Siempre he sabido que no soy igual a los demás, más nunca lo demostré, pero un día te ví y todo cambio.
No recuerdo con claridad que es lo que sentí, solo sé que fue especial.
En la escuela no tenía amigos, nadie quería estar conmigo, crecí solo y acostumbrado a la soledad, era inteligente y buen estudiante, pero aun así nadie quería estar a mi lado. Fue por eso que forje mi personalidad y me volví frío, ya no quería que alguien se me acercara, prefería pasar las tardes solo, y en compañía de mi única amiga, la música.
Recuerdo que fue en primavera, cuando las clases comenzaban, yo iba a segundo de secundaria y tú también, recuerdo a los demás alumnos mencionar que te habías atrasado un año, pero nadie sabía porque, y tampoco conocían tu nombre, pues no hablabas con nadie.
Yo realmente no te preste atención.
Iba todas las tardes, luego del colegio, a la terraza y me quedaba admirando los alrededores, recuerdo que una tarde había llevado mi guitarra y estaba tocando, cuando tú te acercaste y te sentaste a mi lado, yo me sorprendí, nadie se me acercaba, pero tú eras diferente.
-Tocas muy bien ¿Podrías seguir?- Me preguntaste.
Yo no iba a hacerlo en un principio, pero luego me miraste a los ojos, eras realmente hermoso, y seguí tocando, tú comenzaste a cantar, y Dios mío, jamás había escuchado a nadie hacerlo de ese modo, aún recuerdo la melodía y la letra.
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En una tarde como esta, la primera nevada
Estaría muy feliz si tan solo pudiera llamarte
Ya ha pasado un año, pero aun no te puedo olvidar
Así que me digo a mi mismo, "Estoy solo"
(Regresa el reloj) Si tan solo pudiera regresar un año atrás
(Cambia mi corazón) ¿Seriamos diferentes ahora?
Sí, es una idea estúpida, pero, qué tal si...
Si te encuentro ¿Lloraría al verte?
El tonto de mí, no será capaz de decir nada
Dime...
"¡Feliz, feliz navidad! Hola ¿Cómo has estado?"
Cuando la nieve caiga,
¿Mi corazón se llenara y se cubrirá de blanco?
Perdón, no te trate bien
Esa navidad estaba lleno de arrepentimiento.
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Me impresionaste tanto, que me quede observándote con la mirada embelesada.
-¿Cómo te llamas?-
-Te lo diré si me acompañas mañana.
Y ese fue el comienzo de muchas de las tardes que ambos compartimos en la terraza.
Descubrí tu nombre "Baekhyun, Byun Baekhyun" Me dijiste, "Soy Chanyeol", "Te pareces a Yoda, por tus orejas" Fue lo primero que me dijiste, "Y tú, uno de los enanos de Blanca Nieves", "Jamás te metas con mi estatura, idiota".
No volvimos a separarnos luego de eso.
No me tomo mucho tiempo darme cuenta de que me había enamorado de ti, pues ambos nos complementábamos. Un día te compuse una canción de amor y te la cante.
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Voy a hacer que me ames,
Te amo
Soy feliz cuando estas Tu aquí
Solo te necesito a ti
Aunque no puedo decirlo ahora,
Aun cuando me pongo nervioso al mirarte
Yo siempre pienso en ti
Todavía no lo se
No lo sabes mi amor
Solo te necesito
Te deseo así, simplemente sigo mirándote
Mi mente está lleno de pensamientos de ti
Estoy tan feliz durante el día,
Que canto una canción para ti
En cualquier momento.
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Tú me dijiste que te sentías igual, y nos besamos, fue un beso tan dulce fue el principio de todo lo que comenzó tan bien y que ahora me causa tanto dolor.
Pronto se terminó el año escolar y dio paso a las vacaciones, teníamos más tiempo para ambos.
Yo sentía que a cada momento te amaba más, pero tú comenzabas a actuar de manera muy extraña.
Te veías cada vez más cansado, yo me preocupaba, enserio que lo hacía, y cuando te preguntaba, me decías que no me preocupase que todo iba bien.
Cuando se iba acercando el final de las vacaciones, me dijiste que ibas de viaje con tus padres y no sabías cuando volverías, pero que nos encontraríamos nuevamente en la escuela. Yo me sentía triste, no quería que fueras.
Cuando las clases nuevamente comenzaron, no volviste, la primera semana la pase solo, te escribía y te llamaba, pero tú no me contestabas, ya llevábamos un año de salir.
Apareciste una semana después, yo estaba realmente muy feliz de verte, pero tu estabas distinto, parecía como que te habías consumido, te pregunte si estabas bien, solo dijiste que fue un resfrió muy fuerte y que pronto todo estaría bien, decidí creerte.
Fue una de esas tantas tardes en la terraza, mientras tu cantabas una melodía muy triste -se podía sentir el dolor atreves de cada palabra- que mientras caían hojas de cerezo sobre nosotros, que te confesé por primera vez cuanto te amaba, tras mis palabras, tus ojos brillaron momentáneamente por la felicidad, pero luego fue reemplazado por tristeza, por verdadera tristeza, me dijiste "Yeol, lo lamento, no quería que llegase a esto, yo también te amo, pero no podemos seguir más".
Te pedí que me explicaras, te llore, tu lloraste, ambos estábamos mal, mas tu solo dijiste "lo siento gigante" y te fuiste, dejándome solo, te odie, ¡oh cuanto lo lamento ahora!
Cada vez que nos veíamos en clases, yo solo te ignoraba y tú, tú te veías realmente triste, cada vez estabas peor, cada vez más delgado, más ojeroso y más pálido.
Yo solo te veía de lejos y me preocupaba.
Ya casi estábamos terminando el último año, yo te amaba realmente, jamás volveré a amar a nadie como te he amado, hasta hoy día jamás he amado a nadie de ese modo.
Todo comenzó una tarde, en donde todos salían de la clase, y tú y yo éramos los últimos en la sala, tu casi caes, yo llegue a alcanzarte y no te paso nada, me abrazaste, pediste perdón y me dijiste que no querías perderme, que me extrañabas, yo no sabía que decirte y solo te acompañe a la salida y no hablamos más.
Unos días después saliste junto a los demás y yo quede último, ya no había nadie en la escuela, cuando salía del salón, te encontré tirado en el suelo a poco metros, me asuste, juro que lo hice y corrí hacia dónde estabas, te ayude a ponerte de pie, pregunte que te pasaba pero tú no me dijiste nada, te acompañe hasta afuera y tu padre te estaba esperando, le dijiste que te habías caído y él estaba realmente asustado, yo le pregunte que te estaba sucediendo y no quiso contarme, al igual que tú, y se fueron.
No volviste a la escuela y me preocupe, fui hasta tu casa y no encontré a nadie, una semana y no sabía de ti, realmente estaba volviéndome loco, hasta que tu padre me llamo, dijo que estabas enfermo y que te encontrabas internado, me indico dónde estabas, y cuando estuve frente a él, me lo dijo, caí de rodillas cubriéndome los ojos, realmente dolía, como no me di cuenta ¿Por qué jamás me lo dijiste? ¿Por qué así?
La vida sí que no es justa con las personas que más lo merecen.
"Mi hijo tiene leucemia, lo descubrimos hace unos años, y tuvo que dejar de asistir a clases, se retrasó un año por eso. Pero la enfermedad ya está avanzada, lo internaron durante las vacaciones, y estuvo con quimioterapia, pero nada funciono, él se, él está muriendo, no soporto verlo así, y tu merecías saberlo, pero él no quiere dañarte, por eso nunca te lo dijo, lo siento".
Sus palabras fueron puñales a mi corazón, jamás había estado tan triste, tú no lo merecías, no deberían terminar las cosas así.
Cuando entre a tu cuarto, te veías terrible, me causo tanto dolor verte conectado a tanto cables, todo era tan doloroso, me puse a llorar nuevamente y me arrodille a tu lado, cuando tu despertaste y me viste, también lloraste.
-¿Qué haces aquí Yeol?-
-Tu padre me llamo ¿Por qué no me dijiste?-
-No quería que estés así, lo siento.-
-No es tu culpa, pero debías decirme.-
-Lo siento, te amo Yeol, te amo de verdad.-
-Y yo a ti Baek, estaré contigo, siempre me tendrás a tu lado.-
Los días iban pasando y yo seguía junto a ti incondicionalmente, me dolía verte de ese modo, no iba más a la escuela con tal de que estemos juntos.
Con cada día que pasaba tu ibas empeorando, primero comenzaron los dolores, luego fue el cansancio extremo, la pérdida de apetito, lo peor fue cuando quedaste dormido por dos días completos, yo sabía que se acercaba el día, y cada vez dolía más.
Recuerdo cada palabra que me susurrabas, cada canción que cantabas, hasta que un día ya no podías cantar más.
El fin estaba cerca, la solo idea de perderte
me aterraba, me dolía y la impotencia se clavaba en mi pecho como una daga.
La vida era injusta, cómo podía llevarse a un ser con un brillo tan especial.
Cuando habiendo despertado, me viste tumbado a tu lado todo desalineado me diste la sonrisa más cálida que una vez he podido recibir, tomaste con lo que de tus fuerzas quedaba, una libreta que utilizabas para comunicarte: “Te amo Yeol”.
-Y yo a ti mi baekiie.-
“Deberías descansar un poco”
-Estoy bien amor, no quiero dejarte.-
“Está bien, deberías ducharte y afeitarte, te ves terrible Yeol”
-No puedo separarme de ti amor.-
“Yeol, no me gusta verte así, me hace sentir terrible, sabes que te amo con el alma y no quiero que sufras por mi culpa”
-No quiero hacerte sentir mal mi vida. Está bien, iré a ducharme a casa y volveré, te amo.-
Recuerdo haberme despedido con un beso, que se volvió prolongado y con sabor a añoranza y desesperación, me sentí extraño en ese momento, me preocupe.
“Te amo Chanyeol, no lo olvides”
-Volveré pronto.-
Y así salí de allí, el viaje a casa duraba, aproximadamente media hora y alistarme me tomo 15’, de los cuales sentí terribles, ya que una opresión se instaló en mi pecho, avise a mi madre que iba a salir y recuerdo que ella me había abrazado, salí de casa y fui por los 30’ de trayecto hacia el hospital, de un momento a otro el cielo había cambiado, nubes grises se alzaban feroces instalándose de manera violenta en el cielo, amenazando con descargar todo su contenido sobre las personas que por allí andaban sin paraguas en mano.
La opresión en mi pecho iba en aumento a medida que iba acercándome a mi destino, el aire irradiaba una pesadez que hacia doler a mis pulmones, caí en la cuenta que algo malo pasaba cuando ingrese al hospital, me dirigí a la habitación con el corazón en la boca y mis peores temores se vieron confirmados.
Ver a Baekhyun con los ojos cerrados y el rostro sumamente tranquilo, su tersa piel ya casi incolora y todos los cables que iban conectados a su cuerpo soltando un continuo pitido que lastimaban a mi corazón, eso me termino de romper, caí de rodillas, asustando a los allí presentes, recuerdo al padre de mi novio acercándose a mí y agachándose a mi altura para abrazarme, lloramos ambos “Se ha ido, mi hijo ya no volverá”, “Lo lamento, se cuánto te duele chico, pero pasara”, yo solo lloraba, mi Baek, el enano de mi vida había muerto y yo no estaba para acompañarlo en su último aliento.
Me sentía basura, una escoria, a cómo puede, me levante y me acerque a su inerte cuerpo y lo contemple por un tiempo.
Su padre se posiciono a mi lado y coloco una mano en mi hombro, me entrego un sobre y me dijo: “Suerte en la vida Chanyeol, él te quiso mucho”, se despidió y junto a la enfermera me dieron un tiempo a solas con él.
Lo tome del rostro y bese sus fríos labios, abrace su cuerpo sin vida y llore, llore sin consuelo alguno, no recuerdo cuanto tiempo habré pasado junto al cuerpo de mi amante, pero sé que fue el suficiente para dejarme grabado en alma y corazón todos sus rasgos.
Al llegar a casa, pase olímpicamente de la mirada de lastima de mi madre, subí a mi habitación y azote la puerta con rabia, me tire boca arriba en la cama y estirando la mano, tome el sobre, lo observe con miedo, lagrimas escapando sin compasión, hipidos lastimando mi cuerpo y mis músculos agarrotándose por el dolor, mi mente nublada por los recuerdos que estrujan a mi pobre corazón, que duda de si podrá resistir leer tus palabras plasmadas en un pedazo de papel, con decisión me siento y apoyo la espalda en la pared, rasgo con cuidado el sobre y extraigo de dentro un papel.
“Para Chanyeol, el amor de mi vida.
Amor cuanto lo lamento, si estás leyendo esto, lo lamento, solo espero que puedas perdonarme.
Nunca creí que podría enamorarme, sin embargo paso, y doy gracias por haber sido tú.
No sabes cómo agradezco el que me hayas amado, pero cuanto aborrezco el que haya sido yo al que tenías que amar, amor, tenía los días contados.
Recuerdo que fije mi mirada en ti el primer día de clases y me gustaste, y la primera vez que me anime a hablarte, fue especial, no creí que te iba a encontrar allí en la terraza.
Agradezco infinitamente a la poca vida que me quedaba, el que me haya dado el regalo más hermoso de todos, a ti.
Pero también la odio, por haberme apartado de tu lado, hubiera deseado tener una larga vida contigo Yeol, sos el ser más hermoso que se me cruzo en el camino, y quiero pedirte, que por favor no te desanimes por esto.
Vive tu vida amor, encuentra a alguien nuevo, y quiérelo aunque sea un poquito de lo que me quisiste a mí, no te quedes a la deriva.
Te amo Chanyeol.
Por siempre tuyo. Baekhyun.”
Mis lágrimas no tardaron encontrar camino fuera de mis conductos lagrimales, estaba drenando todo mi dolor, a gritos, no importaba cuanto llorara, gritara o me golpeara, él no volvería.
No sé en qué momento mi madre apareció para calmarme, pero lo logro, aun con sus brazos sobre mi cuerpo, me sentía vacío, pero por mi Baek que trataría de estar mejor.
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De eso ya pasaron varios años, hoy todo es diferente, termine a tiempo la secundaria, aunque me costo mantenerme en pie dúrate es tiempo, pero luche, me gradue y fui a la universidad, donde conoci a alguien nuevo, que me ayudo a reponerme, aunque no es Baek, es igual de gentil y amoroso, realmente le debo mucho, hoy dia soy un reconocido compositor y director de una compañía disquera, mi socio es un buen chico, Oh Sehun, mejor conocido como mi padrino de bodas.
Sí, me caso, ya es hora, debo irme.
-¿Estas listo gigante?-
-Si Sehuniie.-
-Vamos, Soo te espera.-
-Deja y guardo mi diario.-
-De seguro Baek estará feliz por ti gigante.-
-De eso estoy seguro, Sehun, a pesar de todo lo sigo manteniendo en mi corazón.-
-Lo se Chanyeol ¿Ahora, recuerdas las palabras?-
-ACEPTO.-