CAP#5 UN ENCUENTRO NO MUY DIVERTIDO
DESPUES DE CLASES
Sea en casa o en una escuela las clases siguen siendo aburridas – dijo naruto suspirando mientras se estiraba en su asiento que Iruka-sensei le había indicado. Lamentablemente le había tocado sentarse detrás del teme arrogante, que se llamaba Sasuke Uchiha. – que estas murmurando, dobe – dijo Sasuke. Naruto solo lo miro mal, ya se había presentado, pero este seguía llamándole dobe. – no me llames dobe, teme – le respondió naruto. Sasuke sonrió de lado. – hola lindura – ambos chicos dieron vuelta sus miradas a la persona que había dicho eso. La sonrisa de Sasuke desapareció de su rostro mostrando una molesta. – que pasa Sasuke, porque esa cara tan de repente – dijo Suigetsu. Naruto solo los miraba no entendiendo quien era el chico, por alguna razón rara miro a Sasuke preguntando con la mirada “quién es?” – este idiota que ves aquí es Suigetsu, un compañero de infancia – dijo desinteresado Sasuke. – eres malo Uchiha – dijo Suigetsu mirando a Sasuke, este solo lo ignoro. – hola me llamo Suigetsu, nosotros dos somos amigos de la infancia – dijo mostrándole sus dientes filudos en una sonrisa a Naruto. – hola – dijo naruto – por favor no me vuelvas a decir “lindura” sí? No soy precisamente una chica para que me lo digas.
Hola, Naruto. Yo me llamo Sakura, soy prima de Sasuke – dijo una chica peli-rosa de ojos verdes claro. En la frente tenía en forma de diamante una marca lila azul.
Naruto sabía muy bien para que eran esas marcas, el mismo tenía unas cuantas algo parecidas a esa en el pecho y el abdomen.
Ah, no te preocupes por esto – dijo Sakura tocándose la marca de su frente con sus dedos – si no escuche mal, ¿dijiste clases en casa o sea clases privadas? – pregunto mirando a Naruto.
Ops – naruto rio un poco nervioso – naruto, tú y tu gran boca. Porque siempre hablas sin pensar – se regañaba mentalmente naruto a sí mismo – bueno… es que – Naruto.
Este escucho como lo llamaban. Dio vuelta la cabeza, mirando hacia la puerta del salón encontrándose con la sonrisa de Yahiko. Este solo le devolví la sonrisa a su hermano mayor parándose para ir donde él. Disculpándose antes – lo siento, tengo que irme. Nos vemos mañana.
Sasuke siguió a Naruto con su negra mirada viendo como alegremente empezaba a hablar con el hombre peli-naranja que lo había llamado. – Sasuke, que te sucede? - pregunto Sakura mirando preocupada a su primo. – lo que sucede es que al parecer le está empezando a gustar un pocito de más a nuestro nuevo compañero de clase – dijo Suigetsu con una sonrisa grande. – como? ¿un chico? – pregunto Sakura sorprendida. – ya cállense – dijo Sasuke ya fastidiado.
CON YAHIKO Y NARUTO
Y como son tus compañeros Naruto – pregunto Yahiko sintiendo como los miraban. – con los que he hablado hasta ahora son agradables, hasta el teme un poco, aunque sea un teme arrogante – dijo naruto mirando a su hermano – y como te ha ido a ti hermano?
Bien – dijo buscando la mirada que no los dejaba tranquilos, encontrándola. - que miras Yahiko? – pregunto Naruto mirando a su hermano. – a nada – dijo volviendo su mirada a Naruto – a quien estas llamando teme, naruto? – a nadie importante. A lo que estaba diciendo la tía Anko regreso, Iruka-sensei cree que fue algún de la familia quien la llamo. Los únicos que se me puedan ocurrir es a oba-chan o Orochimaru.
¿Está de regreso? – pregunto Yahiko, no creciéndose lo que le acababa de contar Naruto. – si – contesto Naruto. – esto es malo - dijo Yahiko. – yo dije lo mismo al enterarme, Iruka-sensei va a hablar con ella en casa después de la escuela – siguió Naruto. – ella de seguro ya tiene que saber sobre esto, eso espero al menos. Deidara sabe que está de vuelta.
No, y eso me tiene un tanto preocupado. Talvez lo mejor sería que fuéramos a buscarlo para decírselo antes que se encuentre con ella y se lie una de las grandes, ¿no? – pregunto Naruto mirando un poco preocupado a Yahiko. Este al igual que Naruto estaba preocupado por lo que podía llegar a pasar. – sí, creo que lo mejor sea que lo busquemos antes que pase algo.
Amos hermanos salieron en busca de Deidara esperando que todavía no se hubiese encontrado con Anko.
CON ITACHI Y DEIDARA
Muchas gracias por todo Itachi – dijo Deidara mientras caminaban los dos juntos en el segundo piso de la escuela. – no, gracias a ti por dejarme enseñarte la escuela – dijo Itachi mirándolo. – lo último que nos queda por ver es la enfermería, está aquí en el segundo piso, pero en otro pasillo – dijo Itachi. Siguieron caminando un poco más, llegando al pasillo correcto después de un rato. – bueno, detrás de esta puerta que viene esta la enfermería de la escuela – dijo Itachi. – solo hay que golpear verdad – pregunto Deidara a Itachi mientras que estaba enfrente de la puerta. – sí, sin no escuchas respuesta solo entra para ver si hay algún ahí o no – dijo Itachi mirando como Deidara golpeaba a la puerta – acaso te sientes mal – pregunto un poco preocupado. – no, es solo que necesito unas cuantas cosas. Si quieres puedes irte, creo que encuentro la salida solo después – dijo Deidara. – no tengo precisamente nada que hacer así que, si no te importa, te acompaño – dijo Itachi. – como quieras – respondió Deidara.
Pasen – se escuchó una voz detrás de la puerta decir. Deidara al escuchar la voz sonrió un poco, lo cual Itachi noto. Deidara abrió la puerta encontrándose con un hombre que conocía muy bien. Era un hombre muy guapo y que aparentaba ser más joven de lo que en realidad era. Tenía una cabellera larga negra, piel muy blanca con ojos dorados oscuros que parecían los ojos de una serpiente. – hola – dijo Deidara entrando al cuarto seguido por Itachi. El hombre al ver quien era le sonrió a Deidara, hacia bastante tiempo que no había visto al muchacho.
Hola Dei, ¿cómo has estado? – dijo mirándolo de pie a cabeza, dándose cuenta que no llevaba el uniforme. Entrecerró los ojos mirando a Deidara – ¿porque no estas llevando el uniforme?
Deidara solo sonrió, por alguna razón que todavía no entendía Orochimaru al igual que Iruka-sensei se comportaban muy maternales con él y con Naruto.
Para hacer la historia corta, yo y Naruto no sabíamos nada de uniformes y ahora tendremos que ir vestidos con nuestra propia ropa durante esta semana hasta que estén listos los uniformes – dijo Deidara – ¿cómo esta keizo*?
Ustedes nunca cambiaran – dijo Orochimaru suspirando - él está bien, tiene 9 años y ya me ha empezado a dar problemas – dijo cansado sentándose en su silla. – jajaj, me lo puedo imaginar es un niño muy enérgico – dijo Deidara – vine por algunos vendajes para mí y mi hermano. Las que tenemos no son muy útiles ya que son de un uso solamente.
Orochimaru se levantó de la silla caminando hacia un mueble de varios cajones, abriendo una, sacando 4 rollos de vendajes. Volviendo luego donde Deidara que estaba con la espalda contra las cuatro camas que había en la habitación, la cual una estaba cerrada. Itachi estaba al lado de Deidara siguiendo la conversación de ambos callado.
Aquí tienes, dos para ti y dos para Naruto. Son de uso múltiple se pueden lavar a mano, ya que no las van usar en heridas ni nada parecido les funcionara – dijo Orochimaru dándole los vendajes a Deidara, mirando después a Itachi – veo que ya hiciste un amigo, nada más ni nada menos que un Uchiha. – Itachi al escuchar esto se tensó, eran muy pocos los que conocían el secreto de la familia Uchiha. – que? – dijo Deidara mirando a los dos peli-negros que tenía al frente.
Todos estaban tan metidos en esa conversación que no se habían dado cuenta que la cama que estaba cerrada de repente se abrió. Orochimaru todavía mirando a Itachi empezó a hablar – Dei, deberías de saber que… – aaaaahhhh! – se pudo escuchar un grito muy alto que había provenido de Deidara.
Lo que había pasado era que, justamente cuando Orochimaru había puesto su mirada en Deidara de nuevo vio como una mujer que conocía muy bien metió sus manos debajo de la polera de este empezando a tocarle el pecho, de ahí él porque del grito del joven.
Itachi no sabía si estar enojado porque la mujer estaba tocando a Deidara o estar feliz por poder ver la cintura y abdomen no demasiado marcado del chico. Orochimaru miro a Itachi dándose cuenta en donde se estaban fijando. – oye – dijo Orochimaru mirando mal a Itachi. Este al escuchar al médico peli-negro se dio cuenta de lo que estaba haciendo, por lo que rápidamente aparto su mirada de esa zona del chico.
Todavía está plano – dijo la mujer decepcionada mientras seguía tocando el pecho de Deidara. – QUE CRES QUE ESTAS HACIENDO!!! – grito el peli-rubio sumamente cabreado y avergonzado con la cara toda roja. Saco bruscamente las manos de la mujer que estaban tocando su pecho debajo de su polera, bajando la polera luego. – Porque mierda siempre haces lo mismo??!!! ¡No es precisamente que solo por pasar unos años me van a crecer pechos!!!! – dijo/grito Deidara tomando aire intentando tranquilizarse.
Itachi miro sorprendido a Deidara. Por más tiempo que pasaba con el peli-rubio más le gustaba el chico. Desde afuera de la puerta se podía oír como venían pasos corriendo, abriéndose luego la puerta.
En la puerta estaba Yahiko y Naruto quienes estaban tomando grandes bocados de air para recuperar la que habían perdido por estar buscando como locos a Deidara y haber salidos como balas al escuchar el grito que ambos hermanos conocían muy bien.
Llegamos tarde – dijo Naruto mirando a todos en la habitación – hola Orochimaru -dijo sonriéndole Naruto – hola Naruto, Yahiko – dijo Orochimaru mirando a los dos hermanos. Yahiko sonrió levantando la mano en respuesta de saludo.
¿Qué mierda haces aquí? ¿Que no era que estabas en un viaje de investigación? – pregunto Deidara ahora más calmado a la mujer.
Orochimaru iba a hablar cuando de repente se dio cuenta que no estaban solos, miro a Itachi. Todos hicieron lo mismo, naruto lo miro un poco más de cerca – me disculpo de antemano si estoy equivocado, ¿pero eres hermano del teme… digo Sasuke? – pregunto Naruto. Itachi sonrió al escuchar como ese chico que seguramente era hermano de Deidara había llamado a su ototo. – sí – respondió Itachi. Deidara se puso detrás de Itachi empezando a empujarlo con sus dos manos en la espalada de este hacia la puerta. – siento mucho esto Itachi, pero lo mejor sería que te fueras – dijo Deidara a Itachi que ya se encontraba fuera de la habitación. Antes que Itachi pudiera decir algo Deidara ya le había cerrado la puerta.
¿Que estará pasado aquí? – se preguntó Itachi a si mismo quedando pensativo, dándose luego la vuelta yéndose de ahí.
MIENTRAS TODO ESO HABIA PASADO, EN OTRA PARTE DE LA ESCUELA
Iruka ya había terminado sus lecciones por ese día y estaba caminando rumbo al salón de los profesores para dejar sus cosas.
Iruka-sensei – el peli-café se dio la vuelta al escuchar su nombre encontrándose con Kakashi. – Hola Kakashi-sensei – le dijo Iruka sonriendo un poco. A Iruka siempre le había parecido un tanto raro Kakashi, no era muy común que los dos hablaran ya que Kakashi era profesor de tercer año mientras que él era de segundo.
¿Necesita algo? – pregunto Iruka mientras siguieron caminando los dos juntos hacia la sala de profesores ahora. – me gustaría poder ponerme en contacto con el tutor de Deidara – dijo Kakashi mirando a Iruka. – para qué? si puedo preguntar – dijo Iruka también mirando a Kakashi para después mirar hacia adelante. – por supuesto, es que hoy hubo un pequeño incidente.
Iruka volvió a mirar a Kakashi un tanto preocupado – un incidente? – nada grave solo un tanto incomoda. Lo que sucedió es que uno de mis alumnos tontos le grito travesti, chica y que engañaba a la gente con su apariencia a Deidara. Por lo que Deidara le llamo canoso, idiota y estúpido.
Iruka al escuchar esto dejo de caminar, mirando a Kakashi. Este no entendía porque tan de repente Iruka-sensei había puesto esa cara. – sucede algo Iruka-sensei – pregunto un tanto preocupado Kakashi. – sí, jaja – dijo Iruka mirando al suelto y riendo un poco nervioso – esto… siento mucho lo sucedió con Deidara – dijo después mirando a Kakashi a la cara mientras se rascaba la cicatriz que tenía en la nariz. – como? – dijo Kakashi no entendiendo muy bien porque se disculpaba. – ya que eres el profesor responsable de Deidara talvez lo mejor sea que lo sepas. Yo soy el que cuida a Deidara y a su hermano menor, son mis sobrinos y están viviendo conmigo. Pero por lo que me explico no fue culpa de Deidara lo sucedido en clase, el solo se defendió – dijo Iruka mirando serio a Kakashi. Iruka iba a seguir hablando, pero Kakashi fue más rápido. – sí, lo sé – dijo Kakashi sonriendo para sí mismo por el comportamiento del sensei más joven – quería hablar con su tutor para explicarle él porque de su llegada tan repentina a casa – dijo Kakashi. Iruka al escuchar eso se acordó de algo muy importante. – seré tonto – se dijo a sí mismo Iruka. Kakashi lo miro sin entender. – lo mejor sería que le explicara a su compañera para que no se enoje con el – dijo Kakashi. Iruka al escuchar esto se puso un tanto rojo mirando hacia otro lado – la verdad es que estoy soltero jaja. Por lo que no hay nadie en casa para abrirle a Deidara – dijo un poco avergonzado.
Kakashi estaba en las nubes, hace dos años cuando el castaño había empezado como profesor en la escuela, cuando lo vio por primera vez le pareció un chico normal y corriente, de esos aburridos. Sí, era verdad que el castaño era una persona común y ordinaria, pero sin embargo no sabía él porque la curiosidad hacia el chico. Durante el primer año había descubierto varias cosas del joven sensei que le encantaban, eso gracias a que sus ojos siempre lo seguían cuando tenían la oportunidad. Pero no tanto después se había dado cuenta que quería conocer más del joven, cosas que otros no conocieran. Dándose cuenta de sus sentimientos hacia el castaño. Pero sabía que eso no podía ser, no porque era un chico, había tenido romances pasajeros con mujeres y hombres. Lo que se lo impedía era que el joven sensei lo había visto varias veces en el centro de la ciudad en las noches con tanto mujeres como hombres. Dándose cuenta después en la escuela como el joven lo evadía, diciéndole que no diría nada a nadie. Sin quererlo le había mostrado una parte de él que no quería. Además, que le llevaba 11 años, él iba a cumplir 37 mientras que el castaño tenía 26 ya cumplidos. Asique ya se había echó la idea de solo olvidarlo, lo cual fue más fácil dicho que echo.
Por alguna razón rara Iruka sin saberlo atraía a los hombres, haciendo que Kakashi ardiera en celos mientras vía como las “moscas” intentaban seducir al joven sensei. Pero el castaño no se daba cuenta de las intenciones de aquellos, rechazándolos olímpicamente sin saberlo. Pero se había decidido al fin que conquistaría al castaño, ya no podía soportar más tiempo viviendo con el temor de que otra persona lo pudiera enamorar y llevárselo lejos. Si ese joven sensei castaño iba hacer de algún, entonces seria de él.
Me alegra – dijo Kakashi sin pensarlo. Iruka lo miro un tanto extrañado por lo dicho – cómo?
Hola Kakashi-sensei, Iruka-sensei – dijo Itachi que recién había llegado. - Hola Itachi – dijo Iruka mirando al muchacho. – creía que ya te habías ido a casa. Nunca volviste devuelta a clase. Conseguiste lo que te pedí – pregunto Kakashi con sus ojos felices. – si lo tengo – dijo Itachi pasándole un libro verde de su maleta. Iruka al ver lo que era se puso rojo. – creía que Tsunade-sama le había dicho que no leyera esos libros en la escuela – dijo Iruka todavía rojo mirando a Kakashi – además no debería de mandar a un alumno por muy cerca que sean a buscar eso – dijo ahora mirando el libro. – que se le puede hacer, si el escritor quiere que lo lea antes que lo publican – dijo Kakashi sonriendo debajo de su máscara. Iruka al escuchar eso pensó para sí mismo – si Tsunade-sama se entera de esto estoy seguro que mata a Jiraiya-sama – suspiro hondo.
Lo que sucedió fue que me encontré con Deidara y me ofrecí mostrarle la escuela – dijo Itachi. – entonces todavía está en la escuela – pregunto Iruka mirando a Itachi. – Si, tiene que estar en la enfermería. Con Orochimaru-sama, un chico rubio que tiene que ser su hermano menor y con un chico peli-naranja – dijo Itachi, volviendo a hablar – también estaba Anko-sensei – dijo Itachi. – Anko, que acaso esta devuelta – dijo Kakashi un poco sorprendido. – O no – dijo Iruka poniéndose pálido y llamando la atención de los otros dos – dijiste en la enfermería, ¿verdad? – pregunto Iruka mirando a Itachi. – si – respondió este. – lo siento mucho, pero me tengo que ir, adiós – dijo Iruka corriendo rumbo a la enfermería.
Kakashi y Itachi solo vieron como este desapareció. – aquí algo sucede, no lo cree Kakashi-sensei – dijo Itachi. Kakashi miro a su alumno – no pienses demasiado sobre ello Itachi – dijo Kakashi poniendo una mano en el hombro del peli-negro, empezando después a caminar rumbo al salón de profesores de nuevo – ya vete a casa – dijo por ultimo.
EN LA ENFERMERIA
Deidara estaba sentado en una de las camas mirando mal a Anko. Orochimaru estaba sentado en su silla, Yahiko solo suspiro hondo mientras que naruto hablaba con Anko.
Y como es que estas de vuelta tía Anko – pregunto naruto mirando a la mujer. – no me llames tía, me haces sentir vieja mejor llámame sensei. O sino la próxima vez te tendrás que ver con mi puño muchacho – dijo Anko ignorando la mirada de Deidara mientras hablaba con naruto. Este solo rio – tal vez sea tiempo que busques a algún no, si tienes suerte puede que encuentres a tu otra mitad y dejes de envejecer – dijo naruto sonriéndole grande.
Como Anko había dicho antes, naruto recibió un golpe en la cabeza. Mientras este se sobaba la cabeza donde había recibido el golpe, Yahiko solo tenía una gotita en su cabeza. Orochimaru solo sonría para sí mismo. Había pasado bastante tiempo desde que había visto a los chicos y se alegraba.
No te metas en los asuntos de los demás naruto. Es cosa mía si quiero encuentro a mi otra mitad. Sería estupendo dejar de envejecer, pero si no encuentro a mi otra mitad no me importa, al menos abre vivido mi vida como yo haya querido – dijo Anko subiendo los hombros. – hablando de eso – dijo naruto ahora mirando a Orochimaru – ya sé que has encontrado a tu pareja y todo eso. Pero no se supone que cuando uno haya encontrado su otra mitad tiene que estar con él, digo se dice que cuando las dos mitades se haya encontrado tienen que estar juntos o sino es como estar muerto en vida, o algo así – dijo pensativo. – algo por ese estilo naruto – dijo Orochimaru suspirando mientras cerraba los ojos - dependiendo de qué familia y sangre pertenezcas las parejas que hayan encontrado a su mitad destinada tienen que hacerse una marca de entrega – tanto naruto, Deidara y Yahiko escuchaban atentamente a lo que decía el peli-largo – yo, por ejemplo, no tengo marca de entrega, por lo cual yo sigo envejeciendo, pero toma más tiempo. Yo ahora tengo 31 pero aparento la misma edad que Iruka, 26. Pero ese no es el caso de vuestros abuelos y sus padres, ellos dejaron de envejecer por completo. Ellos aparentan una edad que absolutamente no tienen, sobre todo vuestros abuelos – dijo Orochimaru. – no entiendo muy bien – dijo naruto un poco confundido. – lo que quiere decir Orochimaru es que el no envejece como yo y Anko, como las personas “comunes” porque el ya encontró a su pareja. En el momento que él reciba la marca de entrega y se la haga a su pareja, solamente entonces dejará de envejecer y siempre tendrá la misma apariencia como la que tuvo al recibir la marca - Todos volvieron sus miradas hacia la puerta encontrándose con Iruka, que justamente antes de hablar había cerrado detrás de sí la puerta con pestillo/llave (o como lo quieran llamar).
El joven sensei se juntó con los otros, Anko al ver a su hermano lo tomo por el cuello con uno de sus brazos saludándolo. – hola hermanito, como hace estado? – pregunto contenta, había estado fuera de su país y lejos de su hermano durante casi 4 años y estaba feliz de poder estar junto a su familia de nuevo. – hola hermana – dijo Iruka mientras que Anko lo soltaba de su agarre – que haces aquí? Creía que ibas a estar afuera del país por al menos un año más – dijo Iruka mirando a su hermana. – que acaso no te alegra que este dé vuelta? – pregunto Anko mirando a Iruka – Kushina me llamo hace algunos días diciéndome que los chicos iban a empezar en la escuela y que vivirían contigo – dijo mientras se sentaba – me pido que volviera y que me fuese a vivir con ustedes para tenerlos vigilados – dijo ahora sonriendo grande a los presentes. – olvídalo! – dijo Deidara poniéndose de pie – no que estuviese loco como para vivir contigo y tus abusos sexuales – dijo cruzando los brazos. – Deja de mirarme así Dei-chan, además te tengo algunas cosas están en ese bolso – dijo apuntando hacia una bolsa que había no muy lejos de ellos. Naruto fue hacia el bolso mirando en ella con curiosidad, sonrojándose un poco al imaginarse para que era esa ropa. Deidara vio la reacción de su hermano menor, con temor fue donde naruto arrebatándole la bolsa de las manos para ver lo que había dentro. Al igual que naruto, Deidara se sonrojo también. – ¿¡Que es esto!? – dijo mirando a la mujer. – A que sí que es lindo, cuando lo vi pensé en ti y no pude contenerme en comprarlo. En casa hay más. – dijo Anko sonriéndole a Deidara – también hay para ti algunos naruto – naruto a escuchar eso se tensó. Tanto Yahiko como Iruka se podían imaginar lo que había en la bolsa y lo que les esperaba ahora en adelante.
Deidara enojado y todavía rojo le dio la bolsa a Naruto – yo me largo – saliendo por la puerta cerrándola con fuerza. – yo creo que lo mejor seria que vaya con él, adiós nos vemos en la casa – dijo naruto, saliendo ahora el por la puerta. – que nunca cambies hermana – dijo Iruka suspirando. – Creo que lo mejor sea que no vayamos, ¿no cree Iruka-sensei? – dijo Yahiko mirando a Iruka. – Sí, creo que es lo mejor. Vienes con nosotros Anko – pregunto Iruka mirando a su hermana. – No, tengo algunas cosas que arreglar con Tsunade-sama. Pero los acompaño un poco ya que tenemos que ir por el mismo camino – dijo Anko.
Todos se despidieron de Orochimaru, pero antes de irse Anko miro a Orochimaru y este solo movió la cabeza como en respuesta de sí.
Despues cuando todos se habian ido Orochimaru hablo.
Es de mala educación escuchar las conversaciones de las demás personas… Kakashi – dijo Orochimaru mirando hacia la ventana que estaba abierta. Muy cerca de la ventana había un árbol, Orochimaru desde ya un rato había sentido una presencia muy conocida proviniendo de ella.
CONTINUA