sabiendo que hacer. Para cuando fue cerca, se detuvo. Jimin se le abrieron los ojos en preocupación pues después, se quedó quieto
¿Se había estropeado? ¿había muerto?
-Park Jimin ¿qué ocurre idiota?
-No sé, ¡no lo sé! a-ahora mismo convulsionó y-y ¡Jungkook! ¡Convulsionó! Y ahora hay una alarma e-encendida. J-Jungkook que-que...
Pero alguien que desafiando las palabras de Jimin de pensar que no había funcionado, pues la alarma avisaba hace un segundo de ningún signo vital. Un hombre despertó en un gran respiro, tan hondo que hasta el chico desde la otra línea lo sintió. Había levantado medio de su cuerpo y sudor crecía en su frente y sienes. Ojos alarmados miraban a todos lados.
El pelirrojo perdió agarre de su teléfono móvil, cayendo y cortando la llamada. El hombre no paro de respirar y Jimin estaba inmóvil. Asustado, pero impresionado. El casi-hombre al parecer detecto su presencia, miro a Jimin doblando su cabeza a un lado, viendo como si él fuera un tipo de especie de otra dimensión.
Jimin tragó, pero los nervios no se iban.
De un momento a otro parecía tratando de hablar, o así pensó Jimin pues él hombre lucia a forzar su garganta, pero no salía nada y este toco su garganta como si sintiera dolor. Hasta miraba su brazo aun sanando. La confusión de las preguntas sin respuesta le invadían la mente y este se vio en pánico pues sus cejas lo dibujaban.
Cuando Jimin dio un paso, este hizo como un indefenso animal, alejándose, así que Jimin prefirió dar un paso atrás. Jimin realmente se acercó por una gran razón. Era exactamente igual al boceto, era verlo pero en dimensiones, y el científico sintió como si un regalo hubiera sido dado. Jungkook esculpió el rostro e incluso su cuerpo exactamente al boceto. Sus ganas de tocar su rostro eran enormes.
El hombre también parecía analizarle y perderse en solo verle cada movimiento. Jimin lo encontraba increíblemente fascinante pues su mirada era como la de un ser perdido. Fue entonces cuando sintió su teléfono vibrar en el suelo. Cuidadosamente tratando de no asustar al hombre frente a él. Bajo de forma lenta a recogerlo, contestando la llamada pero sin dejar de ver al casi humano.
-¿Jungkook?
-Bueno no soy tu madre si eso pensabas... ¿Estás bien? ¿Qué acaba de pasar que sentí que casi lloriqueabas?
-Estúpido… Esta d-despierto....
-¿¡Oh en serio!? ¿Funcionó? ¿Qué-que está haciendo? ¿Ya dijo algo?
-Me está viendo fijamente... Y me da miedo... –Jimin pudo sentir al chico reír desde el otro lado.
–Eso es bueno... Tal vez tenga hambre… ¿de ti? pero no permitas que coma nada a menos que sea de lo que te deje allí... ¿Cuál es su tono de piel?
-Estúpido… ¿Pálido? ¿Jungkook, ahora qué hago? me está viendo y no ve otra cosa... –Jimin pretendió una sonrisa, pero estaba más asustado que en toda su vida.
-Dale un tiempo, como 30 minutos y recuerda el suero, con eso será suficiente. Espera unas cuantas horas por si pide de comer ¡Asegúrate de tomar sensuales fotos!
-¡No hare tal cosa!
Jimin colgó pero eso no le ayudó en nada. Sintió un sonido y era la rechinante camilla que hacía notificación del movimiento de quien la usaba. El inhumano tocaba todo a su alrededor pero sus dedos no tenían manejo y se veía como un recién nacido, como si no fuera obvio, y entre jadeos como un animal en modo de lastima miraba hacia Jimin quien trato de hablar.
-No-no no puedes moverte. –Jimin hacía señas con manos. –Espera un poco más. –Pero él hombre no entendía y le miraba de nuevo arqueado su cabeza. Entonces Jimin recreo todo de nuevo y negó con su cabeza. El otro abrió un poco su boca. Aun así como si hubiera captado lo que le comunicaba. Parando de tocar sus heridas.
Fue después de dejar de tocar sus recién curadas heridas, el chico le miro un poco más, esta vez se veía como si sus párpados pesarán y el pelirrojo estaba a una casi cercana distancia pero el cuerpo de este en segundos cayó de nuevo atrás. Jimin le atrapó, evitando que la caída fuera muy fuerte tomándole del cuello y recostándole en la camilla de nuevo.
El científico pelirrojo durmió esa noche cerca de él, asegurándose de colocar una alarma que sonará cada hora por si despertaba pues no quería perderse de verle abrir los ojos de nuevo. No olvido darle el suero pues seguramente necesitaba fuerzas.
Era peli-negro brillante, tenía un torso varonil y su abdomen era fino pero plano y tal vez muy atractivo. Su mente había sido distraída por un mechón de cabello que cayó frente a sus ojos y este estaba mirando a tal mechón en molestia pues no sabía cómo hacer que se fuera. Entonces comenzó a soplarlo.
Jimin juró que jamás se había entretenido tanto con algo tan irrelevante.
~
-Presión sanguínea, normal... Temperatura, 35 grados... –Jimin estaba en la lejanía de un tapete sin colores. No era ni una cosa ni la otra. No despertaba pero si oía. –Musculatura, media alta... Piel, rayos UV no han afectado... Cabello rojizo, teñido... –Si Jimin tuviera mente para descifrar se oía como si un registro estuviera siendo hecho. Pero no sabía a qué asimilarlo, esto le estaba dando ganas de despertar. –Orejas pequeñas, espalda ancha, hombros pequeños. –Jimin se empezaba a mover en molestia, era una voz masculina no computarizada pero si tenía ciertas pausas robóticas. Robóticas, Jimin debía estar totalmente noqueado en sueño para no entender, abrió sus ojos y aunque seguía recostado en una mala posición, se dio cuenta que estaba tirado hacia un cuerpo que emitía calor. –¿Nervios activos? Pánico...
-Argh... demonios –Jimin levantó quejándose, su cuerpo bruscamente sintiendo el dolor de lo mal que había dormido. O el hecho de que durmió cerca del regazo de un casi humano.
-Ojos oscuros... Línea fina, mejillas abombadas, cuello ancho. –Jimin no lo podía creer, era su creación. Hablando, chequeándole. El científico parpadeo un par de veces tratando de captar al peli-negro.
El peli-negro parpadeo la misma cantidad y solo le miró sin expresión. Jimin no pudo mantener el contacto de ojos.
-Tolerancia visual, débil.
-¿Es-estás leyéndome?
-Efectivamente. Aunque el uso del argumento sea dado para muchos otros modos de expresión. No eres un libro, pero mi cerebro hace registro fotográfico del humano en frente... Si, leyendo. –El peli-negro confirmó en perfecta amplitud, para ofrecer una sonrisa que parecía espeluznante pues no era genuina.
-¿Qué-que haces? –Jimin realmente pensó que este tendría otro tipo de sonrisa.
-Mi mecanismo se revive solo y mis pulmones exigen aire puro, más las macropartículas no lo permiten. Mi estómago se encuentra en extremo vacío... –El inhumano seguía hablando y Jimin trataba de entender hasta que el mismo entendió que todos hacemos algo en algún instante, incluso respirar. Este nuevo ser claro le estaba dando la actividad en concreto de él mismo. Jimin hablaba con un genio, un tanto denso.
-Me refiero a cuando colocaste tus dientes y te pregunté la primera vez.
-Los músculos de mi cara lo hacían. –Este parpadeo y dio a responder.
-¿Sonreías? –Jimin recordó incorporar una amplia gama de palabras para que no naciera como un bebé. Eso le ayudaría a tal vez no sentirse a hablar con un niño. El peli-negro lo pensó mirando al suelo y mirando de nuevo a Jimin confirmando su respuesta.
-Sonreír, es correcto.
-Te falta práctica.
-¿Práctica?
-Lucías tieso... –Jimin nunca le fascinó tanto hablar.
-¿Es esto insatisfactorio para sus... expectativas?
-Solo un poco... Ya llegaremos allí. –Jimin dijo riendo. La forma en que el nuevo ser le hablaba y le dirigía su intriga al doblar su cabeza, le daba ciertas ganas de llenarlo de más lenguaje coloquial.
-Sentido del humor, medio alto... –Dijo finalmente. El pelirrojo nunca fue considerado en tener sentido del humor antes. Jungkook reiría si lo oyera.
Jimin se levantó y se dirigió a recoger su teléfono. Llevaba en el suelo un rato y estaba descargado. Seguramente Jungkook lo descargo en tantas llamadas recibidas.
-Amplitud trasera, piernas ejercitadas. Altura promedio. –Jimin juro que jamás pensó oír eso. ¿Acaso dijo que su trasero era amplio? –Reacciones adversas, no inmediatas. –Este volvió a decir mientras Jimin le miraba de boca abierta. El hombre solo parpadeo y miró como si no hubiera leído el trasero de Jimin.
No protestó, normalmente si se lo hubiera dicho alguien más como su amigo Jungkook, posiblemente le hubiera lanzado un zapato a su nariz extraña.
-¿Cuándo terminarás de leerme? – Jimin lo encontraba raro, él no era una zona de combate o de calle. Sus creaciones anteriores leían ese tipo de cosas.
-Su cuerpo es un estado cambiante y fascinante. El mío es fácil de leer porque es propio. Pero terminar de leerlo tomará un largo tiempo hasta entenderlo. –El casi hombre expresó con sinceridad.
-¿Qué harás si un día no puedes leerme?
-No encuentro por qué no... –Comentó. Jimin asintió y prefirió preocuparse en otra cosa. Como el hecho de que Hoseok estaba desnudo caminando por su sala. Jimin no leía a la gente pero se martilló la cabeza un par de veces cuando le echó un vistazo a su espalda y anchos hombros, sin olvidar que su cara cayó en rojo cuando vio su trasero. Mordió su labio y cerró sus ojos.
En estos momentos le tenía un tanto de agradecimiento y cólera a su viejo amigo anatomista.
-¿N-no tienes frio? –Jimin mordió su labio definitivamente no estaba en el mejor estado mental. Estaba siendo atrevido para ver que reacción tendría este renacido.
Al pelirrojo realmente no le importaba ayudarle a vestir formalmente.