RITSU POV
La vida de un estudiante de preparatoria es demasiado monótona. Tener que levantarte a la misma hora a diario, salir de tu casa a tiempo para llegar a clases y por último terminar la jornada a la misma hora, es demasiado aburrido, ¿No creéis?
A pesar de todo eso, mi vida ha sido apaciguada por varias personas, las cuales me han dado su apoyo incondicional. Mi pareja Haitani Shin, ha sido alguien muy importante en mi vida, siempre vela por mi bienestar. Por otro lado mis mejores amigos An y Masamune, han sido los encargados de alegrar mi vida a diario. Siento como si les debiese algo por ser los motores que impulsan mi vida.
Era la fría mañana de un lunes. Como ya era de costumbre, la alarma sonó a las 6;00 AM . La apagué lo más rápido que pude, ya que el sonido que generaba mi despertador, era estresante. Al levantarme estiré mis brazos y salí de mi cama. Me miré en el espejo y pude apreciar que mi pinta era fatal. No era de extrañar eso, puesto a que últimamente he ido de fiesta en fiesta con mi pareja y amigos. Con lo cual, no he dormido lo suficiente.
Me metí al lavabo y me lavé la cara, me la saqué y luego procedí a arreglarme. Al terminar con el "ritual" diario. Me miré al espejo.
-No está nada mal. Por lo menos, puedo llegar presentable a clases- Pensé.
-Ritsu, el desayuno ya está- dijo mi madre abriendo la puerta de mi habitación.
- Está bien mamá, ya bajo- afirmé con una sonrisa. Me dispuse a arreglar lo que me faltaba de mi habitación y bajé al comedor.
-Buenos días hijo- dijo mi padre mientras leía el periódico. Era típico en él leer a diario las noticias y beber café.
-Buenos días papá- dije con la típica sonrisa que me caracterizaba
- Veo que estás feliz ¿Puedo saber el motivo?- preguntó
-No es nada fuera de lo común, lo que pasa es que me siento con ánimos de ir a estudiar- contesté
- No nos engañas Ritsu, sabemos que ocultas algo- agregó mi madre con una sonrisa pícara
- ¿Eh? No, en verdad- dije
- ¿Es por Shin, verdad?- interrumpió la castaña
- S-Si- contesté nervioso
- Me alegra escuchar eso hijo, Shin es una persona muy especial- afirmó mi madre. En ese momento escuché el timbre de mi hogar. Súbitamente miré el reloj que estaba en la pared y me percaté que ya era la hora en la que tenía que salir.
- Se me hizo tarde, gracias por el desayuno- afirmé mientras iba al lavabo a cepillarme los dientes. Tomé con rapidez mis pertenencias y abrí la puerta de mi hogar. Al cabo de abrir la puerta, me di cuenta que ahí estaba Shin, él se volteó y me sonrió
- Buenos días amor ¿Ya estás listo?- preguntó
- B-Buenos días Shin, sí, ya estoy listo- contesté. He de admitir que cada vez que le hablo me pongo nervioso
- Vamos- agregó depositando un beso en mi frente. Los dos caminamos hasta la estación del metro, ya que allí nos encontrábamos a diario con An y Masamune
Al llegar nos sentamos en el mismo banco que siempre, ese que está en frente de la cafetería. No pasó más de 20 minutos a que llegaran nuestros amigos.
An era una chica, la cual conocí en la primaria. Es una persona amable y que siempre vela por mi bienestar. Por su lado, Masamune es un chico que conocí de pequeño. Fue a la primera persona en la que pude confiar, es un chico demasiado especial. Siempre me ha protegido como su tesoro más valioso.
-Buenos días chicos- dijo An abrazándonos a ambos. Es una chica demasiado expresiva, a decir verdad.
-Buenos días- agregó el azabache con un tono frío. Cabe mencionar que Masamune nunca se llevó bien con Shin, nunca supe la razón.
-Buenos días- sonreí. Me les acerqué a ambos y les di un pequeño abrazo como era de costumbre. Masamune temblaba cuando me le acerqué ¿Acaso se sentía enfermo? En ese momento el azabache me separó de él. ¿Acaso no le gustaba que le abrazara? No creo, toda nuestra vida nos hemos dado abrazos y él nunca había puesto esa reacción.
-¿Te sientes bien?- pregunté confundido
-Sí, no es nada- contestó
-Bueno, creo que ya es hora de partir- agregó Shin. Se podía notar los celos en su tono.
En ese momento ingresamos al metro. Como era de esperarse, había una cantidad considerable de personas allí. Para evitar que cualquier pervertido se nos acercara, decidimos hacernos cerca todos. Shin, por su lado estaba pendiente que no tocaran a An. Y Masamune estaba detrás de mí. ¿Por qué me sentía tan nervioso? No era extraño que cada vez hubiese más gente en el metro y por lo tanto, Masamune estaba más cerca de mí. Pude sentir su respiración en mi oído. En ese instante sentí un escalofrío en todo mi cuerpo.
-¿Estás bien?- preguntó abrazando mi cintura.
- Y-Yo me siento bien. N-No te preocupes- contesté con un leve sonrojo en mi cara.
-¿Seguro?- preguntó con un tono seductor mientras se acercaba cada vez a mí.
-S-Sí- afirmé.
-EJEMMM- dijo el pelirojo para que le prestáramos atención.
-Sólo nos queda una estación para llegar- agregó An.
Cuando llegamos a la estación. Shin me abrazó posesivamente en frente de Masamune. Noté que el azabache estaba furioso.
-Debes aprender a compartir Shin- afirmó An
-¿QUÉ?- preguntó confundido
-Ritsu no es solamente tuyo- contestó la castaña
-¿A qué te refieres con eso?- preguntó
-Si bien tu eres la pareja de Ritsu. Nosotros al ser sus amigos también queremos su amor-dijo
-¿QUÉ? No soy ningún objeto que se pueda repartir por doquier- afirmé con rabia
-No he dicho eso. Me refiero que queremos que también tengas muestras de cariño con nosotros- agregó An mientras me daba un beso en la mejilla.
-EJEMMM Creo que se nos hace tarde- afirmó Masamune como si quisiera fulminar al primero que se le cruzara.
Llegamos a la preparatoria a tiempo. Como An y Shin estaban en la misma clase se fueron juntos. Por mi parte me fui con Masamune a nuestro salón.
-¡Por fin podemos estar solos!- exclamó Masamune acercándose a mí
-¡Oye! Sé que no te agrada Shin, pero tampoco para tanto- afirmé
-Creo que la palabra odio se queda corta con respecto a lo que siento por ese imbécil-dijo con rabia
-¿Por qué tanto odio de repente por él? Antes eran buenos amigos- pregunté confundido
-Ritsu dime la verdad ¿Ya lo hicieron?- preguntó serio
-¿Hacer qué?- pregunté confundido
-Ya sabes... sexo- dijo agarrando mis manos
- ¿EH? ¿Y esa pregunta qué?-pregunté
-Sólo dime-afirmó
-Creo que ya sabes la respuesta, la verdad me avergüenza hablar de eso-agregué
-ESE BASTARDO- dijo exaltado
-Cálmate Mune- agregué tomando sus hombros
-¿Cómo quieres que me calme si él osó profanar mi tesoro más valioso?- preguntó. Nunca entendía las *símiles* que usaba el azabache
-Sabes que nunca entiendo lo que me dices y más si es en sentido poético- afirmé
-Sé que te desagradaría saber lo que en verdad quiero decir- agregó cabizbajo
-Eso nunca, nunca me desagradarás- afirmé tomando sus mejillas. Noté que estaba soltando una lágrima
-Mune ¿Estás bien?- pregunté confundido
-Sí Ritsu, mejor que nunca- contestó besando mis cabellos
CONTINUARÁ....