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Yet You Stay por AbejaColt67

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Notas del fanfic:

Pues esta es mi primer fic, espero les guste:DD 

 

Notas del capitulo:

Ya saben, los Personajes no son mios -Por desgracia- Derechos reservados y todo eso:P

Castiel era un niño de tan solo 11 años, llevaba buenas notas, tenía algunos amigos pero aun así era algo solitario y muy reservado, no solía compartir mucho lo que sentía.

Ningún maestro tenía queja alguna de Castiel, todo lo contrario, siempre lo alagaban en todas las juntas de padres, el único problema era que sus padres nunca asistían a aquellas juntas para saberlo.

La madre de Castiel, Janine, era una escritora muy cotizada en todos los Estados Unidos dando giras en convenciones motivacionales, y su padre tenía una pequeña empresa que apenas iba en crecimiento, así que Castiel no pasaba mucho tiempo con ellos debido a sus apretadas agendas, con el único que Castiel podía contar era con su hermano Gabriel, el cual siempre estaba ahí para sacarle una sonrisa –O desesperarlo a sobremanera – con sus incesantes bromas.

En la escuela llego un nuevo alumno llamado Dean Winchester, quien cautivo al instante a todos los alumnos de la Escuela Primaria de Kansas. Dean encajo al instante en la escuela, y en todas las escuelas que iba, pues él viajaba mucho y no solía quedarse más de un año en cada ciudad. Lo malo de Dean era que hablaba sin pensar, lo cual solía herir los sentimientos de muchas personas, aparte de ser reconocido por encontrar pleito en todas partes, pues según su madre Mary, se encontraba en su “Etapa de rebeldía”.

Dean al conocer a Castiel, el cual siempre tenía un aura melancólica a pesar de ser solo un niño, y se veía siempre muy cerrado con el mundo no pudo evitar sentir interés por él. Al ver su profunda mirada azul tampoco pudo evitar sentir que algo se removía dentro de él, y eso no le gusto para nada, pues él no podía sentir nada por otro hombre, pues recordaba haber escuchado en contadas ocasiones a su padre quejándose de que dos hombres no podían estar juntos, que era asqueroso y lo repudiaba con todo su ser. Así que Dean, al sentir lo que sintió cuando llego y conecto su mirada verde con la mirada azul de Castiel, decidió repudiar ese sentimiento.

Castiel se encontraba caminando junto a su amiga pelirroja Charlie cuando ocurrió por primera vez, la primera de muchas más. En aquel tiempo Castiel vestía con ropas muy holgadas, y tenía el aspecto de un sabelotodo –Y lo era – lo cual fue lo primero que Dean utilizo en su contra.

Castiel llevaba abrazados contra su pecho los libros que había utilizado en la clase anterior mientras escuchaba atentamente a Charlie hablar sobre algo del señor de los anillos, el pasillo estaba abarrotado de estudiantes.

Nadie tenía nada en contra de Castiel hasta que llego Dean y los puso a todos en contra de él.

Dean iba caminando junto con unos de sus amigos cuando le tiro todos los libros de un golpe a Castiel. Todos cayeron al suelo esparciéndose un par de hojas.

Castiel no sabía cómo actuar ante esa situación y miro fijamente a Dean a los ojos ladeando ligeramente la cabeza. Dean sintió que algo se encogía dentro de él.

-¡Ups! , Como lo siento. Nerd. –Fingió que se reía cínicamente, seguido por todos sus amigos. –Deja te ayudo. –Dijo mientras pisoteaba algunos de los libros y reía a carcajadas. Le dolía todo el rostro por fingir aquellas risas. Si Sammy lo viera estaría completamente decepcionado de él.

-¡Serás gilipollas! –Grito con rabia la pelirroja quien hizo el intento de lanzarse contra Dean, pero que por suerte Baltazar –Otro amigo de Castiel– Para detenerla -¡Déjame! ¡Le romperé lo que más le duele!

-No vale la pena. –Dijo Baltazar dirigiéndole una mirada de odio a Dean. –Vamos a recogerlo. –Dijo con voz suave a Castiel.

Castiel tenía una expresión dolida mientras apretaba los dientes para ocultarlo. Era una expresión que Dean jamás olvidaría.

Así fue como empezó el infierno de Castiel, y nunca jamás se acabó. Dean se fue un año después, pero el bullyng seguía dándole patadas a la vida de Castiel. Fue gracias a él que Castiel viviera un infierno el resto de sus días en la escuela. El bullyng nunca seso. Castiel aún se preguntaba el cómo había sobrevivido a eso. Lo único bueno que saco de todo eso fue que se hizo más fuerte, comenzó a tomar clases de defensa personal y comenzó a correr todos los días por las mañanas haciéndose cada vez más fuerte, así que si lo atacaban siempre eran ellos los que salían mal, y también aprendió que era muy bueno defendiéndose con respuestas inteligentes. Pero aun así nunca dejaron de molestarlo.

Y Dean se odio eternamente por haber iniciado todo eso.

 

7 AÑOS DESPUÉS

 

Hoy era el día, Castiel estaba muy emocionado por entrar a la universidad, hoy se instalaría en su habitación y solo esperaba que su compañero de cuarto no fuera un chico punk pesado, lo que sea menos eso.

Con la ayuda de su amigo Kevin, llevo sus maletas a el que sería su cuarto. Castiel releyó el trozo papel que sostenía en su mano libre donde venía anotado el número de la habitación que le había tocado, C-267.

Al entrar se encontró con dos camas, una a cada lado junto a la pared, la habitación era gris y no tenía nada de especial, una ventana, dos roperos, supuso que todas las habitaciones debían de ser iguales a esta, Castiel eligió la cama de la izquierda dejando sus maletas sobre la cama.

-¿Tienes hambre? Yo sí. –Pregunto animado Kevin –Me contaron que hay unas hamburguesas de muerte cercas del campus, podemos invitar a Charlie.

-Las hamburguesas suenan realmente genial, pero creo que me gustaría quedarme a arreglar mis cosas. –Castiel le sonrió en forma de disculpa, cuando escucho unos pasos en la puerta y se encontró con una mirada verde que aún le causaba pesadillas. No podía ser él, debía ser un error, no podía, quien sea menos él.

El chico aún no lo veía, estaba concentrado en el papel que llevaba en su mano verificando si esa era su habitación.

-Así que 267… -Dean por fin levanto la mirada encontrándose con esa profunda mirada la cual aún no había olvidado. Sintió una fuerte descarga eléctrica al encontrarse con esos ojos –C –Termino de decir.

Kevin logro sentir la tensión que había en la habitación sintiéndose fuera de lugar y no entendiendo nada.

-Tu. –Se sintió el rencor en la voz de Castiel. Dean se sintió terriblemente mal, enfermo por ser el mismo. Trago saliva nervioso, pues el chico que le causo los primeros impulsos por gemir contra su almohada se encontraba justo frente a él. Y lo odiaba.

-Tu. –Trato de que su voz sonara neutra.

-Kevin. ¿Acaso se conocen? –Hablo interrogante y con algo de sorpresa.

-No. Pensándolo bien, vamos por Charlie. –Castiel tomo del brazo a Kevin para sacarlo de ahí –No quiero estar cerca de él. - necesitaba pensar, y el estar en la misma habitación no le ayudaría en nada pues estaría ocupado golpeando ese precioso rostro.

Mientras tanto Dean se quedó solo en la habitación, pensando en cómo arreglar las cosas. Tal vez lo mejor sería no hablarle, evitarlo, pero ¿Cómo?, ahora compartirían habitación, sería inevitable que se dirigieran la palabra. Se llevó las manos a su rubio cabello sintiéndose expuesto, pues ahora tendría que convivir con el todos los días. Necesitaba a una chica, de preferencia morena, con ojos azules y mirada inocente y mucho mucho alcohol. Porque Dean Winchester no era gay, no señor. Y el que le haiga tocado con su amor platónico de la primaria –El cual lo odiaba casi a muerte – como compañero de cuarto no cambiara absolutamente nada.

Lo único que Dean puede hacer ahora es actuar con indiferencia, como si no sintiera absolutamente nada, no, el no siente nada. Nada de nada.

-.-

Entre tanto, Castiel se encontraba sentado con Kevin, Charlie y Baltazar esperando a que trajeran sus órdenes, y lo único que esperaba era que Kevin no mencionara nada de su nuevo compañero de cuarto, o que al menos ninguno de sus amigos hablara a algo referente con compañeros de cuarto.

-… Entonces le dije que no podría acabarse toda esa pizza ella sola… ¡Y lo hizo!, se los juro chicos, esa chica es la bomba. –Presumía Baltazar de su nueva chica.

-No sé, tal vez deberías presentarme… Presentárnosla. –Hablo Charlie con una voz claramente sospechosa ganándose una mirada fulminante por parte de Baltazar.

-No pasara de nuevo Charlie. No pasara.

-Así que… ¿Ya conocías a tu compañero de cuarto? ¡Vaya casualidad!, ahora al menos te evitaras la incómoda presentación, a mí por ejemplo me ha tocado un tipo que es un aficionado a los fantasmas y lo paranormal. –Dijo calmadamente Kevin.

-¿Te toco con un conocido? – Pregunto Balty con interés.

Castiel trago saliva y apretó los dientes, de solo recordar que le había tocado como compañero el chico que volvió un infierno toda su vida escolar.

-Me toco con... La verdad no se si lo recuerden, ya saben, el tiempo pasa y… -Charlie se dio cuenta que estaba tratando de cambiar de tema.

-Ve al grano Nobak.

-Dean Winchester. –Soltó.

A la sola mención de su nombre se formó un ambiente tenso.

-Bien, bien, bien, ¿Qué soy el único que no conoce a ese famoso Dean Winchester? –Dijo Kevin sintiéndose fuera de lugar en esa plática. –No puede ser tan malo, el mío tiene armas con balas de sal.

-¡¿Te toco de compañero de cuarto Dean Winchester?! –Pregunto Charlie hecha una furia. –Ese maldito…

-¿Con ese patán? ¿Dormiras ahora todos los días junto a ese patán?, ¿Ese maldito hijo de perra?. –Balty también parecía muy molesto.

-¡Lo se! Lo odio tanto como ustedes. Puede que más. –Dijo Castiel desconsolado. –Por cierto, sus comentarios de odio no me ayudan mucho.

-Muy bien, creo que si soy el único que no entiende absolutamente nada aquí, asi que por lo que más quieran…

-Ese gilipollas arruino la vida de Castiel, gracias a él fue que comenzaron a hacerle bullyng –Comenzó Charlie. – Tu no lo llegaste a conocer por que te transfirieron dos años después de que él se fuera. Pero aun que ese maldito de hubiera ido…

-Nunca dejaron de molestarme. –Dijo Cas con rencor.

-Pero… ¿Por qué te molestaba? De verdad no creo que seas capaz de hacerle daño a alguien. –Kevin parecía ahora algo afligido.

-No lo sabemos. Solo sabemos que sin razón aparente, un día comenzó a molestarle y ya no paro.

-Y ahora dormiré junto a el. La reencarnación de un demonio durmiendo a un lado.

-Algo asi como que un angel y un demonio durmiendo juntos. Suena interesante. –Dijo Baltazar sonriendo pícaramente recibiendo un golpe de parte de Charlie.

-Sobreviviré. Espero.

Así fue como comenzó la batalla.

Dean hacía lo posible por no quedarse a dormir en su habitación, de hecho, aún no ha llegado el día en que duerma en ella, y solo va a ella cuando necesita ropa o recoger algo, haciendo lo posible por no estar cerca de Castiel. Así que tiene que buscarse todos los días a alguna chica con la cual quedarse, por suerte él es muy bueno en esa área, lo malo es que toda una semana llena de sexo lo llega a cansar bastante y eso no le ayuda mucho en poner atención en clase estando muy cansado todo el día.

Entre tanto, Castiel no le dirige ni una mirada cuando llega a ir haciéndose el indiferente y tratando de no lanzarle los insultos que asaltan en su cabeza cada vez que lo ve.

Así es como se las van arreglando por todo un mes, con indiferencias y monosílabos como máximo.

Dean conoció a una chica con la cual se quedaba casi todos los días, más bien todos los días, se llamaba Amelia, pero para su mala suerte, la compañera de Amelia, una chica con gafas y cabello lleno de rizos rebeldes se quejó.

-¿Qué no tienes cuarto? ¡Por dios! Pareciera que la evitas. –Se quejó la chica desesperada de tener que soportar sus escenas eróticas todo el tiempo, pareciera que en cualquier momento se armaría una porno ahí mismo.

-Mira nerd, nadie pidió tu opinión aquí. –Hablo Amelia defendiendo a Dean.

-No, no, la nerd tiene razón. Tal vez sea hora de que me vaya. –Le dio un pico de despedida a Amelia. -¡Adios nerd! Te extrañare. –Se despidió cínicamente.

-No más que yo maldito –Dijo sin despegar la mirada de su libro.

Dean salió de la habitación de su “amiga” y decidió dirigirse a esa maldita habitación.

Ya era de noche, y su habitación se encontraba al otro lado del edificio. No había muchas personas por los pasillos, pues era sábado, una noche de domingo en la cual Dean no tenía mucho ánimo para salir de fiesta por que estaba demasiado cansado como para festejar el fin de semana. Su espalda dolía un poco y ni que decir de su cuello, se encontraba tenso, lo único que deseaba era el dormir tranquilamente en una cama para el solo sin ninguna chica que quiera acurrucarse contra el haciendo que su brazo se sude y le duela o que le pique la cara en medio de la noche por culpa de los largos cabellos de las chicas. Necesitaba descansar.

No podía ser tan malo, ¡También era su habitación!, no tiene por qué ser tan cobarde, ¡Por dios Dean, tu no le tienes miedo a nada!, un chico no puede cohibirte, ¿Qué es lo peor que te puede hacer? Además el ya no sentía nada por ese chico de ojos azules, solo es un chico con el que comparte cuarto. ¡Ni si quiera habían cruzado palabra! Ahora era el momento de afrontarlo, ni que fuera el fin del mundo. Tarde o temprano tendría que dormir ahí, y si no le agrada pues que se vaya al infierno.

Se indiferente y no pasara nada. Lo normal sería que actúes con indiferencia. Como si nunca hubieras sentido nada más que rechazo hacia él.

De verdad se odiaba por todo.

Dean entro como si nada a la habitación encontrándose con Castiel recostado en su cama mientras escribía quien sabe que en su ordenador, tenía la laptop sobre sus piernas y llevaba unos pantalones holgados de color gris con una playera celeste con tonos grises que hacia resaltar el color de sus ojos.

Al oír la puerta abrirse dirigió la vista a la puerta donde se encontraba Dean dirigiéndose a su cama tirándose en ella boca abajo abrasando su almohada agotado.

-Pero que… -Murmuro Castiel sorprendido de ver a su compañero después de toda una semana sin presentarse.

-Por si no lo sabes esta es también mi habitación. Lo único que quiero es dormir, y te agradecería si apagaras tu luz de noche. –Su voz sonaba bastante agotada, como si hubiera estado haciendo ejercicio sin dormir muy bien.

-Si claro –Respondió de mala gana -¿Puedo preguntarte el por qué no…

Dean lo interrumpió sabiendo cuál sería su pregunta.

-Mira Castiel, de verdad estoy agotado, en serio, y responderé todas tus preguntas, pero mañana. –Castiel intento encontrar en su tono algo de enojo o desesperación, pero su voz simplemente se escuchaba cansada asi que lo dejo pasar. –Buenas noches Castiel. –Dijo con la misma voz con la que se la diría a su hermano Sam, tranquila y casi tranquilizadora. No parecía al mismo Dean que había conocido en la escuela.

Durante la noche Castiel lograba escuchar el suave sonido de su compañero durmiendo, era rítmico y suave que logro embriagar los oídos de Castiel ayudándolo de alguna manera a dormir tranquilo, ya que todos esos días, por alguna extraña razón, no lograba conciliar bien el sueño dando vueltas y vueltas en la cama por las noches hasta que lograba quedar dormido, lo cual era raro porque a Castiel nunca se le había dificultado el dormir, siempre en cuanto ponía su cabeza contra la almohada quedaba dormido, y Castiel decidió echarle la culpa a que era una nueva habitación y que aún no se acostumbraba a ella y que no era por la falta de su compañero y el no saber qué es lo que hacía durante las noches en otros lugares. Dean era todo lo contrario, tenía el sueño demasiado ligero, y con cualquier sonido lograba despertarse.

Eran las tres de la madrugada cuando Dean comenzó a escuchar unos jadeos, al principio lo ignoro, pero después esos jadeos se volvieron más intensos.

Abrió los ojos inspexionando la habitación encontrándose con un sudor Castiel, el cual estaba retorciéndose sobre su cama con sudor sobre su cuerpo. Dean al principio se preocupó pensando que estaba teniendo una pesadilla, y se planteó despertarlo, pero después Castiel gimió por lo bajo, y no se escuchaba que fuera de dolor o de algo negativo, parecía más de… Placer.

Dean se sentó en la orilla de su cama para ver un poco más de cercas a Castiel y asegurarse de que su deducción no estaba equivocada y que no era una pesadilla lo que estaba teniendo Castiel.

La imagen de Castiel sudoroso y jadeante retorciéndose sobra la cama con un bulto muy visible bulto debajo de esos pantalones para dormir lo ponía.

Los jadeos se fueron convirtiendo cada vez más persistentes y más fuertes.

-De… an –Logro escuchar su nombre. Estaba seguro que ese había sido su nombre, no podía ser otro. Abrió los ojos como platos sorprendido de que haiga sido su nombre el que había salido de esos carnosos labios. –Dean –Volvió a escuchar pero esta vez más claro.

Su entrepierna se encontraba ya dura, y sentía que ya le palpitaba llegando a dolerle por la falta de atención.

-Mierda. –Murmuro para sí mismo sacando el bulto entre sus piernas. Trago saliva, pues el pensar en que en cualquier momento Castiel pudiera despertar y verlo masturbándose mientras lo veía revolcándose de placer entre sueños lo ponía como una roca.

Comenzó subiendo y bajando, primero lentamente con suaves caricias mientras veía a Castiel gemir cada vez más fuerte.

-M-máas –Logro escuchar a Castiel gemir –Por favor Dean. –Vio como Castiel movía ligeramente las caderas y como se le subía ligeramente la camisa dejando ver un torso bien trabajado, nunca había pensado que tal cosa pudiera estar debajo de las holgadas ropas de Castiel, era como encontrar un tesoro enterrado debajo de metros y metros de tierra, el reino prohibido frente a él. Un reino jamás explorado que deseaba conocer con todo su ser, aunque supiera que eso jamás pasaría, que es imposible.

Dean comenzó a apretarla con más fuerza gruñendo de placer, subiendo y bajando su mano con cada vez más rapidez cuando escucho a Castiel gemir fuertemente su nombre, eso fue lo que pudo con el teniendo el clímax de su vida y sintiendo miles de descargas eléctricas apoderándose de su cuerpo mientras veía a Castiel corriéndose aferrándose fuertemente de sus sabanas.

Dean esa noche durmió como un bebe al igual que Castiel, aunque este sin saber lo que había ocurrido a su alrededor.

Aquella noche ambos terminaron jadeantes a causa del otro. Uno sin si quiera saber lo que había provocado.

 

Notas finales:

Debo decir que es la primera vez que escribo Lemon, o cualquier tipo de escena "HOT", solo espero que no me haiga salido tan mal.


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