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Tenemos derecho de enamorarnos? por Misakiyaoi1

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Notas del capitulo:

para serles sincera este cap me costó un montón escribir, pero igual espero que les vaya a gustar.


 


Todos los personajes de este fic le pertenece a MASASHI KISIMOTO!

++++++++++++++PRIMER DIA DE ESCUELA++++++++++++

“Chicos yo me voy antes que ustedes, le prometí a vuestro hermano mostrarle la escuela y cómo funciona el sistema. No se olviden de ponerse los uniformes, cuando lleguen a la escuela vayan a recepción por sus papeles donde están sus horarios y otra información.

PS: Naruto arréglate un poco el cabello y tu Deidara no te olvides de cubrirte las manos. Encontré unos guantes que están de moda ahora, solo cubren las palmas de tus manos y brazos asiqué no te olvides de vendártelas antes de ponerte los guantes.”

/// Iruka-Sensei

Sensei siegue siendo el mismo – dijo Deidara suspirando al leer la note que había pegado en la pared con cinta frente de la puerta de la habitación que compartía él y Naruto. Sonrió, daba un poco de gracia despertar y encontrarse con una nota. No era muy común hacerlo.

Deidara tomo el papelito de la pared y se metió de nuevo en la habitación. A los pies de su cama había un escritorio a la cual se dirigió hacia, tomando de un vaso un palillo para recogerse el cabello. Después de haberse recogido su largo cabello rubio miro a su hermano que todavía estaba durmiendo y sonrió. Naruto era un caos cuando dormía, pero por alguna razón rara siempre podía dormir como gente civilizada cuando algún dormía con él.

Oye, Naruto despierta o llegaremos tarde – dijo dándose la vuelta y saliendo de la habitación dirigiéndose al baño para arreglarse.

Habían pasado alrededor de 10 minutos cuando Deidara regreso a la habitación encontrándose todavía a Naruto durmiendo. - Menos mal me levante más temprano – se dijo a si mismo Deidara. – Oye, Naruto levántate – 5 minutos más, porfa Dei-chan – no, solo porque la escuela está cerca no significa que debemos irnos justo para llegar a la hora. Además, es nuestro primer día, quiero dar una buena impresión. Asique levanta tu trasero Naruto, ¡ahora!

Con decir que Deidara no era de esas personas con paciencia era decir muy poco. Naruto lo ignoro olímpicamente lo cual logro molestarle de sobremanera, Deidara quien no lo pensó dos veces le quito la funda (me refiero al cubierto de la cama, no tengo ni idea como se llama en español) dejándolo destapado lo que a su vez molesto a Naruto.

Baka, que estás haciendo? me iba a levantar – dijo un muy molesto Naruto quien se había sentado en la orilla de la cama mirando mal a su hermano.

Sí, claro no te creo para tu información – dijo enojado Deidara mirando a Naruto que estaba abrazando una almohada y haciendo un puchero como un niñito. Suspiro, no había razón para enojarse, de todas maneras, tenían suficiente de tiempo antes de que la escuela empezaría – donde están los uniformes, Naruto?

Naruto miro a su hermano con una cara de no entender nada – uniformes? ¿Qué uniformes Dei?

Deidara se quedó viendo a su hermano y este se le quedo viendo a el – Mierda! – dijeron ambos a la misma vez.

Porque siempre nos pasa esto a nosotros. ¿Qué haremos ahora Deidara?  – pregunto un Naruto con cara de preocupado. - No tenemos otra opción más que ir con nuestra ropa – dijo Deidara resignado.

Ay no, la abuela nos mata si se entera de esto – Naruto se tiro en la cama cubriéndose la cara con la almohada que anteriormente había estado abrazando. A Deidara le dio un escalofrió al tan solo pensar en ello, porque su abuela era una mujer de temer.

Mejor levántate Naruto y empieza a buscar algo decente que ponerte pero que no sea demasiado llamativo – dijo Deidara empezando a buscar algo para ponerse. Naruto no tardó en hacer lo que había dicho su hermano.

DESPUES DE 20 MINUTOS

Sí que nos vemos bien, ja ja ja – dijo Naruto con una sonrisa. – Naruto no crees que te pasaste un poco, llamaras mucha la atención – dijo Deidara mirando a su hermano.

Naruto estaba llevando una polera de mangas largas que se le ajustaba a su cuerpo de color naranja con una sudadera abierta con capucha blanca junto con unos pantalones y zapatos negros.

Conque derecho me lo dices Dei, no te has visto en el espejo, llamaras igual o más la atención de los demás en comparación conmigo – dijo Naruto riéndose de él.

Deidara tenía la mitad de su cabello recogido en una coleta alta dejando el resto de su cabello suelto por su espalda y un flequillo cubriendo su ojo izquierdo. Llevaba al igual que Naruto una polera de mangas largas que se ajustaba a su cuerpo, pero de color verde con una camisa larga color blanco encima, junto con unos pantalones y zapatos negros.

Ambos se miraron al espejo dejando después de un rato salir un suspiro hondo. Decidieron desayunar rápido antes de irse. Les tomo alrededor de 8 minutos para llegar a la escuela.

Nos están mirando mucho – dijo Naruto un poco nervioso – es que nunca han visto personas con sus ropas casuales antes o que Dattebayo.

Naruto no te ponga nervioso hum – dijo Deidara. – Tú también lo estas, estas usando tu muletilla Dei – lo último lo dijo en voz baja Naruto. – si lo estoy, tú también estas usando tu muletilla Naruto – dijo igual de bajo Deidara.

Los dos se quedaron en silencio mientras siguán caminando hacia la entrada de la escuela. Los hermanos podían dar cuenta como los demás alumnos se les quedaba viendo descaradamente, otros lo intentaban disimular mientras caminaban, pero chocando así con otras personas siendo descubiertos.

Al final habían llegado al edificio, al entrar todos los presentes se les quedaron mirando. Naruto fue a preguntar en donde quedaba la recepción de la escuela, dejando a Deidara solo por un momento. Al volver de nueva al lado de su hermano Naruto pudo darse cuenta de cómo le estaba creciendo un tique en el ojo derecho y como estaba forzando una sonrisa.

Que sucede Deidara – pregunto Naruto al estar a su lado. Grande fue su sorpresa al darse cuenta que había un chico hablando con él y quien había oído la pregunta de Naruto.

Así que te llamas Deidara, que nombre tan lindo, pero me había esperado algo más femenino ya que eres mujer – dijo el chico dirigiendo su atención después a Naruto – y tu lindura cómo te llamas? – Naruto le dedico una mirada a Deidara, este estaba que explotaba de lo cabreado que estaba. Naruto no pudo más que tensarse al sentir como el chico se le acercaba más y que tenía la intención de tocarlo.

Tanto Naruto como Deidara junto con Yahiko habían recibido lecciones de defensa y de pelea cuerpo a cuerpo desde muy niños. El problema de los dos hermanos era intentar de alguna forma deshacerse del chico delante de ellos, sin dañarlo y de no llamar más la atención de los presentes.

Naruto contuvo sus ganas de golpear al chico con un puñetazo al igual que lo hacia Deidara. Se le formo una sonrisa a Naruto, lo que venía a continuación iba a ser gracioso. Le dedico una mirada a su hermano quien capto el mensaje.

Oye Dei, esto es muy raro – le dijo Naruto a su hermano. – Ni que lo diga Naruto, parece que nos han tomado por chicas – dijo Deidara.

El chico se les quedo mirando con ojos grandes – no me digan que ustedes son – el chico no pudo terminar su frase al ser interrumpido por Naruto.

Como? Ahora sí que me siento ofendido – dijo un Naruto que fingía estar un poco molesto. Pero por dentro estaba que ya no se podía aguantar las risas al ver la cara del muchacho al frente de ellos.

Había varios alumnos que se habían detenido para escuchar lo que estaba sucediendo. Ganando así varias miradas que se fijaban en sus personas.

Mejor vámonos Dei o si no llegaremos tarde – dijo Naruto. – Espera Naruto – dijo Deidara mirando a su hermano para después darse la vuelta hacia el chico y acercarse a el – Adiós… lindura – le dijo Deidara al chico muy cerca de su rostro. Haciendo que este se sonrojaba de sobremanera por la vergüenza y la humillación.

Naruto intento ahogar como podía su risa, no quería hacer que el chico se sintiera peor de lo que ya sé sentía. En cabio Deidara sonrío muy satisfecho de haberle podido regresarle aquellas palabras al chico. Ambos hermanos se fueron de ahí después de lo sucedido para dirigirse a la recepción del colegio. Pero lo que no sabían era que entre los presentes que habían presenciaron lo sucedido, había algún que los conocía muy bien. Esa alguien siguió a los hermanos sin que se dieran cuenta.

Estaban caminando por un pasillo cuando de repente Naruto se para en seco y miro a su hermano. Deidara al ver que su hermano dejo de caminar también dejo de hacerlo.

¿Qué sucede Naruto?  – pregunto un poco preocupado Deidara. Este solo lo miro y empezó a caminar de nuevo. – No crees que nos pasamos un poco? Digo solo le hubiéramos podido decir que éramos chico y problema solucionado – dijo mirando a Deidara con un poco de culpa reflejada en su mirada. Después de todo lo había empezado el. – Tú crees Naru? – pregunto Deidara mirando a Naruto – si, talvez deberíamos de pedir perdón cuando le veamos - dijo Naruto. Deidara juste iba a responder a lo que había dicho Naruto. Cuando ambos sintieron como alguien posaba una mano en el hombro de los dos chicos. Grande fue la sorpresa de los jóvenes al oír la voz de aquella persona detrás de ellos

Ohyo, como han estado? – Los dos chicos se dieron la vuelta hacia ellos mismos encontrándose con la cara familiar de un hombre mayor, alto, con marcas rojas pintadas en la cara con el cabello blanco y largo

Ero-senin – Abuelo – gritaron los dos chicos a la vez. Por suerte no había nadie ahí.

Ssshhh – dijo el hombre con un dedo delante de su boca. – siento tener que decirles esto, pero tendrán que venir conmigo para ir con la directora – dijo el hombre con una sonrisa un poco culpable. El hombre prefirió decirlo de esa manera por si algún los escuchara.

Ambos chicos no tuvieron otra opción más seguir a su abuelo quien los guiaba hacia su abuela. Los pasillos estaban vacíos ya que hacía bastante tiempo desde que habían empezado las lecciones.

¿Qué haces aquí, abuelo? Ya estábamos dándote por desaparecido – dijo Deidara mirando al hombre mayor. – eh, es muy raro. No era que estabas en una de esas “investigaciones”, Ero-senin – dijo Naruto.

No seas mal educado, muchacho – le medio grito el hombre a Naruto. Este solo se limitó a sonreírle a su abuelo. -  Bueno como ustedes saben tuve que salir del país por cosas de trabajo – Naruto y Deidara se miraron entre sí con una cara de “si, clara. Por trabajo” – y me demore un poco más de que había planeado y dicho a ustedes saben quién – dijo el hombre con una mano en la nuca. – La razón por cual estoy aquí es que cuando volví a casa estaba muy pero que muy cabreada, por qué no se – dijo suspirando – y como pueden imaginar casi me mata. Según ella me dio dos opciones, pero en realidad solo fue una. Bueno, la primera era que tomara mis cosas y que me largara y la segunda, que en realidad fue la única alternativa que me dio, fue que me podía quedar pero que iba a ver varios cambios – el hombre se quedó callado por unos minutos – Yo de verdad la amo y no tuve que pensarlo dos veces para elegir. Y aquí estoy ahora, he estado trabajando como profesor de historia y ortografía durante casi dos semanas.

Estuviste básicamente desaparecido por casi dos meses – dijo Naruto. – ya te estábamos dando por muerto – siguió Deidara mirando mal a su abuelo.

Más respecto, que no se les olvide quien soy – dijo el hombre con un enojo fingido – ya que soy profesor aquí y por otras razones tienen que llamarme por mi nombre, nada de abuelo o Ero-senin.

Deidara lo miro y dijo dudando un poco – Jiraiya - sensei?

Los tres se quedaron callados ante lo dicho por Deidara, Naruto movía la cabeza en negativa mientras se cruzaba de brazos. – Eso suena horrible, creo que lo mejor sería solamente decir sensei ¿verdad? – dijo Naruto mirando a los otros. Ambos movieron la cabeza en respuesta de un sí. – nunca más voy a volver a decir eso, se sintió muy incómodo y para qué no decirlo raro – dijo Deidara.

Jiraiya solo miraba a sus nietos que hablaban mientras estaban por llegar al despacho de la directora. – Chicos ya llegamos, mejor prepárense – les dijo el hombre a sus nietos con una sonrisa.

Notas finales:

Si hay algo que no entendieron por mi español, solo pregunten.


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