─No volverá, ¿verdad?
Bruce siguió tecleando sin despegar la vista de la pantalla hasta que escuchó un suspiro de Dick y dejó el teclado de la computadora de la cueva en paz. La pelea con Jason había dejado un gran moretón junto al ojo izquierdo de Dick y un destrozo en la cocina que limpió junto a Tim y Alfred. No le sorprendió la pelea en sí, Jason era demasiado borde cuando se sentía presionado o simplemente estaba irritado (lo cual era muy a menudo) y Dick siendo una persona sociable por naturaleza se había empeñado en acercarse a todos sus hermanos. Tarde o temprano uno de ellos reaccionaria de mala manera al acercamiento, que fuera Jason el primero no era un sorpresa.
─No debí decirle nada del traje─ se reprochó el menor cruzándose de brazos y ganándose una completa atención de Bruce. Dick hizo una mueca por tener su atención, no le había dado muchos detalles de lo que detonó la furia de Jason ─. Solo quería que dejara esa actitud con todos nosotros, como si no perteneciera a nuestra rara familia. Tal vez me contestó algo que me molestó un poco más de lo que debía y le mencioné que el traje que usa había sido mío, que por cierto lleva un murciélago rojo en el pecho, y que si tanto renegaba de nosotros no debía usar aquel traje o estar aquí en primer lugar.
─Esta es su casa. Al igual que tuya, de Tim o Damian. Si quiere quedarse aquí por el tiempo que quiera tiene todo el derecho de hacerlo. No importa las razones que tuviera para volver o que no desea acercarse a ninguno de nosotros─ Entendía el punto de Dick, la incompetencia en ellos de lograr tener una conversación o mantenerse juntos en un lugar sin que la tensión se palpara en el aire ─No se si volverá. Pero solo vas a lograr algo más que un ojo morado si te entrometes de más, así que no te acerques a Harper.
─No iba a hacerlo─ Bruce no apartó su mirada de él cuando negó lo que le insinuó que haría ─Ok, tal vez si planeaba ir con Roy o Kori para averiguar que demonios sucede ahora con él.
─No lo hagas─ pidió con un tono que sugería que era más una orden mientras se giraba para mirar la pantalla de de la computadora. Lo que sea que sucedía entre Jason y Harper era un asunto que solo debía quedarse entre ese par, no se metería a menos que su pelea afectara a los demás.
Siguió buscando lo que necesitaba sin preocuparse por la presencia de Dick aun en la cueva. Si estaba en lo cierto con las escapadas de Tim todos se enterarían. Luego estaba Conner, el chico seguía en la mansión y despertaba en él aquella primera impresión que tuvo con Clark. Peligro. Uno que si estaba en la mansión, junto con Tim desde baya saber uno cuándo significaba que por el momento era un peligro contenido. Pero no podía fiarse solo por el juicio de Tim, el chico era un Kryptoniano, no había hecho ningún estudio para comprobarlo pero reconocía a uno de ellos.
Y se parecía demasiado a Clark.
Con Kara terminó con casi toda su tecnología destruida cuando intentó estudiarla, no cometería el mismo error con Conner.
─¿Hubo actividad en la sede antigua de la Liga? ¿Quiénes…? Oh…
Y ahí estaban. Robin, Wonder Girl, Conner y Bart Allen. Videos recuperados de aquella sede en desuso en los que mostraban a Tim junto con aquellos muchachos reuniéndose, entrenando y seguramente planeando misiones en secreto de él y toda la Liga. Ocultando la existencia de un nuevo Kryptoniano en el planeta.
¿Cómo no percibió todo esto antes?
No sabía si sentirse orgulloso o decepcionado de Tim por lograr ocultarle algo así a él. Pero lo que si sabía era que si había pasado por alto todos aquellos detalles de que Tim estaba haciendo algo a sus espaldas o que Damian también estaba en lo suyo se debía a que su mente estaba dispersa. Ocupó toda su concentración en el trabajo de Batman para no distraerse en los pensamientos ligados con Clark.
─Por supuesto, cómo esperar que aquel chico fuera un amigo normal, común y corriente de Tim. Lo único que falta es que el otro chico que acompañaba a Damian sea un metahumano─ resopló Dick viendo los videos donde la pupila de Wonder Woman intentaba derribar a Conner sin éxito porque Tim le dio instrucciones haciendo que el chico supiera como desestabilizar a la chica.
─Robin es el líder─ dijo más para sí mismo que para Dick. Tim era el que los estaba entrenando, el que los guiaba.
Alfred dijo que Batman necesitaba de un Robin, pero al parecer este Robin ya no necesitaba de Batman. No había nada más que enseñarle a Tim, él era el mejor detective entre los demás y sus habilidades físicas eran óptimas. Tim era el que estaba tomando un papel de guía con esos chicos.
─No pareces muy molesto por lo que hizo. No sé si eso es algo bueno o no.
─Esta noche sal a patrullar en mi lugar.
─¿Qué hay de Robin?
Bruce siguió viendo los videos atentamente. Sabía que era lo que debía hacer, que era lo mejor. Tim estaba listo. Damian necesitaba supervisión.
***
Jason maldecía mentalmente a Dick mientras el agua caliente caía sobre su cuerpo. Ayer había salido de la mansión cuando Bruce intervino a favor de su hijito dorado. Así que sin un lugar a donde ir sin que Dick lo encontrara, o peor, que Roy apareciera para terminar de cabrearlo, decidió ir a un bar y beber.
No esperó encontrarse con una conocida. La mujer era azafata y la había conocido luego de que rescatara a Roy junto con Kori de aquel agujero donde lo tenían preso. Le había dejado su número pero nunca contactó con ella.
Al salir del bar terminó en su departamento, demasiado borrachos como para hacer algo más que terminar rendidos antes de llegar a la cama. Cuando despertó desayunaron juntos, salieron como si fueran amigos de años y tuvo que admitir que ella era un respiro para su vida como Jason o Red Hodd. Fue un buen día y la noche fue mucho mejor. No había alcohol en sus sistemas que los nublara y se dejaron llevar por la atracción entre ellos.
Piel delicada, toques conocedores que le hacían saber que con ella no debía ser sutil. En definitiva congeniaron perfectamente en la cama. Ignoró cualquier sentimiento de culpa o arrepentimiento cuando volvieron a hacerlo, cuando se dejó llevar completamente por el placer. Él no debía sentirse culpable por ello, no tenía por qué sentir que le estaba fallando a Roy. Después de todo ésto era lo que le había pedido.
“─Hey Jaybird, esto que tenemos es genial, pero estaba pensando en que… qué tal sería si tu y Kori…”
Frunció el ceño recordando esa noche, aguantando las ganas de golpear los azulejos por la rabia que surgía de él. No había ningún acuerdo, las cosas se habían dado entre ellos de manera casi inadvertida hasta que los toques y coqueteos de Roy terminaron en ellos besándose salvajemente luego de hacer explotar un hangar. Todo prosiguió sin mayores sobresaltos, su sexualidad no era un tema que le quitara el sueño así que no se preocupó al sentir la atracción hacia otro hombre o que el sexo se sentía más correcto con aquel pelirrojo de lo que alguna vez lo fue con las mujeres con la que es estuvo antes.
No hablaron de ser pareja, de ser exclusivos o de nada en particular realmente. Todo se dio naturalmente.
Roy siguió coqueteando con cualquiera que le pareciera atractivo pero no nada iba más de un coqueteo, mientras que él no disimuló que apreciaba la vista cuando alguna mujer atractiva se le insinuaba o que Kori paseaba prácticamente desnuda frente a ellos. No sentía celos y por lo que Roy demostraba tampoco él. Las cosas siguieron avanzando y se encontró con que aparte de compartir la cama o cualquier superficie plana en algunas ocasiones con el pelirrojo para tener sexo también se sentía bien solamente con su compañía, ya no prestaba atención a otras mujeres. Lo que sea que tenía con Roy funcionaba y pensó que era igual para ambos.
Resultó que no.
“─…digo, hablé con Kori. Ustedes pueden tener relaciones cuando no estés conmigo. Según lo que ella dijo puede tener barios consortes o algo así, sabes que me acosté con Kori cuando nos conocimos y sé que tú también tuviste tus encuentros con ella así que pensé en que sería mejor que estuvieras con ella en vez de otra.”
Habló despreocupadamente de ello aun desnudo y sentado en su cama. Como si le hablara de que compartiera su almuerzo con Korian cuando él no estuviera.
“─Si quieres acostarte con ella hazlo, Harper.”
El tono y el haberlo nombrado por su apellido debió advertirle que no le agradaba lo que estaban hablando pero aun así Roy pareció no notarlo. Y cuando soltó aquellas palabras por primera vez sintió algo que no había sentido, disgusto ante la idea de que el pelirrojo se acostara con otra persona que no fuera él, lo cual era estúpido si lo razonaba porque ellos no eran pareja como para celarlo.
“─Lo haría si quisiera, Jay. Pero aunque no niego que es muy sexi ya no tengo ganas de hacerlo con ella como antes y Kori tampoco, está interesada en ti. Dijo algo de que tu aroma se le hace demasiado familiar, que le trae sensaciones agradables. No me explicó mucho pero debe ser por Grayson que te quiere. Sabe que nosotros tenemos algo y por ello habló conmigo primero, por mi no hay problema.”
“─Me quiere usar como sustituto de Dick y te parece una idea genial. ¿Y qué mierda te hizo creer que podías elegir con quién puedo acostarme?”
Ok, él se había acostado con Kori antes sabiendo perfectamente que ella lo usaba porque le recordaba a Dick y en aquel entonces le importó muy poco. Pero en ese momento, cuando salió de la boca de Roy lo sintió como una maldita traición de su parte. Además de que Kori fuera a hablar con Roy como si él fuera su proxeneta lo terminó por enfurecer.
Se había vestido rápidamente con el idiota de Harper aun desnudo y sentado en su cama como si no captara la notable furia que emanaba de él. Lo peor de todo era que confiaba en aquel idiota como para dormir tranquilamente a su lado hasta esa noche, confió en él para que al final lo ofreciera a Kori como si fuera su puta.
Inevitablemente recordó su infancia de mierda. Su madre alcohólica y drogadicta que dejaba que su abusivo novio de turno la golpeara y violara frente a él por dinero, que luego ella permitiera que esos pervertidos fueran por él.
“─¡No voy a ser la puta de Kori! ¡Y tampoco soy tu puta Harper!”
Su estallido de ira por fin le hizo ver a Roy que estaba más que molesto con su propuesta. Quien se mostró sorprendido por lo que le gritó, como si no entendiera por qué pensaba que él lo veía como una puta. Para colmo Kori había entrado al cuarto alertada por el grito y diciendo, luego de que Roy le contara que le había hablado sobre su propuesta, que por qué tanto problema con que fuera su consorte si a Roy no le importaba.
Antes de que Roy abriera la boca para dejar salir otra estupidez había estrellado su puño contra su rostro rompiéndole la nariz. Y así terminó yendo al único lugar a donde el pelirrojo no lo molestaría. Su ira contra Bruce había bajado, había entendido que su muerte si le había afectado y que de nada le servía seguir culpándolo por no vengarlo, pero no se lo había dicho y sabía que Bruce lo dejaría quedarse sin problemas en la mansión si tocaba algunos botones de culpabilidad en Batman. Más aun sabiendo que ante el aniversario de la muerte de sus padres el murciélago mayor estaría más susceptible.
No esperó que a Dick se le ocurriera ir a la mansión y quedarse también. Mucho menos que se sintiera “en casa” en aquel lugar o que le agradara compartir los patrullajes con el idiota de Grayson, con Drake o hasta con Batman.
Pero como todo tiene un final ayer tuvo su golpe de realidad al pelear con Dick.
Cerró el grifo del agua pensando en que su ducha fue demasiado larga por estar recordando todo aquello.
─¡Hey… ya que rasgaste mi ropa anoche, ¿no tienes algo para que no ande desnudo?!
No era broma, lo único sano era su chaqueta de cuero.
─¿Isabel?─ se extrañó por que no recibió contestación de la mujer. Todos sus sentidos se pusieron alerta de inmediato y sin pensarlo dos veces tomó el caño de la cortina de baño, no era mucho pero servía.
Todo después de encontrar a Isabel tendida en el suelo con espuma saliendo de su boca se aceleró. Más cuando escuchó la voz del culpable del estado de la mujer.
La risa del Joker resonó en el departamento.
***
Damian sonreía mirando el traje de Robin frente a él, ahora le pertenecía. Sonría sin poder evitarlo al escuchar las quejas del idiota de Drake por la decisión de su padre.
─No es un castigo, Tim.
Vio como Batman negó cuando Drake dijo que no era justo desplazarlo de esa manera para entregarle su lugar al demonio. En otra ocasión le hubiera respondido y hasta golpeado por decirle demonio pero estaba disfrutando escuchando la discusión que tenia con su padre.
─No es justo. Sé que no debí ocultarte lo de Conner o que estuve haciendo algunas cosas por mi cuenta con mis amigos, pero…
─Te lo diré de nuevo, Tim. No es un castigo─ escuchó unos pasos de Batman y desvió su vista del traje para ver que hacían. Su padre se había acercado a Drake para posar su mano en su hombro ─Es tu equipo. Eres el Robin de ellos desde que comenzante a guiarlos. Ya no eres mi pupilo, eres mi aliado. Uno muy valioso y confiable.
Damian sintió un revoltijo en su estomago, no le gustaba que su padre fuera tan familiar con los demás.
─Aunque ustedes tendrán que enfrentar a la Liga de la Justicia─ eso llamó la atención por completo de Damian. Más al ver el pánico por un segundo en los ojos de Drake ─No pueden ocultar algo así, es grave. Wonder Girl es asunto de Diana, Bart es de Flash al igual que tu eres el mío y Conner es asunto de…
─Mío─ lo interrumpió usando un tono que nunca antes usó con Bruce ─Conner está bajo mi responsabilidad al igual que los demás y te equivocas en algo Bruce. Si no soy más Robin, si le entregaste el puesto a tu hijo entonces ya no soy tu asunto.
─Tim…
─No─ volvió a interrumpirlo y esta vez Damian pudo notar más disgusto que sorpresa en su padre ─No importa lo que la Liga decida, nosotros seguiremos siendo un equipo.
Bien, Damian jamás diría en voz alta que por primera vez le dio algo de crédito a Drake al verlo hablar de ese modo con Bruce y salir de la cueva sin importarle que Batman lo llamó para que se quedara.
Vio como su padre se comunicó a la Atalaya para convocar una reunión por lo del equipo de perdedores de Drake mientras se vestía con el traje de Robin. Pensando en las modificaciones que haría para no ser igual de simplón que Tim.
─Damian─ bien, ahora venia su turno. Solo esperaba que no lo regañara al igual que a Drake, todavía no le había remarcado que Dick lo encontrara en el parque con Colin, quien le había dado un obsequio que no le mostró a nadie de la casa. Aunque lo verían tarde o temprano ─Solo te pediré tres cosas: mantén tu cuerpo y mente sanos, sobresale en tus estudios y escúchame cuando te hable.
─Bien.
─Y que te quede claro desde ahora que no saldrás a patrullar tu solo, no te manejas por tu cuenta aun y no vuelvas a escaparte de la escuela─ Su discurso fue más corto con él, Damian asintió colocándose el antifaz correctamente. Desde ahora sería Robin ─Confío en ti Damian.