─Esto está mal, muy mal…─ se repetía a si mismo Tim sintiéndose el mayor de los idiotas al caer en cuenta de lo que había hecho. Hasta el momento siempre había pensado todo antes de actuar o hablar, analizar la situación, buscando soluciones y salidas… hasta esta mañana.
Mantener a un… ser con habilidades peligrosas si no se controlaba oculto de la liga de la justicia, de Superman y del que más le atormentaba, Batman, había sido la estupidez más grande de su vida.
Conner tenía ADN kryptoniano al igual que humano, así que no era considerado un alienígena completamente ante sus ojos, pero para los de la liga sería otra cosa y lo sabía.
¿Cómo se tomaría Superman el hecho de que ya tuviera un futuro remplazo?
Así que cuando lo encontró en la entrada de su escuela lo primero que hizo fue alejarlo y cuestionarle su presencia en ese lugar, a lo que Conner solo le dijo que quería verlo y que sin avisarle a Supergirl fue a buscarlo, las cosas solo parecieron empeorar después de ese momento porque para su mala suerte Damian había elegido ese mismo día para escaparse de la escuela, encontrándolo junto a Conner.
El mocoso lo había mirado fijamente y no quería ser paranoico pero esa mirada afilada le advirtió que no podía dejar que Conner anduviera por la calle como si nada. Era la viva imagen de Superman, solo que versión adolescente.
Por esa razón terminó cometiendo un acto impulsivo para que nadie lo viera y levantara sospechas, lo llevó a la mansión.
La prima de Superman estaba histérica sin saber nada de su paradero, Cassie le había mandado un mensaje para que supiera que Conner estaba perdido y Bart lo llamó para preguntarle si ya era hora de ir a su escondite hasta que todo pasara y mantenerse así oculto de Flash. Los tres iban a tener serios problemas.
─¿Por qué no te quedaste con Kara?─ Preguntó más calmado y mirando la cara del que sería su desgracia si no solucionaba todo.
─Era incomodo─ se encogió de hombros cuando Tim suspiró cansado y frunciendo el ceño ─. No la conozco y no voy a volver con ella.
─Técnicamente sería una especie de tía para ti─ murmuró Tim negando con la cabeza. Sabía que era injusto para Conner el mantenerlo oculto de todo y todos, que tenía derecho a salir y conocer todas aquellas cosas que le relataba para que se diera una idea de cómo era “el mundo”. La situación se había vuelto inmanejable.
─¿Me quedaré aquí?¿Contigo?
─Por el momento─ dijo distraídamente mirando a su alrededor, su habitación era la única en la cual Alfred no ingresaba, nunca le gusto que otros ordenaran o limpiaran sus cosas. Momentáneamente era seguro y no era como si planeara mantenerlo oculto por el resto de su vida.
Conner por su parte solo sonrió sin apartar la vista de su compañero, el que le dio un nombre y que le daba más que confianza. Cassie y Bart le caían bien, pero Tim más y lo único que sabía con seguridad era que deseaba pasar más tiempo con él. Se sentía bien tenerlo cerca.
No veía nada malo en lo que hizo, Kara era simpática y le sonreía amablemente a pesar de que él se mostrara reacio a socializar, pero no se sentía cómodo y aventurarse por su cuenta para rastrear a Tim no fue tan difícil. Si no le avisó fue porque ella no estaba en el momento que decidió irse, nada más. Supuso que en algún momento se enteraría de su ausencia, no creyó necesario esperarla para decirle.
─Tengo que decirle a Kara y a los demás que estás conmigo.
─No─ se negó al instante frunciendo el ceño ─No voy a volver con Kara y tampoco a la guarida en la que estaba antes.
─Eso no es negociable. Tengo que decirles.
─Solo espera un poco, un día. Si la llamas ahora o le dices a Cassie van a venir por mí de inmediato─ intentó negociar con Tim, el cual ya estaba negando con la cabeza creyendo en que todo había llegado muy lejos ─. Dijiste que yo no soy un ratón de laboratorio o un objeto de prueba, que soy una persona. Entonces puedo decidir quién quiero ser y donde estar, yo quiero estar contigo.
Tim se mordió el labio sin saber que decir, Conner le caía muy bien. A pesar que de todo el equipo que armaron él era el único que le discutía cosas, era agradable. No quería que lo odiara o pensara que quería deshacerse de él, como le insinuó antes de dejarlo con Kara.
***
─Joven Jason, le aseguro que su contrincante ya está muerto─ el mencionado dejó de golpear al escuchar la voz de Alfred a tan solo unos pasos de distancia. Había estado tan concentrado que ni se percató de la presencia del hombre.
Su respiración estaba agitada y unas gotas de sudor recorrían su frente. Abrió y cerró los puños antes de ponerse de pie y girarse para ver que Alfred le tendía una bandeja con jugo de naranja y tostadas.
─Hay que curar esas heridas─ comentó el mayor viendo los puños ensangrentados de tanto golpear aquellos sacos de boxeo que seguramente ante los ojos de Jason tenían nombre y apellido por la manera en la que se ensañó en destruirlos.
─Estoy bien, gracias─ dijo luego de beber el jugo. Alfred era el único con el que cuidaba un poco su lenguaje, si se le escapan palabrotas frente al anciano, pero nunca dirigidas a él. Sintió la mirada fija sobre él y frunció el ceño ─¿Qué?
─Las llamadas del joven Harper siguen siendo constantes─ le comentó haciendo que Jason resoplara molesto ─. Tal como me pidió le dije que usted no estaba disponible.
─No te dije que le dijeras eso─ se encogió de hombros saliendo del cuarto de entrenamiento.
─Los insultos que me pidió que repitiera me parecieron innecesarios.
─No, no lo son─ lo contrarió alejándose para ir a la mansión y darse un baño.
Reconocía que Roy no era malo, pero si un imbécil. Solo a él se le podía ocurrir aquella estupidez pensando que sería una buena idea, que sería bueno para él, cuando lo único que logró al proponer eso fue ponerlo en una situación incómoda e innecesaria. Una que le traía al presente uno de los recuerdos más oscuros de su niñez.
Bien merecido se tuvo ese golpe, que seguramente le rompió la nariz, antes de que abandonara uno de los departamentos mal cuidado que usaban en situaciones de emergencia. Para colmo Korian se había metido en el asunto diciendo que exageraba.
Jason se rió amargamente al entrar a la regadera y dejar que el agua callera sobre su cuerpo. Korian era su compañera, su amiga, pero no sabía que lo que Roy le propuso hacer era algo denigrante.
─Maldito imbécil─ golpeó los azulejos notando como sus manos lastimadas dejaban caer un poco de sangre para que se mesclara con el agua.
Luego de salir del pozo de lázaro había vuelto a la vida con todos sus malos pensamientos, rencores y violencia aumentada hasta el punto de que pensó enloquecer… pero en el último tiempo había logrado mantenerse a raya, no hacer más daño del necesario. Tranquilizar sus pensamientos negativos e impulsos.
Aunque todavía recordaba la sonrisa de Talia cada vez que el perdía el control y asesinaba a los demás discípulos de ese lugar, al cual no quería volver.
En algún momento tenía que volver a irse de la mansión, ver a Roy y ser como era mucho antes de esta pelea. Volver a ser solo compañeros, sin nada más que complicara sus vidas. Pero no ahora que se sentía inestable y capaz de perder el control si lo veía.
Por el momento seguiría patrullando junto a los murciélagos, eran distractora su compañía y sin darse cuenta se percató de que esa sed de venganza hacia Batman ya no estaba. Que las ganas de golpear a Dick había disminuido y que no era incomodo el estar cerca del remplazo y del hijo de esa mujer, el cual no se parecía al maldito demonio que conoció en la liga de asesinos al igual que Cassandra.
Suspirando salió de la ducha para luego de arreglarse un poco salir e ir por algo de comer, había olvidado lo bien que se comía en la mansión gracias a Alfred.
***
No podía mantenerlo oculto por más tiempo, en primer lugar el haberlo traído a la mansión fue un error. Cassie no paraba de llamarlo para preguntarle si sabía algo del paradero de Conner, ya que Kara estaba entrando en pánico al no encontrarlo y en cualquier momento cualquiera de la casa podría descubrir al clon de Superman en su habitación.
─Estas distraído Robin─ Batman lo observaba, la noche había sido meramente tranquila, pero aun así mientras se desasían de una banda de delincuentes de poca monta intentaba asaltar a un grupo de adolescentes no pudo evitar pensar en lo que le ocultaba a su mentor.
─Solo estoy pensativo─ respondió tranquilo y sin demostrar que la voz de su mentor lo tomó por sorpresa. No podía evitar preocuparse por Conner, le había pedido que no saliera de su cuarto por ningún motivo, pero siempre estaba la posibilidad de que no lo hiciera.
Durante toda la tarde había logrado mantenerlo oculto y no levantar sospechas de que en realidad no había asistido a la escuela y que estuvo en la mansión. Cuando Damian llegó junto a Alfred supo que el enano había logrado lo que sea que haya hecho con éxito y volver también como si no se hubiera escapado de la escuela.
Le daba un poco de curiosidad saber que era lo que el demonio estaba planeando, pero ya tenía suficiente con su tema para agregar más.
─¡Batman creo que tenemos problemas!─ ese era Dick hablándoles por el intercomunicador, llamándoles la atención a los dos.
─¿Qué sucede Nightwing?─ De inmediato Batman y Robin se dirigieron hacia donde escucharon un par de disparos. Teniendo una ligera sospecha de cuál era el problema.
─Red Hood está intentando matar a Arsenal.
¿Qué carajos hacia Harper en Gotham? Tim llegó al lugar junto con Batman, notando que su mentor estaba más que preocupado por la situación. Ya se les hacía raro que Jason estuviera muy tranquilo.
─¡Me disparaste! ¡¿En serio?!─ Gritaba Roy sin apartarse de la línea de fuego. Nightwing por su parte se encontraba escupiendo sangre y mirando la escena por si las cosas se descontrolaban nuevamente.
─¿Qué haces aquí?─ Roy volteó para mirar a Batman que había aparecido detrás de él, sintiéndose un niño nuevamente al ver al murciélago.
La azotea les pareció bastante pequeña a todos ahora que estaban reunidos en ella.
─Nightwing─ Dijo Batman al ver que el pelirrojo se había quedado sin palabras por el momento.
─No se que pasó, de un momento a otro vi como Red Hood era arrastrado por una cuerda o red que se amarró a sus piernas desde un edificio cercano al que yo estaba y cuando fui a ver ellos ya estaban pelando, hasta que Red Hood sacó sus armas y tuve que intervenir.
─¿Porqué lo atacaste?─ Tim levantó las cejas sorprendido cuando de un momento a otro toda la atención fue puesta en Arsenal y no en el murciélago que tenía un arma apuntando a la cabeza del pelirrojo.
─Solo quería hablar con él─ respondió suspirando mientras apretaba la herida que tenía en su brazo, la cual sangraba bastante.
─¿Lanzándolo de un edificio a otro?─ Bufó Nightwing sonriendo de lado y frunciendo el ceño.
Robin se preparó para lanzarse sobre Red Hood cuando este se movió, pero se quedó en su sitio cuando vio que solo guardaba su arma y se giraba para irse para su alivio.
─Diviértanse─ dijo Jason antes de irse de aquella azotea.
─Creo que él no quiere hablar contigo─ se encogió de hombros Dick antes de estirar sus brazos ─. Me parece que ya es hora de volver, ¿no creen?
─¿Van a dejarme? ¡Me estoy desangrando!─ se rió el pelirrojo apuntando a su brazo cuando Batman de un momento a otro se fue sin decir nada más. Al parecer que el murciélago mayor no estuviera le devolvía un poco de su personalidad.
─Vámonos Robin─ le llamó la atención Nightwing al menor que todavía estaba analizando lo que acababa de pasar e ignorando los reclamos de Arsenal y dejando sorprendido al menor ya que él tenía entendido que Roy era un amigo de Dick…
Tim estaba concluyendo en que últimamente las cosas estaban siendo extrañas y que tal vez eso significaba que un cambio importante iba a darse en la vida de todos.
Esperaba que el cambio fuera para bien y que él no terminara siendo el responsable directamente.
Al llegar a la cueva se encontró con que solo Alfred los esperaba y con que Batman no había vuelto, aunque al ver la tranquilidad del mayor supo que no le pasaba nada malo o al menos algo que debiera ser de su incumbencia, cosa que a Dick no le pareció lo mismo porque no paró de hacerles preguntas a Alfred sobre si Bruce estaba bien.
Tim admitió para sus adentros que prefería que Dick anduviera interesado en Bruce a que estuviera intentando hablar con Jason. Quería darse un baño y dormir, pensar bien las cosas mientras dormía y si Red Hood sacaba su arma para destruir la mansión por culpa de la curiosidad de Dick no podría hacerlo.
Conner se encontraba sentado en su cama, masticando una galleta cuando lo saludó, tenía tantas cosas en la cabeza que siendo lo más rápido posible tomó una muda de ropa para dormir y se fue a su baño para ducharse e ir de vuelta al cuarto luego.
No le importaba compartir la cama con su amigo, aunque no sabía si a Conner le agradaría la idea ya que hasta el momento el chico le había demostrado que era reservado y apreciaba su espacio personal cuando estaba nervioso o enojado.
De repente se sintió un poco intimidado, Conner era más grande que él en estatura y complexión física. No era que quisiera ser un fortachón de dos metros ni nada parecido pero tenía que admitir que con la remera y pantaloncillos que llevaba después de ducharse parecía un niño al lado de Conner.
Resopló ante sus pensamientos, lo único que le faltaba era tener problemas con su cuerpo, se rió un poco por eso y decidió entrar a su cuarto para decirle a Conner que se acomodara porque dormirían juntos.
No esperaba esa sonrisa radiante al entrar, era extraño, estaba seguro que él no les sonreía de esa forma tan abierta a los otros chicos. Ignoró la sensación en sus mejillas para poder hablar sin titubeos y lograr descansar de una buena vez, pero al ver un detalle que había pasado por alto antes frunció el ceño.
─¿De dónde sacaste eso?─ preguntó al ver que las galletas que Conner comía tranquilamente sobre su cama eran las que Alfred preparaba. Solo lo había dejado un par de horas y le había pedido que no saliera por ningún motivo.
Un sudor frio lo recorrió ante la idea de que hubiera sido descubierto antes de aclarar todo. Estaba a punto de salir disparado para explicarle todo a Alfred y rogarle si era necesario que lo dejara hablar a él primero con Bruce pero la voz de Conner lo frenó.
─Tu hermanito me las trajo.
─¿Qué?─ Eso era peor, con Damian no había negociación alguna. El mocoso lo expondría ante Batman si no es que ya lo hubiera hecho ─¿Qué te dijo?
─Me preguntó si tenía hambre, fue amable, ¿estás bien?─ Conner frunció el ceño al ver el rostro de Tim tener barias expresiones en menos de cinco minutos. No entendía porque parecía que entraría en pánico ─Me dijo que no diría nada.
─Ok, déjame entender esto. Damian entró a mi cuarto, te vió y te ofreció galletas… ¿Estás seguro que es el mismo niño que te presente antes?─ Tim se sintió por un momento en la dimensión desconocida cuando Conner asintió con la cabeza, pero luego su cerebro comenzó a funcionar nuevamente y a analizar la situación como debía ─Acomódate en la cama, yo necesito comprobar algo y vuelvo.
─¿Dormiré contigo?─ escuchó ya cuando se giró para salir de su cuarto y al responder que si sintió de nuevo como su cara se calentara sin motivo alguno.
Ni se molestó en tocar antes de entrar al cuarto del demonio, esperaba recibir un golpe o caer en alguna trampa, pero para su sorpresa lo único que encontró fue una nota sobre la cama.
─Que demonios…─ murmuró al agarrar el papel confundido, ¿Dónde estaba el enano?
“Mantén la boca cerrada y yo también lo haré”
Tim frunció el ceño al leer esa simple línea, ¿en qué estaba metido ese demonio como para hacer una…alianza con él? Odiaba admitirlo pero le preocupaba un poco lo que sea que estuviera haciendo ese niño, un poco paranoico se fue en silencio a su cuarto pensando que ahora estaba ocultándole dos cosas importantes a Bruce.
Apagó la luz por mera costumbre apenas entró, aun pensativo y olvidando por un momento que no estaba solo. Maldijo mentalmente al llegar a su cama y recordar a Conner.
─¿Te molesta que apagué la luz?─ Preguntó dispuesto a dormir con la luz prendida, cuando recibió como respuesta que estaba bien abrió las cobijas y se recostó para llevarse la sorpresa de la noche al tocar sin querer la espalda de Conner y darse cuenta que este no llevaba su remera puesta.
─¿Te molesta que no lleve ropa puesta? Es incomodó dormir con todo eso.
─No, está bien. No pasa nada… duerme bien─ respondió rápidamente y no escuchó si Conner le habló o no porque lo único que atinó a hacer fue quedar espala contra espalda, sintiéndose extremadamente incomodo al sentir la calidez del otro cuerpo a pesar de que apenas y se rosaban.
Cerró los ojos con fuerzas dándose cuenta que no había sido buena idea compartir su cama, presentía que no lograría dormir con su corazón latiendo tan erráticamente sin razón.
***
Conducir hasta esa ciudad no fue un problema, aunque lo hubiera hecho por simple impulso. Claro que al llegar y darse cuenta de lo que estaba haciendo sacó su celular sorprendiéndose un poco cuando su llamada fue contestada casi al instante.
Bruce sabia que luego de acordar intentar encontrarse con Oliver, no como empresario o como vigilante, que las cosas se estaban yendo por la tangente y él no era así. Tenía que aclarar las cosas antes de hacer cualquier cosa.
Pasar desapercibido siendo quien era no le resultaba fácil, pero se las arregló para entrar al edificio sin problemas y llegar a la puerta del departamento de la persona a quien buscaba.
No hizo falta tocar el timbre o golpear la puerta porque esta se abrió dejando ver al hombre vestido con su traje de superhéroe pareciendo ser totalmente imponente ante todo.
─Clark…