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Me quedaría a tu lado por HanakoTomoharu

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Notas del fanfic:

Como cuando quieres escribir algo de una pareja, pero tambien de otra, y terminas haciendo un trío. Bueno, algo así pasó. Quienes vean Free! me entienden xD Y como al final de la serie Shark terminó con más nombres que mi tía, decidí usarlos todos xD total, hablamos de la misma persona. 

Notas del capitulo:

Ah, y hay como una mención de DurbexShark y DurbexMisael.

Vector sonrió, mirando a al chico de cabello azabache y mechas rojas en la frente forcejeando contra las cuerdas que mantenían unidas sus muñecas a los postes de la cama. Se inclinó sobre él, besando lentamente a lo largo de su mandíbula. El chico gimió y trató de apartarse, pero Vector enredó una mano en su pelo rojo, lo que lo obligó a permanecer inmóvil y exactamente donde él quería.

-Por favor, Vector...

-Silencio.

Selló sus labios sobre los del más joven, que comenzó tirar contra las cuerdas de nuevo. Vector se colocó a horcajadas sobre su cintura. Podía luchar todo lo que quería, el de ojos violetas lo encontró más que divertido. Yuma le pertenecía ahora y nada iba a cambiar eso.

-Eres tan lindo~ –ronroneó.

-E-espera…-La mano de Vector se adentró en sus pantalones, haciéndolo jadear cuando ésta entro en contacto con su miembro.

Vector sonrió y continuó besando su cuello mientras lo masturbaba, a lo que Yuma cerró los ojos con fuerza y removió sus piernas contra las sabanas

 -Deja de luchar, Yuma-kun –murmuró –esto apenas empieza a ser divertido -y acercando sus labios a su oído susurró -Ahora, llámame “Vector-sama”.

--P-pero esto es… –sollozó el muchacho, avergonzado por la situación.

-Oh, vamos. No querrás hacer enfadar a tu amo. –dijo disfrutando de decir la última palabra. Se movió un poco para poder subir la camisa blanca de mangas rojas del pelinegro por encima de su cintura, lamiéndose los labios ante el cuerpo expuesto. Los grandes ojos rubí del chico brillaban nerviosos bajo la luz. De verdad se consideraba afortunado de que Yuma lo hubiera elegido. Él había intentado darlo todo por salvarlo aquella vez que Don Thousand intentó absorberlo. Este chico era el único idiota capaz de hacer algo así por él, y por eso lo amaba –Realmente eres hermoso –Yuma abrió la boca, pero Vector presionó sus labios contra los suyos de nuevo antes de que él hiciera cualquier sonido.

-Por favor... no... -dijo cuándo tuvo la boca libre y Vector se inclinó sobre su estómago, deslizando una mano por sus delicados músculos; acto que tensó al más joven -N-no puedo…

-No te preocupes, lo vas a disfrutar –ronroneó, deslizando sus manos por su cuerpo, deshaciéndose de sus pantalones. Ellos acordaron probar aquel inocente juego de roles, o más bien, Vector llevó a Yuma a estar de acuerdo.

Besó el interior del muslo de Yuma, causando que temblara. Sonrió y le dio otro suave beso en sus labios, posicionándose entre las piernas del pelinegro. Yuma aún se removía inquieto debajo suyo, pero a Vector le resultaba muy divertido verlo hacer eso.

-¿Listo?

-No. ¡Desátame!

-Shh, ya cállate -susurró Vector –Vamos a comenzar el juego. Solo tienes que dejarte llevar y vas a disfrutarlo.

-Oye… espera, no es enserio, ¿verdad?  –pregunto aún más nervioso –No estoy listo para…

-¿Qué fue lo que dije sobre hacer enfadar a tu amo? –exclamó alzando su mano hacia atrás lo suficiente como para darle una bofetada en la cara. Yuma se quedó paralizado, mirándolo fijamente –Eso está mejor. Ahora... comienza diciéndome cuánto me quieres.

-Vector.

La espalda de Vector se puso rígida cuando sintió la voz detrás de ellos. Se incorporó lentamente para encontrar a Shark en la puerta, con los brazos cruzados y mirándolo furioso. Yuma estaba temblando debajo de él en la cama, jadeando con la cara roja.

-¿Qué crees que estás haciendo? –pregunto mirándolo con ojos azules amenazantes.

-No es lo que piensas –dijo Vector.

El de cabello anaranjado cambio la posición para evitar que desde ese ángulo el otro no pudiera apreciar la desnudez de Yuma, y éste aprovecho eso para esconderse y apoyar la cabeza contra el pecho de Vector, intentando estar fuera del alcance de la mirada de Nasch. No quería que el otro lo viera en ese estado, aquello no podía estar pasando.

-La próxima vez pega un cartel en la puerta o algo para que la gente no se preocupe –dijo el rey de cabello purpura frunciendo el ceño.

-¿Por qué deberían preocuparse? –resopló Vector. Maldito Nasch que tenía que meter las narices donde no lo llamaban; estas eran las desventajas de vivir en su mansión con los demás Barians.

-No lo sé, eres un demente –dijo entre sarcasmo y enfado -¿Tal vez porque antes de abrir la puerta todo lo que pude oír desde el pasillo fue a Yuma rogando y llorando? ¿Tal vez porque al abrirla me lo encuentro atado y contigo sobre él? ¿Tal vez porque ibas a golpearlo? -Vector rodó los ojos. 

-Primero que todo, él no estaba llorando. Y para que lo sepas eso ni siquiera fue rogar, no me has visto hacerlo rogar -agregó eso con una sonrisa pervertida -Segundo, no iba a golpearlo enserio, solo estaba jugando. –Nasch lo miro aún más fieramente –Además, ¿a ti que te importa? Lo que hagamos no es de tu incumbencia.

Vector sabía que había tocado una fibra sensible dentro de él cuando la mirada de Ryoga cambió.

-Solo me preocupo por él –espetó- Algo que tú no haces –Vector resopló fingiendo que no le importaba su comentario, pero dejaba ver todo lo contrario en su expresión.

-Yo sé ocuparme de mis cosas –murmuró mientras acariciaba suavemente el pelo de Yuma, que seguía ocultándose debajo de él.

Nasch siempre fue una amenaza para su relación con Yuma.  No se fio de él ni desde que fueron revividos por el Numeron Code, y ciertamente él tampoco confiaba en el otro. Era obvio que todavía le tenía rencor por quitarle a Yuma, aunque no es como si pudiera hacer algo al respecto.

Yuma le había pedido a Shark que al menos dejara a Vector regresar con los Barians y vivir con ellos, ya que sabía que pedir que lo perdonara era demasiado. Después de todo lo que les hizo a Nasch y a los otros, probablemente nadie además de Yuma haya querido perdonar a Vector. Pero Ryoga no pudo negar la petición de Yuma porque se trataba de él. Aunque trató de razonar con el pelinegro, éste insistió en que Vector podía cambiar y no sería necesario llegar a una ejecución.

Obviamente Nasch no se lo creyó, Vector seguía siendo el mismo bastardo de siempre. No entendía como Yuma podía estar cerca de un tipo que lo traiciono y trato de matarlo más de una vez, pero él no era alguien para decir algo al respecto. Él también había tenido sus conflictos con el pelinegro, y si embargo agradecía que eran amigos de nuevo.

-Yuma no es una cosa, y nunca te lo perdonaría si le haces algo –Vector tensó la mandíbula y sintió la humedad en su pecho.

Yuma tenía los ojos desbordando en lágrimas y una opresión en el corazón. A pesar de todo, Nasch seguía preocupándose por él. Sinceramente creía que su relación se había arruinado desde el momento en que Yuma había empezado a pasar más tiempo con Vector y de repente comenzaron un extraño noviazgo.

Por otro lado, a Vector no le importaba si Nasch no confiaba en él. Yuma sí confiaba en él y lo amaba. Eso era todo lo que importaba. No interesaban las veces que Vector fuera cruel, el chico lo perdonaba. Le tenía paciencia. No es como si de todas maneras él fuera a pasarse de la línea con Yuma ahora que podían estar juntos, él sabía dónde estaban los limites. No necesitaba de la custodia permanente de Nasch, que desde que éste se enteró se lo suyo con Yuma lo vigilaba como si esperara que cometiera algún error para tener la excusa perfecta para alejarlo de Yuma.

Lo que más le molestaba de Nasch era su historia con Yuma. Vector sabía que esos dos se quisieron como más que amigos por un tiempo, y sabía que Nasch seguía queriéndolo. Pero lo que realmente hacia dudar a Vector era que Yuma todavía tuviera sentimientos como ese por él. Claro que ese podría ser el momento indicado para comprobarlo. Podía ser la oportunidad de hacerle ver a Nasch ciertas cosas.

-¿Entonces, qué? ¿Has venido a salvarlo del mí, Naschie~? –pregunto con el tono burlón y el apodo que hacían enfadar al de cabello purpura.Pero Nasch solo se puso rígido mientras miraba la figura del pelinegro oculta tras Vector.

-Solo ten cuidado con él –dijo dándose la vuelta para marcharse por la puerta.

-¿Dónde está tu sentido de la aventura, Nasch? –Bromeó -¿No vas a jugar con nosotros?

Nasch frunció el ceño y paró en seco, mirando hacia ellos. Yuma miro a la vez miró a Vector, alzando un poco el rostro.

-Vector…

-Pensábamos probar algo nuevo juntos, pero es mejor si te nos unes. Yuma estaría encantado de jugar contigo, ¿no quieres hacerle ese favor?

-Vector, ¡no! –Yuma lo miro con el ceño fruncido y las mejillas coloradas.

-Justo como dijiste antes -se rio dando caso omiso a las suplicas de Yuma y continuando su dialogo con Nasch –Soy un demente, ¿no quieres salvar a tu querido amigo de lo que pueda hacerle? –le pregunto apartándose de Yuma para dejarlo descubierto a la vista de Nasch (a lo que el pelinegro agacho la mirada con pena, sin estar preparado todavía para verlo a la cara) y comenzando a dar besos a lo largo de su mandíbula, manteniendo un ojo en el otro Barian. 

-No me metas en tus juegos, Vector –le advirtió el de ojos azules con un leve tono rosa en las mejillas, apartando la mirada.

Vector se separó de Yuma suspirando. Tendría que sacarlo de quicio un poco si quería conseguir que desempeñara su parte.

-Vamos, llegaste justo a tiempo para la diversión –rio entre dientes, terminando de retirar las prendas inferiores de Yuma, dejando al descubierto el cuerpo del muchacho. Nasch sólo miró y Vector sonrió -Oh, ¿qué te pasa? ¿No es lo suficiente para ti?

-¡Vector, basta! -Yuma estaba abochornado, pero no tenía manera de cubrirse –Lo siento, Shark…-se disculpó por la actitud del de ojos amatistas, aun sin atreverse a mirarlo a la cara.

-¿Ah, sí? -Vector se burló y le mordió el cuello, provocando que Yuma dejara escapar un grito ahogado, haciendo a Ryoga estremecerse al presenciar el acto. Vector se rio entre dientes, deslizando sus manos sobre el cuerpo del muchacho, lamiendo la marca de manera suave para compensar el dolor –¿No estabas a punto de decirme lo mucho que me querías, Yuma-kun? –tarareó en voz baja, inclinándose para susurrarle al oído.

-N-no –balbuceó. Yuma realmente no quería que Shark viera eso –Vector, por favor. No ahor-

Vector se echó hacia atrás y le dio una bofetada. Ryoga contuvo el aliento y Vector se burló cuando el menor gimió de dolor –Sus sonidos son preciosos, ¿no, Naschie?

-¡N-no hagas eso! –Gritó Nasch, a lo que Vector sonrió –Vector, te lo advierto…

-Quítate la ropa –exigió Vector. Los ojos azules se abrieron confusos. 

-Yo no…

-Si quieres que sea suave con él, quítate la ropa –Nasch vaciló ante la orden.

-Yuma… ¿estás bien con esto? –El nombrado se estremeció levemente cuando pronuncio su nombre -¿Tu... quieres... esto?

Vector chasqueó la lengua, sabiendo que Nasch no haría nada si sentía que estaba forzando a Yuma. Volvió su mirada al pelinegro y lo obligo a mirarlo a los ojos antes de que contestara, y el más bajo comprendió que no le convenía negarse a las ideas descabelladas del duelista de los Umbral aquella vez.

-N-no me molestaría –mintió. La verdad no quería estar en esa situación, y tampoco le agradaba mucho lo que Vector planeaba. Pero no quería tenerlos a los dos peleando de nuevo, así que mejor hacer lo que Vector quería y así éste no se metería en líos con Shark.

El de ojos azules vaciló poco más después de que Yuma le respondiera, pero cerró la puerta y al fin se decidió a desvestirse. Vector volvió su atención al de ojos color rubí, explorando su cuerpo con las manos una vez más y acariciando sus costados. Se inclinó y mordisqueó uno de sus pezones, haciéndolo arquear la espalda. 

-¡V-Vector!

Finalmente, Vector escucho el suave roce de la tela y levantó la vista para ver Ryoga deslizando sus ropas.

-¿Alguien te ha dicho que eres hermoso, Nasch?

-Cállate, no estoy haciendo esto para divertirte.

-Oh, pero eso es precisamente lo que estás haciendo –dijo riendo. Le tendió la mano y Ryoga gruñó antes de tomarla y dejar a Vector tirar de él. Éste lo empujó a la cama y lo sentó sobre la cintura de Yuma, ayudando a mantenerlo inmovilizado mientras besaba su cuello. Su piel era maravillosamente blanca. Claro que Vector también era pálido, pero Ryoga tenía una piel hermosa, blanca como marfil. Y muy suave; pero prefería la piel bronceada de Yuma. 

Ryoga se retorció claramente incómodo ante los toques del de cabello anaranjado, pero Vector lo atrapó para que se quedara quieto, empujándolo hacia adelante por lo que quedó cara a cara con el azabache. Vector tomó una botella de la mesita junto a la cama y vertió en sus dedos la sustancia aceitosa. Nasch jadeó y gimió cuando dos dedos entraron en él, apretando las sabanas con los puños cuando el más alto le susurró.

-Ay, Nasch –se rio entre dientes –No creo que esta sea la primera vez que alguien ha hecho esto contigo. ¿Tal vez ha sido nuestro lindo y algo nerd, compañero de lentes? –Nasch gruñó mientras los ojos de Yuma se abrieron de sorpresa. Éste último pensaba que no era posible que Durbe y Shark… 

 -No te atrevas a hablar de él –le advirtió Nasch antes de que éste dijera algo más, pero Vector ignoró la amenaza.

-Creo que eso suena como un sí, aunque por lo que oí ahora está en una relación con nuestro compañero rubio con temperamento de pollo frito; así que no tienes fortuna con nada, ¿eh? -se rio cuando Ryoga giró la cabeza hacia atrás mirándolo con enfado, luego de haber visto lo que pareció desilusión en los ojos de Yuma -¿Listo, Naschie?

-Vector…

-Tomaré eso como un sí.

Guio el miembro de Ryoga hacia la entrada del pelinegro. El mayor jadeó y Yuma arqueó la espalda ligeramente. Vector lo mantuvo bien apretado contra él para impedirle que se retirara cuando el menor gimió, tirando de las cuerdas que aún ataban sus muñecas y cerrando los ojos. Se rio y mordisqueó la oreja de Ryoga suavemente.

-¿No es lindo? –Ronroneó –Se siente bien, ¿verdad, Nasch?

El cuerpo de Nasch temblaba y jadeaba pesadamente mientras Vector pellizcó y le besó el cuello y el hombro, acariciando suavemente el miembro de Yuma mientras empujaba a Ryoga a moverse dentro del más joven.

-V-Vector, no…-el de ojos amatista cortó al otro Barian con un beso áspero, a lo que el otro se apartó, mirando hacia abajo cuando Yuma gimió profundamente en el movimiento. Vector bajó la voz, susurrando en su oído. 

-No te preocupes, Nasch. Si crees que le haría daño, estás muy equivocado. Esta no es ni siquiera la primera vez que lo hacemos esta noche. Está perfectamente preparado.

-V-Vector –gimió avergonzado Yuma. ¿Por qué tenía que decir esas cosas? Shark no necesitaba saber las cosas que hicieron.

Las mejillas de Ryoga se sonrojaron cuando Vector lo apretó más contra Yuma y se apartó para poder embestirlo sin más advertencia. Gritó por la intromisión, y Yuma se sacudió y gimió por el movimiento. Vector mordió el hombro sobre el que caían aquellos cabellos purpura para no gemir y lo sostuvo con fuerza, guiándolo para que se moviera con él, saboreando los gemidos de Ryoga y las súplicas de Yuma.

-Apuesto a que esto es mucha más acción de la que has tenido en un tiempo, ¿no, Nasch? –el otro rey no respondió, absorto en las sensaciones.

Nasch dejó su cabeza caer hacia atrás sobre el hombro de Vector, hundido en el placer. Había pasado mucho tiempo deseando poder estar así con Yuma.

-B-Basta…-la voz del pelinegro se quebró. ¿Por qué tenía Vector que ponerlos a los dos en aquella situación? ¿No entendía lo difícil que era de por sí para Shark y él verse después de todas las cosas que pasaron? Por más que Vector adoraba ver sufrir a Shark, ¿no veía también el dolor que le causaba a Yuma con eso?

Y entonces, de repente Ryoga se inclinó, sellando sus labios sobre los de Yuma, silenciando sus súplicas y gemidos. 

Vector frunció el ceño. Eso no era parte del plan. Gruñó y le dio una palmada en el muslo a Ryoga lo suficiente para sobresaltarlo y conseguir que se apartara de Yuma. Vector tiró de él hacia atrás tomándolo por el pelo. 

-Intenta eso de nuevo y serás tú el que esté amarrado a la cama –le susurró ásperamente al oído –Y en tu caso, no me voy a detener.

Ryoga se estremeció y Vector se sintió satisfecho. Era bueno saber que Nasch todavía tenía cierto miedo al estar cerca de él. 

Volvieron los hermosos gemidos y quejas del pelinegro en cuanto sus cuerpos continuaron moviéndose juntos. Ryoga comenzó a dejarse llevar y pronto se movía por su cuenta con Vector haciendo muy poco trabajo para guiarlo. 

Yuma gimió, y jadeó; ya ni siquiera pidiendo que se detuvieran. Vector admitió internamente que por más que se notaba que el pelinegro lo disfrutaba se sentía un poco culpable por hacerle eso; pero notó que Yuma se relajó cuando Nasch le murmuró palabras tranquilizadoras de forma dulce. No es que le agradara mucho ver la influencia del otro sobre Yuma, de todas formas. Vio un poco de vacilación en los ojos de Ryoga por seguir adelante, pero no se detuvo. 

No pasó mucho tiempo antes de que se viniera con un suave y ahogado gemido, colapsando contra Vector y jadeando. Éste ya no estaba tan interesado en él, así que salió de su interior sin mucho cuidado de no lastimarlo y se preocupó más por apartarlo de Yuma; quien se estremecía sintiendo el reciente líquido derramado dentro de él. Empujó a Ryoga a un lado de la cama y se inclinó sobre su novio, capturando sus labios en un beso y embistiéndolo en el acto. Alzó una mano, ayudando a Yuma a desatarse las muñecas.

-V-Vector… -el pelinegro lo miro con ojos lagrimosos cuando se separaron en busca de aire.

-Shh… -lo silenció el Barian de ojos amatistas abrazándolo.

Ryoga contempló un momento como Vector acariciaba a Yuma susurrándole algo al oído y como éste cerraba los ojos y se dejaba mimar mientras las estocadas en su cuerpo se hacían más rítmicas.

Llegó a ver el rostro de Yuma cuando se vino, y luego cuando Vector lo hizo dentro de él también. Vio como Yuma y Vector intercambiaban miradas con sus cuerpos aún unidos, y susurros que no alcanzaba a oír; y pensó que así debían verse dos personas después de hacer el amor.

Y pensó que, en esos momentos él estaba sobrando allí.

Se levantó aguantando la incomodidad al caminar por la reciente actividad y recogió su ropa, pero Yuma se había estirado desde la cama y lo agarro de la muñeca.

-Shark… -el contacto visual que tuvieron ambos resultó mortificante, pero el de cabello purpura lo rompió cuando Vector jaló a Yuma del brazo y lo besó sorpresivamente.

Él solo sobraba.

 –No los interrumpo más –Ryoga ni se molestó en continuar mirando y se dio la vuelta para salir por la puerta, a medio vestir.

-¿Por qué hiciste eso? –preguntó el de ojos rubí cuando Vector se separó de él.

Vector hizo un gesto con los hombros y se recostó a su lado con los brazos cruzados detrás de la cabeza.

-Prometiste que serias más amable con él y ahora…

-Yuma –le cortó de repente- ¿Aun lo amas?

Hubo un breve silencio.

-No –contestó en voz baja.

-Pero sigue siendo especial.

-Él siempre será especial. Pero... incluso si tuviera que volver a elegir, yo siempre me quedaría a tu lado.

Vector no dijo nada y lo tomo por la cintura para atraerlo más a él. Yuma parecía estar quedándose medio dormido encima de su pecho, pero parecía no molestarle.

-Por supuesto que lo harías –susurró Vector cuando Yuma cayó profundamente dormido, mientras él jugaba distraídamente con su pelo.

 

Notas finales:

Noté que hay muy pocos fanfics de Zexal por aquí... ): es extraño, porque el anime fue simplemente hermoso 


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