Esa había sido la mañana más tranquila y rara para Dick junto a todos los integrantes de la familia de Bruce, él se incluía sin duda alguna, que no haya visto a su mentor como su figura paterna no significaba que no se sintiera parte de esa particular familia.
Hoy Alfred no se había encargado del desayuno, cada uno preparó su infusión y Tim hizo tostadas mientras que Dick llevó mermeladas a la mesa. Eso era lo máximo que todos habían aprendido a hacer en la cocina.
De alguna manera sentía que era el único relajado en aquella mesa, porque el que Damian no estuviera amenazando a Tim apenas se levantó, que Jason no se encontrara en su cuarto como lo estuvo todos estos días, que Tim se mostrara tenso y alerta siendo que era el mejor en no mostrar sus emociones de los jóvenes y por último que Bruce estuviera distraído y perdido en sus pensamientos era lo más raro del mundo.
Cuando miró a Alfred para ver si este le daba algún indicio de lo que estaba pasando solo suspiró, el mayordomo era el menos legible de toda la casa. De él no sacaría ninguna pista a menos que le preguntara directamente.
¿Cuántos secretos tendría guardado Alfred de todos ellos?
Observó a cada uno de los presentes en la mesa y no pudo aguantar más ese silencio, esa falsa tranquilidad en el ambiente. Sabía que era más que extraño que se sintiera más cómodo en una mesa donde por poco y no surgían batallas campales, pero le daba igual.
─¿Cómo te fue con tus amigos Tim?─ Preguntó como quien quiere dar inicio a una sana conversación.
Supo que se equivocó cuando Bruce salió de su nube para fruncir el ceño y mirar a Tim, quien sin apartar la vista de su taza y terminando de comer su tostada se tensó al sentir la mirada fija de Batman. Dick se extrañó por esas actitudes, no veía nada de malo en que Tim tuviera amigos normales y saliera de noche.
─Bien─ contestó luego de tragar lo que mastico con tanto esmero y terminando de beber su té levantó sus cosas de la mesa para ir a la cocina ─No quiero llegar tarde a la escuela, adiós.
Bueno, tal vez no era aconsejable que llegara después de la madrugada siendo que tenía que ir al colegio en pocas horas, pero el chico era joven después de todo y le parecía bien que se relajara de vez en cuando. Dick no entendió bien porque Bruce, aunque no dijo nada, lo siguió con la mirada.
─¿Cómo te está yendo en la escuela Damian?─ Intentó con el menor, con él había logrado congeniar durante los entrenamientos un poco y ya no le miraba mal, o al menos así era hasta después de su pregunta porque recibió una muy a la mirada de fastidio ─¿No te llevas bien con los demás niños?
─¿Por qué querría llevarme bien con esos descerebrados?─ Gruñó levantándose de la mesa ─Tengo que ver a mis animales antes de ir a la escuela, adiós padre.
─Damian─ el menor de la casa se detuvo y se giró para mirar a Bruce extrañado, su padre nunca lo llamaba o hablaba en la mesa más solo para decirles algo necesario ─Que lo de anoche no se vuelva a repetir.
─Está bien─ dijo molesto pero sin contradecirlo antes de seguir su camino.
Dick lo observó marcharse mientras bebía su café con leche, pensando en lo difícil que debería ser para Damian adaptarse en un ambiente donde los demás niños tuvieran solo problemas propios de su edad y más con esa personalidad tan chocante que se traía.
─¿Cuánto tiempo vas a quedarte Jason?─ Preguntó esperando no recibir un balazo de respuesta, no sabía la razón de Red Hood para estar todavía en la mansión o el porqué anoche estuvo vigilando Gotham junto a ellos.
Tenía que admitir que fuera de los nervios por encontrar a Damian lograron hacer un buen equipo y milagrosamente Red Hood no había matado a nadie, si los dañó considerablemente, pero no los asesinó.
─Lo mismo te pregunto, ¿Qué no eres policía? ¿Acaso eres tan malo en tu trabajo que no te quieren ver la cara de estúpido?
─Tengo una licencia porque recibí un disparo, nada grave y de lo que no esté acostumbrado, pero para el departamento médico yo necesitaba unas semanas de descanso─ respondió sintiéndose feliz y a la vez patético por eso ya que significaba que estaba desesperado por tener una conversación. Lo del disparo solo se lo había dicho a Alfred unos días antes de avisarle que iría a la mansión para intentar arreglar su relación con Bruce ─¿Cómo están Roy y Kori? Hace tiempo no los veo, pero la última vez los vi muy unidos a ustedes. Trabajan bien juntos…
─Si tanto te importan ve y pregúntale a ellos─ lo interrumpió levantándose de su asiento y abandonando el lugar con pasos firmes y rápidos.
Que no lo insultara de alguna manera al contestarle le pareció sospechoso y la manera en la que falló hasta ahora para lograr una conversación decente le preocupó.
─Fue una muy mala noche─ suspiró y levantó una ceja cuando Bruce lo miró fijamente ─¿Pasó algo más…
─Nada, no pasó nada. ¿Ya sanaste esa herida?
─¿La de la bala? Si, no fue nada─ se encogió de hombros y un silenció incomodo vino después. Recordó que la principal razón de quedarse estas semanas en la mansión era intentar acercarse a Bruce, ya que desde que se decidió irse por su cuenta aquella vez las cosas entre ellos se habían vuelto más frías y distantes de lo normal.
Que Jason estuviera en la mansión fue un imprevisto bien recibido ya que eso le daría la oportunidad de intentar acercarse también a él y lograr una buena relación por fin. Ahora solo tenía que encontrar una buena forma de lograr lo que quería.
─Y… ¿Cómo está Superman?─ Hasta donde sabia Clark era el más cercano a Bruce de todos los que integraban la Liga.
─Está bien, nos vemos luego─ dijo frunciendo el ceño sin disimular su disgusto antes de irse y dejando solo en la mesa a Dick.
El suspiro de Alfred le llamó la atención y ladeo su rostro confundido al ver esa expresión que este le mostraba.
─Joven Richard, tiene una percepción tan acertada y tan errada a la vez─ volvió a suspirar antes de irse para alcanzar a Damian hasta la escuela.
Dick sacó su celular de su bolsillo y lo prendió, desde que había llegado a la mansión lo mantuvo apagado y se comunicaba con el teléfono de la casa. Lo observó unos segundos y lo volvió a guardar en su bolsillo, primero tenía que arreglar su asunto familiar antes de pensar en otros.
***
Damian odiaba la escuela, todos los que asistían a ese establecimiento eran unos descerebrados. No veía la necesidad de someterse a aguantar a esos extraños, pero su padre le había dicho que tenía que ir y no quería contradecirle.
Asistía sin falta y pensaba seguir haciéndolo hasta que decidió buscar a aquel chico pelirrojo que lo había salvado en aquella bodega. No sabía ni su nombre o siquiera algún dato importante para localizarlo, pero debía intentarlo para agradecerle y seguir con su camino con la frente en alto.
Había esperado hasta ver que el coche que Alfred manejaba se perdiera de su vista para volverse y no entrar a la escuela. Sin perder tiempo corrió hasta pasar por la secundaria que quedaba a dos manzanas de su escuela y solo paró de correr al ver una figura conocida por él junto a otra más alta que le pareció un tanto familiar.
─¿Escapándote de la escuela Drake?─ se acercó y sonrió por lograr darle un susto al remplazo, pero luego frunció el ceño al ver al chico que acompañaba al hijo adoptivo de su padre.
─¡Damian!─ Gruñó Tim maldiciendo por dentro, de todas las personas tenía que ser el demonio quien lo encontrara junto a Conner, que inesperadamente había aparecido en la entrada esperándolo y llamando la atención de todos ─¿Qué haces aquí?
─¿Quién es?─ ignoró la pregunta respondiéndole con otra, sin apartar la mirada del chico de ojos azules que lo mirada ceñudo y cruzado de brazos al igual que él.
El desconocido era más alto y con buena musculatura, se notaba que era muy era joven. Este no se veía como un idiota y le pareció raro que estuviera junto al simplón de Drake.
─Conner─ dijo el desconocido estirando su mano para estrecharlas en modo de saludo como le habían dicho que se hacía, pero Damian solo se quedó mirando su mano suspendida en el aire.
─Es un amigo, ¿no tienes que estar en clase ya?
─Lo mismo digo─ volvió su vista a Drake y dándole un último vistazo al extraño amigo de Tim siguió su camino.
No se preocupaba de que él le dijera a Alfred o a su padre que no había asistido a la escuela, después de todo este tampoco estaba en la suya.
No tenía todo el día para localizar a ese niño e ignorando las miradas de los adultos que lo veían pasar con su uniforme con miradas desaprobatorias a que era obvio que se había escapado se dirigió a la parte crítica de la ciudad. Donde había sido “secuestrado”
─¿En serio?─ Miró incrédulo hacia el lado contrario de la calle donde estaba el niño que buscaba, no podía creer que lo hubiera encontrado tan pronto y sin problemas.
Lo siguió hasta un callejón donde lo encontró hablando con otro niño más pequeño que él, pero el pequeño le entregó un papel y corrió al percibir a Damian. Cuando el pelirrojo se volteó y vio porque su amigó corrió sonrió guardando el papel. Cosa que no fue pasada por alto por Damian.
─¿Qué hace el menor de los Wayne por estos lados?
─Si ya sabes quién soy entonces di mi nombre─ se quejó apenas estuvo frente al chico molesto porque resaltara el que él fuera el más joven de la familia.
─Está bien Damian Wayne, te diré Dami─ sonrió sin ser correspondido con el gesto, pero no le importó y estiró su mano para estrecharla con el contrario ─Soy Colin, con todo ese lio de anoche no me presenté. Un gusto, ¿andas buscando problemas? Porque eso es lo único que vas a encontrar en esta parte de la ciudad.
─Solo quería darte las gracias por lo de anoche─ dijo hosco apretando su mano con la contraria y al parecer haciendo que Colin recordara que le disparó a un hombre porque este se rascó el cuello un tanto nervioso luego de soltarlo.
─No fue nada… tengo que ir a casa, llevar las compras─ dijo levantando una bolsa del suelo y despidiéndose.
Damian lo observó alejarse y maldijo mirando hacia otro lado, ¿ahora que haría? No pensó que tardaría tan poco en encontrar al pelirrojo, no podía volver a la mansión y entrar en la escuela no era una opción, ya tenía pocos ánimos para soportar a esos chicos.
─Dami, ¿quieres venir conmigo?─ Escuchó por detrás y miró con los ojos entrecerrados a Colin ─Está un poco lejos, pero no es ninguna alcantarilla o un lugar cayéndose a pedazos y tendré cargo de conciencia si te dejo solo en este lugar…
─¿Tienes familia?─ Frunció el ceño, él pensaba que era un niño de la calle.
─Algo así, vivo en un botánico junto con otros chicos─ dijo caminando y siendo seguido por Damian ─Ivy es la mujer que nos dejó quedarnos en ese lugar. Te caerá bien, ama a los niños.
Colin le habló sobre los demás chicos que vivían en ese lugar, cosa que a Damian no le importaba realmente. No tenía planeado volverlo a ver o saber más que su nombre, pero le daba curiosidad la forma de actuar de Colin después de lo que pasó durante la noche y su comportamiento mientras estuvo secuestrado. Él no parecía asustado o resignado por estar en ese lugar, más bien consideraba que esa había sido su intención.
─Te dejaste secuestrar─ dijo Damian frunciendo el ceño cuando este sonrió encogiéndose de hombros ─¿Qué clase de estúpido hace eso?
─Dímelo tú─ se rió mirándolo a la cara ─Yo tengo mis razones, ¿Cuáles son las tuyas?
─No importa─ contestó hosco y cruzándose de brazos mientras analizaba al chico ─Buscabas a alguien, debe ser un amigo cercano o pariente para que hicieras algo tan estúpido.
─Un amigo, pero no estaba y tengo que seguir buscándolo─ suspiró dejando de caminar y rascándose el cuello, al parecer inconscientemente ─Hace unos días unos niños dijeron que un hombre les ofreció dinero para que le hicieran un trabajo, que les pagaría y que volverían a casa bien, Piggy no volvió y anoche escuché que otra vez unos desconocidos de la zona estaban buscando niños.
─Y te arriesgaste sin tener un plan ni nada─ bufó Damian ─Supongo que la nota que ese niño de hace un rato te entregó es sobre alguna información, primero hay que comprobarla y luego planear un buen plan para actuar.
─¿Eso significa que quieres ayudarme?─ Damian lo miró y se encogió de hombros, le debía un favor a Colin y estaba seguro que ese niño no llegaría muy lejos por su cuenta o terminaría muerto en el mejor de los casos si era capturado otra vez por una banda.
***
Un beso, solo fue un beso se repetía Bruce mientras esperaba que Oliver llegara. Él le había dicho al rubio que lo recibiría, pero no pensó que sería tan pronto así que dedujo que tenía que ser algo urgente o serio ya que recordaba el verlo en la fiesta de la otra noche pidiéndole verlo en privado.
Necesitaba pensar en cualquier cosa que no tuviera que ver con Clark. Para serse sincero si hubiera sido otra persona el que lo besara no estaría teniendo ese problema para concentrarse. No le atormentaba que fuera un hombre, le atormentaba que fuera Clark.
Pensó que tal vez lo que necesitaba era estar con alguien. Hace tiempo que no estaba con Selina, siendo que con ella tenían sexo hasta en las azoteas. Ahora el proponerle hacerlo no lo entusiasmaba ni un poco y seguro a ella tampoco porque sino ya le hubiera dicho ¿Desde cuándo que no estaba de esa manera con alguien? Se había centrado completamente en todo lo relacionado a Batman, siempre fue así, pero fue peor luego de haber conocido a Talia.
Suspiró cerrando los ojos, ya tenía suficiente con su problema actual para sacar otro antiguo a flote ahora.
─Señor, su cita ya llegó─ le informó su secretaria sacándolo de sus pensamientos.
─Hazlo pasar, gracias─ contestó y luego suspiró, tenía que concentrarse en lo que sea que quisiera tratar Oliver.
Según recordaba el arquero le había dicho que si se presentó en la mansión después de la fiesta, pero no lo recordaba. Había pasado un buen tiempo desde que bebió mucho alcohol sin fingir que lo hacía. Lo que no entendía es porque Alfred no le dijo nada.
Saludó cordial devolviéndole el saludo a Oliver cuando entró. Hablaron sobre negocios de sus empresas y Bruce tomó en cuenta una propuesta que sería productiva para ambos y que luego se la mostraría a Lucios Fox.
“…me enfadé solo porque tienes más cosas en común con Oliver y por ello te mostraste tan cómodo y hasta más expresivo con él...”
Apretó el puño al recordar las palaras de Clark y lo que sucedió luego de eso.
─…Bueno, eso es todo lo que quería hablar contigo de las empresas─ dijo el rubio y Bruce levantó una ceja esperando que prosiguiera ya que notaba que había algo más que quería decirle ─¿De verdad no recuerdas que fui a la mansión?
─No─ contestó sin problemas y mirando con curiosidad a su compañero, este no lo miraba a la cara.
─Esto es suicidio…─ murmuró Oliver tomando valor y mirando a Bruce, sabía que no le daría ninguna gracia a Batman saber lo del beso, pero necesitaba ser rechazado por él de una buena vez para perder por fin ese deseo estúpido que guardaba desde hace años. Desde antes de saber que era Batman y de que él terminara en esa isla cambiando su forma despreocupada e irresponsable de ser ─Tú estabas bastante borracho y tuve que ayudarte a recostarte en uno de los sillones de tu estudio. Pero la cosa es que… cuando te dormiste, yo te besé.
Bruce lo miró fijamente, sin pestañear siquiera por lo que parecieron horas para Oliver. Recordaba que antes de volverse Green Arrow el rubio tenía una fama de mujeriego irresponsable, la cual era verdadera, y que también tenía una lista de algunos hombres con los que se había ido a algún hotel para pasar la noche.
Recordó más que nada un corto encuentro en una fiesta de gala donde este le coqueteó sin éxito, lo había rechazado con alguna broma para no quedar mal porque la fama de Bruce Wayne era la de un mujeriego que andaba con cuanta mujer bonita se le cruzara y no quería complicarse más la existencia con chismes innecesarios. Además de que Oliver no le atraía de esa forma.
Ese acontecimiento jamás se repitió y que no le dio ni la menor importancia cuando este volvió y comenzó su vida como un “nuevo Oliver”.
─¿Estas enojado?─ se hartó de que Bruce lo mirara, que lo estudiara en realidad como si él fuera una rata de laboratorio.
─No esperabas que me enojara al confesarme eso─ habló por fin sonriendo cuando Oliver apartó la vista murmurando algo ─. Supongo que quieres acostarte conmigo y por eso me cuentas lo del beso.
─Supones bien─ confirmó ahora mirándolo a la cara esperando a ver que sería lo que le diría Bruce. Tenía una leve esperanza ya que no había recibido su puño de lleno en su cara o estaba echándolo de su oficina ─No soy un joven idiota que puede andar con rodeos y tú tampoco… así que la verdad es esta: Quiero tener sexo contigo, pero sin ataduras.
***
“…cuando te dormiste, yo te besé.”
Fue lo último que escuchó Superman antes de emprender vuelo lejos de Gotham, evitando así desquitar esa ira que amenazaba con salir en contra de Oliver.
Tenía que calmarse, dañar a una persona solo porque sí… por celos, estaba mal. Eso iba en contra de todos sus principios. Además que si perdía el control al enojarse tal vez haría algo más que dañar.