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Los años restantes por CrystalMoon

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Notas del fanfic:

Bueno hace bastante tiempo que tenia ganas de escribir esta tematica pero con la escuela y eso me habia imposibilitado lograrlo pero finalmente lo termine asi que espero y lo disfruten!

Notas del capitulo:

Intente apegarme lo mejor que pude a los personajes asi que espero me haya salido bien heheU

Los años restantes

 

 

Existe una pequeña comunidad donde los residentes de este lugar tienen algo que los diferencia del resto, algo bastante peculiar pues dichas personas son poseedoras de glóbulos oculares nada comunes porque a pesar de verse exactamente iguales a los ojos de cualquier persona no lo son, lo único normal en estos es la estética idéntica a otros ojos pero lo que los hace especiales es que ellos con solo ver a una persona pueden ver la fecha exacta de su muerte, no tienen conocimiento de la propia pues aunque sean poseedores de espejos estos no lo logran reflejar

 

Hay una leyenda que acosa constantemente a los residentes de dicho lugar la cual se decía que había caído una maldición sobre todos ellos, una maldición creada por una doncella acusada de brujería a quien con pruebas habían decidido quemarla en el centro de dicho lugar pero esta antes de ser carbonizada recito unas palabras desatando la maldición sobre los antiguos y actuales residentes del sitio donde dio lugar a su sufrimiento, la maldición como se mencionó anteriormente constaba de poder ser conocedor de la fecha de la muerte a cualquier persona que vieras, era horrible pues los que Vivian hay sabían los días restantes de vida que le quedaba a cada ser querido y eso los hería profundamente provocando depresiones graves, pero en fin, algunas personas fuera de esta comunidad se mantenían escépticas de dicha leyenda, algunos no creían en la existencia de estas personas y a otros simplemente le restaban importancia

 

OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

 

Pese a la peculiaridad de sus ojos que les acechaba, la comunidad se mantenía tranquila y con una buena convivencia entre los residentes

se mantenía en armonía pues todos aprovechaban cada segundo de vida que les quedaba

 

Un alegre rubio (que hacia lo posible por ignorar los números que veía en las cabezas de los demás) había alistado sus materiales para otro día escolar y después de despedirse de su familia, salió de su hogar para dirigirse al punto de encuentro con los otros chicos, sus amigos para ser exactos, unos chicos peculiares con habilidades muy desarrolladas y cabellos de colores bastantes extraños en realidad pero nada en esa comunidad se podía considerar "normal"

 

El nombre de este chico es Kise Ryouta poseedor de una alta estatura, hermosos ojos color ámbar y una tez ligeramente morena, a Ryouta aún le quedaban 51 años de vida (él no lo sabe) un buen tiempo pues fallecería a los 67

 

Continuo su camino hasta que se encontró con Aomine Daiki, uno de sus amigos, Kise solía competir demasiado con Aomine en el basquetbol pues le era divertido, Aomine era más alto que él, tenía unos penetrantes ojos azul oscuro similar al de su cabello y una tez morena, le faltaban 49 años para morir, así que el rubio no se sentía mal por su amigo pues este viviría una larga (y espera que sea prospera) vida...iba a acercarse para saludarlo como acostumbra pero conforme se fue eliminando la distancia entre ellos pudo divisar a otro de sus amigos que estaba con el moreno

Kuroko Tetsuya, le tenía mucho cariño a ese chico, Kuroko poseía una estatura de 1.68, unos enormes ojos celestes del mismo tono de su cabello y una piel pálida, al peli celeste le quedaban 37 años de vida, un dato que Kise intentaba ignorar pues de todos sus amigos Kuroko sería el primero al que la muerte reclamaría

 

-¡Kurokocchi! ¡Aominecchi! -se acerco con una enorme sonrisa adornando su rostro agitando constantemente su mano en son de saludo

 

-Kise-kun es una sorpresa, llegaste puntual -comento el más bajo de los tres manteniendo una mirada inexpresiva

 

-Eso debería decir yo de Aominecchi -observo al mencionado aun sin eliminar la sonrisa de su rostro que aumento con su comentario el cual solo recibió un "oeh" por respuesta de parte del moreno

 

-Entonces va a arder roma pues tu y yo llegamos puntuales pero Midorima y Akashi parece que van a llegar tarde -Hablo Daiki de manera desinteresada aunque le preocupaba un poco pues normalmente esos dos llegan 5 minutos antes que el resto, era la primera vez que eran impuntuales

 

-Kurochin ¿Amenazaste a Minechin y a Kisechin? - pregunto un alto peli morado que recién llegaba, el más alto de todos con unos ojos morados al igual que su cabello y con 50 años mas de vida, su nombre Murasakibara Atsushi

 

-Murasakibara-kun no los amenace ¿porque lo preguntas? -continuo con la misma expresión

 

-Lo digo porque Kisechin y Minechin ya están aquí y normalmente son los últimos en llegar- Atsushi mientras hablaba saco de su mochila una caja de pockis que empezó a degustar una vez que termino su comentario

 

-¿Porque se sorprenden? puedo ser puntual cuando me lo propongo -intento justificarse el moreno ya fastidiado del rostro de sorpresa que adoptaban los demás al ver que fue puntual por una vez

 

-Aomine-kun si no fuera por mi habrías llegado tarde otra vez y Akashi-kun habría reducido tus años de vida

 

-¡Entonces Kurokocchi tuvo que ver con la puntualidad de Aominecchi! -el rubio señalo al último mencionado

 

-Ya decía que Minechin no podía llegar temprano por su cuenta

 

-Mejor dejen de fastidiarme y esperemos a Midorima y Akashi -les espeto con mala cara

 

Kise también estaba preocupado, no era normal que ellos fueran impuntuales, Midorima y Akashi viven literalmente al lado uno de otro por eso ellos siempre llegaban juntos, algo debió de haberle sucedido a alguno de los dos aunque esperaba con todas sus fuerzas estar equivocado...confiaba que el emperador estaba bien, era de quien más se preocupaba pues el pelirrojo le había robado el corazón hace algún tiempo, era bastante difícil de creerlo pues ellos eran tan opuestos pero un día que tuvo la oportunidad de permanecer a solas con él se percato de muchas cualidades que poseía Akashi que le encantaron y de su personalidad que le cautivo pues el pelirrojo a pesar de aparentar ser insensible requería de atención, Kise sabía que el carácter de Akashi se forjo desde que los años de vida de su madre se empezaron a reducir cuando enfermo (todos se conocían desde niños por lo que siempre han estado juntos) el pelirrojo amaba a su madre y era muy inteligente por lo que desde muy temprana edad sabía lo que significaban esos dígitos encima de las cabezas de las personas por ello se deprimió bastante al ver los números de su madre descender rápidamente, sabía lo que sucedería cuando llegaran a cero y una vez que eso sucedió, el pelirrojo amable, bondadoso y feliz murió junto con ella

 

-Lamento la tardanza fue culpa mía -la voz del recién llegado interrumpió los pensamientos del rubio quien felizmente volteo hacia el pelirrojo para saludarlo y si el otro se dejaba también abrazarlo...pero su semblante cambio drásticamente al ver los números del pelirrojo...se supone que le quedaban 55 ¿por qué ahora solo se ven 50? ¿Dónde quedaron los otros 5 años? no descendieron muchos dígitos pero aun así no era normal, los otros también notaron la reducción de años por que la duda se podía ver claramente en sus rostros

 

-Eh...no te preocupes por eso Akashi-kun, pero será mejor que nos apresuremos o llegaremos tarde a clases y es un largo camino a la cuidad- hablo Kuroko intentando no hacer ningún comentario acerca de la reducción de sus dígitos

 

-Es verdad, será mejor que nos apresuremos, el autobús no tardara en pasar- comento el pelirrojo el cual comenzaba a caminar hacia el lado contrario de donde había llegado completamente ajeno a la preocupación de sus amigos pues él no lo sabía, pronto los otros seis le siguieron el paso

 

Ellos tenían la costumbre de reunirse en un punto de su comunidad y una vez que todos estén presentes partir juntos hacia la escuela, era una costumbre que tenían muy arraigada desde niños y que habían preservado aun con el paso de los años

 

Una vez que el autobús arribo los 6 chicos lo tomaron colocándose en la parte trasera como acostumbran y emprender el camino hacia sus clases, la cuidad quedaba a una hora de su comunidad pues su ubicación era bastante retirada, después de un rato que paso velozmente entre broma y broma (la cual siempre consistía en burlarse del rubio) finalmente llegaron al centro de la ciudad donde su colegio ya era visible por lo que una vez que descendieron del autobús e ingresaron en dicho lugar cada quien se separo para asistir a sus respectivas clases

 

Kise no podía prestar atención a su clase pues no dejaba de pensar en el pelirrojo y en la disminución de sus años pues estos disminuyeron muy drásticamente en un solo día y eso era muy preocupante, deseaba poder decirle al emperador sobre eso pero entre ellos habían echo la promesa de no hablar sobre los años restantes del otro para no preocupar a nadie e intentar coexistir como lo harían los demás en una comunidad diferente...aunque por más que lo intenten no lo lograran...Kise intenta mantener una actitud positiva ante todo pero no puede suprimir los pensamientos sobre sí mismo y cuantos años le quedan a él, le daba curiosidad pero a la vez le daba miedo saber por ello no había preguntado nada también pensaba en sus amigos el que más viviría de todos ellos seria Midorima (le restaban 63 años) después se supone que seguiría Akashi pero con su reducción está a la par con Murasakibara (50 faltantes) el siguiente seria Aomine (con 49) y el primero en retirarse de este mundo seria Kuroko (37) pero ¿y él? ¿En dónde quedaba? ¿Viviría más que Midorima o menos que Kuroko? le daba escalofríos de tan solo pensarlo así que decidió olvidarse de estos pensamientos y amenizar con sus clases

 

OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

 

Pasó una semana después de la primera demora de Akashi y Midorima y al parecer no habían cambiado nuevamente los años del pelirrojo por lo que todos se encontraban un poco más tranquilos con esto (sobretodo Kise).

El peliverde y el pelirrojo se encontraban en su punto de encuentro esperando pacientemente a los demás para repetir su rutina y asistir a clases

 

-Espero que no se tarden demasiado es molesto estar esperándolos nanodayo -hablo un alto chico con lentes al lado del emperador el cual concordaba con su opinión

 

-No creo que Atsushi y Tetsuya les falte mucho por llegar, solo hay que esperar un poco mas -respondió el pelirrojo con paciencia

 

-Akashi-kun, Midorima-Kun parece que solo han llegado ustedes- Kuroko hizo acto de presencia llamando la atención de los otros dos

 

-Parece que tenias razón Akashi- comento Midorima al ver al recién llegado pues había aparecido literalmente cuando el pelirrojo dijo su nombre

 

-Siempre tengo la razón Shintarou con tantos años de conocernos ya deberías saberlo- respondió el mencionado con un tono de autosuficiencia

 

-Lo sé- suspiro con fastidio el peliverde mientras se acomodaba los lentes, Kuroko por su parte los miraba ajeno a su conversación, después de un corto tiempo apareció el alto peli morado consumiendo un dulce (como siempre) y saludando a los presentes colocando una de sus enormes manos en la cabeza del pelirrojo frotando su cabello

 

-El cabello de Akachin es tan suave~

 

-Atsushi deja de hacer eso- le ordeno el emperador intentando hacer que el más alto parara logrando con su cometido

 

-¡Hey chicos!- Grito el rubio para llamar la atención de los demás agitando su mano de un lado a otro saludándolos pero su actitud positiva se vio agobiada por la escena que presencio sintiendo una punzada de celos al instante pues no le agradaba la actitud que el peli morado adoptaba cada vez que estaba cerca de su Akashicchi, estaba a punto de decir algo al respecto hasta que una mano se poso en su cabeza forzándola a descender de manera inesperada

 

-Kise no seas tan ruidoso- era el moreno que venía detrás de él

 

-Aominecchi no tenias que hacer eso, sentí que se me caería la cabeza -dijo haciendo un puchero

 

-Bien ya que finalmente han llegado todos será mejor que nos vayamos- hablo el pelirrojo interrumpiendo la "conversación" del moreno y el rubio

 

El día continuaba como siempre, subieron al autobús, se sentaron en la parte trasera y como era costumbre Aomine se burlaba de Kise, sus días eran bastante rutinarios pero aun así les eran entretenidos cuando estaban todos juntos, pero en esta ocasión un acontecimiento cambio su rutina pues cuando el autobús paro Akashi fue el último en bajar pero sintió los músculos de una de sus piernas endurecerse provocando que casi callera de no ser por el rubio que lo sostuvo a tiempo

 

-Akashi-kun ¿estás bien? -pregunto Kuroko por todos pues no era normal que el emperador tuviera ese tipo de accidentes

 

-Sí, solamente me dio un calambre...aunque es la primera vez que me pasa -respondió el mencionado el cual aun se encontraba en los brazos de Kise pues aun no había regresado la movilidad a su pierna, Ryouta por su parte hacia no podía controlar los latidos frenéticos de su corazón al sentir al emperador tan cerca pues literalmente la cara de este estaba en su pecho, solo esperaba que no escuchara el golpeteo constante de su corazón

 

-¿Puedes moverte? - Dijo Midorima mientras observaba a Akashi intentar mover su pierna logrando esto después de pocos segundos

 

-Parece ser que la movilidad regreso- el pelirrojo se separó de Kise y efectivamente su pierna había recuperado la movilidad -ya estoy bien así que será mejor ir a clases antes de que se nos haga más tarde- el resto asintió despidiéndose entre ellos e ingresando a sus aulas correspondientes

 

Después de ese acontecimiento el día regreso a su rutina habitual

 

OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

 

 

-Kise-kun ¿de que querías hablar conmigo? -Kuroko rompió el silencio que se había formado entre los dos

 

-Es de...de...me da vergüenza decirlo -el rubio se tapo la cara con sus manos

 

-Habla de una vez Kise-kun no tengo todo el día

 

-¡Kurokocchi eres malo!- hizo un puchero

 

-Solamente te estoy diciendo la verdad, tengo una cita con Aomine-kun y no quiero llegar tarde- hablo con su estoica mirada de siempre

 

Kise suspiro resignado pues había olvidado el compromiso de su amigo y no quería ser el culpable de su impuntualidad si lo hacia el moreno se pondría agresivo con él y no tenía ganas de lidiar con eso -Bien...es que necesito que me ayudes con algo- respiro hondo y soltó lo que tenía que decir -¡Akashicchi me gusta!- dijo de pronto sintiendo su rostro arder de la vergüenza

 

-Aja y quieres que te ayude con...- Kise esperaba otro tipo de reacción por lo que quedo algo sorprendido pero aun así continuo hablando

 

-Necesito que me ayudes a que Akashicchi acepte salir conmigo

 

-...No hago milagros Kise-kun, no creo poder ayudarte- el rubio se sentía decepcionado con la respuesta del peli celeste pero no lo iba a dejar en paz hasta escuchar que el otro le ayudaría

 

-Vamos Kurokocchi yo se que tu puedes ayudarme eres el más cercano a Akashicchi así que seguro que él te hace caso

 

-Te equivocas Kise-kun, el más cercano a Akashi-kun es Midorima-kun

 

-¡Por favor Kurokocchi! ¡Necesito tu ayuda!- le imploro al menor, realmente estaba desesperado

 

-...Esta bien...veré que puedo hacer -suspiro resignado

 

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-Midorima-kun de casualidad ¿no has visto a Akashi-kun? - pregunto el peli celeste a su acompañante, estaban en su escuela y Kuroko como tenía una hora libre había decidido buscar al pelirrojo para hablar con él y haber si lograba convencerlo de salir con Kise

 

-Se tuvo que retirar, ahora mismo debe de estar descansando en la comunidad

 

-¿Se fue?- le cuestiono realmente preocupado por su amigo pues era la primera vez que se iba durante clases sin mencionar que ha estado teniendo muchos problemas con su cuerpo que antes no tenía (muchos calambres y otros músculos tensos)

 

-Así es, la enfermera me dijo que no podía moverse y que era mejor que se fuera a su casa para que reposara -le informo, el peliverde también estaba demasiado preocupado por el pelirrojo (pero es un tsundere y jamás lo diría en voz alta) ellos dos han convivido demasiado tiempo que hasta se tienen un trato de hermanos de echo Midorima lo ve como si fuera su hermano menor y lo cuida como tal

 

-Ya veo...espero que este bien- dijo Kuroko para después retirarse a su siguiente clase

 

OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

 

 

Ya habían pasado dos días desde la última vez que vieron al pelirrojo haciendo que la preocupación de todos aumentara, Midorima por su parte, al vivir tan cerca de Akashi había pasado a visitarlo esos días que estuvo ausente y los demás por el peliverde sabían que el emperador aun seguía en su casa manteniendo reposo pues al parecer sus músculos se movían con dificultad

 

Ahora mismo se encontraban los 5 chicos llegando a su comunidad después de clases charlando amenamente como acostumbran aunque la ausencia del pelirrojo se hacía notar

 

-Deberíamos visitar a Akachin, debe sentirse solito~ -hablo un alto peli morado ganándose la mirada de los otros presentes

 

-¡Es verdad no hemos visto a Akashicchi! -dijo el rubio emocionado con la idea aunque no le agradaba el hecho de que la haya tenido Murasakibara

 

-¿Pero no le molesta a su padre nuestra presencia?- el moreno recodaba que el señor Akashi realmente los repudia solo porque él piensa que no son aptos para estar en el círculo social de un Akashi

 

-Su padre esta fuera por unos negocios así que no deberíamos tener inconvenientes con eso nanodayo

 

-No entiendo cómo puede dejar a Akashi-kun solo cuando tiene problemas de salud- a Kuroko nunca le ha agradado el trato que tiene Masaomi hacia Seijuurou pues realmente no parecía su padre

 

-Ni yo entiendo cómo funciona la mente del Sr Akashi...- dijo Midorima quien había pensado lo mismo que Kuroko cuando se enteró que Masaomi saldría

 

-Pero bueno a Akashicchi no le vendría mal una visita, ¡entonces vamos!- hablo Kise quien ya se había encaminado hacia la residencia del pelirrojo seguido por sus otros amigos

 

En la comunidad donde ellos Vivian no se destacaba por ser un lugar de personas ricas (no se me ocurrió otra forma de decirlo) pero aun así había casas muy costosas y una que otra mansión, aunque la de los Akashi era la más grande de todas y con mayor antigüedad

 

Después de un rato caminando finalmente llegaron a su destino, la gran mansión Akashi frente a una gran reja dorada Midorima fue el primero en dar un paso al frente para hacer notar su presencia a los residentes de la mansión, se acercó al portón llamando la atención de un guardia que pasaba cerca quien se acerco para hablar con los chicos

 

-¿Puedo saber que necesitan?- pregunto con una voz autoritaria después se percató de la presencia del peliverde cambiando su actitud por una alegre -¡Joven Midorima! no lo había visto, ¿viene a visitar al joven Akashi?

 

-Efectivamente pero como puede ver en esta ocasión no vengo solo- respondió el mencionado volteando a ver a sus acompañantes quienes miraban con curiosidad al señor que los atendía pues no podían dejar de pensar ¿Akashi tiene guardias?

 

-Oh ya veo, pueden pasar, le avisare de su presencia al mayordomo- el guardia les abrió la reja permitiendo el paso a la mansión y una vez que todos entraron la cerro nuevamente

 

El guardia se encamino hacia la puerta de entrada de la inmensa mansión tocándola en repetidas ocasiones hasta que esta se abrió dejando ver a un sujeto de pelo blanco amarrado en una coleta que le llegaba hasta la espalda y portando un pulcro ropaje de mayordomo

 

[Hasta los sirvientes se ven elegantes] pensó Kise pues era la primera vez que se metía a la casa de Akashi

 

-Takeshi lamento molestarte pero estos chicos viene a ver al joven Akashi, le avisaría yo pero no puedo descuidar mi área de trabajo- hablo el vigilante para después despedirse regresando a donde venia dejando a los otros con el mayordomo quien les dejo entrar y los condujo hasta la sala de estar- Esperen aquí mientras le aviso al... ¡¿Joven amo?! Debería estar descansando en su habitación- Akashi estaba bajando las escaleras (las cuales se encontraban casi al frente de la entrada) y sin detenerse siguió avanzando a la planta baja aferrándose del barandal

 

-Tsk... Me siento mejor, no es necesario que me molestes con eso- respondió el pelirrojo quien había descendido completamente mirando a su mayordomo- Takeshi puedes retirarte, si necesito algo te llamare

 

-...Bien- Después de hacer una reverencia se retiro del lugar seguramente a la cocina para ayudarle con la comida a las criadas

 

-Tu mayordomo tiene razón Akashi, deberías de estar descansando- dijo Midorima quien se acercaba al heterocromatico por si necesitaba ayuda para caminar pues había notado como se había aferrado al barandal al bajar

 

-Realmente pareces mi madre Shintarou pero estoy bien...pero puedo preguntar ¿A qué se debe su grata visita?

 

-Hace dos días que no te veíamos así que decidimos venir a hacerte compañia espero no te moleste- el moreno respondió por todos

 

-Nunca me molestaría su presencia, pasemos a la sala, estaremos más cómodos - emprendió su camino hacia el lugar mencionado haciendo que los otros le siguieran de cerca a excepción de Kise quien se mantenía en el mismo sitio pues sentía dificultad al intentar moverse...los dígitos de Akashi se habían reducido nuevamente...dos años menos...¿los demás no lo habían notado? se preguntaba así mismo un poco exaltado ¿que estaba sucediendo con él? le daba miedo saber así que ocultando su preocupación siguió a los demás a la sala donde se desarrolló una conversación amena

 

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Unos días después

 

Kise, Kuroko y Aomine se encontraban caminando en el centro de la ciudad buscando unos tenis para el moreno pues los anteriores los había roto al final de un partido de basquetbol contra otra escuela, Aomine le había pedido a Kuroko que lo acompañara pero lo había echo cuando el rubio estaba presente por lo cual este se les termino uniendo

 

-¿Como puede ser tan difícil encontrar una talla adecuada para Aominecchi?...llevamos horas buscando por la cuidad -se quejo el rubio suspirando con pesar pues ya estaba fastidiado de tanto caminar

 

-No te quejes además fuiste tú el que quiso acompañarnos- respondió el moreno buscando con la mirada alguna otra tienda de zapatos

 

-Aomine-kun tiene razón...aunque debo admitir que ya estoy un poco cansado- hablo la pequeña sombra sintiéndose realmente agotado, literalmente ya habían recorrido toda la cuidad sin encontrar lo que buscaban

 

-Pff...Bien supongo que descansar no está demás

 

Los tres chicos se dirigieron a una plaza que estaba cerca tomando asiento un uno de los bancos de piedra, frente a ellos las personas iban y venían, Kise miro a Kuroko quien tenía una mirada de tristeza y lastima lo cual era extraño normalmente el peli celeste no cambiaba su mirada inexpresiva por lo cual la curiosidad lo consumía

 

-¿Que sucede Kurokocchi?- pregunto después de un rato intentando descifrar por qué su amigo tenía esa expresión

 

-...en el columpio... ¿lo ves?- respondió Kuroko haciendo que tanto Aomine como Kise miraran hacia donde les decía el más bajo, buscaron con la mirada hasta que encontraron a un niño de aproximadamente 8 años jugando felizmente en los columpios con su madre quien le ayudaba a columpiarse, no le encontraron nada de extraño hasta que observaron los dígitos encima de la cabeza del niño...uno...le restaba un año de vida, el moreno y el rubio sintieron su corazón oprimirse por ver aquello

 

Ver los años restantes del niño les hizo pensar en lo injusta que era la muerte a la hora de elegir a sus víctimas, reclamando siempre a los menos esperados... pero ellos no pueden intervenir, solamente pueden contemplar la escena de la madre y el hijo jugando alegremente...ella seguramente no sabía que perdería a su hijo pronto

 

Kise no pudo evitar recordar a Akashi y su constante reducción en sus dígitos...la última vez que lo vio en su mansión 2 años habían desaparecido (le quedaban 48) pero al parecer los demás no se habían percatado

 

-chicos... ¿ustedes no vieron nada extraño en Akashicchi la última vez que lo vimos?- pregunto repleto de intriga hacia sus dos acompañantes

 

-¿Hablas de sus años?- menciono el moreno  quien lo observaba con una mirada indescifrable

 

-Sí, es que yo...

 

-Kise-kun recuerda que hablar de esto está prohibido entre nosotros- le interrumpió el más bajo de los tres frunciendo ligeramente el ceño, el peli celeste había notado la reducción de los años del emperador, también estaba preocupado e intrigado por dicho motivo pero hacia lo posible por no demostrar su preocupación, pues no quería que Akashi sintiera intriga por sus expresiones

 

-Kurokocchi, yo se que prometimos no hablar de eso, pero estoy preocupado por Akashicchi

 

-Ciertamente no es normal lo que está sucediendo pero tampoco podemos llegar a su mansión  para decirle "Oi Akashi vine a verte para decirte que te quedan menos años de vida" -hablo el moreno diciendo lo obvio

 

-Lo se...realmente no podemos hacer nada- el rubio se sentía decaído por el sentimiento de impotencia

 

-Solo esperemos que los dígitos de Akashi-kun dejen de disminuir- los otros dos asintieron en acuerdo y pronto dejaron atrás el tema

 

-Bueno ya descansamos lo suficiente, será mejor que continuemos buscando antes de que anochezca- hablo el moreno mientras se ponía de pie

 

-¡¿Hay que seguir buscando?!- exclamo Kise sin querer creer lo que estaba escuchando

 

-No seas quejumbroso Kise-kun después de todo nos faltan pocas tiendas que visitar- comento el peli celeste mientras imitaba la acción de Aomine

 

-Cuando terminemos podemos ir al Maji ¿no, Tetsu?- propuso Daiki mientras observaba a su sombra a quien le brillaron los ojos al pensar que podría tener una malteada de vainilla

 

-Bueno, ¡entonces vamos de una vez!- Kise se levanto de su asiento con el ánimo recobrado emprendiendo su camino hacia la tienda de zapatos más cercana seguido de los otros dos.

 

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Ya había pasado tiempo desde que acompaño a Aomine y Kuroko al parque y Kise aun no se había armado de valor para invitar a salir a su capitán, ahora mismo se encontraba en su escuela, más específicamente en el salón de clases esperando ansioso (sin mencionar nervioso) su hora de descanso, había decidido que ese mismo día haría lo que ha estado retrasando por meses, hacerle finalmente la pregunta a Akashi

Estaba jugando nerviosamente con su lápiz sin despegar la mirada del reloj que estaba  que se encontraba posicionado al frente del aula por encima del pizarrón, faltaba un poco menos de 5 minutos para salir, estaba demasiado nervioso que hasta tenia las palmas de sus manos sudadas, sentía hasta nauseas por lo mismo, no se le declararía al pelirrojo aun, primero lo invitaría a salir y si este aceptaba entonces pasaría lo que tenga que pasar

[¿Qué le voy a decir una vez que lo tenga en frente?] Pensó un poco alterado pues faltaban pocos minutos y aun no había planeado nada, [Podría iniciar con un saludo…Ryouta eso es obvio] se recrimino a si mismo [seguramente estará con Midorimacchi y Murasakibaracchi… ¿Cómo voy a hacer que lo dejen solo? ¿Le pido ayuda a Kurokocchi o le digo a Akashicchi que tengo que hablar con él a solas?] Estaba demasiado absorto en sus pensamientos para saber qué hacer y el tiempo seguía disminuyendo lo cual lo presionaba [No…no puedo hacer eso, seguramente Murasakibaracchi va a hacer todo por evitar dejarme a solas con él pues yo se que a ese titán le gusta Akashicchi, al igual que él sabe que Akashicchi también me gusta… ¡agh! ¡Esto es un lio!] Pensó exasperado mientras frotaba con ambas manos sus rubios cabellos

-Kise-kun, ¿estás bien?

El rubio volteo rápidamente hacia el sonido de esa voz percatándose que era Kuroko quien le miraba fijamente, suspiro con frustración- Estoy bien, ¿Por qué la pregunta?

-Porque ya han pasado 10 minutos desde que avisaron para el descanso y aun no has salido de tu salón de clases

-¡¿QUE?! –exclamo levantándose bruscamente de su asiento, casi tirando la silla en el proceso, ¿Cómo que había perdido 10 minutos en sus pensamientos?, pensamientos que no llegaron siquiera a una solución

-Es por ello que vine a buscarte, creí que hoy le pedirías a Akashi-kun salir contigo

-S-Si…es solo que no sé cómo decirlo y estaba pensando en ello- se retiro los cabellos que cubrían su frente y suspiro con pesadez

-Sera mejor de que te apresures antes de que el descanso termine- le sugirió el peli celeste

-Si lo se… acompáñame a buscarlo- le pidió mientras salía del aula con Kuroko pisándole los talones

Se dirigieron  hacia el comedor y no tardaron mucho cuando vieron distintivas cabelleras en una mesa degustando sus respectivos bentos, Kise y Kuroko se acercaron a dicha mesa saludando a los presentes

Kise no sabía cómo iniciar una conversación con el pelirrojo por lo que simplemente se sentó en su lado en silencio

-Akashi-kun lamento ser un inconveniente pero creo que olvide mi billetera en el salón, ¿podrías traérmela?- le pidió Kuroko al mencionado pues este se había percatado de la incapacidad verbal que había surgido en el rubio

-Tetsuya estoy consciente de que tus piernas se encuentran en perfecta condición- hablo Akashi poco convencido de la petición del otro

-Por favor Akashi-kun, es la primera vez que te pido algo

El pelirrojo suspiro resignado –Esta bien, pero se mas cuidadoso con tus pertenencias la próxima vez- se levanto del asiento y se retiro del lugar, Kuroko por su parte se quedo mirando a Kise esperando que este hiciera algo, el rubio después de unos segundos entendió por qué Kuroko le había pedido eso al emperador y el también se levanto de su asiento excusándose de que tenía que usar el sanitario y fue detrás del pelirrojo. Caminando de manera rápida aun sin quitarse el nerviosismo que era notable (casi choca con varios en el camino) hasta que finalmente se encontró de frente con Akashi quien regresaba del aula de Kuroko mostrando una expresión molesta

-¿Lo encontraste?- le pregunto el rubio una vez que lo tubo en frente para entablar una conversación

-No, Tetsuya debió haber olvidado su billetera en casa- respondió ligeramente molesto por haber caminado en vano- ¿Y a que has venido Ryouta?

-¿Ah?...em…yo- se rasco la nuca pensando en algún pretexto mirando hacia todas partes [No más retrasos Ryouta, díselo de una vez] se animó a si mismo cambiando su mirada nerviosa por una determinada- Tengo que hablar contigo

-Bien, dime lo que tengas que decir- hablo dirigiéndole su típica mirada seria provocando que la determinación de Kise se fuera quebrando

-Ah-Ah…bueno yo solo quería decir…no, más bien preguntar…que si tu…bueno, tu- lleno de aire sus pulmones y en la siguiente exhalación soltó lo que tenía que decir - ¿quieres salir conmigo?- hubo un tiempo de silencio por lo cual Kise cerró los ojos y los puños esperando el rechazo

-¿Una cita? no tengo ningún inconveniente con ello- el rubio abrió rápidamente los ojos mirando a su acompañante de manera expectante [¿eso fue un sí?] se pregunto, Akashi observo la expresión confusa del rubio y recalco- Ryouta con mi comentario anterior quise dar a entender una afirmación

-¿Enserio?- pregunto el mencionado aun manteniéndose escéptico

-¿Cuántas veces tengo que repetirlo?

-Lo siento, es que esperaba que me rechazaras…pero bueno ¿estas libre la siguiente semana?-

-Estaré libre después de la Interhig- respondió el pelirrojo

- Muy bien, entonces después del torneo será- respondió Kise completamente feliz por haber sido aceptado

 

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Kise estaba completamente entusiasmado pues el pelirrojo había aceptado salir con él, ¡lo acepto!, eso era un gran logro

Se dirigió hacia su respectiva aula pero para ello tenía que pasar forzosamente por el salón donde se reúne el consejo estudiantil, paso cerca de dicho lugar y escucho voces muy familiares provenir desde dentro, pensaba restarle importancia pero escucho un fragmento de la conversación que lo embargo de curiosidad

-Debes cuidarte más, tu cond…- fue interrumpido por el otro en el aula

-Tu condición actual no es benefactora, lo sé, me lo has dicho miles de veces- completo la oración original de su acompañante

El rubio se acerco intentando tener mejor volumen y claridad del sonido, percatándose de que la puerta del aula (para su suerte) estaba semi abierta, así que se recargo un poco para no hacer notar su presencia y continuo escuchando

-Si lo sabes entonces, ¿Por qué te sigues descuidando? –hablo con un tono de voz molesto

-Tsk, no necesito más de tus sermones Shintarou

[Shintarou… ¿es Midorimacchi?, ¿con quién está?] Se preguntó Kise mentalmente mientras se asomaba por la apertura de la puerta viendo una cabellera escarlata por lo que inmediatamente supo a quien le pertenecía, Midorima estaba hablando con Akashi sobre la salud de este último

El peli verde tomo bruscamente a Akashi de su brazo haciendo que este le encarara- ¡HASME CASO POR UNA VES EN TU VIDA!- subió el tono de voz, una vos que sonaba preocupada, una voz que dejo sin palabras al pelirrojo, dejándolos un leve periodo de tiempo en silencio

-Shintarou, agradezco tu preocupación pero tu mejor que nadie sabe que mi condición difícilmente puede cambiar- le respondió mostrando un semblante más serio de lo normal, sin dar señal alguna de soltarse de aquel agarre  que le mantenía preso, el peli verde aun sin liberarlo frunció aún más el ceño

-Quizás no puedas alterar tu destino… ¡pero puedes prolongarlo!

-Deja de ser tan necio- el emperador finalmente con un movimiento brusco se libero del agarre dejando al otro sorprendido por el repentino cambio de actitud- mis años se están reduciendo- afirmo Akashi

-Akashi, prometimos no hablar sobre esto- comento Midorima mientras se acomodaba los lentes

-Es por ello que me dices esto- completo sin haberle prestado atención a las palabras de su acompañante

-Akashi…- el peli verde no sabía que decir al respecto

Kise por su parte estaba sorprendido por la conversación que escucho [¿Akashicchi está enfermo? ¿Desde cuándo? ¿Por qué solo lo sabe Midorimacchi?] Esas y más preguntas surgieron en su mente sin respuesta aparente

Los chicos que seguían en la habitación se habían quedado en silencio el tiempo suficiente para que Kise se formulara aún más dudas, hasta que finalmente alguien rompió el silencio

-Tenemos que regresar a clases, no falta mucho para que la practica inicie- hablo el pelirrojo haciendo que Kise saliera de sus pensamientos y se retirara rápidamente del lugar para evitar ser descubierto

La siguiente vez que vio a Akashi fue precisamente en los entrenamientos de básquet al lado de Midorima y con 6 años menos (le quedaban 42)

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Flashback

 

Estaba un pequeño pelirrojo de 5 años escondido detrás de los arbustos de un bosque cerca de su casa, abrazado a sus rodillas y con el rostro escondido entre estas, el único sonido que había en el lugar eran los constantes sollozos del pequeño pues hace no más de unas horas había sido el funeral de su madre en el cual él, por no mostrar debilidad (como tantas veces le había dicho su padre) no pudo derramar ninguna lagrima, pero ahora que estaba solo, no pudo suprimir sus sentimientos por más tiempo, pero lo que no esperaba era que sus amigos lo encontraran y a estos no les gustaba verlo de esa manera por lo que intentaron de todo por animarlo

 

-Akachin...-el peli morado se sentó al lado del mencionado y saco unos dulces de fresa que coloco en frente del pelirrojo quien solo levanto un poco la cabeza para mirar a los presentes- Los dulces siempre me hacen sentir mejor así que por eso le doy a Akachin de mis dulces- sonrió dulcemente Murasakibara mientras colocaba dichos caramelos en la pequeña y temblorosa mano del otro quien los acepto pero aun no podía detener las lagrimas

 

-Akashi-kun- el peli celeste se sentó al otro lado del pequeño y tomo entre sus manos la del pelirrojo que tenía vacía y le dirigió otra sonrisa demostrando su apoyo, Akashi simplemente hizo más fuerte el agarre y derramo mas lagrimas, dejando a los presentes sin saber que mas hacer

 

-El objeto de la suerte del día de hoy para los sagitario es un león de peluche- hablo el pequeño peliverde quien traía cargando dicho objeto y se lo entrego al pelirrojo el cual aferro el peluche en sus brazos y su llanto se redujo

 

El pequeño moreno no era de palabras por lo cual solo coloco una de sus manos en el suave cabello de Akashi para revolverlos asiendo que el otro parara completamente su llanto pero aun manteniendo la tristeza en su semblante

 

-¡Yo también quiero animar a Akashicchi!- dijo el rubio mientras se preparaba para saltarle al mencionado y abrazarlo pero el moreno ya se imaginaba que el rubio seria brusco así que le puso el pie e hizo que Kise cayera de bruces al suelo, el rubio se sentó en el mismo lugar donde había caído, sobándose la cara- ¡¡Aominecchi eres malo!!

 

-Pff...ha...hahaha -el rubio indignado volteo a ver quien se burlaba de el para reclamarle, pero a todos los lleno de sorpresa al ver que era al pelirrojo quien reía por la desgracia de su amigo

 

Flashback end

 

Despertó justo después de aquel recuerdo que se manifestaba en un sueño finalizo, miró fijamente el techo de su gran habitación y soltó un gran suspiro, aún era de noche, intento mover su mano para revisar su celular pero esta no le respondía, intento hacer cualquier esfuerzo por si quiera moverla, frunció el ceño [Otra vez no] pensó, intento relajarse pero esto empezaba a inquietarle, ¿cuándo será el día en que despierte sin poder mover siquiera un solo musculo? Prefería ignorar aquello, poco a poco la movilidad en su brazo regreso, logro tomar su celular finalmente revisando la hora eran las 6:23 am [Tan temprano], se incorporó lentamente de su cama pues sabía que una vez despierto no podría dormir de nuevo, se sentó al borde de esta y miro por el ventanal observando la oscuridad de la noche mientras recordaba su sueño [¿Por qué soñé con eso? Ya ha pasado tanto tiempo desde que sucedió…mamá] suspiro amargamente mientras se acercaba a la mesita de noche que se encontraba justo al lado de su cama, abrió el cajón y después de rebuscar un poco encontró una foto de su madre cuando estaba sana

-Cuanto te extraño…pero…pero no me preocupo ya…sé que pronto volveré a verte –sonrió con tristeza.

Flashback

Se encontraban los 6 chicos jugando básquet en una cancha de la ciudad, eran vacaciones así que iban seguido, jugaban un tres contra tres, Aomine, Kuroko y Midorima contra Akashi, Kise y Murasakibara, los puntajes iban tan justos que era difícil decir quien ganaría, al final el equipo de Seijuurou los venció por pocos puntos pues después de todo Akashi nunca pierde

-¡Oe! ¡Eso no es justo! ¡Pido revancha! –Exigió Aomine mientras miraba al heterocromo

-Aomine-kun, no podemos quedarnos ¿recuerdas? –Hablo la sombra del equipo mirando al moreno pues este último le había prometido que irían al Maji por una malteada, Daiki le miro para después sonreírle dándole la razón por lo tanto esos dos se despidieron del resto y se retiraron del lugar

-Ara ra, yo también debería irme, no he hecho la tarea y casi entramos de vacaciones –Hablo Murasakibara con su típica mirada somnolienta y agitando la mano de lado a lado en son de despedida

-Hey Akashicchi, Midorimacchi ¿Qué tal si vamos al centro comercial? –Hablo Kise entusiasmado mientras miraba a sus otros dos amigos- Es muy temprano aun para regresar a la comunidad

-No cuenten conmigo –Respondió el peli verde acomodándose sus gafas –Tengo que ir a recoger a mi hermana de la casa de una de sus amigas, así que me retiro –Se despidió mientras emprendía su camino hacia el lugar mencionado, Kise miro a Akashi y suspiro, sabía que este le diría que no, después de todo Seijuurou no era mucho de estar con él

-Sería interesante ir al centro comercial Ryouta, claro únicamente si no tienes inconvenientes de ir conmigo –Hablo educadamente el pelirrojo, Kise se sorprendido de la respuesta de su capitán y amigo, de todos sus amigos pensó que Akashi sería el último en querer acompañarlo

-¡Por supuesto que no hay problema Akashicchi! Vamos será divertido –respondió el rubio realmente emocionado, tomo al menor de la muñeca y se lo llevo hacia dicho lugar.

Ese día estuvieron casi todo el tiempo juntos, Akashi no se había divertido tanto con una persona antes, Kise jamás había interactuado tanto tiempo con su capitán por lo cual para ambos fue una grata experiencia que los unió más que antes, desde ese momento Kise empezó a desarrollar esos sentimientos tan íntimos hacia el pelirrojo.

Flashback end

Akashi se sorprendió de su mente, ¿Por qué recordaba eso justo ahora? [Ryouta…] Ese nombre apareció inconscientemente en su cabeza, sus labios temblaban y sus ojos se humedecieron [Ahora lo entiendo] se dijo mientras agachaba la cabeza y comenzaba con un llanto silencioso, ese sueño y ahora ese recuerdo, en los dos Kise era el protagonista, Kise era el único que realmente le subía el ánimo, Kise era quien le provocaba sonrisas, Kise era quien activaba casi toda clase de sentimientos en el pelirrojo, Kise era todo para él y al fin lo comprendió, justo cuando se acercaba el fin…su fin.

Abrazo la foto de su madre y lloro con mayor fuerza [No quiero morir…No quiero morir] se repetía una y otra vez en su cabeza, poco a poco la desesperación le embargo, sollozaba, estaba sufriendo, se estaba derrumbando lentamente [No quiero morir] volvió a pensar, se sujetó el pecho con una mano sintiendo que le faltaba el aire, si seguía así entraría en un ataque de pánico, tenía miedo, tenía tanto miedo, él ya sabía que su destino estaba sellado…La mirada que sus amigos le dirigían eran claramente de tristeza…de lastima, ellos pensaba que no se daba cuenta pero ¡por dios! Él es Akashi Seijuurou, esa clase de expresiones no pasan desapercibidas por él sin mencionar sus síntomas, ya los había visto antes…en su madre, Akashi sabía que padecía de una grave enfermedad, una enfermedad hereditaria, una terminal, esta enfermedad tardo más tiempo en desarrollarse en su madre pues cada año Shiori iba al hospital a realizar un simple análisis hasta que le detectaron dicha enfermedad muy a tiempo a decir verdad, gracias a ello su madre pudo mantener un tratamiento para postergar su vida…pero con Seijuurou no fue así, él única y exclusivamente iba al hospital cuando era de suma urgencia de lo contrario esperaba a que se le pasara la enfermedad, él odia los hospitales desde niño, y Masaomi se descuidó completamente de Seijuurou cuando Shiori nació, pasando poco tiempo en casa y por lo tanto pasando de largo la salud de su hijo, incluso ahora su padre no sabía de su condición.

Aquella noche Seijuurou lloro amargamente

 

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Pronto seria el interhig y la condición de Akashi se deterioraba velozmente, por cada día se le descontaba un año ahora solo le quedaban 25, Midorima, Aomine, Murasakibara, Kuroko y Kise estaban desconcertados, no entendían que pasaba a excepción del peli verde quien cada día se le notaba decaído.

Ese día se encontraban después de clases en el gimnasio entrenando, Akashi empezaba a tener ataques de ansiedad por lo cual ingería pastillas para controlarlas y esto al mismo momento le agravaban con mayor velocidad su condición pero él hacia lo posible por evitar preocupar a sus amigos.

Los días cada vez se tornaban más sombríos para ellos

-Haremos un partido de practica –Anuncio Akashi a los titulares, el resto de los miembros del club ya se habían retirado- Daiki, Murasakibara y Ryouta harán un equipo, Shintarou, Tetsuya y yo seremos sus contrincantes –termino de hablar y fue a tomar un poco de agua seguido de Midorima

-Akashi…no crees que sería imprudente que juegues con tu condición –Hablo el más alto recalcando la última palabra y mirándole sumamente preocupado

-Shintarou, estoy bien, pronto será la interhig, no puedo darme el lujo de descansar –Respondió sin mirarle en ningún momento, se sentirá más cansado de lo normal, sentía sus piernas temblar del esfuerzo pero no podía parar…no quería hacerlo, el peli verde chasqueo la lengua claramente en desacuerdo con su capitán pero él sabía que dijera lo que dijera nada le haría cambiar de opinión

-Realmente eres terco Seijuurou –Cuando el pelirrojo volteo a verle Shintarou ya se estaba yendo…solo le llamaba por su nombre cuando estaba verdaderamente enfadado [Lo siento Shintarou]

El partido se había iniciado con el equipo de Aomine a la cabeza y por varios puntos pues cada vez que Akashi tomaba el balón le era rápidamente arrebatado y cuando intentaba hacer marca era fácilmente adelantado, eso sorprendió claramente a sus amigos era la primera vez que Akashi jugaba tan horrible, incluso Kuroko se movía más. Aomine estaba a punto de anotar otra vez y el pelirrojo al ver esto intento correr para alcanzarle pero sus piernas dejaron de obedecerle y cayó al suelo inconsciente.

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Cuando Akashi despertó estaba en su habitación y con sus amigos a su lado, estos al verle despertar se acercaron rápidamente hacia él

-¡Akashicchi! ¿Cómo te sientes? –le hablo el rubio embargado de preocupación, Seijuurou le miro a los ojos percatándose que los antes ámbar de Kise ahora estaban un poco hinchados y rojos… [Ha estado llorando…] pensó

-¿Qué paso? – pregunto el pelirrojo intentando incorporarse fracasando en el intento, se sentía muy débil y los músculos completamente rígidos que le causaba dolor cada vez que intentaba poner fuerza

-Akachin se desmayó en el juego –Contesto el peli morado igualmente preocupado pues ni siquiera estaba consumiendo ningún dulce

-Nos diste un susto de muerte –comento el moreno con el ceño fruncido

-¿Por qué forzaste a tu cuerpo Akashi-kun?- cuestiono Kuroko entre molesto y triste

-No debí hacerte caso… ¡debí haberte retenido a la fuerza! – Hablo el peli verde, el único que se encontraba sentado un poco lejos del resto, se sostenía la frente con una mano

-Y…yo lo siento –Akashi quería llorar, se sentía horrible por haber preocupado a sus amigos de aquella forma –Me siento cansado, así que les pido que me dejen dormir…por favor

Poco a poco se empezaron a retirar de su casa, dejándolo solo en su habitación donde nuevamente lloro en silencio con el mismo pensamiento en mente [No quiero morir].

Desde entonces Akashi no regreso a la escuela

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Ya había finalizado la interhig dejando a los milagros como los vencedores nuevamente, habían ganado si…pero con un integrante menos. En ese tiempo pasaron tantas cosas para el pelirrojo, a veces su salud mejoraba y sus años se mantenían estáticos pero cuando tenía sus recaídas sus años descendían bruscamente, ahora a penas y podía moverse, no había salido de la cama desde que desmayo en el gimnasio y Masaomi aún no regresaba pues tenía tanto trabajo que incluso cuando los sirvientes de la mansión intentaron contactarlo este no les dejaba hablar y les colgaba, Akashi estaba solo y cada vez la depresión le era más grande, sus amigos le visitaban siempre que podían, el más afectado era Kise, el chico antes tan alegre e hiperactivo había desaparecido siendo remplazado por uno serio y sumamente distraído.

Cuando ganaron la interhig el rubio había querido ir con el pelirrojo después de todo le había pedido una “cita” pero cada vez que intentaba ir a verlo se arrepentía y tomaba otro rumbo, no se sentía capaz de poder ver a ese Akashi tan débil, tan vulnerable…no podría soportarlo. Pasado dos semanas del juego Kise finalmente se decidió por ir a visitarlo era el único que no había ido con él en ya dos semana, Kuroko le había dicho que estaba peor y cada vez que intentaba preguntarle a Midorima de su estado este escondía la mirada y se iba sin decirle nada…tenía que ver al pelirrojo ya.

Ese día, después de la escuela fue a la mansión de Akashi, Kise recordaba que al pelirrojo le encantaban las petunias blancas así que pensó que entregarle un presente no estaría de más sin mencionar que funcionaria a modo de disculpa, paso a una florería cerca de la comunidad para comprar un ramo de estas [Ah Akashicchi seguro le encantara] fue un pensamiento alegre que se mancillo con tristeza, camino hacia la casa del pelirrojo mientras observaba las pequeñas y blancas flores [Tan puras y delicadas] Pensó de repente, eso le recordó a Seijuurou quizá no por fuera pero si su alma, eso es lo que él era y lo que seguramente demostraría si no hubiese interferido Masaomi y la muerte de su madre.

El rubio estaba tan ensimismado y hundido en un dolor que era nuevo para él que no se percató cuando se encontraba frente a los portones de la gran mansión, busco con su mirada al vigilante quien estaba revisando algunas cosas en su celular

-¡Oiga!...¡eh disculpe! –Exclamo, intentando llamar la atención del guardia con éxito, este se acercó hacia donde estaba el chico aun sin abrir las rejas

-¿Qué es lo que necesita?

-Eh…yo soy un amigo de Akashicc…Akashi y me gustaría pasar a verlo –levemente sonrió esperanzado de que el guardia lo recordara

-Creo que te he visto antes…te dejare pasar únicamente por órdenes del joven Akashi- Abrió el gran portón permitiendo la entrada de Kise, este por su parte camino por el sendero de piedra hasta llegar frente a la enorme puerta de la mansión siendo recibido por el mayordomo del pelirrojo, Takeshi le indico que le siguiera y le guio hasta la habitación del heterocromo, cuando llegaron este toco con delicadeza la puerta recibiendo un suave y casi como susurro “Adelante”

-Ahora me retiro –Hablo Takeshi haciendo una pequeña reverencia hacia el rubio, luego de esto se fue.

Kise en cierta forma tenía miedo de entrar… ¿Qué le diría Akashi? ¿Cuál sería su estado? Pero no podía retractarse…no ahora que estaba frente a su habitación, suspiro para relajarse y tomo el pomo de la puerta moviéndola lentamente para poco a poco abrir la puerta asomando únicamente su cabeza mirando la habitación, estaba muy oscura pues las ventanas estaban cerradas, miro hacia la cama y un nudo se le formo en la garganta, hay estaba su primer amor, recostado en aquella inmensa cama, conectado a suero y otros aparatos médicos y aun lado justo en la mesita de noche, se encontraba una inmensa cantidad de pastillas, miro al pelirrojo, se le veía tan decaído, tan triste, cansado, respirando con cierta dificultad y aunque no quería hacerlo miro sus dígitos en su cabeza como acto de reflejo dejándolo pasmado, sus números ya no marcaban años, ni siquiera meses…ahora solo eran días…uno para ser exactos [Akashicchi…] quería llorar, quería derrumbarse hay mismo pero no podía hacer eso, debía ser fuerte, debía aguantar por Seijuurou…por ambos

-¿Ry…Ryouta? –Le llamo el pelirrojo casi con un susurro intentado incorporarse lo suficiente para poder ver a su visitante, pero no tenía fuerzas así que únicamente movió su cabeza hacia un lado con delicadeza para poder observarlo

Kise se había adentrado una vez más en sus pensamientos por lo que no se dio cuenta que se quedó en la entrada por más tiempo del que debería, miro al piso y suspiro mentalmente, volteo la cabeza hacia el pelirrojo e hizo el intento de sonreír como solía hacerlo normalmente aunque ahora solo fuese una falacia…una fachada, se adentró a la habitación cerrando la puerta tras él y se acercó a la cama cerca del pelirrojo –Lamento no haber venido antes…pero te traje esto como disculpa –extendió la mano donde portaba las petunias para que el pelirrojo pudiera observarlas provocándole una débil sonrisa

-Gr…gracias, son mis…mis favoritas –Intento levantar el brazo para poder tomarlas pero este no le quería responder –Creo que no soy capaz de…de tomarlas, déjalas en la mesita de noche p…por favor- su voz era débil, hablar le producía un gran esfuerzo…se sentía tan inútil, se sentía como una carga para sus amigos, quería morir, quería hacerlo lo más pronto posible, quería terminar con todo…estaba sufriendo con su enfermedad

A Ryouta le era cada vez más difícil aguantarse las lágrimas, dejo las petunias al lado de las pastillas e intento calmarse… [¿Un día?... ¡¿solo un día?!  ¿Porque tiene que ser tan pronto?] Pensó con desespero bien disimulado –Creí que…creí que te habías arrepentido de…de la cita –Hablo nuevamente el pelirrojo riendo pausadamente y con tristeza marcada

-¡N-no! ¡Yo jamás haría eso es solo que!...yo eh –No sabía que decir pues no pensaba decirle que no quería verlo porque él era débil ante esta situación, el silencio del más alto fue mal interpretado por el otro

-No necesitas mentir yo…yo sé que mi estado es deplorable…sé que ahora les soy inútil –Mitigo un sollozo que quería emitir pero no lo permitiría…no permitiría que el rubio lo viera derrumbarse de aquella forma

-¡No eres inútil! –Negó con fiereza el rubio para después tomar la casi inerte mano del pelirrojo y posicionarla en su pecho –Tú eres el mejor de nosotros, tu nos cuidas siempre a pesar de disfrazarte con indiferencia, ¡eres lo que más quiero! ¡Porque yo!...-Paro de golpe con su comentario pues estaba a punto de revelar sus sentimientos y eso no quería hacerlo aun…no en estas condiciones, no cuando su emperador estaba tan débil… [Lo diré cuando te recuperes] pensó con ingenuidad, Seijuurou por su parte le miro sorprendido, ¿eso pensaban ellos de él?, y por primera vez desde que murió su madre él lloro frente a alguien más, empezó a derramar tantas lágrimas, sabía que sus amigos lo apreciaban y también que él moriría pronto…no quería hacerlos sufrir, no quería que lloraran su muerte, no quería que sintieran su ausencia tan espontanea, lloró…él quería seguir viviendo, jugar shogi contra Shintarou y ver como este siempre se frustraba por perder, ir a la biblioteca con Tetsuya y mirar como sus ojos brillaban levemente cuando este le sugería algún libro, jugar videojuegos con Daiki y escuchar sus maldiciones por seguir perdiendo a pesar de que el pelirrojo nunca había jugado antes, ir a una pastelería con Atsushi y ser apresado en sus enormes brazos con agradecimiento por haberle comprado algún pastel, ir con Ryouta al centro comercial y que lo llevara de un lado a otro, que le demostrara que lo simple puede hacerte lo más dichoso en esta vida…jugar con todos básquet…lloro con desesperación al recordar aquellos momentos…no podrá verlos ni madurar con ellos…no podrá

-¡Akashicchi! ¡No llores! ¿Dije algo malo? ¡Por favor deja de llorar que me harás hacerlo a mí también! –El rubio no sabía que hacer pues era la primera vez que veía al pelirrojo tan frágil mentalmente, era la primera vez que era testigo de su agonía…en ese momento pudo comprender su dolor, se acercó al pelirrojo que intentaba amainar sus lágrimas y le abrazo quizá no con mucha fuerza para evitar lastimarlo pero si con la suficiente para transmitirle su apoyo incondicional, en ese momento Akashi dejo de sollozar, estaba sorprendido de aquella acción, sentía curiosidad por la ternura con la que era sostenido, se sintió más tranquilo al sentir la calidez en el cuerpo ajeno una calidez que él ya no podía dar…se sintió en paz…junto todo el esfuerzo que podía para poder mover sus brazos y corresponder aquel abrazo

-Ryouta…-Le llamo en un susurro

-… ¿Qué sucede?- Hablo sin soltarlo en ningún momento

-Lamento que nuestra primera “cita” fue…fuera así

-No hay problema…cuando te cures ten… ¿tengamos otra si? –sugirió esperanzado, aun no quería creer que pronto moriría…no podía procesarlo…Kise sintió los brazos del pelirrojo deslizarse de su cuerpo se separó del abrazo que él aún mantenía únicamente para poder verle a los ojos pero estaban cerrados -… ¿Akashicchi? –le movió un poco para llamar su atención pero este no respondía –Akashicchi…aun es de día no…no deberías dormir tan pronto –le miro aun sonriendo pero al ver que este no le respondía…se quebró…tomo el cuerpo inerte antes cálido y le abrazo nuevamente, solo que esta vez con fuerza…le abrazaba con tanta fuerza casi intentando poder transmitirle su vitalidad, derramando gruesas lágrimas de desesperación seguía llamándole esperando a que este despertara y le viera molesto diciéndole que le soltara pero sus ojos seguían cerrados, su rostro se dirigía a la nada, sus facciones estaban tan apacibles que parecía que únicamente dormía…Ryouta sentía un inmenso dolor, realmente le amaba, realmente deseaba con desespero su presencia, se sentía tan culpable, Akashi sabía que moriría y en lo único que menciono cuando lo vio fue su cita…Kise profeso un alarido desgarrador, debió habérselo dicho cuando podía, ¿porque tenía que guardarse sus sentimientos?, sin despegarse de su cuerpo se acercó a su rostro mirándolo fijamente, intentando marcar a la perfección las facciones del pelirrojo pues después solo sería un recuerdo, se acercó más y con suavidad deposito un casto beso en los labios ajenos.

El día que falleció Seijuurou no solamente murió él…si no también aquellas palabras jamás expresadas que el rubio resguardo en su ser.

Notas finales:

Espero que les haya gustado! :3


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