Nathan
“Divertido”
Se me fue de las manos. Toda la situación se me fue de las manos cuando deslicé mis dedos suavemente sobre su piel. Comencé a dejarme llevar por la curiosidad y terminé excitado y muy caliente sólo con frotarme contra su cuerpo musculoso.
Mis intenciones iniciales eran hacerlo hablar.
Se nota a leguas que tiene un poco de homofobia, y fue por eso que opté por torturarlo de esta forma… sin embargo no esperé a que tuviera tal determinación terca y orgullosa… por lo que las cosas tuvieron que ser más provocativas. No es que me queje, de hecho lo disfruté… mucho.
Me detuve porque no quería tener mi primera vez de esta forma. Bueno, no mi “primera vez”. Obviamente me he masturbado cuando ha sido necesario… pero esto era diferente.
Estoy sobre una persona y todo es completamente distinto y extraño. No esperaba reaccionar a él de esta forma… me refiero a que es un hombre. Los hombres van con las mujeres. Eso es lo normal. Como que me asustó un poco descubrir que un hombre me pudo hacer lo que otras chicas no pudieron.
Sin embargo no me demoré tanto en aceptarlo. Supongo que siempre estuve pateando para el otro equipo, sólo no había tenido la oportunidad para comprobarlo, o mejor dicho, descubrirlo… hasta ahora… y quién diría que sería con el hombre que admiraba. Supongo que puedo aprovechar un poco mi situación sobre él.
Después de que Ry sea liberado, no tendré oportunidad de tenerlo de nuevo. Lo veo en sus ojos. Él sólo quiere matarme por tocarlo de ésta forma, y estoy seguro que planea arrancarme las bolas porque logré que se le parara. Yo… ¡un hombre lo excitó!...
Ry está ardiendo en ira y asco por dentro. No es tan difícil adivinarlo.
Pienso que si está dispuesto a hablar luego, voy a besarlo, y deseo hacerlo, así que ruego a todos los dioses para que se mantenga callado.
Pongo mi mano sobre su entrepierna y ejerzo un poco de presión. Él gime y yo me acerco a su rostro hasta que estoy a menos de medio centímetro de distancia.
“No hables y déjame hacer lo que quiero”
Cuando gime frente a mis labios, pienso aprovechar la oportunidad para meter mi lengua dentro de su cavidad e invadirlo por completo, pero sus labios se separan y el gemido en su garganta es silenciado.
– No. Detente. Para. Hablaré. Aléjate. Vamos, aléjate –masculla– ¡YA, MALDITA SEA! MOCOSO REPUGNANTE. ALÉJATE DE MÍ ¡¡YA!! –.
Sus gritos me asustan y con cada palabra me encojo por dentro. Lo miro a los ojos y sonrío con tristeza.
Era de esperarse. Lo supe desde que empecé con esto. Al menos pude tocarlo… aunque nada se sintió como si fuera suficiente, mis estúpidos intentos por conformarme son inútiles. Aún quiero más.
– Bueno, comienza. Soy todo oídos –sonrío y me siento a su lado.
Mi erección ha ido desapareciendo poco a poco debido al impacto de sus palabras, y por lo que veo, la de él también.
Debería sentirme avergonzado y humillado por lo que dice, pero no me siento de ese modo. Me siento victorioso y un poco feliz. Pude descubrir algo sobre mí que no sabía. Todo gracias a él. Así que he ganado mucho y él ha perdido un poco de su hombría. Se siente como a la victoria.
El que Ry esté vivo después de tres años desaparecido, y que haya tenido esta oportunidad de “atacarlo”, me hace muy feliz también. Sin embargo, si pienso un poco en lo que pasará luego, sospecho que habrá una pelea muy fea… justo ahora no quiero pensar en liberarlo. Me da un poco de miedo su estado emocional. Se ve como un león muy cabreado que solo quiere atacar para matar.
– ¿Piensas hablar luego o prefieres otra motivación más? –murmuro mirándolo de soslayo con una sonrisa divertida.
– Te voy a castrar. Lo juro –sentencia entre dientes.
– Te creo pero ¿Por qué? No veo tu verdadera razón. ¿Fue porque te excitaste? ¿Porque un hombre te excitó? ¿Porque tu orgullo fue de algún modo “violado”?
– Porque los que son como tú, deben ser eliminados.
– ¿Hackers o los homosexuales?
– Ambos.
– Qué pena tu forma de pensar –suspiro– Pero creo que tú también estás un poco mal. Después de todo, uno como yo, te hizo conseguir una erección...
– Enfermo. Marica…
– Vaya, qué bien te describes –lo provoco– Vamos ¿Tienes más adjetivos que te describan?
– Te mataré –gruñe con una vena en su frente que sobresale por la ira.
Sonrío mientras observo su rostro y su pecho desnudo. No lo noté antes, pero es atractivo y me aventuro a decir que me gusta. No lo digo desde el modo de admiración, sino que del tipo sentimental. Su cuerpo está bien definido y marcado. Puede que tenga un par de centímetros menos que yo, pero aparentemente su estructura lo compensa sin que se note la diferencia de portes. Es más fibroso al parecer…. Pero de igual forma débil, si hubiera que medir fuerzas conmigo, eso es lo que pienso de acuerdo a lo que he visto de él.
El color de sus ojos es verde marino, y cuando se excita, cambia a un intenso verde oscuro. Tiene varias cicatrices que son irregulares, pero solo lo hacen ver más real y humano, de otro modo sería demasiado perfecto.
Si tuviera que describirlo, no encontraría otra palabra que no sea “real”. Si tuviera que compararlo con otra persona, diría que no tiene igual. Si tuviera que juzgarlo, respondería que parece un hombre distante, de mala actitud, arrogante y con aire de delincuente matón…
Jamás esperaría que éste sujeto sea un geek.
Creo que he podido ver todo esto de él porque he descubierto esta parte oculta de mí.
Ry tiene facciones definidas y fuertes. Sus manos son grandes y sus dedos largos… pero su boca… sus labios son los que de pronto se han comenzado a ver muy tentativos…
– ¿Qué? ¿Tienes algún problema? ¿Quieres dejar de mirarme, mocoso? No sonrías de esa forma –gruñe Ry frunciendo el ceño y arrugándose como un abuelo.
Supongo que estaba soñando despierto.
Comienzo a reírme cuando mi mente crea imágenes de Ry sonriendo… es difícil imaginarlo de ese modo, y es absurdamente cómico tratar de crear una imagen de ese tipo.
Me levanto de su lado aún riendo y voy en busca de mi té ya helado. Lo bebo de una sola vez y lavo la taza. Confirmo la hora en mi reloj y suspiro.
– ¿Sabes? Tengo toda la tarde y parte de la noche también –murmuro– Depende de ti si me das lo que quiero de buena manera.
– Maldición –masculla moviéndose desesperado– Tú sabes por qué estoy aquí. Lo investigaste solo. Entonces ¿Qué quieres escuchar? No hay mucho más que puedas saber.
– Te equivocas –me cruzo de brazos apoyándome en la barra de la cocina– Enumeraré lo que no sé. No sé porqué el hacker más grande del mundo desapareció. Tampoco sé porqué tú desapareciste. No tengo idea de qué haces matando personas. Tú no eras un asesino. No entiendo qué pasó –cada cosa que decía la iba enumerando con mis dedos.
Ry solo me observa en silencio nuevamente. Se ve más tranquilo ahora, como si ya hubiera olvidado todo lo que hice.
Yo, por otro lado, no puedo evitar revivir cada una de las cosas que le hice, y todo lo que vi de él…
– ¿Deberé hacer más esta vez para que hables? –amenazo.
– Púdrete –responde con odio líquido en la mirada– ¿Quieres saber qué pasó? ¿Qué gano yo con eso? ¿Acaso me liberarás?
– Ganas conservar tu tan preciado “orgullo masculino” ¿No es suficiente? –.
Enarco una ceja y veo cómo aprieta la mandíbula. No sé porqué lo provoco, con cada cosa que le digo, sólo estoy cavando más profunda mi tumba.
“Ry está enfadaaaadoo~”
Mi mente canturrea eso y sólo me sirve de incentivo para sonreír aún más.
De verdad estoy muerto.
– Vamos, Ry, habla.
– … –.
Silencio.
Me pregunto si él desea que haga más cosas con su cuerpo… o me está probando para ver qué tan lejos puedo llegar.
– ¿Ry? –pregunto apartándome de la barra y avanzando hacia él– ¿Crees que no soy capaz de violarte? –.
Sus ojos se burlan de mí y yo sonrío con regocijo.
“¡Bingo! He dado en el clavo”
– Quiero que sepas que eres demasiado predecible. Estás pensando esto: “Mocoso de mierda, no eres capaz de hacer nada. Dijiste que te gustaban las chicas. No vas a violarme. Aunque tuviste pelotas para hacer lo que hiciste antes. Eres asqueroso, enfermo.” ¿Me equivoco, Ry? No creo estar muy lejos –.
Veo cómo sus ojos lo delatan. Ni siquiera debe decir que estoy en lo correcto…
Estoy bastante sorprendido. No sabía que él pensara que lo que hice fue parte de un plan. No fue así, todo fue a causa de los impulsos. De hecho lo que dije ni siquiera lo había pensado con anterioridad… simplemente hablé de acuerdo a lo que él me dio en ese momento.
– Eres como un libro abierto ¿sabías? Sólo es cosa de prestar atención y saber leer.
– Eres patético ¿sabías? ¿Tienes amigos? Dudo que los tengas. Te ves como un niño. Ni siquiera eres como crees.
– ¿A qué te refieres? –pregunto mirando sus rostro en busca de algo que delate su actitud.
– Hay algo que recordé recién ¿Debería decirte?
– Sólo si quieres –murmuro desinteresado.
El musculo de su mandíbula salta y veo cómo arde en enojo y frustración.
– ¿De verdad eres mi ídolo? –murmuro bajo como una pregunta para mí mismo.
Me lo pregunto seriamente porque… este sujeto es un lento en todos los sentidos. Ni siquiera puede pensar en cómo escapar o negociar un trato. En esto, hasta yo puedo decir que soy mejor que él. Es decepcionante descubrir algo así de la persona a la cual admiras.
– ¿Siempre te rindes tan fácil? –le digo mirando el suelo– No he estado más de una hora contigo y ya puedo decir que te conozco más de lo que tú te conoces.
– ¿Ah, sí? –se burla– Entonces dime cómo soy. Anda, te escucho.
– Eres egoísta, un perdedor, cobarde, idiota, pero sobre todo, das pena –digo con tristeza– Todo tu ser me da pena y lástima. A pesar de que creí que eras una persona diferente, te has revelado tal como eres en estos últimos minutos… –“Y a pesar de ser como eres, aún así, continúas gustándome”.
– Eres muy observador ¿No?
– No –digo riendo– Ni por asomo. Es solo que por alguna razón eres como el agua.
– ¿Qué?
– Transparente si te observo… –.
Muy a mi pesar, tomo una decisión que, tal vez no sea la mejor, pero es la más viable ahora.
– Ry… no vas a decirme nada y no quiero tener que violarte, por ahora, así que te dejaré libre.
– ¿Eh? –.
Sí… de todos modos todas las dudas y preguntas que tenía hace poco, ahora ya no las tengo. Él me dio las respuestas sólo con una mirada y un vistazo a su rostro.
Debo darle su libertad… tratos son tratos ¿no?