En el pasado Park Jimin era un hombre solitario. Lleno de tornillos e ideas interminables. Incluso proyectos en medio de su mesa de nuevos inventos. En las noches cuando construía o atornillaba cosas, se frustrada y miraba a un lado para encontrar todo un vacío de lugar. Las ganas de comentar algo o saber más que solo a lo que se dedicaba le era grande.
En el pasado.
-¿Es esto necesario? La libertad de mi cuerpo me es más cómoda. –El inhumano comentaba. Jimin le vestía mientras el recién nacido acababa de tomar una ducha, donde Jimin se encontró debatiendo con el sobre los componentes de un simple shampoo.
-No puedes ir desnudo por las calles... –Jimin reía. Suponía que el medio robot aprendería después de la importancia de la privacidad. –Listo. Después compraremos ropa un poco más grande.
A pesar de ser un científico nunca pensó en cosas como acomodar una habitación para el inhumano, mucho menos comprar ropa o básicamente enseñarle como es la rutina de una persona normal. Pero ahora que lo vivía, pues se arrepentía de no haber planeado esos detalles.
No quería recordarlo pero tampoco pensó que el robot desarrollaría los problemas matutinos que todos tienen. Como una erección en las mañanas. Jimin debió lidiar con ignorar el miembro todo el rato en que le ayudó a bañarse. Pero pudo aguantarse de mirarle indiscretamente por un buen tiempo.
Por ahora Jimin debía buscarle un pasatiempo, pero contestar llamadas le interrumpía porque su compañero Jeon Jungkook parecía una colegiala emocionada por saber qué hacía el medio robot. Incluso insistía que debía hablar con él.
Caminaban por el lugar, y el inhumano paró en medio de las escaleras de gran altura que dirigían a su habitación.
-¿Qué sucede? –Jimin volteó y vio como este miraba alrededor en su alto cuerpo. El pelirrojo no lo decía pero este hombre lucia demasiado humano para que alguien pensara que había sido creado solo hace menos de unos días.
-Instintivamente mi cuerpo ha desarrollado un tipo de miedo a esta altura de tus escaleras. –Este tenía sus ojos abiertos y si no fuera porque, Jimin pensaría que esa era una cara de pánico. El científico sonrió pues eso era un progreso sumamente rápido.
-¿Tienes vértigo?
-¿Vértigo? Pues es un desagradable sentir. –El peli-negro era honesto, y Jimin no podía estar más feliz. Subió los pocos escalones que ya había bajado y se acercó a este quien le miró a la expectativa de su cercanía.
-Te ayudaré a bajar, ¿Q-quieres tomar mi mano? –Ofreció y el peli-negro lo hizo sin problemas, sintiendo que este tenía una buena temperatura.
-Fascinante, tus dedos tienen más grosor que los míos pero no son más largos. –El peli-negro analizó las manos que ahora estaban juntas, mucho como acercándolas a su cara.
Existían miles de prototipo de robótica humana ahora que Jimin lo pensaba, más aún no había oído de alguien como él medio humano que tenía al lado. Si lo observaba bien, no tenía imperfecciones y eso aunque fuera no-creíble era cierto. Las uniones de su piel eran exactas a la de un humano. Sus dedos, pecho y espalda igualmente. Jimin se dio muchas cachetadas mentales cuando se encontraba viéndole de esa manera. O más porque el inhumano captaba cada centímetro que movía ya fuera de su cuerpo o cara.
Jimin no prestó más atención porque le parecía peculiar pero no menos lindo. El peli-negro era como un niño explorador. Cuando ambos trataron de bajar el primer escalón, El pelirrojo no quiso pensar cosas pero juraba que el inhumano había apretado más su mano y no sabía por qué eso lo ponía un tanto nervioso. El peli-negro podía caminar sumamente bien, solo que si te fijabas más, podías ver que aún tenía movimientos un tanto mecánicos.
Una vez en el firme piso, Jimin en la encrucijada de ver que podría conseguirle al peli-negro solo se le ocurrió la TV. Tal vez un poco de programas de variedades podría hacer que el medio robot entendiera mejor el dialecto informal y los sentidos del humor. Incluso podría copiar las expresiones de rostro. El peli-negro no se vio en problemas y e hizo lo que Jimin le indicó, sentarse a ver.
Jimin por otro lado se sentó en su mesa de trabajo que estaba no muy lejos, casi paralela. Permitiéndole ver al peli-negro en ángulo de frente. Le pareció chistoso que el hombre parpadeaba más de la cuenta y movía sus ojos captando cada cosa que ocurría en el programa. No podía creer que era un hombre de semi-maquinaria, que fue creado de las manos de Jungkook y el.
Menos el saber que tenía compañía.
-¿Puedo saber el curioso acto de mirarme de esa manera? –Jimin dejo de pensar cuando se dio cuenta que ahora el peli-negro no veía televisión si no a él. –Han sido un total de cinco veces en lo que van de las 3 horas, exceptuando la primera vez que hablamos.
-S-solo pensaba.
-¿En qué? –El peli-negro quería saber más pero su celular móvil estaba siendo sonado por una llamada entrante. Era Jungkook.
-¿Y bien como va tu luna de miel? –Jungkook decía desde la otra línea y Jimin podía imaginar su cara idiota de divertido. –¿Funcionó el pene como esperábamos?
-Jungkook, no es una luna de miel, estúpido…
-¿Ah no? Entonces hazlo por la ciencia. No duré horas construyendo un miembro para que no lo uses Jimin. Deberías pasármelo, quiero hablar con él. ¿Está desnudo?
-¡No, no lo está! Y no creo que sea buena idea que hables con él.
-Tonterías, pásamelo y le daré algunos consejos. –Jungkook daba a decir y Jimin quería saber cómo darle un golpe a través del teléfono.
-No, no hablaras con él. El solo ve televisión… Vuelve a tu trabajo. –Jimin colgó la llamada, casi jalando sus cabellos. Todo con Jungkook era así y seguramente le atormentará toda la vida hasta que le diga que se acostó con el robot o algo parecido. Cosa que a Jimin le avergonzaba mucho, no que viera al peli-negro como un inocente ser pero realmente sabía que ignoraba muchas cosas.
Por ejemplo, el hecho de su razón de haber sido creado.
Jimin no tenía idea de cómo le haría saber al peli-negro que realmente lo creó para que fuera su pareja, pero no quería apresurarse. Él sabía que eso ya no sonaba tanto como algo en nombre de la ciencia.
Pero definitivamente trataría de ir lento.
~
En toda esa semana, el peli-negro hablaba sin parar. Este se enfocó en temas de la vida de Jimin. Conociendo que Jimin vivía solo y que no tenía familia viva cerca ahora en sus tempranos 20s. Tomó en cuenta las reglas y en lo que consistía su trabajo, y preguntó hasta lo más mínimo del uso de todos los aparatos y cosas cotidianas que estuvieran a su vista. Siempre sacando a flote su peculiar forma de hablar y dar opinión de las cosas.
Incluso había días donde debatía ciertos temas como que eran sentimientos malos y buenos. Que algunas veces personas se beneficiaban del sufrir de otros y viceversa.
Hubo momentos donde explicarle porque es necesario mentir y de las cosas que jamás debía confiar.
El científico no podía negarse en su interior que en cada conversación, el medio-robot le daba debilidad por sus extraños encantos. Eso le daba más ganas de proporcionarle todo lo que un humano necesitara. Porque el peli-negro solo necesitaba adoptar cosas sencillas para ser perfecto.
Y algo más que cosas se sencillas.
Un nombre, necesitaba un nombre. Cada vez que el pelirrojo quería dirigirse a él, no sabía cómo llamarle. Haciéndolo un poco frustrado.
-Necesitas un nombre.
-Estoy verificado, como J-H0P1.
-Eso no es un nombre. –Jimin sonrió un poco cuando oyó eso. Ya recordaba a lo que se refería Jungkook cuando le dibujó aquella vez.
-Es esto otra... ¿cosa? Si eso. –El casi hombre hablaba casi como para si mismo para volver a fijar ojos con el pelirrojo. –¿Es esto otra cosa para llenar expectativas? –Jimin lo pensó casi haciendo un gesto de llevar la contraria pero hizo un sí y un no con su cabeza dejando al peli-negro en confusión. Si el peli-negro tan sólo se diera cuenta cuantas expectativas Park Jimin tenía en él. –¿Cómo debería interpretar eso en señas?
-¿Un tal vez si?
-Eres un hombre muy indeciso. –El casi hombre dijo sin problemas. Dejando al de menos altura sonreír, la opinión de él peli-negro era sinceramente algo que no le molestaba oír.
-Solo piensa... Buscaremos un nombre con significado. Puedes buscarlo en Internet... –Jimin necesitaba un pasatiempo para el joven peli-negro así que Internet sería una buena forma de comenzar. Este lo sentó a su lado y colocó su ordenador a un lado para que Jimin pudiera estar cerca si necesitaba algo o tenía una duda. Así él podría trabajar en las cosas que abandonó hace meses por el peli-negro. –Uh... preferiblemente busca un nombre que sea de nuestro idioma...
-Entendido. –El peli-negro se volteó y comenzó a escribir, eso fue inesperado pues que tuviera la habilidad adquirida tan rápido era impresionante. Jimin quería ver qué cosas buscaría y leería o le saldrían pero debía trabajar y dejarlo ser.
-¿Eres tu mi padre? –Dejó lo que hacía cuando vino esa pregunta.
-No...
-No puedo tener un nombre si no tengo padres. No podemos hacer esto... –Este dijo rindiéndose, y Jimin sintió que había cometido un error por un segundo pero lo esfumó de su mente.
-La ley permite que podamos cambiar nuestros nombres, no solamente padres pueden. Es una decisión libre... –Jimin aseguraba. Aunque le preocupara ahora cual era la perspectiva de él peli-negro hacia él. Pues un padre no era tan genial. –Solo busca algo con que te sientas identificado.
-Me siento identificado como J-H0P1...
-Pero necesitas un nombre, así como yo, como Jimin.
-¿Debería llamarme Jimin? –Este estaba confundido.
-No nono... –Jimin exhaló. –Algo que te defina.... algo que representes.... déjame ver... –Jimin en el nerviosismo de acercarse tanto al casi hombre buscó nombres con significados. Había muchas opciones y ya entendía porque el peli-negro se paraba por cualquier división. El solo trataba de seguir los parámetros.
Miró al peli-negro por un instante y pensó que era él durante todo este tiempo desde un principio.
Él era la única oportunidad de Jimin de poder no sentirse tan sólo después de varios años. Su compañía.
-¿Qué clase de expresión es esa? –El inhumano le interrumpió.
-¿Uh?
-No importa qué pero no logro identificar las expresiones cada vez que miras mi rostro... Tus ojos parecían emitir algo.
-E-eso... Mira... a-aquí hay algo. –Jimin trató de ignorar el tema, él ni siquiera sabía que sentía ahora mismo cuando pensaba en le inhumano. ¿De verdad había captado todas las miradas que le echaba? El pelirrojo había colocado las palabras que le vinieron a la mente mientras trataba de disolver los pensamientos y como era de esperar, un par de nombres vinieron a flote.
Hyoseok, Hoseok, Minseok.
Ambos leyeron los nombres y terminaron viéndose las caras de nuevo en regreso. Jimin le miró esperando una respuesta.
-¿Y bien? ¿De estos tres cual te agrada?
-¿No es esto parte de tus expectativas? En ese caso deberías elegirlo.
-Eh, Pero-...
-No tengo interés en identificarme yo mismo, si me permites expresar sinceridad. –El casi hombre expresó en forma monótona. –No tengo problema en que quieras nombrarme a tu gusto.
Jimin tomó aire cuando este tan cerca le miraba en tanta calma a semejante petición. Pero prefirió concentrarse en lo importante. Re-leyó los nombres.
-¿Hoseok?
-¿Uhm? –El peli-negro levantó sus cejas levemente al oír el nuevo nombre. Jimin pensó que fue perfecto porque podría imaginarlo llamándole así miles de veces.
-Park Hoseok. –Jimin dijo. –Serás registrado como yo, e-espera aquí... –Este tomó su teléfono para hacer una llamada a quien sabía le ayudaría en todo esto sin meterlo en un problema. El ahora llamado Hoseok, arqueo su cabeza y miró mientras Jimin caminaba en algo como un círculo estropeado. –¿Namjoon...? Si-si Park Jimin... si ha pasado un tiempo. Escucha... quería saber si podrías hacerme un favor... –El hombre desde la otra línea preguntaba qué clase de favor. Inmediatamente aceptando. Conocía a Jimin, juntos trabajaron en el pasado para la armada de acuerdo a maquinaria. –Algo como... registrar a alguien... –El hombre dijo que no había problema y que podía llegarse hasta su casa en un par de horas si no había problema. Jimin acepto y miró sonriente desde el otro lado al peli-negro.
~
-Ha pasado un tiempo Jimin... –Un alto moreno en uniforme de aviador entraba al lugar, un maletín en mano. Jimin hizo puños con él y le dejó entrar guiándolo hasta su laboratorio.
-¿Ahora trabajas volando? –Jimin decía mientras caminaban por el gran lugar.
-Es... relajante... –Namjoon comentaba, observaba el lugar del científico. Realmente él tenía muchos trabajos pero aviación era un pasatiempo, después de todo trabajaba en cubierto. –Y dime... ¿Un registro uh? Tienes algún familiar nuevo en-... –Namjoon cuando entró al lugar con Jimin dejo de hablar para ver a un alto peli-negro sentado viendo atentamente televisión. Jimin sonrió humildemente. –Pensé que sería un pequeño de ocho años... no un joven adulto...
-Tal vez tengo el aspecto de un adulto pero soy el más joven de este espacio... Solo llevo menos de 7 días de nacido. –El peli-negro respondió por sí mismo, ojos sin quitar la vista de la televisión.
-Si... olvidé comentarte eso... se llama Hoseok... yo... lo creé.
-¿Disculpa? –Namjoon dejo de pensar bien para mirar con locura al pelirrojo. –¿Estás bromeando no? –Jimin negó con su cabeza.
-Ya oíste... Tiene menos de 7 días de nacido...
-Maldita sea ¿En qué me metes? –Namjoon comenzó a estresarse. –¿Me llamaste porque es ilegal cierto? Ah, pues claro qué pregunta tan estúpida... –Namjoon cerró sus ojos tratando de ignorar tanta información.
-Lo siento, pero solo confió en ti cuando se tratan de estas cosas. –Jimin confesó. –Y necesito que le des un registro legal para que no cause problemas.
-¿Ya tienes una cuartada? –Namjoon comenzó abrir su portafolios, sabiendo que darle más vueltas al asunto sería inútil.
-Pues... solo quiero que tenga mi apellido y sea llamado Hoseok oficialmente.
-Bien, para eso ambos deberían ser registrados como familiares o una unión matrimonial. –Namjoon dijo en calma sin problemas mientras sacaba varios papeles. Jimin quedó sorprendido. –Te recomiendo que sea matrimonio porque sería un poco extraño que tuvieras un hermano de un día para otro, más que tus padres sino me equivoco ya no existen...
-¿Ma-matrimonio? –Namjoon asintió. –Pero-...
-Hey, no te preocupes, puedes divorciarte fácilmente... yo te divorcio en caso tal... –Namjoon hablaba más que todo para tener una respuesta rápido e irse, y también jugar con la tensión que formaba el menor. Su ubicación era mejor mantenerla bajo perfil así que debía estar en constante movimiento para que no tuvieran su exacto paradero. –¿Qué dices?
-Casarse eso-... No sé si Hoseok está de acuerdo-...
-Pregúntale. –Namjoon arrugó sus hombros. Jimin sintió mucho miedo y desventaja sobretodo inseguridad. Como preguntas algo así tan de pronto. –Vamos...
-Ho-Hoseok... –Jimin tragó hondamente. De saber esto tal vez no hubiera llamado a Namjoon. Se supone que un matrimonio implica muchas cosas. Miró a todos lados viendo si había otra forma de resolver esto. En qué demonios se había metido. El peli-negro le miró atentamente. –¿Te casarías conmigo? –Jimin dijo y aun no sabía cómo. El peli-negro arrugó sus cejas.
-¿Establecer un vínculo conyugal? –El peli-negro recitó de acuerdo a su conocimiento adquirido. Jimin asintió sorprendido, aunque era de esperarse de él. –Está bien.
-Bien Jimin, felicidades... –Namjoon levantó una ceja y sonrió de lado, entregando papeles para que fueran firmados. –Oye tu... ven aquí, necesito tus huellas.
Jimin no leyó papeles ese día. Realmente Namjoon fue quien le indicó donde firmar cada cierto tiempo. Hoseok hizo todo lo que le indicaron, no protestando ni mostrando efecto en el en ningún momento. Para cuando Jimin se dio cuenta el alto moreno aviador estaba dando su despedida entre sienes y se fue dando una sonrisa.
Jimin realmente quería ir lento, pero ya estaba casado con Hoseok, su robótica creación.
~
Excepto que ya no eran amigos y estaban más que como casados. Jimin no recuerda haber caminado a su cama de vuelta y menos recuerda haber sido acobijado cómodamente. Pero así despertó. Sentía que había dormido más de la cuenta. Solo hasta que oyó a alguien a su lado y casi cayó de la cama.
-Tú cuerpo muestra estar descansado. No hay señales de estrés pero tus nervios han tenido efecto a mi voz. Tienes reflejos altos. –Hoseok concluía y Jimin comprendía que esta era una de sus lecturas cuando casi hizo que se le parara el corazón por un segundo.
-¿¡De-de donde apareciste!?
-Siempre he estado aquí, pero si lo piensas no puedo aparecer a menos que sea un tipo de imagen con resolución.
-¿M-me trajiste aquí?
-Efectivamente. –El ahora llamado Hoseok afirmaba. –Tu posición anterior podría haberte lastimado. Los huesos humanos no tienen tanta resistencia.
-Oh... Gracias Hoseok.
-De nada. Además estamos casados y es mi deber. –Jimin podría jurar que se ahogaba en su propia saliva ante lo normal que el peli-negro se refería a su unión.
-¿Cómo sabes que es tu deber?
-Dijiste que los libros no mienten, excepto en las situaciones variantes pero ¿no es esto lo que hacen las parejas-...
-Sé que dije eso pero... olvídalo.
-Olvidado. –Hoseok obedeció a la idea. No era tan difícil de borrarlo de su sistema.
-¿Se-seguro que estás de acuerdo con esto? –Jimin mordía su labio, no todos los días estas casado con un robot humano. –Sé que fue todo muy rápido y-...
-Las expectativas de Jimin hacia mí me... ¿gustan? –Hoseok dijo levantándose de su cama y tratando de explicar lo que para él es el extraño sentir de las emociones. Jimin no podía creer lo que este estaba diciendo.
Antes cuando era más joven. Jimin temía a ser rechazado. Normalmente las personas no buscan cumplir las expectativas de los demás, y que algo que ni siquiera fuera humano estuviera diciendo que le agradaba los torpes movimientos de Jimin hacia su cercanía le agradaba pues le hacían tibio su corazón.
-¿Te gustan? –Jimin repitió.
-Correcto, y me intrigan. Tienes un efecto en mí. –Hoseok dijo más en un hecho que confesión. Sin vergüenza o represión. –Deseo saber más de ellas. –Este exigió, y Jimin no podía estar más feliz. –Oh, tú corazón vuelve a acelerarse. –Hoseok percibía, miraba en intriga. –¿Es esto otro tipo de emoción? –Jimin sonreía gentilmente y asintió. –Hoseok se acercó a él y tocó su frente y cuello buscando un punto más exacto de circulación. –No identifico las irregularidades pero se mantienen estables.
Jimin no quiso explicarle a Hoseok que tal vez estaba desarrollando sentimientos hacia el porque el mismo no sabía si era atracción o un simple interés pasajero.
Ese día ambos querían desayunar, estando Hoseok más acostumbrado al desayuno humano, disfrutaban comer. Sobre todo el peli-negro que le gustaba mezclar todo. Haciendo no tan apetecible ciertas comidas. Jimin se acostumbró a ignorarlo pero era un tanto desagradable.
Teniendo el primer bocado en su paladar después de servir platos, Hoseok soltó ciertas palabras repentinamente.
-Hace 70 minutos con 56 segundos me vi en obligación de contestar tu teléfono móvil y tener una charla con tu amigo Jeon Jungkook. –Hoseok comentó aun no tomando el primer bocado. Jimin paró de comer y levantó su cara para verle. Sentía que la desventaja de su vida privada había sido descubierta a través de un dientón amigo suyo.
Pero en el fondo de él, tenía sólo una pequeña esperanza de que el narizón no haya dicho nada.
-¿Y...uh... que-que te dijo...?
-Explicó las necesidades básicas de Park Jimin. –Hoseok frunció el ceño y levemente arqueo su cabeza. –También me hizo jurar y nunca olvidar que debía satisfacer tu problema de sed sexual de cualquier manera.
Jimin pensaba que ahogarse era algo a prueba de tontos pero realmente él supo que era ahogarse en su propia saliva ese temprano comienzo de mañana.
-Oh ¿experimentas un ahogo...? –Hoseok ofreció un vaso de agua, tal como si no hubiera admitido que Jeon Jungkook le hizo meterse en su juego estúpido de juramentos de sexo.