Parecía que los días con Hoseok solo eran más interesantes y más cómodos para el científico. Su cercanía volvía a mejorar desde que el medio robot ya no estaba enfocado en estudiar todo lo relacionado con sexo. De hecho era agotador. Un gusto agotador, si era específico.
El cuerpo de Hoseok se había vuelto más sensible y muchas cosas podría decirse, le excitaban. A veces hasta encontraba doble sentido a las cosas, algo que dejaba sin aire al pelirrojo y le volvía cereza de sonrojo.
Pero más que eso, ahora había algo que a Jimin no le dejaba la cabeza en paz, y era cuanto tiempo durarían él y Hoseok juntos. Si bien calculaba, Hoseok era un robot y podía ser renovado hasta hacerle vivir unos años más en caso de presentar algún problema, pero Jimin era carne y hueso, su tiempo de vida lo decidía el destino y eso le asustaba.
También estaba el hecho de que probablemente el envejeciera mucho más rápido que el medio robot, y no creía que Hoseok le quisiera así, aun no sabían si existía amor entre ellos. Después de todo Hoseok apenas sabía que eran los sentimientos.
-¿Puedo saber qué hace que te desconectes del tiempo y espacio? –Hoseok estaba frente a él, era hora de cenar así que le desconcertaba como Jimin aún no hacía las acciones correspondientes al día, como estar trabajando o hablar con él por ejemplo. El pelirrojo salió de su burbuja y le sonrió en forma de disimular el hecho de que estaba preocupado de algo lejano a su juventud.
-No es nada importante, solo... ideas… ¿Quieres comer frente a la tv? –Jimin le quitó el bowl a Hoseok lleno de comida y le dejó el de palomitas.
-¿No es esto considerado un modo de sedentarismo? –Hoseok dijo recordando las mil y un cosas que leía diariamente.
-Somos sedentarios Hoseok, no podemos salir de aquí realmente. –Jimin recordaba su oficio. Salir casualmente no era conveniente a menos que se comunicara con Namjoon o alguien que le protegiera, y menos ahora era seguro desde que tenía a al medio robot.
-Moriremos muy jóvenes entonces. –Hoseok concluyó detenidamente, Jimin levantó su mirada y le vio a los ojos. Después volvió al televisor y tragó tanto que escuchó el sonido.
-Hoseok... –Jimin comenzó de nuevo y el medio robot a la rapidez de segundos de sus ojos, miró al pelirrojo. Jimin hacía lo contrario. –¿Qué te parece morir al mismo tiempo?
Hoseok estuvo en mucho silencio. El no comprendía aun los enigmas de la muerte, había tantas teorías, tantas creencias e historias relacionadas a ella, que nunca comprendía a la exactitud lo que consistía.
-¿Tienes la expectativa de morir juntos? –Hoseok le dio la vuelta al asunto y vio lo que Jimin aún no veía pero que encajaba a la perfección.
El científico al parecer si tenía esa expectativa.
-Hoseok, creo que ya es hora de que conozcas a Jungkook. –Dijo mientras tocó su pierna. Hoseok arqueo su cabeza mientras pestañaba a la repentina decisión.
~
-Estas simplemente loco.
Era fin de mes, estaba todo helado y la nieve comenzaba a hacer montañas. Finalmente Hoseok pudo ver quien era su segundo creador y consejero de los secretos de Jimin, Jeon Jungkook.
-No, no lo estoy. –El hombre acababa de llegar y cuando vio a Hoseok, paró su caminar y quitó su abrigo, dándoselo al peli-negro.
-Hola Hoseok, aquí tienes mi abrigo, guíndalo y tráeme una botella de agua. –Hoseok esperaba una sacudida de manos, o un abrazo por como mucho a lo que entendía los humanos en costumbres de recibimiento.
-¡Jungkook!
-¿Qué?
-Hoseok no es un mayordomo. –Jimin dijo molesto, caminando hasta donde sin permiso alguno, se sentó Jungkook en el sofá cruzando sus piernas. Y Hoseok solo podía ver literalmente estacionado, la interacción de ambos. Jimin jamás tuvo emociones así con él. –Hoseok, no busques nada.
-Hoseok, tu amo está loco.
-Yo no soy su amo y Hoseok, tira su abrigo en el suelo. –Jimin Cruzó sus brazos y Hoseok no obedeció del todo, cosa que hizo sonreír a Jungkook. –Estúpido, es obvio que no lo hará, tiene educación.
-Creo que me prefiere a mí. –Jimin rodó sus ojos y le miró nada divertido. Cosa que hizo que Hoseok hablara.
-Siendo totalmente justos, prefiero a Park Jimin... no tengo más que un vínculo social hacia Jungkook. –Jimin sonrió ante eso y miró a Jungkook orgulloso y hasta un tanto más enamorado del medio robot.
-¿Entonces amas a Jimin? –Jungkook se acomodó en su asiento y trato de sacar más jugo, esto era entretenido.
-¿Amarlo? –Hoseok miró confuso.
-Sí, amarlo...
-Jungkook, no creo que Hoseok sepa que incluye eso-...–Jimin fue a interrumpir, a veces el dudaba que Hoseok pudiera llegar a un punto en decir eso, apenas es que le estaba enseñando lo que eran los afectos y el humor. Sin olvidar que solo ahora se acostumbraban a la intimidad.
-Silencio Park, él debe saber. –Jungkook era directo y hasta curioso, y casi no tenía vergüenza. Jimin por otro lado quiso pegarle en la nuca. –Entonces Hoseok, ¿Crees amar a Jimin?
-No lo sé. –Hoseok dijo en definitivo, pero Jungkook era molestoso y no se quedaba enfrascado en uno solo.
-¿No lo sabes? ¿Que sientes por Jimin? ¿Lo deseas, cierto? –Hoseok no contestaba pues estaba analizando la situación.
-¡Jungkook para! –El científico se estaba molestando y estresando, pero Hoseok está vez le miraba fija y seriamente.
-Mis deseos son compartidos con Park Jimin y han sido cumplidos hasta ahora.
-¿Te han gustado?
-Mi conclusión ha sido que sí, me gusta Park Jimin. –Hoseok dijo mirando a Jungkook.
-¿Quieres pasar el resto de tu vida con este enano?
-Jimin no es enano, su estatura es estándar y no tengo otros planes más que estar a su lado, además estamos casados, actualmente estoy desarrollando una relación sentimental con él. –Hoseok dijo analizando todas las cosas, incluso si por alguna razón su cuerpo no quería estar con Jimin pues eso sería imposible, estaban casados después de todo y era cierto, Hoseok jamás se ha podido imaginar con otra persona más que con el científico.
-¿Casados? –Jungkook dijo mirando a Jimin como si hubiera descubierto una de sus fechorías, Jimin le miró mal después de sonreír melancólicamente al oír a Hoseok hablar de él en esa manera.
-No me mires así.
-¡Te lo agarraste todo para ti! Por cierto… Así que te tiras-..... –Jungkook no pudo seguir hablando cuando Jimin tapó su boca, comenzaría a hablar cosas innecesarias y a eso no era a lo que había venido.
-Hoseok tira su abrigo allí y siéntate, vendré en un momento. –Jungkook fue prácticamente empujado hacia el patio de vidrio transparente.
Hoseok decidió observarlos desde lejos, mientras se sentaba frente. Jimin cruzó sus brazos y esta vez fruncía el ceño, y miraba a Jungkook como si fuera una alimaña, algo que Hoseok trataba de entender por qué no lo hacía con él.
-¿Con que casados, eh? –Jungkook se reía. –Pensé que solo lo harías por la ciencia.
-No seas estúpido, tú mismo le metiste la idea en la cabeza de que estuviera conmigo.
-Y como lo disfrutaste...
-Escucha, necesito que me hagas este favor. –Jimin no quería seguir en el mismo ciclo de las bromas, necesitaba respuestas.
-No, no lo haré. –Jungkook dijo recostándose de uno de los vidrios del gran patio. Jimin le miró incrédulo y decepcionado, la última vez el comprendió y le ayudó.
-¿Por qué no?
-¿Si quiera te estas oyendo? –Jungkook le miró mal, de todas las cosas que Jimin le había pedido, esto era lo que menos quería hacerle burla. –¿En serio perdiste la cabeza?
-No, no lo he hecho, con una buena planeación y llevando a cabo el procedimiento, puedes hacerlo justo como hiciste con Hoseok.
-Claro que no, Jimin.
-¿Solo no quieres hacerlo verdad?
-No voy a matar a mi propio amigo. –Jungkook dijo por último y salió del patio, dejando a Jimin en lo mismo, solo que afectado y un tanto triste pero sobre todo decepcionado. Él tenía esperanzas después de todo.
Ese día Jungkook paso el día con ellos, conversó con Hoseok, hasta le hizo un chequeo por lo bajo de si sentía algún problema con su mecanismo y sistema pues había que cuidarle aunque fuera una media máquina. Igualmente estaba seguro que Jimin hacia eso muy seguido.
Prometió volver y se despidió obviando totalmente el tema por el que vino. Cosa que dejo a Jimin cerrando la puerta de mala gana y Hoseok le miró tal vez más de la cuenta.
-¿Ocurre algo de lo que ignoro?
-Eso... –Jimin bajó su cara y exhaló. –Quiero que ambos nos vayamos juntos... –Jimin dijo en una pequeña sonrisa agridulce. Hoseok no sabía a donde irían, ni la razón por la cual Jimin lucia en su rostro algo que le hacía sentir pesada su garganta. Algo hondo y triste.
Hoseok entendió que Jimin quería ser como el, que le había pedido a Jungkook construirle exactamente como el, reemplazando ciertas partes de su cuerpo. Jimin quería que Jungkook hiciera una operación que no era segura porque las probabilidades de que muriera eran de un 50%, que le volviera mitad inhumano y así vivir tanto como Hoseok. El peli-negro comprendió que Jimin no quería abandonarlo. Que Jimin no quería morir primero y que lo que más le preocupaba es quien hablaría con Hoseok cuando nadie estuviera.
Jimin lloró por primera vez delante de los ojos del peli-negro, apretó sus manos y le abrazo hasta dormir sobre su cuerpo.
El medio robot sin embargo nunca le dijo que no durmió esa noche, que su cerebro jamás pudo desconectarse y que sentía mucho pesar cuando la idea de ellos no volviendo a estar juntos venia. Que la imagen de Jimin llorando ocasionaba sentimientos tristes o melancólicos en él.
Hoseok no quería cambiar nada de lo que actualmente experimentaba desde que despertó frente a Jimin y aunque fuera una clara lógica, quería saber qué sentido tenía sepárales y no volverse a ver.
Hoseok no quería que Jimin cambiara ni se operara.
~
-¿Señor Park? –El hombre de entregas había llegado y traía las flores congeladas del mes que tanto había pedido Hoseok. El peli-negro había caminado a la puerta de frente, acertando en que era el hombre de las entregas, solo que este era otra persona a la usual que venía, y por eso le estaba confundiendo con el verdadero señor Park.
-No, pero se las daré. –Hoseok tomo las flores y firmó para cerrar puertas. Estas eran flores en su propio empaque que las mantenía en su delicado y fresco estado.
Hoseok se sentó a leer las indicaciones, siempre las leía cada vez que adquiría un producto y eso le tomaba 10 segundos. Era la misma política y no había cambiado el modo, ni tiempo de duración una vez que habrías esos empaques.
Hoseok las compraba porque así no saldría y tendría que dejar solo a Jimin. Además que el pelirrojo científico siempre le recalcaba que no saliera de casa, porque había muchas cosas que tal vez Hoseok no comprendería. Si acaso que saliera con Jungkook, cuando eran más jóvenes, claro.
El peli-negro tampoco tenía alguna atracción por salir o algo parecido. El solo quería quedarse con Jimin, y leer frente a él o conversar si algo venía a él, aunque Hoseok estaba 99% seguro que el científico no le respondería, después de todo hablaron mucho en el pasado, así que no era nada nuevo.
Hoseok sacó la flor morada de su empaque y con los líquidos que hacían que duraran más de un mes, lo vertió en el florero y colocó la flor de tallo cortado. Hoseok tomó el florero y lo llevo a la sala. Jimin debía gustar de esta, pues el pidió que hiciera una lista de flores después de todo. Esa era la única que no había podido conseguir pues era muy extraña, pero finalmente la tenía. Hoseok la colocó en la mesita cortada de mármol blanca, y tomó su libro.
Últimamente leía mucho, tal vez porque le daban más idea que pensar y analizar las cosas de la vida. Le daba temas de conversación y hasta confusión, pero le agradaba leer, era televisión en tu imaginación. Agradecía mucho que Jimin le introdujera a este medio de entretenimiento si era sincero.
Hoy, si no calculaba mal, llegaría Jungkook en cualquier momento, hubo un problema con su piel, estaba más madura y Jimin siempre le preocupaba el estado del cuerpo de Hoseok así que llamar al viejo amigo era casi una costumbre desde que presentó pruebas de crecimiento en su semblante.
Hoseok no sabía si eso era de preocuparse, pues se sentía bien. Pero no le gustaba contradecir a Jimin con sus expectativas hacia él aunque pasaran años.
-¿Por qué no ha tocado la puerta? –Hoseok levantó su cabeza automáticamente. Jungkook siempre toca la puerta en un estilo de melodía cuando venía. Jimin decía que era su forma de desesperarte y sacarte de quicio las canas. Hoseok lo veía divertido y original algunas veces.
El medio robot se levantó. Acomodándose para ir, últimamente notaba que su cadera no era igual, de hecho ya no era tan ágil, solo esperaba que eso no hubiera afectado el sexo con Jimin. Aunque sus quejidos nunca decían lo contrario en términos que según explican un buen momento íntimo.
-¿Recibiste entrega? el camión sigue afuera. –El anatomista llegando a casa y dejando su abrigo rápidamente en manos del peli-negro. Saludando al robot humano con un golpecito en su hombro y entrando ya como si fuera su casa. –Mantienes este lugar intacto, me impresiona.
Hoseok sabía que a Jimin le molestaba este acto desde que lo vio pues le reclamaba a Jungkook de que no tratara al medio robot como si fuera un mayordomo.
Cosa que Jungkook nunca dejó de hacer.
-Gracias. –Hoseok iba a ofrecer algo de tomar, pero el mayor le dijo que no y decidió caminar hasta la sala. No sin antes saludar.
-Ah, Hola Jimin. –Hoseok se sentó seguida y atentamente escuchó, no sin antes ver a Jimin e imaginar lo mucho que se hubiera molestado por un saludo tan informal. –Bien, tengo tus resultados.
-¿Y qué dicen?
-Pues... estas envejeciendo. –Jungkook dijo como lo más obvio del mundo. Y Hoseok asintió, tenía sentido, ya habían pasado 30 años y aunque Jungkook usara miles de productos, se le notaba los rasgos de la vejez. Hoseok apenas había comenzado a envejecer el año pasado, aun conservando su joven lucir, pero ahora se enfermaba más a menudo y debía tomar medicamentos muy amenudo.
-Estoy de acuerdo. –Hoseok dijo después de pensar en los síntomas que presentaba, no le hacía menos triste o más feliz pero si algo pensante.
Cosa que Jungkook notó enseguida, la creación de él y principalmente de Jimin se volvió pensante enseguida que le dijo. El anatomista aun no lo podía creer cuando le veía en directo. A veces ni se recordaba cómo demonios habían creado un hombre, un casi hombre y vivo. Algo que nadie sabía, y como le prometió a Jimin, tampoco nadie lo sabría. Hoseok pudiera ser el explotar para la sociedad si supieran de él, además que seguramente terminaría como rata para laboratorios y le harían experimentos y análisis demás, le someterían a las cosas más insólitas solo por lo asombroso que era en su especie de carne y huesos.
Pero eso no valía la pena, Hoseok era su amigo y Jungkook ya había cumplido con Jimin, fuera lo que sea que le hubiera pedido, esto era suficiente prueba para decir lo buen amigo que era.
-¿Ocurre algo?
-Actualmente no ocurren cosas de las qué preocuparse, pero a mí me siguen viniendo a la cabeza y creo que si me preocupan... –Hoseok dijo frunciendo el ceño.
-¿Y eso puede ser...? –Jungkook creyó entender lo que querría explicar el peli-negro. Sin embargo quería oírle.
-¿Significa que estoy más cerca de ir con él? –Hoseok le dijo viendo a un lado. Donde estaban las cenizas de Jimin restando junto a su flor. Jungkook sintió mucha pena pero sonrió y logró darle una cara de consuelo un tanto alegre. Hoseok era simplemente magnífico y fiel.
-Por supuesto.
-¿Incluso si no soy igual que él…? Veras, he leído mucho sobre la muerte y hablan de encontrarse con quien realmente llegó a amarte...
-Estoy seguro que te reencontrarás con el Hoseok, creo que hasta ya te quería antes de que fueras creado. –Jungkook dijo recordando esos días. –¿Estás seguro que no quieres acelerar tu muerte? –Jungkook dijo y sonaba fría la propuesta pero a él le preocupaba morir antes que Hoseok y que su cuerpo lo usaran. Que ocurriera lo que ni él ni Jimin querían.
Hoseok negó viendo a sus manos, Jimin le dejo un anillo como regalo, y el peli-negro nunca se lo quitaba.
-Bien, entonces no hay más que hacer. –Jungkook se levantó, si seguía pensando en el asunto se pondría sentimental y él era Jeon Jungkook, el no haría esas cosas frente a su viejo amigo después de todo. Hoseok entendió que era hora de despedirse y le dio su abrigo al anatomista. –Vendré en unos meses a verte, espero que la vejez no te afecte.
-Hasta pronto.
Hoseok cerró la puerta y volvió a su lugar habitual. Viendo a Jimin, no sabía que pensar pero estaba emocionado de imaginar que tal vez ir con Jimin ya no sería tan largo como los últimos dos años.
Fueron tantos buenos momentos o al menos, que a Hoseok le gustaron, que no supo cuándo comenzó a deteriorarse su estado. Jimin en ese entonces envejecía, pero eso no paraba lo mucho que Hoseok le parecía fascinante o atractivo. Su piel seguía suave y solo tenía líneas de expresión.
Cosa que Hoseok por mucho que quisiera borrar de su sistema, algo le obligaba a no hacerlo. Cuando Jimin dijo que no quería revisar su cuerpo o ir a un médico, le causó mucha confusión al medio robot. No sabía exactamente por qué ahora Jimin que le cuidaba tanto, y le preocupaba estar juntos por un largo tiempo, de un día a otro no le permitía hacer lo que tenían planeado, que era durar el más tiempo posible.
Eso llevó a su primera pelea. Hoseok sintió ese furioso caos del que nunca había vivido antes y del que siempre tenía curiosidad.
Es que Jimin le hizo sentir emociones que seguro jamás hubiera experimentado con otros.
Jimin estaba envejeciendo, eso lo comprendía, pero no entendía por qué había deteriorado tan rápidamente o al menos se sentía así porque él no envejecía al mismo tiempo y como quería hacerlo. Sin embargo con todo eso, a pesar de lo que Hoseok pensaba que debía durar viviendo, supo que al menos Jimin vivió muchos años. Que su salud fue buena y que aguantó lo suficiente.
Pero tampoco entendía el hecho de que le decía que moriría feliz.
A veces leía tanto de personas que se separaban por la muerte que le hacía asemejarse a su historia con el pelirrojo, aunque estaba seguro que era su cerebro el que lo hacía asociar esas cosas. No entendía que era ir al más allá y hasta ahora tampoco sabía dónde exactamente había ido Jimin, pero fue de un momento a otro que lo encontró sin responderle.
Recuerda que todo fue cuando menos lo esperaba pero cuando más lo sintió. Jimin no tenía signos vitales y eso hizo que Hoseok despertara de golpe. Encontrándose que Jimin había ido a un lugar mejor.
Si era sincero, la mayoría de las veces se encontraba preguntándose si él podría ir y cuando lo haría.
Cosas así le llegaron a concluir que extrañaba a Jimin.
-¿No crees que Jungkook aun siga tratándome igual, cierto? –Hoseok habló hacia dirección de la flor y mesa de mármol. –Creo que estoy listo para verte de nuevo. Al menos un 70% de mí lo está...
No sabía si Jimin estaría actualmente tan nervioso como aquella vez que le contó sobre sus días de espera por Hoseok. Pero podía imaginarlo y esperaba que fuera igual.
~
-¿Cómo te sientes? –Jungkook revisó al medio humano y quitó su estetoscopio.
-He estado mejor... –Hoseok comentó desde el sofá de la cama.
Había pasado un año y no sabía que la vejez fuera tan destructiva. Al menos Jungkook dijo que su sistema tenía un largo periodo para lo que Jimin y el habían calculado. La descomposición sucedió más rápido por tener una fecha de vencimiento a largo plazo por así decirlo.
-Me alegra oír eso y seguro que a Jimin aún más. –Jungkook dijo sonriendo por lo bajo. Era una lástima no saber si haberle hecho ese cambio al científico le hubiera dado más tiempo de vida.
-Jungkook, ¿le has llevado las flores? –Hoseok no había podido pararse por sí mismo desde hace una semana, así que Jungkook había estado haciendo el favor.
-Creo que no estaba feliz de que se las llevara yo, pero no te preocupes. Las tiene...–Hoseok analizó el chiste y rio un poco. Jimin fue quien sacó su lado de humor cuando llevaba un año junto. Fue un área que le costó mucho a Hoseok realmente.
-Hey, Hoseok... –Jungkook miró sus signos vitales, estaban bajando por cada día. Hoy era el que más le preocupaba a Jungkook y el cual más vigilaba. –Estas cerca, no tardarás mucho, sé que sufres...
-No realmente, ya he sufrido. –El peli-negro confesó calmado, sus ojos realmente le pesaban. Jungkook había cuidado muy bien de él y eso lo agradecía. Pero estaba desesperado por irse y aunque Hoseok sabía que los minutos jamás se alteraron, se sentían más lentos.
-Dale saludos de mi parte ¿Bien? –Jungkook bromeó y Hoseok solo tenía su mirada hacia las cenizas. –Solo no le digas que robé su colección de autógrafos...
-Entendido...
-¿Estás listo?
-Creo... que un 90% de mi está listo.
Hoseok realmente quería irse ya, realmente su cuerpo estaba insoportable de aguantar, pero no podía dejar de ver a él lugar donde estaba la flor.
Jimin aún seguía siendo fascinante.