Te veo por primera vez por SilverCamil

Al levantarme, a eso de las once de la mañana le envié un mensaje a Isma, quería verlo pero al fijarme no le había llegado, seguro lo tenía apagado, aunque ya estaba acostumbrado a que respondiera cada diez horas.
Para poder despertarme del todo, entré a bañarme, agua fría, lo disfrutaba, relajaba todo mi cuerpo, últimamente me sentía bastante tensó, todo se debía a Maira y mis padres, después de varios años de no verlos de no comunicarnos, aparecían en mi vida y lo peor, a la vez, todos exigiendo algo, mamá que vuelva a casa, que las cosas habían cambiado, papá todo al contrario y por primera vez le haría caso, y por último Maira, la princesa de la familia, ahora ya adulta pero igual de infantil, pedía que me alejara, que no me acerque a Isma, que desapareciera y le hubiese hecho caso pero no podía, Ismael me tenía obsesionado, desde esa vez en el café y cuando lo encontré en ese bar no dude que era cosa del destino, encontrármelo donde fuera y luego verlo en mis sueños, no, simplemente no podía dejarlo, mierda, menos mal que me estaba bañando con agua fría porque de solo acordarme de ese beso todo se me encendía y deseaba volver a probar esa boca, dejé escapar un suspiro y sonreí ya terminándome de bañar.

Caminaba ya por las mismas cuadras, pasando por las mismas casas y locales, llegando al café de siempre, que al apenas inaugurarse, que fue hace unos cuatro meses, lo adopte como mi segundo hogar, después de estudiar o en los fines de semana me daba una vuelta y me instalaba a tomar algún café, ahora que estaba de vacaciones y sin compromisos no había día en que no fuera, así fuese acompañado o no.
Al penas entrar y dar unos pasos, alguien me agarró de los hombros, al verlo, con esa expresión de desesperación y angustia supe que algo no andaba bien y eso involucraba a Ismael, porque estaba seguro que Geb no sería tan directo conmigo, y si efectivamente, todo tenía que ver con Ismael.
Lo único que sabía es que él no estaba desde ayer a la tarde, si no es desde más temprano, el que no le llegaran los mensajes podía ser una señal más, lo que no ayudaba era tener a un Geb sensible al lado, dudando y cuestionándose diez mil cosas y que no se callara un segundo, quería golpearlo.

- Geb, así como estas no vas a llegar a ningún lado-.
Lo logré callar pero ahora me miraba molesto.
- Perdón, ¿sí? No sé qué hacer, antes de venir a trabajar ya fui a la policía, ¿Sabes que me dijeron?-.
-Que tenes que esperar 24 horas, ya sé Geb-. Dije calmado.
Ahora de estar angustiado se lo veía molesto, bien hecho Claus. – Mira, qué tal si vamos por Maira y planeamos algo, a lo mejor ella sabe algo-. No termine de hablar cuando dijo un certero NO.
Okey, no ir por Maira.
- Si yo no sé nada, ella menos-.
- ¿Por qué tan seguro?-.
Él suspiró. – Porque como ya le dije a Mai, Ismael siempre viene a mí-.