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SIN NOMBRE por 691396

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Notas del capitulo:

Este fic es un poco lento, lo admito, pero T_T ¡ustedes son malos!

No continuaré ¡Disparame! hasta que alguien comente en esta historia.

jejejeje

 

 

Cap. 09

 

Gaara

 

Los besos siguieron, el ambiente comenzó a sentirse caliente ante los toques y caricias que ambos comenzaron a darse.

Naruto en todo el tiempo que daba caricias al pelirrojo permaneció con los ojos cerrados, de un momento a otro los abrió mostrando un brillo peculiar en ellos, posándose una sonrisa algo sádica en sus labios.

-¿Qué pasa mi amado cachorrito, no quieres jugar? –Sonrió –porque yo me muero de ganas por hacerlo-.

-Bueno yo…

El galeno se quedo sin palabras.

-shhh –calló al otro con un dedo –solo déjate llevar, ten por seguro que lo disfrutaras mucho más que antes –volvió a sonreír para terminar de quitarle la camisa al pelirrojo de forma delicada, parecía como si tratara de no lastimar esa fina porcelana que Gaara tenía por piel, comenzándola a besar.

-¿Que haces? –Preguntaba un poco extrañado ante el toque –no fuiste así antes.

-¿Aún lo recuerdas? –Su voz sonaba grave, se estaba burlando –eres más lindo de lo imaginaba, por eso me encantas.

-¿Cómo no recordarlo? –Dijo en tono frio –te aprovechaste cuando estaba vulnerable-.

-¿Qué?

-Fue mi primera vez, so bruto, dolió como el demonio, en esa época  tenia 16.

-Je je je –Rio con malicia –entre más te miro más me gustas –se lamió los labios –no puedo aguantar más, te deseo, te quiero tener ya mismo –casi gritó para apoderarse de nuevo de los labios de Gaara, terminándole de quitar la camisa y comenzando a bajar la gomilla del pantalón, no sin antes comenzar a marcar su cuello, ese delicioso y delicado cuello que cualquiera quisiera tan solo mirar, ahora estaba en manos de ese extraño rubio.

Ante el toque Gaara se sentía algo incómodo; desde ese día él nunca había vuelto a ser el pasivo, pero debía de admitirlo, se sentía bien y más con el aroma del rubio, era adictivo y aunque no lo intuía, Naruto se sentía igual con el olor del otro; los dos estaban en el paraíso de la pasión; pero solo con eso el rubio no se iba a satisfacer, así que comenzó a bajar aun besando el cuerpo, remarcando con sus manos la figura de éste, Naruto llegó al vientre del pelirrojo y comenzó a bajarle la ropa interior, este no se resistía, él también lo estaba deseando, así que sin nada que se lo impidiera el Uzumaki siguió con su labor, desvistió completamente ese  ansiado cuerpo, bajando hasta el miembro de éste, comenzando a dar pequeños besitos que volvían loco al pelirrojo. Naruto comenzó a dar algunos lengüetazos alrededor del miembro del bermejo, mientras le masturbaba,  Gaara arqueaba la espalda mientras se agarraba fuerte de las sabanas, esta reacción hizo sonreír al rubio   metiendo de una sola vez el pene del pelirrojo en su boca, comenzando el vaivén de forma suave aprovechando para dar unas cuantas caricias con su lengua, el pelirrojo no aguantaba más, era demasiado, ya que no lo había hecho en algún tiempo, no podía resistirse al placer, el placer lo estaba enloqueciendo.

-Por favor… por favor hazlo –Rogó –te quiero sentir en mi interior, ya no aguanto, siento que me derretiré.

Al escuchar eso, el rubio prosiguió a seguir jugando con el miembro del pelirrojo, haciéndole sacar deliciosos gemidos, no pasó mucho tiempo para que Gaara se corriera en la boca del menor, el cual disgusto ese delicioso elixir, como si fuera lo último que probaría, siguió lamiendo el miembro del pelirrojo limpiándolo completamente, no dejó ni una muestra de la semilla de su amante; Naruto subió de nuevo por esa tierna piel depositando suaves besos, hasta llegar a los pezones que le esperaban impacientes por ser usados como juguetes y ¿como podría negar el rubio esa oferta tan prometedora? El oji-azul  de inmediato accedió a esa invitación, comenzando a lamer esos duros y delicados pedazos de carne, los cuales causaban ganas de arrancar en el Uzumaki, dio pequeños mordiscos, causando aún mas excitación en el pelirrojo, quien de un momento a otro cambio los papeles, quedando él encima del rubio.

-No dejaré que te quedes con toda la diversión –sonrió el bermejo comenzando a casi arrancarle la piel del cuello al rubio, sus besos eran salvajes, pero en vez de aterrarse a Naruto se le formo una sonrisa aun mas sádica que en el principio, a lo cual Gaara reaccionó aun mas excitado, sin esperar permiso del otro le arrancó de forma desesperada el pantalón, tomándo el miembro masturbándolo y de inmediato introduciéndoselo en el trasero, un grito de placer se escuchó de ambos, el pelirrojo comenzó a moverse, introduciéndose aun más el miembro del rubio en su interior, los gemidos de parte de los dos eran profundos, inundaban toda la habitación, además de proporcionarse diversión mutuamente, el rubio comenzó a mover las caderas para profundizar, estaba alcanzando el punto del pelirrojo que volvía loco a éste, causando que arañara el pecho contrario algo profundo, el blondo tomó de nuevo el miembro de Gaara en sus manos comenzando a masturbarlo, no se sabía cómo es que el bermejo aguantaba tanto placer, como es que no se desquiciaba, pero aunque así fuera, el pelirrojo disfrutaba esto al máximo, de repente, el rubio cambio a sus anteriores posiciones, pero con una pequeña diferencia, el menor monto las piernas del pelirrojo en sus hombros abalanzándose un poco hacia adelante, profundizando aún más, causando más arañazos en su cuerpo pero esta vez en su espalda, estaba claro, el pelirrojo era un gatito, con unas garras muy filosas, pero que hacían disfrutar a su acompañante, el rubio seguía embistiendo fuerte mientras masturbaba el miembro del pelirrojo, el cual enterraba aun más sus uñas en los omóplatos del rubio, causando una herida algo grande en esa acanelada piel, pero eso en ese momento no era importante, ya había llegado el momento de que los dos subieran al cielo, los suspiros de Gaara y los de Naruto lo indicaban, los dos ya no aguantarían mas, y así fue, una última fuerte embestida de parte del rubio basto para que los dos se corrieran a la vez, Gaara llenó el rostro de Naruto, y este el interior de Gaara haciéndolo estremecer con esa sensación, esa sensación de llenar el vacío. Naruto hizo sentir a Gaara vivo de nuevo, después de visitar el cielo y volver, los dos se miraron, esta vez con una hermosa sonrisa en sus labios, Gaara se acercó al rostro de Naruto, comenzando a lamer su propia sustancia de esa dulce piel, para que luego sus labios fueran devorados por el otro.

-Ahora es tu turno –susurró el pelirrojo mientras se metía en medio de las piernas del rubio, que no mostro objeción, al contrario, abrió las piernas –pareces acostumbrado –Comentó algo molesto-.

-He tenido varios maestros –Sonrió de forma arrogante, callando al sentir como el pelirrojo se introducía en él de una sola vez, gimió, se sentía bien.

-Estás bastante suelto –seguía hablando algo rencoroso el bermejo, al sentirse totalmente dentro-.

Ante el tono el rubio sonrió –Hasta anoche me la estaban metiendo como locos –anunció con prepotencia, quería hacer enojar al mayor y funcionó, Gaara frunció el ceño, para agarrar los muslos del menor con fuerza y comenzar a embestir con fiereza, quería escuchar los lamentos de quien osaba hacerle sentir celos, pero eso no sucedió, solo se escucharon gemidos, gemidos llenos de placer –Más…Más fuerte –se escuchaba la voz del rubio en la dimensión del éxtasis, lo que hizo que Gaara con rabia obedeciera, lo partiría en dos si era necesario.

Las estocadas del pelirrojo aumentaron, la fuerza era brutal y el pene de este no era nada pequeño, se hundía dentro del rubio como cuchillo a mantequilla, llenándolo de placer, Naruto no hacia mas que contorsionarse y gemir por el regodeo, pidiéndolo mas duro, pidiendo ser partido en dos y eso es lo que obtenía, el bermejo no se abstenía en nada, estaba enojado si, pero debía de admitir que se sentía de maravilla poder hacerlo de esa forma, poder desfogarse salvajemente en un cuerpo tan delicioso, tan codicioso como aquel que estaba debajo suyo; el oji-azul comenzó a salivar, los hilos de esa sustancia caían por sus labios, al igual que las lagrimas recorrían sus mejillas, sus ojos tenían un brillo pervertido, incitando al mayor a ser más salvaje, sus embestidas lo demostraban; la cama comenzó a moverse, la espalda de Gaara comenzó a tener marcas, el rubio comenzó a sostenerse de ella, aferrándose, para que sus labios fueran capturados, le costaba respirar, su vista se nublaba, su pene estaba goteando sin siquiera haber sido tocado, ya estaba pronto a venirse igual que Gaara, quien alejándose de los labios del Uzumaki, bajó a su cuello mordiéndolo fuerte, la sangre resbaló por su piel para caer a las sabanas, Naruto sentía los colmillos clavándose, una sensación de éxtasis recorrió su cuerpo, no aguantó más soltando su semen a la vez que Gaara lo hacia en su interior.

Sus respiraciones eran pausadas, estaban cansados, Gaara se separó del cuello del rubio para salirse bruscamente de su interior y dirigirse al baño, el semen del rubio se salía de su trasero, necesitaba limpiarlo, al igual que la sangre en su miembro, se había propasado un poco, pero a Naruto no pareció molestarle, de hecho, parecía gustarle –Maldito pervertido –susurró manteniendo una sonrisa mientras comenzaba a darse una ducha.

Al salir del baño el  pelirrojo observó al rubio aun en su cama, una venita apareció en su frente.

-Oe, rubio –le zarandeo, sin resultado, viendo el cuerpo del occiso sin ningún recato, saliéndole una sonrisa, ese cuerpo estaba lleno de sus marcas, de su semen ¿Qué mierda importaba con quien se había acostado la noche anterior? Desde ahora ese cuerpo era suyo, aunque debía admitir que había más sangre de la necesaria, suspiró, el rubio necesitaba tomar un baño –rubio –volvió a llamar sin recibir respuesta, volvió a suspirar, para agarrarlo y montarlo en su hombro como un costal de arroz, poniéndole la mano en el trasero, sintiendo como su semen salía, se le formó otra sonrisa, para dirigirse al baño y comenzar a lavar el cuerpo del rubio que no se despertaba por nada, limpió la herida del cuello, había sido mas profunda de lo que imaginaba, al igual que los arañazos, sintiendo mientras lo hacia el relieve de una cicatriz en el hombro del rubio, se veía vieja, le llamó la atención, después le preguntaría; con la esponja recorrió el cuerpo del otro, las líneas delicadas de su torso se veían perfectas para encajar los dientes, pero se resistió, era muy tarde, mañana, o mejor dicho en unas horas había clases, siguió recorriendo el cuerpo del rubio hasta llegar a cierto punto cubierto de semen y sangre, luego se disculparía, al parecer fue muy duro, siguió lavando hasta terminar, lo envolvió en una toalla y lo tiró en su propia cama, mientras Gaara arreglaba la suya, las sabanas habían que dado cubiertas de semen y sangre, si su madre las veía le daría un ataque; luego de arreglar su cama, el bermejo comenzó a vestir al rubio con una de sus pijamas, tenia flojera de buscar en pertenencias ajenas, luego le puso una manta y se fue a dormir, estaba cansado.

 

El rubio era movido por alguien.

-      Despiértate, tonto, vas a llegar tarde.

-      Mmm, 5 minutos más por favor.

Al oír esto el personaje, no tuvo de otra que golpear a cierto rubio, para que se despertara.

-¡Ay! –Exclamó con una lagrimita saliéndole de los ojos mientras se sobaba la cabeza -¿Qué te pasa? ¿Por qué me despiertas así?-.

-Se te va a hacer tarde, así que dúchate rápido y arréglate.

-Si, ya voy –respondió el rubio con pereza, aun sin moverse.

-¡PERO MUEVETE QUE ES PARA HOY, JODER!

-Sí –se asustó -¡ya voy! –Dijo para levantarse rápidamente sintiendo como sus piernas flaqueaban cayendo de rodillas al suelo, escuchando la risa del pelirrojo -¿¡De que te ríes!? –Preguntó enojado, levantándose del suelo con una mano haciendo presión en su cadera, ésta por alguna razón le dolía como el demonio.

 

Ya en el baño…

-¿Pero que le pasa? está loco –se quejaba –y yo que no he hecho nada, pero bueno, no hay forma de que le lea la mente, para saber qué es lo que pasa –suspiró resignado –así que soportaré.

-Muévete que es para hoy –hablaba Gaara mientras tocaba la puerta –o ¿acaso quieres que entre a bañarte? –se burló –porque eso sería maravilloso.

Naruto calló por un momento.

-No gracias, ya salgo.

 

Momentos después…

 

El rubio salió del baño con solo una toalla cubriéndole el cuerpo, mostrando su apetitosa piel ante el pelirrojo, el cual quedó anonadado ante tal figura, el rubio no prestó atención a la mirada del pelirrojo comenzando a vestirse en frente de él, el cual no creía lo que estaba viendo, era seguro, el rubio se le estaba insinuando, pero él no caería tan fácil, no señor, el no sería tan tonto de tirársele encima, eso sí que no, ante todo está el orgullo, pero es que ese rubio en ese momento se veía tan apetitoso, no, Sabaku No Gaara no caería, bueno, al menos no en ese momento, ya que si lo hacían llegarían tarde a clases, más  no despego la vista de los movimientos del rubio, se apenó al ver las marcas de arañazos y mordidas en la espalda de este, viendo de nuevo la marca en el omóplato derecho el rubio no aguantando más la curiosidad.

-Naruto –el blondo le miró - ¿Qué es eso que tienes en la espalda?

-¿Qué cosa?

No lo comprendía.

-Ese símbolo.

-¡Ah! –Recordó –bueno, es… es –tragó saliva – ¿un recuerdo de mi niñez? –preguntó, no quería decir lo que era, algo le decía que si le hacia saber a Gaara, éste lo mataría.

-¿Qué es? –puso voz severa al ver los nervios del rubio, quien tragó en seco.

-Es… una marca que me hice –calló por un momento, algo le decía que no lo dijera –cuando me enamoré –dijo lo último con un hilo de voz, ya podía sentir el calor del golpe en su cara sin siquiera saber ¿Por qué? Se sentía culpable.

-Ya veo.

Fue lo único que respondió como restándole importancia, un gran peso se mermó de los hombros del rubio para que continuara vistiéndose.

-Debiste de querer mucho a esa persona.

-La verdad, no sé –continuo vistiéndose –no lo recuerdo, hasta hace poco desperté de un coma y parece que hay secuelas en mi cerebro, tengo lagunas mentales.

Soltó el menor como lo más normal del mundo.

-¡¿Estuviste en coma?!

-¡Ah! –Sonrió –Gomen, no lo sabías –tomó aire –Estuve en coma por 4 años ¿No se te hace raro ver mi físico?

-Bueno la verdad sí, no has cambiado ni un poquito, en todo este tiempo.

Ante lo escuchado el rubio volteo sorprendido –Gaara ¿tú me conocías desde antes? –no evitó el preguntarlo, esa pregunta le rodeaba la cabeza desde la primera vez que le vio.

Ante la pregunta algo dentro del pelirrojo sonó.

-Acaso no me recuerdas –suavizó su voz –mi Naru-chan –bromeó –que no te acuerdes de tu mejor amigo ¿Qué tipo de persona eres? –mintió, creyendo, que el rubio mentía por lo de la noche anterior se veía que lo recordaba muy bien.

 -¿Tú eras mi mejor amigo?

-Por supuesto, hacíamos todo juntos.

Habló con seriedad, ante eso el rubio cerró los ojos por un momento, ahora tenia sentido el por que le parecía conocido ¿pero entonces por qué no había dicho nada hasta ahora? Tal vez estaba enojado, porque ¿pensó que se olvidó de él? se veía bastante sorprendido cuando se enteró del coma, así que no le avisaron, tal vez por eso estaba enojado y no dijo nada.

-Te creo –Dijo con total seriedad mientras abría los ojos, decidió creerle después de meditarlo -¿Cómo pude olvidarte? –Se reprimió así mismo –de ahora en adelante daré lo mejor de mí por recordarte y hacer de nuevo todas las cosas que hemos hecho, pero multiplicado por infinito –sonrió inocente.

Gaara lo miró con desconfianza –mejor vámonos se nos hace tarde –ordenó tomando sus cosas, seguido del rubio, que mantenía una sonrisa en sus labios.

Llegaron al aula, Naruto se sentó junto al pelirrojo y junto a otro que también tenía el cabello de ese tono, durante todo el tiempo los pelirrojos estuvieron mirando al rubio, en especial el de ojos miel, el cual sin duda, miraba al rubio como un lobo hambriento.

Notas finales:

DAN DAN DAN DAMMMMM


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