Primer día de clases
Resumen: Daiki recuerda a su primer amor.
Convocatoria del grupo Aokaga de face
Marzo de drabble
Categoría: KNB
Personajes: Aomine Daiki, Kagami Taiga.
Géneros: Romance.
Advertencias: Shota.
Clasificación: NC-17
Completo: Sí
Capítulos: 1
Disclaimers: Los personajes de este fic no me pertenecen.
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-¿Te sucede algo?
La voz de Taiga me despertó de un momento al otro, estaba tan metido viendo el álbum de fotos que me perdí por un rato en el tiempo.
-No es nada, sólo recordaba –dije llamándolo. Se secó las manos, había estado lavando la loza que ensuciamos en la exquisita cena que preparó para los dos.
-Te veías ausente –me reclamó, pero de todas maneras se sentó entre mis piernas y pude apoyar la pera en su hombro para seguir viendo las fotos-. Que antiguas –dijo tomando la que estaba en mi mano.
-Es mi favorita.
La imagen no decía demasiado, era simplemente una foto de un viaje escolar en la que aparecíamos Taiga y yo cuando éramos unos niños, fue el día más feliz de mi vida, creo que fue el día que lo empezó todo.
Tenía por fin seis años e iba a entrar al colegio, mi primer año. Conocí muchos niñas y niños ahí, pero una cabellera roja llamó mi atención desde el primer día. Se llamaba Kagami Taiga, para mí, desde el primer día, fue Tai-chan. Era tan lindo, era inocente y algo tímido, me encantaba jugar con él y no dejaba que nadie se metiera con él. Mi mami me dijo que cuando me gutara alguien tendría citas y le haría regalos lindos. Para mí un regalo lindo eras las flores que papi le llevaba a mi mami y esta sonreía y le daba un beso en la boca, pensando que no los veía.
Fue cuando tuve la mayor de las revelaciones. Le llevé flores a Tai-chan le dije que sería mi novia y se puso todo rojo como una manzana, lo abrasé y sentí sus manitos aferrar mi polera. Luego pasó lo más hermoso de mi vida, me dio un beso en la mejilla y casi vi corazones volando alrededor.
Desde ese día Taiga sólo era mi novia. No tenía conciencia en esos tiempos de que la palabra correcta sería novio, pero en mi mente, si yo era novio, él sería novia. Los años pasaron y Taiga siguió a mi lado. Fue cuando tuvimos doce años que nos dimos un beso de verdad, la primera vez que metí mi lengua en su boca y la saboree por todos lados. ¡Oh, fue la gloria! Mucho más después cuando Taiga me miró todo sonrojado. Lo amaba tanto.
-Insisto en que estás raro –me dijo revisando las fotos.
-Quiero que los días pasen luego par que nos cacemos. Quiero que seas completamente mío.
-Ya soy tuyo, tonto –dijo volteando el rostro y besándome como a mí me gusta-. Además tú fuiste el que prometió mantener mi pureza hasta que estuviéramos casados –me recordó.
-Lo sé, debí callarme –dije medio en broma, medio en serio.
-Mejor vamos a dormir, mañana tenemos examen y no estamos descansados.
Asentí al ver como se alejaba en dirección a su habitación, me iba a quedar aquí esta noche, mis suegritos me lo permitieron, al ver que yo llevaba tres años cumpliendo con la promesa de tomar la virginidad de Taiga hasta que cumpliéramos dieciocho y nos casáramos. Menos mal que queda sólo un par de meses.
Fin