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Conflictos internos por Yeta

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─Si el mocoso se les perdió a ustedes entonces es su problema, imbéciles─ Dijo antes de cortar sin ganas de seguir escuchando estupideces como de que era un irresponsable. Jason había atendido el teléfono harto de escucharlo sonar sin cesar mientras que terminaba de vaciar el frasco de galletas en la cocina. Quería aprovechar que no había nadie en la mansión para relajarse sin estar pendiente de las miradas suspicaces de Alfred y la molesta voz del hijito dorado buscando la soñada unión familiar.

Había estado tentado a dispararle al aparato, pero para evitarse que en represalia Alfred dejara de hacer esas galletas y pasteles que sabía que le gustaban tanto decidió no arriesgarse, no estaba tan loco como para perderse de lo único “dulce” de su vida.

No se preocupó por el demonio que había sido visto por las autoridades de la escuela ir hasta la entrada y luego irse cuando el auto de Alfred desapareció de la vista de ese enano. Damian sabia como defenderse, como hacer mucho daño. No podía ver a ese mocoso como a un niño y si se ponía a pensar en más profundidad se daba cuenta que ninguno de los Robin lo fue, cada uno por sus respectivas razones perdió su infancia y buscó su camino tomando como guía a Batman.

Rodó los ojos cuando el teléfono comenzó a sonar nuevamente y bajó los pies de la mesa para poder levantarse y atender el maldito teléfono para decirles a esos inútiles que se jodieran porque él no pensaba mover ni un dedo para encargarse del problema.

─¡Métase la responsabilidad por el culo, si tanto problema se hace por el mocosos llame a la policía! ¡Maldita sea, ¿no pueden joder a otra persona? ¿Qué hay del padre? ¡Es Bruce Wayne! ¡Con un demonio, no me van a decir que no tienen su jodido número! ¡Dejen de joderme la maldita mañana porque lo único que van a lograr es hacer que me presente en su mugrosa escuela, pero para…

─Jason─ esa voz tan conocida interrumpió sus amenazas para hacerle saber que no estaba hablando con la escuela de Damian. Ahora sí que sentía muchas ganas de dispararle al aparato ─¿Jason? Soy Roy…

─Al parecer un disparo no fue lo suficientemente directo para tu cerebro de mosquito─ bufó recordando como el pelirrojo lo lanzó de un edificio a otro para hablar y como era de suponer solo logró aumentar su ira y que para colmo todos los “Robin”, incluso Batman, aparecieran en la escena.

─Ni siquiera sé porque estas tan molesto Jaybird, yo tendría que estarlo, te fuiste sin decir nada…

─¡Vete a la mierda Roy!─ Gritó azotando el teléfono y haciendo que este se rompiera por el impacto. No era muy difícil hacer que se enojara y admitía que poseía algunos problemas de ira, pero tenía muy pocas personas que para su mala suerte llegaban más allá de hacerlo enojar.

La “inocente” acción de Roy había hecho que recordara una parte demasiado oscura de su infancia, cuando vivía con su madre y esta ante la desesperación de la abstinencia hacia cualquier cosa por conseguir dinero involucrándolo a él y aun así la amaba, a pesar de todo… era cierto que las personas que más amaba eran las que más daño le podían causar, ya sea intencional o no.

Aunque el que le doliera la estupidez de Roy no significaba que fuera porque lo amara ni nada parecido, el pelirrojo solo era de las pocas personas de confianza y hasta ahí llegaba su cariño de cierta forma.

─Me pregunto que cosa habrá hecho el aparato para merecer su ira─ escuchó la voz de Alfred y resopló por estar distraído, eso no era algo bueno. Cualquiera podría entrar por esa puerta y dispararlo por estar como estúpido perdido en sus pensamientos ─. Tendré que remplazarlo, mientras tanto podría recoger los restos.

Jason bufó por la forma en la que el mayordomo le hablaba sin temer aparentemente ser blanco de un brote de ira o locura de su parte. Hace tiempo que no tenía malas reacciones involuntarias, ahora sus ataques de ira eran más que voluntarios y la verdad ni le afectaba a quien le fastidiara su actitud.

─Estas viejo Alfred─ se burló al arrojar los restos de lo que fue un teléfono al cesto de basura bajo la mirada atenta y reprobatoria del anciano. Se rió negando con la cabeza antes de encaminarse a la salida de la cocina, pero antes de irse volvió su mirada hacia atrás para ver al mayordomo que aun mantenía sus ojos fijos en él ─Se te perdió un ave.

***

Es un estúpido, esa era lo que Damian dedujo después de rastrear al amigo del chico pelirrojo al que le debía un favor.

Luego de pasar la mañana interrogando a niños de la calle y no obtener ninguna pista que lo llevara realmente a la conclusión de que el niño extraviado estaba siendo víctima de un secuestro por parte de alguna banda de delincuentes, como en la que se infiltró la otra noche, pensó en que tal vez lo que la razón de la desaparición podía ser mucho más simple de lo que pensaba.

El obeso amigo de Colin había sido adoptado y vivía a las afuera de Gotham cómodamente, engordando con gusto mientras el estúpido pelirrojo se había arriesgado al tirarse de cabeza en esa organización aquella noche en su búsqueda sin pensarlo dos veces.

¿Qué clase de imbécil hacía algo así?

─Eres un estúpido─ dijo en voz alta lo que pensaba y levantó una ceja por la risa del pelirrojo, quien tenía una sonrisa desde que constataron que Peggy vivía con una buena familia que lo trataba bien.

¡¿Por qué sonreía?!

Damian quería darle un puñetazo, borrar esa molesta sonrisa de su rostro. No lo entendía, la verdad era que no entendía a ninguna persona “normal” pero mucho menos a los de su edad que parecían mentalmente estúpidos. Pero Colin le ganaba en estupidez a sus compañeros de escuela, a la cual solo aceptó asistir por su padre y porque coincidía en que ante la sociedad tenía que aparentar ser un niño como los demás.

El chico se había arriesgado sin dudarlo por ese “amigo” sin tener pruebas concretas de que ese gordo estaba siendo secuestrado, ¿Cómo pudo hacer eso? ¿Qué no contaba con sentido común? ¿Cómo pudo pensar que alguien como él, sin entrenamiento siquiera, podía deshacerse de esa banda de criminales por su cuenta?

Su respuesta: Colin es un estúpido.

Y esa sonrisa solo lo irritaba aun más, todo fue una pérdida de tiempo.

─Estúpido─ repitió y por poco gruñó cuando la sonrisa del pelirrojo parecía agrandarse más.

─¿Todavía tienes tiempo para volver a la escuela? Quiero mostrarte algo─ habló como si no hubiera sido estafado por ese supuesto amigo y los insultos de Damian no llegaran a sus oídos ─Estoy seguro que te va a gustar.

─Que demonios sabes tú lo que me gusta─ contestó encaminándose hacia el lado contrario del pelirrojo para ir hacia su escuela y esperar que fuera la hora en la que Alfred iba a buscarlo. Pero antes de poder girarse para irse y no volver a ver a ese estúpido su mano fue sujetada haciendo que reprimiera el impulso de estampar a Colin contra el suelo por atreverse a hacer algo así ─¿Qué crees que haces imbécil?

─Si no te gusta, te dejaré usarme como saco de boxeo─ insistió sonriendo y tironeando su mano para que lo siguiera.

Definitivamente es un estúpido.

***

─¿Te gusta?─ escuchó la pregunta y solo asintió con la cabeza sin dejar de degustar su helado. Lo que más le gustaba de “conocer el mundo” era el probar aquellos dulces como el que estaba probando ahora mismo ─Que bueno.

Levantó la vista de su cono para ver a Tim, su amigo no había querido comer nada y se mantenía callado, pensativo, desde que perdieron de vista a Damian. El hermano pequeño de Tim era extraño, no que él fuera un experto en cómo debía comportarse una persona normal pero podía percibir que Damian era algo especial.

En lo poco que trató con aquel chico pudo notar que era muy analítico con su mirada y desconfiado, pero aun así fue amable de cierta forma al llevarle galletas y una gorra junto con los antejos a cambio de algunas respuestas. Se parecía a Tim, solo que más desconfiado y arisco. Pero ambos le resultaban lindos a su manera.

Por lo que cuando el chiquillo se perdió de la vista de Tim él no dijo nada al verlo alejarse junto a con ese otro niño pelirrojo en un autobús. Algo le decía que sabía cuidarse perfectamente y no le gustaba la idea de estar espiándolo, a él no le gustaría tener a alguien espiándolo ahora mismo entonces razonándolo de esa manera entonces estaba mal el espiar a esos niños.

Niños que ahora mismo cruzaron por su campo de visión tomados de la mano, bueno, eso no era del todo cierto si los miraba con más detenimiento. Más bien el pelirrojo corría muy contento y jalaba a Damian, quien se veía más que enojado, por el parque hasta que se perdieron entre los arbustos.

Sonrió aliviado de que el hermano de Tim estuviera bien y que su decisión de no seguirlo no fuera errada. Ahora podía concentrarse realmente en pasar un buen rato, libre de preocupaciones de por medio.

─¿Quieres dar una vuelta por el parque?

─C-claro─ todavía no entendía porque Tim algunas veces tartamudeaba al hablar y se sonrojaba como lo estaba haciendo ahora o cuando se acercaba demasiado. Eran unas reacciones extrañas por parte del más bajo, reacciones que causaban que él sonriera sin razón aparente y quisiera acercarse aun más… como aquellas dos personas que iban tomadas de la mano.

Miró a Tim, quien caminaba a su lado, y luego nuevamente a ese par que se perdía de su campo de visión por los caminos del parque. No había mucha gente recorriendo el lugar.

Sin pensarlo mucho tomó la mano de Tim con la suya

─¡¿Qué haces?!

Apretó la mano contraria observando cómo esta encajaba perfectamente con su mano y dándose cuenta que a pesar de estar fría esta sudaba.

─¿No te gusta? A mí sí me gusta─ dijo ahora viendo la cara completamente roja de Tim. Su amigo era muy expresivo cuando no estaba siendo Robin.

─Si, ¡no! Bueno, tal vez… ¿Por qué lo haces?─ su risa nerviosa lo hizo reír también.

─Porque quiero─ simple y sencillamente honesto.

─Oh…─ Tim solo asintió con la cara todavía enrojecida y frunciendo el ceño mientras miraba el suelo ─Sabes Conner, los amigos no se toman de la mano…

Iba a replicar lo que acababa de escuchar, no veía nada de malo en tener ese tipo de contacto, pero frunció el ceño confundido cuando de repente Tim paro de caminar. No tardó mucho en encontrar la razón.

─Drake─ aquella cortante y arisca voz se hizo presente. No pudo evitar observar que Damian abrazó su mochila más fuerte y como el mismo niño que antes había visto arrastrándolo todavía lo acompañaba.

─Damian─ dijo Tim observándolo seriamente y aparentemente olvidando su incomodidad por andar tomado de la mano de Conner, quien la verdad no entendía la tensión  que había entre ellos dos.

─¡Tranquilo Alfred, los encontré y no, no están matándose!─ Una voz acercándose hizo que todos miraran hacia la misma dirección. Conner notó la tensión en ambos hermanos y por instinto se colocó entre ellos y el hombre que se acercaba a ellos. No parecía una persona hostil, pero por las reacciones de los hermanos no pudo evitarlo.

─¿Y tú eres…?

─Conner─ respondió de forma tajante notando cierto parecido entre este hombre, de cabello negro y mirada amistosa, y los hermanos que se encontraban detrás de él.

─Mucho gusto, Conner─ sonrió el extraño mirando donde su mano se encontraba todavía sujetando la de Tim y luego hacia atrás donde Damian murmuraba maldiciones mientras apretujaba más su mochila ─Yo soy Richard, pero todos me dicen Dick.

Notas finales:

Hola! perdón por desaparecer, no lo hago a propósito, este capítulo fue más para ponernos al día con cómo se encaminarán los pov de los murciélago jaja El siguiente es exclusivamente superbat XD

¿Algún pedido o sugerencia?

Gracias a las que siguen leyendo este fic, gracias también a las que se animan a comentar y me animan a segur =)

Besos!!!


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