Ante la respuesta del escritor Misaki quedó completamente a la expectativa, en su mente se formaban mil y un ideas sobre lo que le había dicho: quizá le resultara una molestia al mayor y, aprovechando que ha terminado sus estudios, quisiera que se fuera de su casa; quizá ya tenía a otra persona y él ahora era un estorbo para su nueva relación... Ni siquiera le interesaba el enorme dolor que, apenas se daba cuenta, aquejaba sus caderas. Sus cavilaciones terminaron cuando el mayor, con toda la dulzura y firmeza que era capaz de mezclar, comenzó a hablar.
- Misaki, yo te amo, eres la persona más importante en mi vida - ante tal declaración, el pequeño oji verde suspiró de alivio - amo cada parte de ti: cuando me regañas por dejar todo regado y al final, con toda la paciencia del mundo, me perdonas mis berrinches; cuando me preparas la comida más exquisita que jamás he probado y que, ahora que la conozco, no podría vivir sin ella; cuando, sin darte cuenta, tus celos hacia las personas que están cerca de mí o que conocen más acerca de mi pasado te hacen reaccionar de la manera más posesiva y adorable que pueda existir... Todo, todo lo amo de ti, y sé que tú también lo haces... Pero... ahora que has terminado la escuela, no existe razón aparente para que sigas viviendo conmigo y yo no quiero separarme de ti, por lo que te propongo que hagamos pública nuestra relación y así no habrá problema con que sigamos juntos -ante la mirada de sorpresa y desconcierto que le brindaba el menor, a Akihiko se le estrujó el corazón pensando que tal vez él era el único que deseaba que permanecieran juntos, por lo que con todo el dolor del mundo estaba dispuesto a dejar ir al pequeño - a menos que... - no podía externar esos sentimientos, lo había decidido, pero le era tan difícil decirlo...
El menor, al darse cuenta en la mirada lastimera que tanto lo confundía de parte del escritor, de lo que éste último pensaba, decidió dejar de lado toda su vergüenza ( o todo lo que podía) y; con mirada gacha, manos sujetas fuertemente al pantalón y el sonrojo más grande que le había cruzado por el rostro ( aún mayor que el de la noche anterior), comenzó con su contestación - Usagui-san, no pienses cosas que no son. Yo... yo... yo te... YO TE AMO - casi gritó el pequeño, y el escritor comenzó a sentir un calor agradable en el pecho, prestándole así toda la atención a SU castaño - es la verdad, yo siento eso por ti, pero sabes que aún no estoy listo para hacer nuestra relación pública - ante lo que el escritor se decepcionó un poco, pero siguió escuchando - no estoy listo para que todo el mundo lo sepa... pero yo tampoco me quiero separar de ti... Quiero decirle a nii-chan de nosotros, quiero que sepa que tengo una persona a la que amo con todo mi corazón, con la que comparto mi vida, y de la que no me quiero separar. - el castaño con toda la sinceridad que en esos momentos era capaz de expresar.
Después de tan hermoso intercambio, al escritor le daban ganas de tomar ahí mismo a su pequeño amor, pero al darse cuenta el castaño de las intenciones no tan sanas de su pareja, decidió darse a la fuga con la excusa de salir por los ingredientes para la comida, aunque su parte trasera aún doliera prefería eso a que el escritor de plano lo dejara inválido. De ésta manera, el escritor decidió encerrarse en su estudio y descargar sus más bajos instintos en un nuevo tomo de sus siempre bien ponderadas BL.
Mientras el oji verde caminaba por las calles de la ciudad, no podía dejar de pensar en la plática anterior:
< vaya, jamás esperé decirle esas cosas a Usagui-san, fue tan vergonzoso, pero creo que le gustó... Ahh (suspirando), bueno, después de todo ya venía dándole vueltas al asunto mas no creí que tendría que ser tan rápido, aún me cuesta expresar mis sentimientos hacia él y ahora se los tendré que explicar a nii-chan... En fin, está decidido... Ahora el único problema es cómo le voy a decir a Usagui lo otro, sé que no le gustan los niños y quizá esto será una molestia para él, así que no sé cómo le haré, bueno después de todo no hay de qué preocuparse... aún, desde que me enteré me he cuidado muy bien, así que dejaré eso de lado por el momento y me concentraré en lo que le diré a nii-chan>
Mientras tanto con el escritor:
< Ahh, mi amado Misaki, jamás imaginé que te escucharía decir tales palabras, no tienes idea de cuan feliz me haces, no podría esperar menos de ti, ahora sólo se lo tenemos que decir a Takahiro para que no nos separemos... Soy tan feliz... sólo hay una cosa que pondría la dicha completa a nuestra relación: un hijo, tuyo y mío, una mini copia tuya, eso sería lo más bello que nos podría pasar. Sé que a ti te gustan los niños y, aunque a mí no me encantan, tenerlos contigo sería la felicidad hecha vida; por experiencias previas con niños, tú piensas que no me agradan por mi eterna excusa: " no me gustan los seres que se mueven por puro instinto"; y es cierto, no me agradan, pero no por esa razón, si no por que no soporto la idea de estar frente a pequeñas personas que sé en un futuro se volverán hipócritas, falsas ante el mundo, buscando obtener lo que desean a costa de cualquier cosa, porque así son educados; sin embargo, todo sería distinto si fuera nuestro hijo, yo lo amaría con toda el alma, le enseñaría la belleza de la vida y de vivirla con la persona a quien amas, le diría que, sin importar lo que diga la sociedad, el mostrarse como es uno mismo es la mejor forma de vivir, porque sabrás que las personas están contigo porque así lo quieren... Ahh Misaki, te amo>
Lo que dicha pareja no sabía, es que la noche anterior había dejado la sorpresa más linda de su vida, una que les daría la fuerza para enfrentar lo que se avecinaba...
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