Te veo por primera vez por SilverCamil

Domingo 27 de mayo


 Geb:

Mi corazón no dejaba de atacarme, me torturaba, el impulso haría control absoluto sobre mí y me movería hacía su cuerpo, hacía ese calor que tanto me faltaba, me llevaría a acariciar tan deseada piel y me daría el regalo de poder susurrar “estoy acá” demasiado cerca de sus labios, pero el impulso todavía no podía hacer su jugada, no podía dejar que lo haga, solo me queda ver a un Ismael recuperándose, sereno, como si nunca hubiese pasado nada.
Un sabor amargo, un pequeño tic en el ojo y apretar los puños, acciones automáticas de pensar en Maira.

Tres días habían pasado, Claus apareció por el departamento hace unas horas, en donde comentó que Maira está siendo tratada por un psicólogo y un abogado se estaría encargando de ver que tan lejos llegaría el caso de secuestro, de determinar qué tan lejos llegó Maira, y luego de hacer un resumen conciso, no puedo obviar quejas de que sus padres fueron notificados y estaban por instalarse en algún hotel para seguir el caso, de seguirlo a él, de volver a insistir, de volver a intentar tener un poder sobre Claus, un poder perdido en el tiempo, un tiempo que pasó rápido.

Lo feo de vigilar el sueño de Isma es que sueña, y soñar a veces no es placentero, a veces involucra terror, miedo, tristeza, pánico y en última instancia esa opresión en el pecho que cuando despertas estas llorando sin darte cuenta, así es el despertar de Isma, así de fuertes y frustrantes.
Ahora con su expresión calmada, me tomé la libertad de cerrar los ojos y recostarme a su lado, y dejar escapar una sonrisa por lo irónico de la situación, pasar por todo lo que pasamos juntos, para entender que cuando aquellas cosas cotidianas que te acompañan constantemente, que están ahí y un día desaparecen, y al segundo día no lo encontras y al tercero sentís la extrañeza, la falta, la necesidad, es ahí cuando todo cae y cae demasiado rápido para entenderlo, sólo queda moverte, buscarlo y cuando se lo encuentra, apreciarlo, y es que ahora me queda, verlo, contemplarlo y hacer mi mayor esfuerzo por mantenerme a su lado, porque Ismael regresó.

Ismael:

Mis ojos se abrieron en el momento justo para que Maira desapareciera de mis sueños para así poder encontrarme con Geb cuidándome, encontrarme con un Geb preocupado, con un Geb con ojeras, con la voz calma y los movimientos suaves, ver a un Geb recostado haciéndome compañía, mi corazón dolía un poco más, tenerlo tan cerca me recordaba a los tiempos en donde me negaba una y otra vez a la idea de que me gustaba mi mejor amigo, me recordaba al dolor que sentía cuando Geb iba de chica en chica chica, me recordaba a esas veces que tuve la oportunidad de poder disfrutar  tocar su piel por un corto momento y hacer el esfuerzo posible por volverlo algo significativo para que quede guardado para siempre, algo entre él y yo, tener a Geb tan cerca en este momento, dolía.