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El Susurro De las Almas Enlazadas por Stig Al-sayf

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Notas del capitulo:

Hola

Joder no me vuelvo a poner fecha de actualización, al final este capítulo se alargó y no descanse hasta llegar hasta el final que yo quería. En resumidas cuentas fue este uno de los motivos por lo que en el mes de abril no subí nada. Cual civil war, cual vida. :D

Espero le guste y a leer.

Poco a poco el cielo empezaba a clarear y en su interior se formaba el anhelo de volver a casa. Toda la noche había estado en una tarea agotadora, pero dadas las circunstancias la noche era su mejor aliada. La tormenta seguía retrasándose pero podía sentir su anunciada llegada en el fuerte viento, también el aire se sentía más seco de lo normal al entrar en su interior y los pequeños copos de nieve caían lentamente pero sin interrupción.

Su cuerpo  inmóvil desde hace algún tiempo se empezó a cubrir de nieve, le gustaba quedarse lo más quieto posible mientras sus ojos veían sombras danzar en la inmensa oscuridad que devoraba los árboles.

Solo de esa manera podía sentir la vida, era una sensación agridulce, si pensaba que aquella lejana guerra los dejo viviendo de sangre y lágrimas. Quemando todos los árboles, matando a todos los animales y que la naturaleza que apenas sentía, era la sombra de un pasado maravilloso.

Cuando era un niño recordaba ver por días, por semanas enteras ver arboles arder sin motivo alguno, desprendiendo aquella ceniza que se pegaba a cualquier superficie para ensombrecerla. La piel de todos era oscuridad, por suerte la suya era oscura antes de que cayeran las cenizas. Le gustaba el bosque podía quedarse en aquel lugar para siempre pero la noche estaba por terminar dando paso a otro nuevo día y tenía que moverse.

____

Mientras limpiaba el barro de sus botas en la entrada de la casita de la montaña, Fugaku dejo de fijarse en la penumbra de su hogar para mirar detrás de él, no se movió durante unos segundos reglamentarios. Acto seguido entro y cerró la puerta.

La luz de la cocina estaba apagada y el rico aroma a café que le daba la bienvenida desde hace algunas semanas no estaba tampoco. Dejando su rifle en los soportes de la pared y tirando los guantes sobre la mesa, comprobó las respiraciones de los que dormían. La noche no había sido fácil para Naruto y mucho menos para Minato.

Dejando su abrigo en una silla, Fugaku se dirigió a la cocina donde puso algo de agua al fuego, de uno de los estantes saco un tarro y preparo lo último que quedaba de café. Dentro de poco el resto de cosas se agotarían, si las provisiones no llegaban rápido en el peor de los casos mandaría a Jiraiya o iría él personalmente. Pero dudaba mucho que Orochimaru permitiera tal cosa y dada las circunstancias sabía que el otro hombre haría hasta lo imposible para llegar a la casita de la montaña.

Mientras el café estaba, saco pan y comenzó a tostarlo. Por lo que podía oler La fiebre había aumentado bien entrada la noche, pero a medida que pasaban las horas fue disminuyendo de apoco, en el aire estaba el olor de la infusión de girasol. Había sido una noche  agotadora.

Sin ruido alguno Fugaku entro en la habitación donde Jiraiya y Kakashi dormían, solo que en aquel amanecer Kakashi estaba al borde de caerse de la cama, porque sus dos hijos dormían a todo anchor en su cama.

—despierta pervertido de la montaña.

Sin delicadeza alguna el Uchiha despertó a Jiraiya, quien inmediatamente se dio la vuelta hacia el otro lado mientras le mandaba a la mierda. Sin prestarle atención Fugaku se dirigió a su cuarto y al entrar vio a Naruto durmiendo al fin plácidamente mientras Minato dormitaba sentado en el piso al lado de la cama.

—mande a los niños a dormir al otro cuarto, Naruto no dejaba de llorar. Espero no te moleste.

Por respuesta Minato sintió una mano pasar suavemente por su cabello, la otra mano del Uchiha tocaba la cálida piel de Naruto. En menos de dos días estaría otra vez corriendo en la nieve y haciendo rabiar a Sasuke.

— ¿necesitas más girasoles?

—sí, bueno si no es mucha molestia. Puede que lo de noche te costara mucho esfuerzo y solo lo hiciste para lucirte ante mí.

Sintiendo un leve tirón en su cabello acompañado de un minúsculo gruñido, Minato rio suavemente para luego bostezar y Abriendo por fin los ojos dirigió aquella azul mirada a Fugaku. Tomando sus manos entre las suyas se permitió sentir las pequeñas cicatrices, la áspera piel y el poderoso calor de aquellos dedos.

Con cuidado beso cada palma de aquellas manos, notando inmediatamente como todo en Fugaku se alteraba en una corriente moderada de diversas emociones.

—gracias Fugaku.

Por su rostro sintió el recorrer de las yemas del Uchiha, haciéndole sentir tranquilo pese al nudo que sentía formársele en el estómago. Era como estar de pie ante la más temible y fuerte tormenta disfrutando del viento y la lluvia previos al estallido.

—alguien viene.

El estruendo proveniente de la puerta principal se escuchó por toda la casa. Jiraiya quien apenas salía de la cama, se terminó por despertar completamente y mientras salía corriendo Kakashi caía al piso, a la vez que los niños se despertaban asustados.

Naruto no abrió los ojos, sin embargo su rostro mostro signos de enfado y falto poco para que volviera a llorar. Pero Minato fue rápido en calmar a su hijo con pequeñas caricias en el rostro haciendo que Naruto volviera dormir profundamente. Y pese a que Minato estaba con los nervios destrozados, un solo gesto de Fugaku indicándole que no era nada grave, le mantuvo con los pies en la tierra. Por su parte el Uchiha salió de su cuarto con prisa y con aura de querer golpear al idiota más próximo y no tardó en dar con el idiota de su sobrino, sentado en la mesa tomándose el café mientras en una mano sostenía una rebanada de pan tostado mordisqueado.

— ¡tío Fuga!

—estas muerto Obito.

La mitad del pan cayó al suelo, la taza se quebró y Jiraiya lamento mediar entre aquellos dos brutos.

— ¿Qué mierda está pasando?

Bostezando e ignorando aquel manicomio lo mejor posible Kakashi sonrió a Minato, y señalo al joven de cabello negro y puntiagudo con una gran sonrisa que esquivaba el agarre de un muy cabreado Fugaku.

—Obito suele ser al que mandan primero con algunas cosas cuando el resto de gente se retrasa en traer las provisiones—suspirando y sentándose en el suelo Kakashi se cruzó de brazos y cerró los ojos—era de esperar, pero antes de marcharse de aquí la última vez, dijo que no volvería hasta acabado el invierno. Creo que nos dejamos llevar por la felicidad de tal mentira.

Dicho esto Itachi y Sasuke salieron más calmados pero no menos molestos para observar el bullicio de los adultos, aun se les notaba que tenían sueño y antes de que Sasuke se quedara de pie dormido, Minato le cargo.

— ¿durmieron bien? Lamento que no durmieras en tu cama Itachi.

Dejando su mueca de disgusto Itachi sonrió ante las palabras de Minato.

—lo importante era darle espacio a Naruto y a ti Minato.

—claro el espacio de Kakashi no vale nada.

— ¿quién es el que vive diciéndole que Sí a todo lo que pide Minato?

—los dos, pero yo le gusto más.

Y justo antes de que otro Uchiha se enfrascara en otra pelea. Obito hizo acto de presencia entre Kakashi e Itachi pero sin dejar de mirar a Minato.

— ¿sabes que él te disparo?— Obito señalo rápidamente a Kakashi— ¿lo haz perdonado? Yo personalmente pienso que…

Antes de poder terminar, Kakashi se había levantado de un golpe y se sumaba a la purga para darle su merecido a Obito.

—sé que debería ayudar a ponerle orden a esta situación pero ¿ese chico le dijo tío a tu padre?

Suspirando pesadamente Itachi empujo a Minato hacia el cuarto y cerró la puerta.

—es una larga historia donde solo se lo suficiente para decir que si no fuera por mi mamá y el inexplicable apego que le tiene Obito a papá, termino con el apellido Uchiha y llamando tío a papá.

Muchas personas no venían con un nombre al mundo, algunos con suerte tenían número. Así que contar  con un apellido se había convertido en alguna especie de gran reconocimiento. Minato había tardado años en obtener su nombre, no recordaba de donde había aparecido. Kushina por otra parte conto con un apellido y pese a que no le agradaba su procedencia, le había acogido con orgullo y se lo había pasado a Naruto. Minato nunca lo tomo, sentía que no lo merecía.

—en el fondo lo queremos, solo que ese querer cambia por minutos “le queremos así de idiota” a “le queremos golpear por idiota”

Riendo ante la descripción que Itachi daba sobre el nuevo Uchiha, Minato acostó a Sasuke junto a Naruto.

—Itachi tú también deberías dormir un poco más.

—pero Obito está haciendo mucho ruido y si despierta a Naruto y a mi hermanito quiero estar presente para reñirlo.

Sonriendo ante las palabras de Itachi, Minato lo tomo de la mano y volvieron a salir para ver que la disputa seguía en pie. Solo que ahora Kakashi estaba interviniendo por Obito, Jiraiya había cambiado al bando de querer golpearlo y Fugaku le jalaba fuertemente la oreja al joven  en aquel instante.

—Es bueno ver que todos estén de tan buenos ánimos.

Ante las palabras de Minato los aludidos dejaron de enfrascarse en lo que discutían y le miraron. Minato les sonrió e inmediatamente, Fugaku no pudo evitar sentirse avergonzado por lo infantil que se habría visto envuelto en aquella discusión. Terminando por contribuir aquel alboroto y en su mente surgió el pensamiento culpable de saber que Minato estaba sin dormir y muy cansado, por otro lado esa sonrisa era su debilidad más placentera.

 Jiraiya y Kakashi también se sintieron como idiotas, Minato no merecía gastar sus pocas energías en sus disputas infantiles. Y por último estaba Obito que observaba curioso, le encantaba sacar de quicio aquellos tres y por lo general no había quien les calmara sino ellos mismos. Pero aquel hombre había logrado con sus palabras y sonrisa calmarlos al instante.

Por lo que había logrado averiguar después de mucha insistencia, era fácil conjeturar que el tipo rubio se había ganado el afecto de su parco tío y tal sentimiento también parecía extenderse a Kakashi, Jiraiya y hasta los niños. Por instinto la desconfianza era su primera opción pero la existencia de una relación entre Fugaku con aquel hombre no hacía más que desconcertarlo, dejándole con solo con una gran curiosidad.

— ¿entonces eres la nueva pareja de mi tío?

En definitiva los Uchiha eran demasiado problemáticos, esa clase de pregunta no era algo que pasara por la mente de los habitantes de la casita de la montaña. pero era un interrogante que tarde que temprano tenia surgir y ser respondido.

—Obito.

El tenso silencio fue roto por la voz de Fugaku que resonó con notable enfado, dándole entender al joven que si seguía por aquel camino la confrontación ya no sería en broma.

—no te enojes con el Fugaku, está pidiendo respuesta a una pregunta razonable.

Minato pasó entre ellos con carácter tranquilo hacia la mesa, donde hizo sentar a Itachi en la única silla que seguía en pie y comenzó a recoger los trozos de la taza partida. Kakashi no tardo un segundo en ayudarle y Jiraiya se encontró levantando las sillas para luego tomar asiento.

Obito observo todo aquello y empezó a sentir lo que pocas veces había experimentado después de años y años de abrir la boca sin pensarlo bien; Incomodidad. Era como si hubiera preguntado por el más íntimo de los secretos. 

Sintiendo la reciente incomodidad del Obito, Fugaku se relajó y sin mostrar expresión alguna, pero disfrutando de la situación se concentró en mirar a Minato. Quería saber cómo iba a responder.

—Ha dicho nueva ¿acaso eres un rompe corazones Fugaku?

Sin perder la compostura y siguiéndole el tono a Minato, Fugaku de encogió de hombros y puso su mejor cara de inocencia.

—bueno soy un buen partido según los rumores.

Minato rio mientras se acercaba a Obito y sin que el joven pudiera decir algo, le tomo una mano.

—bueno Obito solo te diré que estoy comprobando todos los rumores sobre tu tío ¿contento?

El rojo cubrió el rostro de Obito, y no aguantando más aquella cómica situación Kakashi y Jiraiya salieron con prisa de la casita para poder reír hasta que les doliera el estómago. Pocos  ponían en jaque a Obito y había que celebrarlo.

—no me parece gracioso.

—pero debes aceptar que actúas como idiota, lo cual no sería motivo de burla si no presumieras que eres de todo menos eso, sobrino.

Pocas veces Fugaku le llamaba de tal forma y esas pocas veces, la mayoría era para molestarle.

— ¿acaso a Itachi no le molesta todo esto?

Itachi no tardo en adoptar el semblante inocente de su padre.

—No me parece nada malo en que Minato compruebe los rumores sobre mi papá, apenas hace algunos días pudo dar fe de que papá hace un café muy bueno.

El semblante de Obito no mejoro con aquella respuesta de Itachi, era divertido ver como todos se habían confabulado para tomarle el pelo al pobre de Obito.

—Itachi vamos a desempacar las provisiones que trajo tu primo.

Padre e hijo marcharon con las bolsas hacia la cocina.

— ¿esto cuenta como la famosa charla?

—No, más temprano que tarde Jiraiya te dará la famosa charla y te hare tu primer café para pasar el trauma.

____

Con mucho cuidado tomo la taza y  despacio soplo el vapor del café recién hecho. Nunca lo había probado desde su llegada a la casita de la montaña, era una bebida adictiva e inquietante. A veces solo quería perderse en aquel fuerte aroma y otra veces solo tomaba un gran trago para sentir su garganta arder y experimentar aquellas ráfagas de energía que le mantenían con los ojos bien abiertos. Pero lo más adictivo del asunto era ver como Fugaku lo preparaba; como tomaba los granos tostados y los trituraba, el verter de pequeñas cantidades en el agua caliente. Todo tenía una medida exacta en aquel proceso hasta que era servido. En ese instante el Uchiha fruncía el ceño y si Minato estaba cerca le era dirigía una mirada de duda, Minato solía responderle con una sonrisa infantil mientras mostraba sus dedos extendidos en el aire.

—eres muy dulce.

—es que yo veo el café como una bebida de relajación y no como el tónico de color oscuro que me quitara el sueño. Además hoy solo pedí diez cucharadas.

Con pasos lentos y café en mano salieron a sentarse en un gran tronco que estaba al lado del cobertizo de la carne, el cual tenía un tejado que les proporcionaba cierta protección de la caída de la nieve.

— ¿entonces a esto se le llama una buena rutina?

Fugaku se encogió de hombros y tomo un pequeño sorbo de su café. Minato por su parte en solo un sorbo había vaciado la mitad de la taza mientras su mirada iba de árbol en árbol, para terminar cayendo en los pequeños pero ininterrumpidos copos de nieve.

—me gusta tomar café contigo Fugaku.

El Uchiha siguió tomando su café mientras entrelazaba su mano libre con la de Minato. quien no dejaba de pasarse la lengua por los labios entre sorbo y sorbo.

— ¿no te molesto que le diera a entender a tu sobrino que éramos algo más?

Un rápido beso caliente fue depositado en la mejilla de Minato, quien disfruto del calorcillo que se le subía por el rostro.

—técnicamente no sé qué somos. Compartimos cama, hacemos esto cada día, coqueteamos para hacernos sonreír y somos tan peculiares que es un consuelo para ambos, pero no sé cómo podrías ser feliz a mí la…

Antes de lograr terminar sus palabras, un fuerte brazo rodeo el cuello de Minato y le atrajo hacia aquel cuerpo caliente. Fugaku había terminado su café y Minato no dudo en ofrecerle el último trago del suyo. Haciendo surgir en los labios del Uchiha una mueca, ya que no le gustaba el café con azúcar.

—y de esa manera se confirma el rumor de que eres un quisquilloso.

Minato se terminó su café mientras trataba de ignorar el gruñido del Uchiha.

—vamos a descansar.

Asintiendo, el rubio tomo las dos tazas y emprendió camino hacia la casa. Fugaku se quedó un poco rezagado con la mirada centrada en algo indeterminado.

— ¿Qué retendrá a la tormenta?

Aquellas palabras fueron tragadas por la nada pero no tardarían surgir.

____

Ya dentro en las calidez de la casita de la montaña. Fugaku repartió los turnos de vigilancia. Jiraiya y Obito serían los primeros mientras que Kakashi dormirá otro poco más y luego sería el encargado de calentar las sobras de la cena para el almuerzo. La idea era que Minato lograra dormir todo lo que pudiera durante el día mientras Naruto lo permitiera.

—puedo dormir un rato y luego hacer el almuerzo.

—te encanta llevarme la contraria rubio.

—me gusta la idea de ser útil, que es algo muy diferente a llevarte la contraria Uchiha.

Riendo ante la nueva discusión marital, Kakashi y Jiraiya tomaron participación.

—hombre nos haces sentir como si no supiéramos calentar las sobras y hacer algo medio decente.

Jiraiya dijo aquello mientras Kakashi se encargaba de arrastrar a Minato hacia la cama.

—y no, no estamos de parte de ninguno. Solo queremos que descanses Minato.

Remato Kakashi mientras terminaban de entrar al cuarto donde los niños ya dormían.

—ahora tú también deberías descansar Fugaku.

—y lo hare Jiraiya, en cuanto hable con Obito.

—vale me iré a comenzar la guardia, manda a Obito en cuanto puedas.

Fugaku se dirigió a la cocina donde encontró a Obito lavando los platos del desayuno.

— ¿oíste lo que dije?

El joven asintió mientras se secaba las manos en un trapo

—lamento si incomode a Minato.

—pues en ese caso, no es a mi quien debes pedir disculpas.

—creo que no le caí bien.

—sabes que lo tuyo no es dar primeras impresiones buenas.

Obito gruño y se puso darle pequeñas patadas al piso. Y compadeciéndose un poco de su sobrino, Fugaku le dio una pequeña palmada en la espalda.

—le caíste bien, ya descubrirás que Minato no juzga sin conocerte bien.

Obito sonrió de lado y metiendo las manos en los bolsillos comenzó a balancearse con los pies.

—al principio no le creía a Rin sobre tu interés sobre Minato incluso llegue a pensar que Orochimaru me estaba vacilando. Pero dado que ambos no hablan por hablar, solo quería ver todo con mis ojos.

— ¿gracias por preocuparte?

—al menos lo estas notando.

— ¿cuándo estarán llegando Orochimaru y Rin?

—mañana o pasado mañana.

Asintiendo Fugaku salió de la cocina rumbo a su cuarto y Obito marcho hacia la puerta. Los asuntos personales eran pocos tratados por los Uchiha mayores. Obito podría estar muy alejado del carácter de Fugaku, pero en términos simples la familia era el núcleo y era bueno para ambos saber que la llegada de alguien nuevo no iba alterarlos. Aunque claro Fugaku sabía que Minato no iba a pasar desapercibido por nadie, y que tener una relación con él estuviera o no definida, seria jugar con fuego. Cosa que en su fuero más interno no le molestaba, el caos de su Ser también quería ser alimentado y quien mejor que Minato para hacerlo.

—defenderé sus honores ante los chismes de la aldea.

Dijo Obito con una gran sonrisa burlona antes de marchase.

—debí relegarlo a primo tercero.

Las lamentaciones sobre Obito le duraron poco a Fugaku, ya que una vez dentro de su cuarto Minato le esperaba en la cama.

—ese momento donde no puedes dormir sino estoy a tu lado.

—ja, ojalá fuera eso. Desperté a Naruto para que se tomara su leche y tomo muy poca, lo que me consuela es que la fiebre no aumentado. ¿Crees que es buena idea que este durmiendo con Itachi y Sasuke?

—mis hijos no se enferman con facilidad, y si Naruto sigue igual pronto llegara Orochimaru y te ayudara.

Minato asintió y miro como Fugaku se terminaba de quitar los zapatos, para luego quitarse la camisa y lanzarla a los pies de la cama, mientras salía con facilidad de sus pantalones y se ponía a buscar unos más cómodos.

—puedes dormir así, si quieres.

Minato ignoro la mirada sorprendida que seguro Fugaku le estaba dando en aquel momento enrollándose bien en la cobija.

—Minato.

—desprendes mucho calor, creo que solo duermes con ropa porque duermo contigo. No hay problema…en serio.

Minato se dio la vuelta mientras Fugaku apagaba la luz y corría las cortinas alrededor de la cama para sentir por fin como el colchón se hundía bajo el peso del Uchiha. quien le arropo con otra cobija y sin prisa fue enredado sus piernas con la suyas mientras le abrazaba.

—que todos piensen que tenemos algo no significa que tenemos que llenar sus expectativas.

Volteándose hacia el Uchiha y Abriéndose paso entre las cobijas, las manos de Minato se posaron en el pecho de Fugaku, quien disfruto con el choque de temperaturas, con el contacto de aquellas manos en su piel.

—dudo mucho que al ser quien soy, se me permita llenar expectativas, pero en otras cosas puedo llegar a algo más que llenar expectativas, puedo desbordarme.

Había días en que el sueño solía ganar la partida, solo el hecho de dormir juntos era muy bien recibido por ambos. Y había horas entre esos días en que sus largas miradas terminaban en palabras, preguntas, respuestas y risas. Aquellas palabras no abarcaban cosas complejas ni tiempos difíciles, solo las pequeñas banalidades que lograban formarse en aquel lugar y tiempo. Donde el hambre, los abusos y la sangre no lograban llegar.

—no quiero que llegues a pensar que el sexo es una forma de pago…o que te lastimare.

Solo hace algunos días atrás Minato le había dicho al Uchiha lo mucho que le había costado comprender la pasión que sobrellevaba el sexo. Claro no lo había dicho para imponer una barrera. Sino recordaba mal aquellas palabras las había intentado pronunciar con mofa pero no importaba el tono empleado cuando la fría verdad salía a flote.

Fugaku no pudo evitar que las conclusiones bulleran en su cerebro. Entre las muchas cicatrices que marcaban la piel de Minato. Había mordidas y piel irregular en zonas que la crueldad diaria de los cementerios no solía tocar.

— ¿te molesta que este tan usado?

El tono utilizado por Minato era neutro pero sus ojos mostraban una extraña vulnerabilidad.

—no eres un objeto para que pienses tal cosa. Solo no quiero que pienses que a mi lado serás lastimado, me gusta dar placer tanto como recibirlo. Y no, no molesta tu pasado, sobreviviste y el resto se quedó en aquel lugar pudriéndose.

—mmm los que sobreviven no son héroes.

—yo no quiero un héroe.

Minato sonrió y sacando una de sus manos entre las sabanas, paso a delinear con sus dedos los labios de Fugaku, el cual le daba pequeños mordiscos a sus dedos.

— ¿no crees que antes que nada deberíamos besarnos?

Frunciendo el ceño Fugaku se acercó hasta casi rozar sus labios con Minato.

—ya nos hemos besado en repetidas ocasiones.

Minato hizo un ligero mohín mientras frotaba su nariz con del Uchiha.

—hablo de un beso en toda regla, lo que hemos hecho durante todo este tiempo solo han sido beso castos y pequeños picos furtivos.

—siempre hubieras podido agarrarme en cualquier momento y darme el beso que querías.

Evitando perder los estribos por aquella sonrisa altiva, Minato fue enterrando su mano en el cabello de Fugaku.

—clarooo ahora que los dices eres el hombre más abierto a dar afecto en público y ni hablar por la noche, mi fantasía es perder mis labios por esos dientes filosos que tienes.

Ante la cara poco feliz de Fugaku, Minato sofoco su risa contra el cuello del otro hombre. Que pese a su semblante serio luchaba por evitar una sonrisa por aquellas tonterías.

—solo en estos momentos estamos solo tú y yo. Sin ojos curiosos alrededor, claro si no hacemos mucho ruido. Así que ni una palabra más y solo bésame.

Para Minato el Uchiha sabía a café amargo y para Fugaku, Minato era esa clase de dulce tentación que no podía rechazar. Aquel contraste logro sacarles una sonrisa que se comieron en pequeños mordiscos que trataban de amortiguar los sonidos de placer que iban siendo arrasados entre boca y boca. Ambos silenciaron sentimentalismo y melancolías entre el ardor de sus pulmones y el frotar frenético entre sus cuerpos calientes.

—ya no dejare de besarte.

Fue susurrado por el Uchiha mientras se colocaba encima de Minato, quien le dejo acomodarse entre sus piernas.

Experimentado en aquel momento una sensación más allá del placer y la felicidad. Una especie de anhelo posesivo se formaba sin permiso alguno en el alma de Minato. Aquel hombre con todo su poder, era solo suyo.

Ante aquel caos de sentimientos Minato solo pudo esbozar una sonrisa, porque si se iba a partir en pedazos quería hacerlo con Fugaku.

_____

— ¿crees que es bueno salir con la tormenta a punto de comenzar?

Fugaku quien masticaba su último trozo de carne miro a Obito, que terminaba de lamer su cuchara cubierta de aquella rica salsa que Minato se había inventado para la carne.

—solo iremos por algo que ayude a mejorar la fiebre del hijo de Minato, no nos alejaremos mucho.

—parece ser que lo encontraron a noche sirvió ¿Qué fue lo que trajeron?

Dijo Kakashi de improvisto mientras recogía los platos.

—yo solo guie el camino, Minato fue quien se encargó del resto.

—a veces pienso que solo asientes como autómata a las charlas de Orochimaru.

—creo que no soy el único.

Respondió Fugaku sin ponerle importancia al asunto pero desviando el tema hacia otras cosas. Ya que los girasoles no crecían en invierno y todo no se podía atribuir a la buena suerte de Minato.

Dejando que su mirada recorriera la mesa Fugaku termino por centrarse en el rubio, quien era el único que aún tenía el plato medio lleno y que tras cuatro bocados ya había comenzado a jugar con su comida. Si algo le desconcertaba al Uchiha era el poco apetito que mostraba Minato.

—de todas maneras entre más rápido salgamos será mejor, pero esperare que Minato termine su cena.

Con una semi-sonrisa que no enmascaraba del todo su renuencia  a terminar su comida, Minato logro comerse otro bocado y de un sorbo terminar su bebida.

—iré por más agua y terminare mi comida en la cocina para no hacer volver a Kakashi.

—por mí no hay proble…

Ante la mirada fulminante de Minato, Kakashi se quedó callado y ambos partieron hacia la cocina sin atreverse a mirar a Fugaku quien les taladraba con los ojos.

—en caso de que no puedan encontrar lo que buscan, regresen lo más rápido posible. Ya Orochimaru hará alguno de sus remedios para el niño. Esta tormenta me está dando mala espina.

Dicho aquello Obito puso sobre la mesa dos pilas.

—en la última negociación, el viejo cascarrabias del general Nasim estaba de buen humor y volvimos con cosas interesantes, por lo tanto nos podremos comunicar durante un tiempo con los walkie talkie.

—a veces ese vejete que ni siquiera conozco, me llega a caer mejor que esos hijos de puta de la base nueve.

—dímelo a mí. El general puede llegar a disfrutar mucho del misterio pero esos imbéciles de la nueve, te miran como si fueras un pedazo de carne. Sarutobi dice que para mantenerlos clamados lo mejor es comerciar con ellos pese a que siempre tratan de pasarse de listos.

—en cierta forma tiene razón pero tarde que temprano esos sádicos buscaran pretextos para atacarnos, nunca bajes las guardia ante ellos.

—ni por un maldito momento.

Dejando a los niños en la cama y tomando otro abrigo Minato salió a la fría noche. Donde la luz de los dos reflectores hacia más notorias las ráfagas de viento que arremolinaban la nieve de un lugar a otro. Y pese a que el ruido de los generadores era algo fuerte, el aullido del viento comenzaba a sobreponerse.

—vamos Minato.

Sin tardarse Minato se puso al lado de Fugaku para adentrarse en el bosque, Mientas Jiraiya les gritaba que no se fueran a Demorar.

— ¿esta noche alguno de los chicos te acompañara en la guardia? 

—sí, estaré con Obito.  Así que esta noche me la tomare con calma.

Pese a que el camino estaba cubierto de una gruesa capa de nieve que dificultaba cada paso. Fugaku le guiaba sin problemas aunque el camino no dejaba de ser agotador.

— ¿estar en tu forma normal, te limita de alguna forma?

—un poco, por lo general durante el día no puedo sentir mucho más allá de lo que rodea la casa. Por la noche me es más fácil sentir más allá del bosque  aunque no podría decirte con seguridad que es lo que pasa en el rio y bueno cuando estoy en mi otra forma puedo abarcar mucho más y sentir un millón de cosas, desde la gente que duerme en la aldea hasta el rio. Aunque suelo dejar en paz el camino que rodea el rio para entrar al bosque. Puedo abarcar eso y mucho más, pero tal cosa  requiere de una energía que es difícil recuperar.

—el rio es el límite de tu territorio por decirlo de alguna manera.

—sí.

Minato guardo silencio durante unos segundos sumergido en sus pensamientos y volvió hablar luego con una sonrisita traviesa.

—así que aquella noche te burle muy bien, porque pase el rio casi al amanecer y estuve resguardándome bien entrada la siguiente noche.

—todo en aquella noche fue muy extraño. Era la primera noche en meses en que descansaba y el turno recayó sobre Kakashi. Mi sueño fue intranquilo y cuando desperté estaba muy lejos de la casita de la montaña con todos mis sentidos preparados para cazar. Admito que el instinto me domino por completo. Soy más de estar al asecho.

Para Minato aquella noche ya era especia de recuerdo lejano. Ya no temía aquel Ser que era Fugaku. Pero tenía muy presente que la muerte rodeaba al cazador y que nadie sería capaz de sobrevivir a su Hambre.

Para cuando llegaron a su destino La tormenta empezaba a tomar fuerza, Minato empezaba a temblar de a poco y no podía escuchar más que el fuerte viento en ráfagas cortantes.

—Ten—dijo el Uchiha pasándole el walkie talkie a Minato—si alguien habla contéstale y dile que estoy un poco más lejos ayudándote a buscar.

Y al instante se transformó. En esta ocasión su piel no se asemejaba tanto a la corteza de un árbol. Había algo de pelaje recubriéndole en los hombros y extremidades.

—no tardes mucho. A diferencia de ti no me estoy volviendo más peludo.

Los ojos completamente blancos le observaron mientras las largas y afiladas garras se aferraban al árbol más cercano, haciéndole mecer con una fuerza que no tenía que ver con el viento pero sin denotar violencia en aquel acto.

—base madre a conejitos de la pradera. Base madre a conejitos de la pradera. ¿Me oyen?

Saliendo bruscamente de su contacto visual con el cazador. Minato manejo torpemente el walkie talkie y logro responder pasado unos segundos.

— ¿conejitos de la pradera?

Oyendo la risa de Obito al otro lado, Minato suspiro pesadamente.

—solo quería saber cómo están. La tormenta está cada vez más fuerte y lo mejor es que vayan regresando.

—aah tu tío y yo no tardaremos. Él está un poco más lejos…

El cambio en el viento fue repentino pero fuerte, durando solo unas milésimas de segundo para que el silencio se instaurara y la montaña entera temblara por un minuto. La incertidumbre inundo a Minato, quien se sentía a salvo pero algo  le decía que había sucedido algo grave y la postura del cazador dio a comprender que estaba sintiendo algo que  Minato no podía escuchar. Todo aquello se mezcló en el cerebro de Minato de forma vertiginosa dando paso a una terrible revelación.

—el camino que rodea el rio para entrar aquí a cedido, las rocas y la nieve han empujado todo hacia el barranco incluyendo a quienes estaban tratando de abrirse paso por aquel lugar.

El brazo de Minato fue apresado por las hirvientes garras del cazador y el bosque ante sus ojos solo fue un lugar borroso.

_____

Pese a que no era buena idea salir aquella noche con la tormenta acuestas. Idearon que una solución sería salir un poco más temprano de lo habitual. Ya llevaban un buen avance en el camino y la verdad era que si lograban terminar aquella noche, partirán lo más rápido posible de aquel lugar y dejarían atrás aquellos tres hombres.

En cierta forma era una lástima, le gustaba mucho aquel bosque, incluso había oído que había personas mucho más adelante, dispuestas a negociar. Pero la obsesión de aquellos tipos por entrar al bosque y dar con lo que andan buscando (y pobre donde dieran con quien buscaban) le hacía revaluar las cosas.

Nunca se había considerado el líder de aquel grupo de treinta personas, pero sus palabras eran escuchadas y eran unidos, aunque no lograran encajar en ningún lugar buscaban un hogar. La mayoría eran jóvenes como él y tenían familias en crecimiento. Por lo tanto pese a la desconfianza aceptaron el intercambio que les proponían aquellos tipos; mano de obra por dos buenos bultos de trigo que traían en sus caballos y aquel trigo era la oportunidad de sobrevivir al invierno. Cada bando contaba con armas pero ninguno quería llegar a tal acto de matarse entre sí.

Así que durante tres días habían trabajado con empeño en quitar la nieve de aquel camino. La mayoría de veces aquellos tipos que nunca se presentaron con sus nombres, y que decían venir de un lugar próspero y lejano, les “supervisaban” desde lejos. Pero aquella noche aún no habían aparecido, pero dado el difícil ascenso hacia esa parte de la montaña por el clima no era de extrañar su tardanza. Igualmente si se querían pasarse de listos mientras parte de los hombres hacían aquella tarea, las mujeres les darían una gran sorpresa y resistencia.

Aquello planto una sonrisa en el rostro de aquel hombre mientras seguía paleando. Una de aquellas bravas mujeres era su pareja y no era por presumir ni nada parecido, pero ella era la más valiente y bella, y pronto tendrían un hijo, el primero de ambos. Solían pasar la mayoría del tiempo discutiendo el nombre del bebé, fuera niño o niña. Ambos padres consideran aquello muy importante porque ninguno de los dos contaba con un nombre.

Ella era llamada ojos verdes y él se llamaba Tres, pues había sido lo único que recordaba de su pasado y familia, que había sido el hijo número tres.

Aquel niño nacería con un nombre y con suerte tendría un apellido en el futuro, viviría mejor que ellos. Era una promesa.

—oye Tres, diles aquellos cabezotas que no se alejen tanto, veo que están muy al bordo del barranco y no me gusta eso, sobre todo con este clima.

Tres asintió y fue donde estaban aquellos dos chicos, intentando no mirar aquel barranco que le daba vértigo y centrando su atención poso su mirada en aquellos grandes árboles.

Al principio no supo entender porque perdía el equilibrio y de donde venía aquel sonido tan desagradable. Pero a medida que el sonido era sofocado por la nieve que no dejaba de cubrirle con brusquedad, el frio y el pánico le invadieron. Pronto la oscuridad que venía de aquel bosque se extendió hacia Tres y sus hombres. Intentaron correr, buscar aferrarse a cualquier  cosa desesperadamente pero cuando las  grandes rocas les golpearon y aplastaron, rodaron hacia el barranco para caer al vacío.

Las ilusiones y sueños de muchos murieron aquella noche, entre ellos el deseo de Tres de darle un nombre a su hijo. Aquel anhelo se le escapaba de a poco mientras se daba cuenta de que había sido el único que estaba vivo tras caer al acantilado. Pero aquello no era vivir, era una muerte lenta entre sentirse atrapado y desangrarse copiosamente. Aquellas dos cosas le inundaban  de un dolor más allá del físico pero no tenía miedo. Hasta que le vio delinearse entre la oscuridad y surgir tan omnipresente. La muerte se le presentaba en el ser más terrorífico que hubiera imaginado. A su lado una espesa niebla le daba forma a un hombre que no temía a la muerte.

Tres supo antes de morir segundos después, que aquel hombre de la niebla era quien había desencadenado con sus actos pasados, la muerte de todos.

Notas finales:

aclaro no hubo sexo, no me comí esa parte, aquello solo era precalentamientos ligeros. No se asunten, pues digo esto por si alguien se asusto :3

En fin dije que haría capítulos largos

Gracias por leer y comentar.


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