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Jovenes Amantes por Balu San

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Notas del capitulo:

Gente bonita, solo quiero decir que no se aburran leyendo este primer capitulo, es como una introducción a la historia, ya pronto viene lo bueno ewe okya. Espero realmente que les guste y poder leer sus comentarios, suelo actualizar rápido así que no se preocupen. 

 

NOS LEEMOS. 

Capitulo 1.

 

Hermosos paisajes adornaban Uchiko, un pequeño pueblo lejano de la gran ciudad; Tokyo.  Abril había dado finalmente su inicio, trayendo consigo una hermosa y esperaba primavera, la cual venía anunciándose desde marzo, el pueblo entero se veía envuelto en pequeños pétalos rosas, que volaban por todas partes, cayendo en donde el viento les permitiese.

El clima era perfecto para visitar el río, o caminar por el bosque. Pero, para desgracia de los más jóvenes, Abril no solo traía primavera consigo; también llegaba acompañado del nuevo curso lectivo. Los más jóvenes de las familias, volvían nuevamente a dejar sus camas a tempranas horas.

En la familia Uzumaki, no había excepciones. Naruto Uzumaki, un joven de 17 años, quien siquiera había podido dormir la noche anterior ¿Por qué razón? Ahora era un estudiante de bachillerato, ahora volvería al instituto, pero como un chico de más rango, incluso su uniforme finalmente era muy diferente al anterior.

La emoción de finalmente subir de rango, era algo que hacía sonreír al joven rubio. Quien justo en ese momento subía las escaleras, en dirección hacia una habitación, que no era la suya. Estando en frente, ni siquiera se dignó a tocar, abrió la puerta directamente, cruzando sus brazos con molestia; ante la escena presentada.

— ¿Qué hace este tipo, aún aquí? —Cuestionó el de mirada cielo, observando fijamente al azabache que se acomodaba la corbata, frente al espejo.

— ¿Es asunto tuyo, dobe? 

— ¡Claro que sí, teme! Si mi papá llega a enterarse, o mamá… Se van a molestar mucho. Y no quiero oírlos discutir en un día tan importante como hoy.

El ‘’intruso’’ se mantenía en silencio, empezando a vestirse.

— Y por favor… Recoge eso, antes de que mamá lo encuentre —El rubio salió de la habitación, dando un portazo; cargado de rabia. Odiaba la actitud de Sasuke, su hermanastro, pese a que llevaban ya 10 años de convivencia, aún no podía acostumbrarse a su despreocupada forma de ser.

 

Más tarde, cuando los nuevos estudiantes de bachillerato se encontraban por salir, recibieron un emotivo discurso por parte de sus padres.

Naruto y Sasuke no comparten lasos de sangre, sin embargo; han vivido gran parte de sus vidas, como hermanos. Minato había encontrado nuevamente el amor, años después de perder a su esposa, en el parto de su pequeño Naruto, entonces decidió formar una familia; casándose con Sarada Uchiha, una divorciada del pueblo. Se casaron y pasaron, automáticamente, a ser la familia Uzumaki.

Fue de esta manera, que aquellos dos jóvenes, pasaron a formar parte de la misma familia. Al principio; cuando eran unos niños, y solo pensaban en jugar; las cosas eran más sencillas. Todo cambió cuando empezaron a introducirse en el mundo de la juventud, cuando empezaron a descubrir gustos, y defectos que jamás pudieron imaginar. En el caso de Naruto, se llevó la poco grata sorpresa, de que su hermano no gustaba de las niñas; recordaba claramente cuando le confesó a sus padres que gustaba solamente de los varones, desde entonces el azabache comenzó a llevar una vida desordenada y plenamente sexual.

Todo lo contrario al rubio, el niño bueno de la familia.

— ¡Son exactamente las 8:00 am. Y los nuevos estudiantes de bachillerato, luciendo sus nuevos uniformes, se encuentran de camino al instituto! —Hablaba un castaño, llamado Kiba, utilizando una rama de cerezo, como micrófono —Aquí tenemos al galán de nuestro grupo, el joven Sasuke ¿Tienes algo que decir? ¿Cómo se siente ser un estudiante de bachillerato?

— Una mierda —Respondió inmediatamente Sasuke, para después dejar escapar el humo de cigarrillo, por sus orificios nasales — Después de todo vamos al mismo instituto, solo tenemos un maldito uniforme nuevo.

— ¿Habrá un día que dejes tanto pesimismo? —Cuestionó  Shikamaru, quien caminaba al lado de su amigo.

— Solo digo lo que pienso ¿Qué hay de malo?

— Sasuke, presta acá —El rubio del grupo, entró en acción; arrebatándole a su hermanastro, el cigarro de su mano. Ya que caminaba unos pasos atrás, no se había percatado antes — Vas a llegar oliendo a cigarro, teme.

— Si no me das ese cigarro, tendrás que pagarlo.

Pasos atrás, Shino y Sai, observaban a los jóvenes discutir. Ambos en completo silencio, pero al lado de Sai había alguien que estaba completamente ajeno a la situación, un pelirojo que estaba envuelto en sus pensamientos. Se podía decir que Gaara, ese el nombre del pelirojo. Y es que el joven estaba haciendo algo que nunca imaginó llegar a hacer, iba tomado de la mano de su ahora novio, Sai. Finalmente luego de tantos intentos, el de cabello oscuro lo había conseguido y ahora iniciaba un curso lectivo de la mejor manera posible.

— Ustedes dos, tortolos —Llamó Lee, quien aún no superaba lo que sus ojos veían, era un buen amigo de Gaara, y era un poco doloroso que este no le fuese dicho nada acerca de su romance con Sai — ¿No vas a contarnos cómo fue que sucedió todo?

— Es verdad —Se introdujo Neji, colocando a su vez una mano sobre el hombro derecho de su amigo — Todos queremos saber en qué momento llegaron a esto.

— Solo sucedió —Alegó un sonrojado Gaara, quien no le emocionaba mucho el contar los detalles, era muy reservado, lo contrario de Sai, quien comenzó a contar todo a tono alto; para que todos pudiesen escuchar. La historia tardó todo el camino, todos comentaban y platicaban acerca del tema; hasta que finalmente entraron al instituto y se detuvieron frente al pizarrón en donde estaban colocados los salones y sus respectivos alumnos. No eran muchos pues se trataba de un instituto solo para varones, ubicado en un pueblo en donde no había una población exagerada.

— Creo que no ha cambiado nada —murmuró Naruto— Por suerte volvemos a quedar todos en el mismo salón.

— ¡No puede ser! —Se escuchó gritar a Shikamaru, quien miraba fijamente el pizarrón a la vez que agarraba fuertemente su cabello.

— ¡¿Qué pasó, Shikamaru?! —Reaccionó Kiba — ¿Acaso no estás en el mismo grupo que nosotros?

— No veo a nadie en la lista, que no haya pasado por la cama de Sasuke… Es… Aterrador —Dijo Shikamaru, y segundos después ya lo habían golpeado fuertemente en la cabeza.

— Idiota, no exageres —Comentó el Uchiha, quien había sido el culpable del dolor en la cabeza de Shikamaru —Si te fijas muy bien, aún faltan muchos chicos… Pero seguro este año lo consigo; deben de haber entrado muchos chicos lindos a quien conquistar.

Naruto solo miraba fijamente como su hermano, se alejaba con Shikamaru. Platicando ambos alegremente sobre las aventuras sexuales del azabache, el rubio no podía entender como aquellos chicos podían hablar tan tranquila y abiertamente de la homosexualidad, siquiera se explicaba cómo fue que llegó a juntarse con tantos chicos así.

El rubio bufó y finalmente decidió seguir a sus amigos hasta el salón, tuvieron su saludo; su presentación y luego de unas cuantas cansadas clases; lo más esperado, el almuerzo. Como era de esperar… El grupo más popular del instituto, comía en un área especial. Sasuke había descubierto finalmente la forma de entrar a azotea, luego de tanto pedir y pedir; Kakashi –uno de los profesores de los chicos- había accedido a entregarle la llave, y fue así como los chicos consiguieron acceso exclusivo a la azotea.

— Otro año más con ustedes chicos… Y el último en este instituto —Murmuró el rubio, algo nostálgico; toda su vida de estudiante la había pasado al lado de aquellos chicos, pensar en que era el último año lo hacía querer llorar.  —  ¿Qué piensan hacer luego de esto?

— Pues yo seguramente iré a una universidad pública en Tokio —Confesó Kiba, quien automáticamente volteó su mirada a Shino, estaba bastante curioso y gracias a Naruto, se había presentado la oportunidad.

— Yo igual…

— ¿Por qué a una pública, Shino? —Curioseó Shikamaru —Con tu nivel podrías entrar a la universidad que quieras.

— Creo que una estatal… Será mejor.

Kiba sonrió ligeramente, pues más o menos sabía la razón de aquel decreto.

— Yo iré a estudiar al extranjero… Muy seguramente en Inglaterra — Todos se quedaron en completo silencio, ante lo dicho por Sasuke… Había sido una completa sorpresa pues nunca se imaginaron una  noticia de aquella magnitud, todos imaginaban que iban a terminar sus vidas juntos, aunque estudiaran en diferentes universidad, vivirían bajo el mismo cielo que cobijaba el mismo país.

— Es una buena noticia… Sasuke —Respondió Kiba —No me extraña que con tu coeficiente, tengas esa oportunidad.

— He estado haciendo las vueltas desde el año pasado —Confesó el Uchiha— No se los había dicho, porque aún no era seguro, pero ahora lo es.

— Wow… Eso es realmente maravilloso Uchiha —Neji le dio una ligera palmada en la espalda — Espero que cuando seas alguien importante, no te olvides de los…

El de cabello largo se quedó en completo silencio, al igual que el resto. Naruto se había puesto de pie repentinamente, no dio ni una sola explicación y dejó el lugar, yendo a toda prisa.

—Dobe… —El azabache solo pudo seguirlo con la mirada y soltar un ligero suspiro. Shikamaru y Neji eran los únicos enterados de la verdadera razón, por la cual Sasuke había aceptado aquella oportunidad tan grande, por lo cual prefirieron mantenerse en silencio y cambiar de tema.

 

Pero Kiba no se quedó quieto y decidió seguir al rubio, aunque lo había perdido completamente de vista. El blondo había caminado sin ningún rumbo pensado, solo lo hacía, a pasos rápidos y firmes. Estaba molesto, era el sentimiento que más lo albergaba en ese momento.

—Idiota, ¿Por qué no me lo dijiste antes? Entonces yo… Podría haberme preparado antes —Comentaba para si mismo, a la vez que apretaba con fuerza sus puños. Sabía que solo tenía una cosa por hacer, en aquel momento tan difícil para él.

Llegó al salón del club Runner. El club en el que estaba desde el momento en que llegó a aquel instituto, un lugar lleno de recuerdos, de risas, victorias, lágrimas y derrotas. Se podía decir que era el sitio más preciado para el fugaz Naruto Uzumaki, quien amaba correr. Cogió bruscamente el uniforme que se encontraba colgado en la pared, y comenzó a ponérselo, para seguidamente colocarse las madias y los zapatos, un uniforme que consistía en una camiseta blanca, con mangas azules, al igual que la pantaloneta la cual llegaba hasta la altura de las rodillas. Además, para hacerse conocer, el escudo del instituto estaba plasmado al lado derecho, y el apellido ‘’Uzumaki’’ relucía en una de sus mangas. El blondo se encontraba realmente emocionado, siempre era la misma sensación al tener puesto el uniforme, esbozó una amplia sonrisa y salió del salón, encontrándose de frente con Kiba. Al principio cruzaron sus miradas, y cuando el moreno estuvo a punto de hablar, muy velozmente, Naruto comenzó a bajar las escaleras, levantando sus piernas más de lo normal, pues podría ahorrarse el tiempo de calentamiento.

— ¡Naruto, idiota! —Exclamó Kiba, a quien ya se le resaltaba una vena en la frente — ¡Ven aquí! —Comenzó a seguir a su amigo.

El moreno sabía que la noticia de Sasuke, había afectado completamente a su buen amigo. Quería reconfortarlo de alguna manera, pero el de mirada celestial, no hacía más que huir cobardemente.

 

Desde los salones de clase, más o menos en el tercer piso del edificio, los chicos de primer grado, de la escuela media, observaban fijamente la cancha, estaban encantados con la amplitud de aquel escenario. Pero había un chico en especial, el cual observaba con más anhelo aquel lugar.

— ¡Suigetsu! —Llamó uno de los jóvenes que miraban por la ventana, aprovechando que estaban en lo que les quedaba de tiempo libre —Parece que finalmente alguien va a usar la cancha.

El aludido, de cabello blanco nieve, se acercó a sus compañeros, para poder ver lo que sucedía. Podía ver a un rubio adentrarse a la zona de carrera, en ese momento Suigetsu esbozó una ligera sonrisa.

— Ese es el idiota… Que siempre está con Sasuke —Susurró para si mismo, aunque era claro que los demás escucharías.

— ¿Idiota? He escuchado que él y Sasuke son hermanos, o al menos eso dicen en el instituto.

— También yo —Argumentó Suigetsu, luego de escuchar a su amigo —Pero no podemos confiarnos en lo que dice la gente… Además, en sus uniformes salen apellidos diferentes.

— ¿Ya los has visto antes, Suigetsu?

— El año pasado, ellos fueron a las nacionales, competimos en el mismo escenario, pero en diferentes niveles… Nunca antes había visto algo igual, Sasuke Uchiha… Dejó atrás a todos los sempais, en segundos, dejando al público sin palabras… Desde entonces, prometí que vendría al mismo instituto de Sasuke… Quiero correr con él, aunque sea lo último que haga.

— ¡Oh! —Interrumpió un chico, quien no había despegado la mirada del rubio — Ese sempai es genial… ¡Corre como si no fuese humano!

Suigetsu esbozó una sonrisa ladina, deseaba ver el rostro de sus compañeros, al momento que vieran correr a Sasuke Uchiha.

Naruto, sin aún darse cuenta, de que los jóvenes recién ingresados no dejaban de verlo, continuaba corriendo, sus pies de movían a toda velocidad, gastando sus energías bajo aquel feroz sol; el cual acaparaba todo el pueblo en aquella hora. La única conciliación con el ambiente, sucedía en aquellos cortos lapsos de tiempo; cuando la brisa, con aroma a cerezo, acariciaba su rostro por completo.

El ojiazul siquiera pensaba en cuantas vueltas llevaba, en su mente solo estaba las palabras de su hermano, cuando Sasuke comentó acerca de su ida al extranjero. Sabía que para él era imposible, su coeficiente no era tan alto como el del azabache, y sus padres no tenían tanto dinero como para enviarlo a estudiar fuera del país… En cambio Sasuke, podría entrar a la universidad que quisiera. Los ojos del rubio se humedecieron, al darse cuenta que no siempre podía seguir el paso de su hermano, siquiera en lo que más amaba; correr.

— Idiota, Sasuke —Susurraba, jadeante; sin detenerse — Hiciste una promesa… Dijiste que siempre estarías conmigo… ¡Teme!

Ante aquel grito, y un paso en falso; el rubio no pudo evitar su desgracia; había caído de frente contra la pista, por instituto humano, colocó las palmas de sus manos, en modo de apoyo, causando un leve daño al igual que en sus rodillas. Con la mirada fija, a los colores familiares de la pista, pudo ver como ésta se veía humedecida, con pequeñas gotas que comenzaban a caer.

 

— Tú… ¿Estás bien?

Ante aquella voz, el rubio levantó su mirada; no podía ver muy bien, los destellos del sol, lo segaban.

— ¿Sasuke? —Cuestionó el rubio, quien como un destello, divisó los rasgos del mencionado, aunque al empezar a ver mejor, pudo darse cuenta que solo era alguien más.

— Lamento no ser ese Sasuke… —Argumentó el peli negro, quien extendió su mano hacia el rubio, en busca de ayudarlo a levantarse. — Mi nombre es Itachi, soy un estudiante de bachillerato.

— Oh… —El ojiazul tomó la mano del extraño, poniéndose de pie —Itachi… No he escuchado tu nombre antes.

—Ha de ser porque soy nuevo aquí, y en el pueblo.

— ¡Oh! Entonces bienvenido, mi nombre es Naruto Uzumaki, también soy de bachillerato.  Seguramente te gustará el instituto —Decía, a la vez que sacudía su uniforme, el cual se había ensuciado un poco.

—Gracias —Expuso Itachi — Por cierto, me quedé impresionado al verte correr, por eso quise acercarme.

— ¡Naruto, idiota!

Se escuchó el grito feroz de Kiba, quien finalmente había llegado al extremo de la cancha, luego de haber visto caer a su amigo; y echarse a correr rápidamente.

— Bueno, creo que nos veremos después… Fue un placer conocerte, Naruto Uzumaki. —Itachi no permaneció en el sitio, tras aquellas palabras; dio media vuelta y comenzó a alejarse, dejando completamente sorprendido al ojiazul. Era la primera vez que alguien; a quien veía por primera vez, le decía aquellas palabras. Las cuales normalmente irían dirigidas a su hermano.

°°°

— ¡Hoy fue un buen día! —Exclamó Lee, quien felizmente estiraba sus brazos. Los estudiantes habían llegado a la zona de desenlace, en donde empezaban a irse por diferentes caminos, por lo cual normalmente hacían una ligera parada, para despedirse.  —  Oi, chicos ¡Vamos a mi casa! Mi papá me ha conseguido un juego buenísimo, ¿Qué dicen?

Todos se quedaron en completo silencio, sin poder creer en la energía que cargaba el chico, el resto se encontraba devastado luego de aquella jornada, pues habían perdido la costumbre, pese a que solo fueron unos cuantos días de vacaciones.

—Paso, le prometí a mamá que llegaría a casa apenas saliese. —Dijo Kiba— Nos vemos chicos —Sin más comenzó a alejarse, siguiendo su camino.

— A mi simplemente me da pereza —Confesó Shikamaru— Nos vemos mañana.

Sasuke siquiera respondió, solo comenzó a seguir su camino, levantando su mano; en forma de despedida.

— Gaara y yo tenemos cosas que hacer —Sai se disculpó y comenzó a retirarse al lado de su novio,

— ¡Par de pervertidos, como si no supiera lo que van a hacer!

— ¡Callate, imbécil — Gritó el pelirojo desde lejos.

—Shino se quedó en la biblioteca con Neji… Eish, Naruto —El de cabello extraño, abultando sus labios, se acercó a su única esperanza —Naruto… ¿Vas a abandonarme tú también?

— ¿Eh? Ehh… Bueno yo… —Volteó su mirada hacia el camino, por donde debería ir yendo; en ese momento recordó la situación por la que estaba pasando, y le dedicó una amplia sonrisa a su amigo — ¡Claro que no abandonaría a mi amigo, cejas! Andando, quiero ver que tanto has mejorado en los videojuegos.

°°°

 

El reloj marcaba las 7 pm, habían pasado tres horas desde que la jornada estudiantil terminó. La noche era tan fresca como de costumbre en aquella época del año, perfecta para tener las ventanas abiertas y disfrutar de la inigualable briza. Aunque en la habitación de Kiba, la frescura era opacada por el calor que los cuerpos expedían.

Su respiración agitada no parecía estar por controlarse pronto, pese a que el round había terminado y su amante yacía a un lado de la cama. El castaño; con sus mejillas enrojecidas, y su corazón acelerado, se reincorporó en la cama, quedando sentado, con la espalda contra el respaldar del lecho. —Idiota, fuiste muy brusco hoy… —Comentó el de mirada perruna, volteando su mirada hacia su compañero. 

— Eso te pasa por llamarme Shino. No me importa si piensas en él mientras lo hacemos, pero llamarme por su nombre… No jodas, Kiba.

— Eish… Lo lamento — el castaño suspiró pesadamente, sintiendo como su respiración se controlaba un poco — Shikamaru… ¿Has avanzado con Neji?

El de la coleta se quedó en completo silencio, pasado unos segundos; esbozó una pequeña sonrisa —Tanto como tú con Shino —El joven cerró sus ojos con fuerza al ver venir un golpe del castaño — ¡Auch! ¿Eso por qué?

— Estás blasfemando como siempre. Al menos Shino y yo hacemos varias cosas juntos…  En cambio tú, siquiera hablan lo suficiente.

Shikamaru dejó escuchar un ligero suspiro, ante las crudas palabras de su amante— La próxima vez… Te dejaré doliendo hasta la última hebra de cabello.

El castaño se quedó pasmado, con su mirada totalmente aterrada, sabía que Shikamaru hablaba en serio, además no era tan fácil como decir ‘’Entonces no lo volveremos a hacer’’ Los dos siempre terminaban cayendo, envueltos por el doloroso sentimiento de no poder tener a quienes realmente aman, no eran nada más que compañero sexuales, a un año de intimar, ninguno había desarrollado ningún tipo de afecto; mayor del que unos amigos con derecho pueden tenerse. Después de todo ambos tenían varias cosas en común, que los llevó hasta donde estaban; ambos incluso guardaban su primer beso, exclusivamente para aquellas personas.

°°°

—Maldito Lee —Suspiraba el rubio, sintiendo como el coraje le volvía, había perdido la cuenta de cuantas veces, Lee, le había pateado el trasero en el juego. —Pasó jugando mucho antes de esto, lo que quería era patearnos el trasero a todos… ¡Naruto idiota! —Terminó por gritarse, de la misma manera que sus amigos solían hacerlo.

Al llegar a casa, bajo el canto de los grillos, comenzó a tararear por el pasillo; era una casa típica así que tenía muchas vistas al patio, arrastró sus pies descalzos, pues siquiera había querido ponerse las pantuflas; hasta la cocina. Por suerte había llegado a la hora de la cena, la cual era a las 7:30 pm. Como primera instancia, cruzó su mirada con la del azabache, observándolo ferozmente; queriendo expresarle todo el sentimiento de odio que podía sentir, al no poder olvidar la noticia.

— ¿Por qué no volviste con Sasuke? —Interrogó inmediatamente su padre, quien ya había recibido explicación de Sasuke, pero sabía lo torpe que era su hijo, así que si decía una versión diferente; el castigo correría a la cuenta del rubio.

Naruto inmediatamente volvió, por segunda vez, su mirada a su hermano. Tanto tiempo de convivencia los había llevado a buscar excelentes maneras para salir del problema. Comenzó a ver las señales que, discretamente, el Uchiha le mostraba.

— A Lee se le olvidó copiar unas cosas en el instituto, ya saben cómo son todos tan odiosos con el pobre, y como no se lleva muy bien con Sasuke, preferí ir a su casa.

— Ya  veo, si fue eso; entonces vamos a comer ya.

 

El de mirada celestial dejó recuperó su tranquilidad en un suspiro. En ese momento tuvo un recuerdo como un destello, aquellas noches en que Sasuke y él se escondían en el bosque, para poder practicar todas sus sacadas de apuros, en ese momento; mientras disfrutaba de su ramen, preparado especialmente por su nueva madre, las lágrimas comenzaron a salir, tomando por sorpresa a los tres que lo observaban,

— Nunca había probado un ramen tan delicioso —Sollozó el rubio, sin dejar de llenarse rápidamente sus mejillas— Comer un ramen tan delicioso luego de mi primer día de clases… Estoy tan feliz.

Los dos padres rieron enternecidos por lo dicho, en cambio Sasuke; a él nadie podía engañarlo, sabía claramente que aquella no era la razón del llanto, el saber el verdadero motivo; solo le provocaba una fuerte opresión en su pecho. 


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