El plan inicial era entrar y deshacerse de esos pervertidos, sin excepción alguna, pero al escuchar que estaban solo de paso y que sus intenciones eran trasladar la mercancía hacia donde estaban los jefes pensó que lo mejor era infiltrase para llegar a esos tipos y acabar con las cabecillas de esta organización de pervertidos sin escrúpulos.
No fue difícil ser secuestrado por esos delincuentes, caminar por esa zona a mitad de la noche con ropas sucias ya era indicio de que era solo un niño más de la calle y gracias a su apariencia, que no era nada agradable para él en ese momento ya que lo llamaron “niño bonito” “princesa” y “el niño de la piel de porcelana” terminó por llamarles la atención y siendo parte de la mercancía.
Lo que no esperaba era que luego de sacarlo de las calles y llevarlo a ese local junto con otros dos niños de Gotham fuera despojado de toda prenda y ser golpeado con aquel frio chorro de agua que le heló hasta los huesos. Sabia para que lo querían esos pervertidos, pero eso no le quitaba el asco al ver sus miradas.
El único alivio fue que los que lo mantenían capturados dijeron que ellos eran mercancía fresca como le gustaba al jefe y que no debían de ser tocados. Bien, eso significaba que no mandaría su misión al diablo antes de tiempo porque uno de esos hombres quisiera sobrepasarse con él. Podría aguantar sus miradas y comentarios obscenos, de los cuales algunos para su mal humor no entendía del todo.
Analizó a cada uno de esos hombres y los posibles objetos que podía usar como armas, ya que las suyas obviamente no las traía consigo a la hora de ser secuestrado. Sintió un mal presentimiento al darse cuenta por fin que esos pervertidos no eran nada descuidados.
Damian sabía que estaba en problemas cuando los guardias lo dejaron en aquella bodega junto con esos niños llorones, pero ya no podía dar marcha atrás. Él iba a demostrarle a su padre que era mejor que Drake.
─No te ves asustado─ escuchó a uno de los niños decir, pero lo ignoró. Tenía que concentrarse en el modo en que esos guardias se manejaban ─. Tampoco como alguien de la calle.
Damian miró al chico con el ceño fruncido, a parte de él ese pelirrojo era el único que no estaba llorando. Ninguno tenía ropa o algo con que cubrirse y pudo notar a que se refería ese chico. Sus costillas eran visibles y su palidez no se debía a su color de piel natural, en cambio él tenía un color de piel saludable y no había nada de grasa de más por el ejercicio diario y tampoco estaba bajo de peso.
─Mantente callado o llora junto a los otros, niño─ gruñó volviendo a concentrarse, no estaba en esa bodega desnudo y corriendo el riesgo de ser violado para hacer sociales.
La risa del chico hizo que volviera su vista, molesto y preguntándose si estaba junto a un pequeño demente. ¿Quién se puede reír en esa situación?
─Perdón, pero tú eres más pequeño que yo─ dijo encogiéndose de hombros ─¿Por qué el menor de los Wayne se está haciendo pasar por un niño callejero?
Justo cuando estaba por responderle que se callara y que estaba equivocado los guardias entraron para llevarlos.
***
Batman no tenia pistas sobre el paradero de Damian. La red que su hijo intentaba destruir no pertenecía realmente a Gotham, al parecer las nuevas organizaciones planeaban tener un punto de encuentro en su ciudad antes de trasladarse al principal punto.
No fue problema encontrar la bodega que utilizaban, pero el problema era que Damian no se encontraba ya en ese sitio. Según los que quedaron en ese lugar solo lo utilizaban para elegir cual mercancía servía y cual no, Barbara y Dick contaron quince niños rechazados para el segundo movimiento, pero que al parecer serían utilizados para los clientes menos importantes.
Eso fue lo único que sacaron de esos criminales ya que no sabían nada sobre el siguiente destino, solo que habían partido hace treinta minutos.
Batgirl se ocuparía de vigilar los movimientos en el puerto, aunque no pensaban que utilizarían ese medio para trasladarse ya que barios miembros de la policía seguía investigando ese sitio.
Mientras tanto él y Nightwing estarían en los dos puentes que conectaban a Gotham con las otras ciudades.
─¿Aun nada de Robin?─ Preguntó a Alfred ya que no tenían noticias de Tim, el cual sería de gran ayuda en la cueva para el mayordomo ya que tenia mayor conocimiento de la tecnología y podría intervenir barios medios de comunicación de forma simultánea.
─No se encuentra en Gotham, señor─ Bruce frunció el ceño, por un momento pensó en que tal vez Tim se hubiera ido con Damian, pero descartó esa posibilidad. Ellos jamás trabajarían juntos por voluntad propia ─El rastreador de su celular lo ubica en Ciudad Nacional.
¡¿Qué carajos hacia Tim en ese lugar?!
─¿Red Hood volvió?
─No, pero ubiqué a uno de los jefes de la mafia de Rusia y a otro de los bajos mundos en Star City. Ambos son reconocidos por ser parte de la red de trata de blancas y prostitución de menores─ Eso ya era algo ─Si encuentro algo más se lo comunico.
Nightwing maldijo la imprudencia de Damian mientras se dirigía a esa ciudad. El chico tenía buenas habilidades y era inteligente, pero todavía no estaba listo para salir y menos por su cuenta.
Por su parte Batman ya le había comunicado a Green Arrow que estarían en su ciudad para atrapar a esos tipos, sin decirle en realidad que iban tras Damian, y pedirle a Batgirl que se quedara a vigilar Gotham.
Ciudad Star era peligrosa de noche, pero no tenía el mismo índice de delincuencia que Gotham. Batman deseaba que un día su ciudad dejara de albergar a tantos delincuentes, pero cada vez que acababa con uno otros tres salían en su remplazo.
─¿Niños? Que gente más enferma─ dijo Green Arrow mientras veían el lugar donde estaban ubicados sus objetivos. Había desarticulado unas redes de prostitución antes, pero nunca una que involucrara niños.
─¿Cuál es el plan?─ Nightwing quiso ignorar por el momento lo que pensaba con respecto a esos tipos para no dejarse llevar y cometer errores.
─¿Acaso entrar y sacarles sus penes no es buena idea?─ Cierto, Red Hood se encontraba en el otro edificio con uno de los intercomunicadores de Batman, que había tomado sin permiso de la cueva y que los había sorprendido al encontrarlos. Nightwing solo esperaba que la poca estabilidad de Jason durara toda la noche.
─Red Hood, te quedas a vigilar que nadie entre o salga─ dijo Batman al ubicar los puntos ciegos de la vigilancia. Era hora de entrar.
***
Unas cadenas y un caño con una punta que haría más que un simple rasguño en un rincón… era lo único que podía utilizar contra los guardias. Ya los tenía detrás de él para cuando se dignaran a venir por ellos. Bien, podía hacerlo.
─Deberías colocarte detrás de los demás─ escuchó a aquel niño, pero lo ignoró. Si sus cálculos no fallaban uno de esos tipos entraría a verificarlos en cualquier momento ─Eres bajito y lindo, serás el primero en ser llevado.
Tenía razón, bien podría dejarse llevar hacia ese jefe y encargarse de ese tipo para luego hacer lo mismo con los demás.
─No soy enano─ le contestó al darse cuenta de que lo había llamado “bajito” ─, tengo la altura correspondiente a mi edad.
─Pero sigues siendo lindo─ siguió el chico y Damian tuvo el impulso de golpearlo, pero la puerta abriendo paso a dos guardias lo hicieron poner alerta y seguir su plan.
Acabaría con ellos y luego seguiría su camino hasta dar con todos los jefes.
─Nos pidió a dos de los más lindos─ dijo uno con una gran cicatriz en la cara antes de apuntar a Damian con su mano, de la cual le faltaban dos dedos ─La princesita de ojos azules y…
Los ojos del tipo casi se salen de él cuando de improviso recibió un golpe con aquel caño afilado en su entrepierna, que de inmediato comenzó a sangrar de manera excesiva. Su compañero de inmediato sacó su arma para dispararle al mocoso que se había a atrevido a hacer eso, pero disparó al aire cuando las cadenas golpearon su rostro.
Damian maldijo antes de golpear con el tubo al brazo de ese tipo para que soltara el arma y luego darle de lleno en la cabeza para que terminara de caer. El sonido del disparo solo atraería a los demás guardias.
Sin perder más tiempo le sacó la camiseta a uno de los hombres inconscientes y se la colocó, parecía un maldito vestido. También tomó una de las armas, un celular y el caño.
─Llamen a la policía─ les dijo a los niños que al parecer no tenían límite de lágrimas luego de lanzarles el celular. Sabía que tardarían en localizar el lugar porque ellos no tenían la dirección, pero seguramente con la señal de ese teléfono esos inútiles podían hacer algo.
Al salir de esa bodega divisó una escalera que lo llevaría hacia el primer piso, donde seguro estaban esos pervertidos. Le parecía raro que no hubieran bajado a ver porque los guardias no habían llevado a los dos niños que debían de llevar y cuando escuchó los disparos y los gritos confirmo sus sospechas.
Estaba por subir las escaleras cuando escuchó un disparo detrás de él.
***
Rápidos y certeros, los tres habían causado un caos en ese local y viendo que la situación ya estaba controlada Batman se dignó a buscar a los niños, los cuales según uno de los de seguridad estaban en el sótano.
Tuvo que derribar la puerta ya que se encontraba cerrada con llave. Al bajar las escaleras se encontró con Damian y otro niño vestidos con unas camisetas que les llegan a las rodillas discutiendo junto al cuerpo, tal vez muerto, de un hombre.
─¡Es Batman!─ Gritó el pelirrojo llamando la atención de su hijo, el que lo miró sorprendido y luego frunció el ceño.
─¿Están bien?─ Preguntó aguantando las ganas de verificar a Damian y gritarle por lo que hizo. Los dos asintieron con la cabeza ─ ¿Dónde están los demás niños?
Para cuando la policía llegó todos los del local se encontraban inconscientes o amarrados para que no escaparan. Red Hood se había encargado de unos pares que intentaron escapar y luego se largo sin decir nada. Nightwing por su parte estaba aguantando las inmensas ganas de gritarle a Damian porque el niño pelirrojo se negó a esperar a la policía diciendo que no podía quedarse y debía volver a Gotham, quedándose junto a menor de los Wayne.
Algunos miembros de la prensa rondaban la escena.
Batman observaba desde las sombras junto a Green Arrow como la policía se encargaba de los niños. Estaba inquieto aun por la posibilidad que rondaba en su mente de no haber llegado a tiempo y que algo le hubiera podido suceder a su hijo.
─No sabía que tu hijo era uno de los niños que tenían─ dijo como quien quiere la cosa Oliver a lo que no recibió respuesta ─Espero que se encuentre bien.
─Lo está─ contestó antes de quedar satisfecho con que los niños serian atendidos ─Gracias por el apoyo, si necesitas algo…
─Bueno─ lo interrumpió al ver que se estaba yendo, cuando Batman lo miró decidió seguir hablando antes de arrepentirse ─, me debes una reunión. La última vez te dormiste.
Bruce no recordaba haberse dormido durante ninguna reunión con Oliver y al parecer fue notable ya que Green Arrow se rió, llamando su atención porque esa era una risa nerviosa.
─¿Tu mayordomo no te lo contó? Fue después de aquella fiesta, fui a la mansión y no estabas en las mejores condiciones─ dijo rápidamente lo ultimo y omitiendo un detalle importante.
─Mi secretaria se comunicara para darte una cita entonces─ dijo restándole importancia el murciélago a lo que escuchó y marchándose. No tenia cabeza para hacer sociales con Oliver, quería volver de inmediato a Gotham y despejarse antes de ver a Damian.
Ya estaba amaneciendo cuando volvió a la cueva, donde Alfred o esperaba despierto.
─Todos los jóvenes están en sus respectivos cuartos, menos la señorita Cassandra que se encuentra con la señorita Barbara en su casa y el joven Timothy.
─Ve a dormir Alfred─ le dijo mientras se sacaba su traje y se pasaba la mano por el cuello, estaba más que contracturado ─Gracias por todo, pero ve a descansar. Nadie va a necesitar que prepares el desayuno, nosotros podemos hacerlo.
─Me encantaría que usted siguiera sus propios consejos─ dijo antes de caminar hacia la salida ─Y me gustaría verlos hacer algo en la cocina.
Bruce se rió por el ultimo comentario. Nunca fue bueno en la cocina y jamás se interesó en aprender en realidad.
No tardó mucho en entrar a la mansión e ir a su cuarto, necesitaba un baño para aliviar la tensión de los músculos que más que estar así por las corridas y peleas lo estaban por los nervios que el menor de los chicos le causó y no solo eso, todavía no sabía que carajos hacia Tim en Ciudad Nacional, donde tenía entendido que encontraba Kara, la prima de Superman…
<<Maldita sea…>>
Había conseguido no pensar en Clark durante toda la tarde y noche para ahora recordarlo. Molesto por volver a sentir esa puntada en el pecho al recordar su estúpido rostro salió de la ducha secándose mientras se dirigía a su cama.
Ni se molestó en secarse bien el cabello o ponerse prenda alguna. Quería dormir al menos dos horas para descansar su mente y lo hubiera hecho si no fuera porque notó que el ventanal de su cuarto estaba abierto y que justamente al que no quería ver ni en sueños se encontraba parado ya dentro de su cuarto.
─¿Qué carajos haces aquí Clark?
*** Extra─ Jóvenes Wayne***
Damian se movía inquieto en su cama y maldecía por dentro el descuido de no haber verificado bien si no había otro guardia en aquella bodega. Estaba tan apurado por subir que cometió el error de un novato cualquiera. Si no fuera por el niño escuálido hubiera muerto.
El pelirrojo le había disparado a ese hombre por el cual no se quedaron a verificar si había muerto o no, no que eso le quitara el sueño, pero estaba consciente del temblor en las manos de…
Ni siquiera le había preguntado su nombre.
Suspiró resignado a no poder dormir y pensando en que para bien o para mal le debía la vida a ese mocoso que se había atrevido a llamarlo bajito y lindo.
¡Lindo! ¡Él no era lindo! No pensaba que era feo, en absoluto, pero decirle a otro niño de esa manera era… era raro y no quería ni pensar en eso. Solo quería encontrarlo para agradecerle como se debía y luego seguir cada uno por su lado.
***
Dick no podía dormir, todavía sentía la vena de su frente pulsando por no haber gritado todo lo que quería decirle a Damian por asustarlo así y porque presentía que Tim estaba en algo que lo metería en problemas.
Molesto por no lograr calmar su mente se levantó con la intención de ir a la cocina. Seguro que Alfred mantenía algún postre o galletas para engullirse. Las luces de la casa estaban apagadas, algo que odiaba cuando se quedaba en la mansión.
Sabía que era estúpido, pero no podía evitar recordar aquellas películas de terror. La mente era su peor enemiga.
Al llegar a la cocina sin tropezar por las escaleras o con algún mueble prendió las luces y sintió como casi su alma abandona su cuerpo al encontrarse con que alguien ya le había ganado a su intención de asaltar la cocina.
─¡Maldita sea, Jason!─ gritó llevándose la mano al pecho mientras el otro seguía devorando el tarro de galletas, el contenedor donde seguro antes había unas rebanadas de pastel de chocolate tampoco paso desapercibido ante Dick ─¿Qué haces comiendo en medio de la oscuridad?
Por su parte Jason solo tomó las galletas y luego de sacar una de las botellas de leche de la heladera salió de la cocina todavía masticando.
─¡Hey!─ lo llamó Dick un poco indeciso de si era buena idea o no y Jason dejó de caminar quedando en el marco de la puerta ─. Hace mucho que no sé nada de ti y bueno, si tienes algún problema o algo solo…
Jason bufó antes de seguir su camino.
─Tu no cambias─ dijo y escuchó apenas algo que Dick murmuró antes de subir las escaleras y entrar a su cuarto. Todavía le daba un poco de impresión que siguiera igual a cuando lo dejó y era un tanto incomodo estar en la mansión, las cosas habían cambiado y aun así sentía algo familiar en este sitio.
No era como si planeara volver y quedarse mucho tiempo, solo necesitaba estar lejos del idiota de Roy y sabía que en ninguno otro sitio mantendría alejado a ese pelirrojo. No quería llegar al extremo de dispararle para que entendiera que no lo quería cerca, así que había decidido estar en el único lugar donde Arsenal no se animaría a irrumpir.
La casa de Batman.