Después de haber arreglado todo en Magnostad, todos se encontraban en Sindria festejando que a pesar de todo las cosas salieran bien, aunque en el fondo el pequeño niño de cabellos azules estaba un poco deprimido, pues en la batalla había muerto mucha gente, todos inocentes, y no paraba de repetirse una y otra vez que todo era su culpa, Solomon le había dado el conocimiento de lo ocurrido en Alma Toran, se supone que él es el cuarto magi del palacio sagrado, que esta en este mundo para detener las atrocidades de la organización ¿Entonces que se supone que esta haciendo? Si no fuera por el apoyo que mostraron los contenedores de rey y sus familiares, Al Thamen se hubiera hecho con el control de todo, Ugo le había dicho que él tenía el poder para cambiarlo todo, pero comenzaba a preguntarse seriamente si era así, esta batalla había traído consigo sacrificios innumerables, incluidos Sheherezade, Matal Mogamett y su querido amigo Titus, por suerte, el guardián del palacio sagrado había logrado traerle de vuelta en un cuerpo de los clones de la anterior magi, pero de no ser así ¿qué hubiera pasado? ¿En verdad era capaz de vivir con el remordimiento? Esta casi seguro que no, suspira, últimamente no se siente con el mejor animo del mundo, lo cual no es normal en él, pues siempre trata de mostrar una sonrisa al mundo, quiere apoyar a todos con su calidez, pero se siente agotado, es normal siendo humano ¿verdad? Pero tampoco es que le guste sentirse así, no es de las personas que gusten de sentir compasión de si mismo, es una fortuna que nadie haya notado lo que le pasa, pues no quiere que nadie le vea así, el es un magi, el encargado de crear reyes ¿Qué se supone que piensen al ver a uno de esos seres tan abatido? Seguramente nada bueno, es más que evidente que en estos momentos el pequeño no inspira confianza, pero por más fuerza que trata de sacar de su pequeño corazón, no lo consigue, comienza a sentir ganas de llorar, pero más o menos las soporta, quiere huir de ahí, pero sabe que tarde o temprano tendría que explicar el porque se había alejado de la fiesta, y no quería dar explicaciones, con el paso de las horas, muchos estaban completamente ebrios, era cuestión de esperar solo un poco más, y nadie echaría en falta su presencia, pero justo cuando creyó haber conseguido su objetivo, alguien le tomó del brazo, el niño abrió los ojos completamente sorprendido, pues quien le había tomado del brazo era ni más ni menos que su querido candidato, al principio pensó que estaba borracho, pero rápidamente se dió cuenta de que no era el caso, el rubio le atrajo a su cuerpo y comenzaron a bailar, hasta ese momento el peli azul no había notado que había música en el lugar, pero claro era obvio, era una fiesta después de todo, pero pronto toda tristeza se fue de su alma, y comenzó a bailar, tratando de seguir los pasos de su querido candidato, lo cual hacia de manera un poco torpe, pisandolo en más de una ocasión.
-¡Lo siento Alibaba-kun!!!!
-No te preocupes Aladdin.
Le dijo con una hermosa sonrisa, ah como deslumbraba al pequeño la sonrisa del mayor, siempre le había gustado mucho, ese joven llenaba su vida de luz, por esa razón el era y siempre sería su único candidato, la única persona que esta dispuesto a apoyar aún a costa de su propia vida, la que le ha enamorado descuidadamente con tan cálida energía, a veces no es tan sencillo ser un magi ¿por qué el rubio tiene un rukh tan cálido y brillante? Pero aunque el chico de ojos dorados no logré darse cuenta jamás de sus sentimientos, no le importa tanto, es feliz siempre que pueda permanecer a su lado, ahora que se da cuenta, ya no esta ni un poco triste, ah que sorprendente es el poder del mayor que con solo unas cuantas acciones se lleva lejos la tristeza de semanas, esta tan impresionado con el oji miel, que ya ni cuenta se da de que comienzan a sincronizarse a la perfección en el baile, ya ni siquiera le pisa, este embobado en esos hermosos ojos, incluso se ha sonrojado, no puede apartar la mirada del rubio, que tampoco la aparta de él, ahora que entra en razón, la mirada que le dirige su candidato es muy intensa, nunca le había visto así, no sabe cuanto tiempo estuvieron bailando, pero en algún momento dejó de escuchar la música, y estaban solos, la fanalis se había retirado a su cuarto pues estaba cansada, y los demás, bueno, la mayoría seguía ahí, pero en estado por demás inconveniente, así que en realidad nadie les ponía atención, el menor se sonrojo al notar que su candidato no le soltaba.
-Alibaba-kun, la música ya se terminó.
-Ya lo sé.
-¿Entonces por qué no me sueltas?
-¿Ya te sientes mejor?
-¿Eh?
-Estabas muy triste.
-¿Lo notaste?
-Aunque no lo creas, yo siempre me doy cuenta de lo que te pasa.
-Alibaba-kun...yo...
Pero sin que el mayor le diera tiempo para reaccionar, tomó al menor por la cintura, y unió sus labios en un dulce beso, separandose al poco tiempo, el mayor notó inmediatamente que las mejillas de su magi estaban completamente rojas.
-Alibaba-kun.
-¿Alguna vez te he dicho lo tierno que eres?
El menor estaba cada vez más colorado, la acción del rubio le había tomado desprevenido.
-¿Por qué fue eso?- preguntaba un tanto aturdido el niño.
-Porque quiero que sepas que no importa lo que pase, yo siempre voy a protegerte, puedes confiar en mi, y no lo digo porque seamos un magi y su candidato, o seamos amigos, esto va mucho más allá, escuchame bien Aladdin, yo te amo.
Al pequeño le brillaron los ojos, en este momento se siente el ser más afortunado de la creación.
-¡Yo también te amo!!!!
El pequeño se abrazo con fuerza de su candidato, el cuál mostró su más bella sonrisa al saberse correspondido, pues pensaba que el pequeño no le quería de esa forma, la verdad tenía un poco de miedo de confesar sus sentimientos, porque sentía que no merecía el amor del peli azul, que era demasiado para él, pero también quería que la única persona de la que ha estado enamorado supiera lo que sentía, aunque terminara por rechazarlo, pero ahí estaba ese pequeño, aceptando sus sentimientos como siempre sin juzgarle, por eso lo amaba tanto, estaba tan feliz que besaba al menor con cada vez más intensidad, hasta que alguien le saco de sus pensamientos.
-¿Te vas a violar al enano en este lugar?
-¿Judal? ¿Qué rayos haces aquí?- decía el rubio.
-Nada interesante, solo daba un paseo para divertirme, después de todo me enteré que Sindria tenía una fiesta y me pareció divertido venir, pero todos están perdidos de borrachos, ni siquiera la barrera esta en pie.
Bastó con mirar un poco alrededor para darse cuenta de que la maga de agua estaba tirada en el piso, que poco confiable.
-¿Y qué quieres? Los demás podrán estar fuera de combate, pero Aladdin y yo podemos detenerte.
-Me gustaría que lo intentarán, pero hoy no estoy aquí por eso, enano.
-¿ Qué sucede Judal-kun?
-Quiero decirte algo ¿podrías acercarte?
El mayor que hasta ese momento estaba levitando, bajo hasta tocar el suelo, el peli azul se acercó a él, mientras el oráculo acercó su rostro como para susurrar algo importante, pero para sorpresa del menor le robo un beso, provocando que el pequeño se pusiera rojo, mientras el oji rubí sonreía con maldad, para alejarse en el aire, el menor estaba completamente sorprendido, mientras Alibaba se equipo a Amón para dar seguimiento a tan atrevido chico, por desgracia para él, el sol negro era en verdad veloz, y después de unas cuantas burlas se perdió de vista, el rubio llegó con su magi, quien tocaba sus labios, lo que provocó inseguridad en el oji miel ¿acaso ese beso le había gustado más que los suyos? Pero justo cuando iba a preguntar al menor si estaba enamorado del oráculo, este comenzó a reír.
-¿Aladdin?
-Ja ja ja Judal-kun no tiene remedio, le gusta mucho hacer travesuras.
-¿Travesura? ¿Eso quiere decir que no le gustas?
-Claro que no, cuando acercó su rostro me dijo "fíjate en la cara de idiota que va a poner tú candidato" y luego de eso me dió el beso, por eso me tomó por sorpresa, no pensé que fuera a besarme.
-¿Entonces no tengo competencia?
-¿De que hablas? Ya deberías saber que incluso si Judal-kun me amara, mi corazón es todo tuyo.
El rubio sonrió, y abrazo al magi para continuar lo que había sido interrumpido por el mayor, había sido un momento por demás extraño, pero había hecho pensar en algo al rubio, protegería con todas sus fuerzas el amor que siente por el niño, porque no dejará que nadie les aparte, ni el oráculo, Al Thamen, Sinbad, Hakuryuu, ni las inseguridades que pueda sentir, porque ese pequeño es lo más preciado que tiene y lo protegerá con todo su ser para no verlo llorar nunca más, llenara su vida de felicidad sin igual, como la que siente con la sola presencia del pequeño.