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Right behind you. por deep desire

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Notas del capitulo:

hey! Lunes... como siempre es un jodido pesado :c, pero espero que les haya ido bien! estoy actualizando antes de ir a terminar los trabajos pendientes :c así que espero alegrarles un poco el día a quien lea este fic <3 gracias por leer! 

Ry


 


 


“Libertad condicional”


 


 


He tratado con mucho esfuerzo el no revelar nada, y he logrado distraerlo de su objetivo… no contaba con que este chico fuera tan perspicaz. No sé la razón pero cada vez que miro a sus ojos, me siento incómodo, como si hacer contacto visual fuera suficiente para que él pueda ver a través de mí. Siento que todo lo que pienso, él ya lo sabe y eso es muy escalofriante.


Todas sus amenazas sobre violarme, la verdad, ni siquiera las creí, pero cuando él dijo exactamente lo que estaba pensando, sentí mucho miedo por primera vez en tres años.


Traté de mantenerme en calma y desviar la conversación a una negociación…


– Hay algo que recordé recién ¿debería decirte? –.


Eso fue mi primer intento de negociar, sin embargo, el muy maldito ni siquiera reaccionó a ello… y lo que tenía que decir era algo muy importante.


Antes de que él me golpeara la cabeza contra el suelo y quedara inconsciente, dijo algo sobre que yo era más pequeño que él… pues está en una gran equivocación. Yo soy quien estudió su ficha y pos supuesto que sé todo sobre él.


Su estatura es de un metro setenta y seis centímetros. Su peso es de setenta y cinco kilos. Según la foto que obtuve antes de vigilarlo, sus ojos son oscuros, el cabello opaco y un rostro común. Nada que destacar… pero ahora que lo he visto en persona y de cerca, muy de cerca, he descubierto que la foto que me pasaron… pertenecía a otra persona.


¿Cómo es posible que un chico con una cara común sea este chico que tiene una cara bastante atractiva?... creo que estoy en una muy grave situación. ¿Es posible que este no sea mi verdadero objetivo?...


¡No! No pude haber cometido un error de tal tamaño…


Observo sus rasgos con detenimiento… las descripciones de altura y peso parecen ser las correctas… pero ¿el rostro de la foto?... ¡Es completamente distinto al que tengo enfrente!


De todos modos, la información que él creyó deducir de mi altura y peso, son equívocas.


Mi altura es de un metro setenta y nueve centímetros y peso setenta y ocho kilos… bueno, esos eran mis datos hace un año… creo que quizá he bajado de peso por las tantas noches con pesadillas y los días de vigilancia. Aún así, yo soy más alto que él ¡Eso es información muy relevante! Es información suficiente para negociar mi libertad… al menos para mí lo sería.


– ¿Siempre te rindes tan fácil? –murmura Nathan con la cabeza gacha.


Vuelvo al presente y lo observo confundido. No comprendo a lo que se está refiriendo.


– No he estado más de una hora contigo y ya puedo decir que te conozco más de lo que tú te conoces –.


Lo que dice me pilla con la guardia baja… ¿Él dijo conocerme más de lo que yo lo hago?


– ¿Ah, sí? –digo con burla– Entonces dime cómo soy. Anda, te escucho.


– Todo tu ser me da pena y lástima –.


Eso es lo único que mis oídos escuchan cuando comienza a describirme… de alguna forma es doloroso escucharlo proviniendo de él… de sus labios… de su boca.


– Eres muy observador ¿no?


– No. Ni por asomo. Es sólo que de alguna razón eres como el agua.


– ¿Qué? –.


¿Cómo es el agua? Es líquida, sin sabor, sin olor, transparente y fría… eso quiere decir que soy una persona despreciable ¿no?


– Transparente si te observo –.


Ah… así que transparente… me siento un poco aliviado.


– Ry… no vas a decirme nada y no quiero tener que violarte, por ahora, así que te dejaré libre.


– ¿Eh? –exclamo sorprendido.


¿Me va a dejar libre así como así? Lo dudo. No le he dicho nada… pero ¿Por qué me estremezco al ver su rostro satisfecho? Tengo un mal presentimiento.


– Te dejaré libre –repite caminando fuera de la cocina y de mi vista.


– ¿Qué? –exclamo otra vez– ¡Oye, mocoso! ¡Vuelve aquí!


– ¡Estoy por llegar! –grita él riendo a lo lejos.


Maldita sea. Esto no me gusta nada. Todo tiene muy malos colores por venir.


Nathan vuelve unos minutos después con una sonrisa misteriosa.


– Tengo la sensación de haber sido usado y violado psicológicamente… –digo con desconfianza.


– ¿Y físicamente?


– Un poco –gruño enfadado.


– Bueno, tu “sensación” está en lo correcto –se ríe deteniéndose frente a mí. Retrocedo instintivamente y lo observo con cautela.


– ¿Qué planeas hacer? –murmuro.


– Bueno, Ry –se sienta en la mesita de centro y apoya la cabeza en sus manos. Sus ojos sonríen– Ya he escuchado todo lo que quería saber…


– Yo no he hablado…


– No hizo falta. Tenía mis teorías. Sólo quería una confirmación y tú me la diste con sólo mirarme –me guiña un ojo.


– No. Imposible…


– Viniste a matarme, eso lo sabía. Te convertiste en un perro del gobierno porque de otro modo te iban a matar, y eres un cobarde que prefiere matar a personas inocentes en vez de tratar de buscar una solución. Lo mismo le pasó a “El supremo hacker”. Ahora eres un asesino que mata porque o sino mueres… qué despreciable –.


Su rostro se ensombrece con repugnancia y la culpa junto con la vergüenza, me atacan fuertemente.


– Peeeero~ –canturrea ahora sonriendo– Todo eso no importa porque si tienes la capacidad de sentirte culpable y avergonzado, significa que no todo está perdido. En el fondo eres mejor de lo que eres ahora…


– Deja de hacer eso –mascullo con la ira aumentando– Deja de decir todo lo que pienso y siento, sólo aumentas tus probabilidades de morir…


– Lo sé… –suspira con pena y miedo fingidos– Pero olvidas que soy más listo que tú… –.


Más listo que yo… entonces ¿Es posible que sea más inteligente que yo?... ¡Qué demonios! Eso es lo que está tratando de decir. Soy un idiota… ¿Cómo no lo vi antes?


– Tú –digo incrédulo– Tú cambiaste tus datos antes ¿no? Creaste un perfil y una ficha con un nombre que no es el tuyo. Con una foto que no es la tuya ¿cierto? –.


Sonrío. De verdad lo hago y se siente tan raro porque nunca he sonreído de esta forma. Saboreo la victoria porque descubrí su plan elaborado.


– Por favor no sonrías –dice Nathan totalmente serio– De verdad asustas.


– ¡¿Qué?!


– Dios, no sonrías ¡Maldición! –.


Se levanta y sujeta una almohada para después empujarla contra mi cara.


– ¿Qué demonios? –gruño molesto– Eres muy grosero.


– He dicho que no sonrías de ese modo tan… raro –murmura sin bajar la almohada– Te ves como un maniático trastornado. Asustas –.


Sin duda nunca más volveré a sonreír después de esto. Tendré un ligero trauma de por vida.


– Baja esta almohada –mascullo.


La baja con lentitud y mira hacia otro lado. Sus hombros tiemblan mientras se tapa la boca con las manos.


– Yo… –estalla en carcajadas y se sujeta el estómago cayendo de espaldas sobre la mesa.


– No veo lo divertido.


– Qué pena –resopla– Porque yo sí lo veo –.


Continúa riendo un rato más y observo el espectáculo con detalle. Su camiseta se ha levantado sobre su estómago y deja el descubierto algo de tersa piel tostada… de pronto mi mente comienza a tener imágenes erróneas sobre Nathan. Algo como mis manos tocando su piel y besando un camino hasta su cuello…


“¡No! No ¡No! No, no, no, no, no.”


No estoy pensando ese tipo de cosas por un hombre. No me jodas. Yo soy normal. Me gustan las mujeres adultas y bien dotadas en la cama. Los hombres siempre me han dado asco. Yo jamás, nunca, tocaría a uno por voluntad propia. Ni siquiera en mi mente.


Cierro los ojos con fuerza y apoyo la cabeza sobre mis rodillas.


“Yo no estoy enfermo. No estoy jodido. No hay nada mal en mí”


– Okey, ya está –dice Nathan sacándome de mi tormento– Ya me calmé… ¡Uf! Bueno, te contaré el chiste –.


Se reincorpora a su posición sentada y me observa sonriendo. Miro hacia el suelo. No pienso volver a mirar su rostro de nuevo. Quiero evitar cualquier tipo de… imagen o reacción a su persona.


– Hablaste de una ficha con datos falsos y también que yo lo hice… –ríe despacio– Pues, lamento decepcionarte, pero mis habilidades no van tan lejos. Eso es algo que estaría más a tu nivel. Por lo que me halagas al pensar que tengo tales habilidades, pero aún así, los datos y fotos que obtuviste son reales.


– Pero en la foto…


– ¿Tenía una cara común? –pregunta.


– Sí… también ojos oscuros y el cabello opaco…


– ¡Oh! ¿Tienen esa fotografía? Creí que la había borrado –se ríe.


– ¿Quieres explicarte? –aún mantengo la mirada en el suelo porque estoy tratando de controlarme para no perder los estribos.


He descubierto que mi temperamento empeora cuando este mocoso me provoca.


– La foto que tienes, es de cuando fui a sacar mi licencia de conducir. Ese día me habían gastado una broma y digamos que no quería que me reconociera nadie, así que utilicé una peluca junto con lentes de contacto.


– Qué infantil –gruño.


Se hace el silencio y me encuentro pensando en qué decir para que no sea incómodo.


“¿Qué demonios me pasa?”


– Oye, Ry –murmura Nathan.


– ¿Si?


– Mírame –ordena– Ahora.


– Bien –suspiro.


Levanto la cabeza y Nathan se acerca muy rápido, luego pone una mano en mi cuello y me sujeta firmemente para evitar que retroceda.


Su aliento calienta mis labios y miro sus ojos con horror.


– No huyas –murmura a solo centímetros de mi boca.


– No. Te. Atrevas –mascullo retándolo con la mirada.


– Adiós –sonríe.


Frunzo el ceño a la espera de su siguiente acción… solo que no tengo idea de qué pasa luego.

Notas finales:

¿Qué gará Nathan ahora que tiene a Ry? ¿Qué habrá hecho?

Bueno, nos leemos el próximo lunes! muchos besoos y abrazos y que les vaya bien esta semana! fuerza y ánimo! <3 

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