─¡Por lo menos no fui yo a quien su madre intentó matar, pequeño diablo!─ El grito inconfundible de Tim fue escuchado por Bruce que, luego de no haber dormido ni una hora por la noche, ya estaba de muy mal humor y sintiendo esa punzada de dolor en la sien.
No le hacía falta terminar de bajar las escaleras para saber que Damian, después de casi un año de hostigamiento hacia Drake, había logrado que el adolescente explotara.
Bruce todavía no podía creer que Talia había logrado drogarlo y, peor aún, embarazarse y luego de desaparecer por diez años enviarle a un niño para luego idear un ataque en su contra que casi le causa la muerte a su propio hijo.
“Te dije que esa perra no me gustaba”
Selina le había advertido sobre esa mujer, pero igualmente tomando todas las precauciones que tomo como Batman al meterse con la hija de R’as no pudo leer realmente a Talia. Realmente pensó que ella era una víctima de su padre.
─Basta─ dijo al llegar al lugar donde los chicos se encontraban peleando ya físicamente.
Damian estaba ahorcando a Tim con un cinto, al escuchar la orden de su padre saltó casi como si se alejara de fuego. Drake por su parte comenzó a toser mientras intentaba ponerse de pie con una ira emanando en sus ojos, Bruce pensó que comenzaría con la pelea nuevamente.
─El comenzó─ dijo entrecortadamente mientras intentaba volver a su respiración regular ─¡El demonio quiso matarme, está loco como su madre!
─No me importa quien empezó esta escena─ la mirada fría de Bruce hizo que el mayor agachara la cabeza sobándose el cuello y el menor cerrara la boca, aunque se notaba que quería echársele nuevamente a Tim por hablar así de su madre.
El suspiro pesado de Alfred también se hizo presente, sin mirarlo ya podía saber que en su rostro reflejaba un reproche por no arreglar este asunto o el distanciamiento con Dick… o el asunto con Jason.
El desayuno fue rápido, tensó y ninguno de los presente estaba más a gusto que otro. Los chicos salieron cada uno por su lado, Tim tomando una motocicleta y Damian subiendo al auto con el que Alfred lo trasladaría, quien por cierto antes de ir le propinó esa mirada que utilizaba desde que recordaba para decirle que estaba cometiendo un error.
En la empresa no le fue mejor que en la mansión. Durante una reunión con una potencial empresa con la cual invertir se quedó dormido, por primera vez en mucho tiempo no fingió el dormirse durante una de esas tediosas reuniones.
─Señor Wayne, ¿no le pareció interesante la reunión?─ sonrió de lado Fox al negar con la cabeza, por su lado Bruce se encontraba leyendo los contratos, papeles y más papeles.
No era como si siempre lo hubiera disfrutado, nadie se siente feliz leyendo y releyendo pilas de papeles, pero había prestado mucha atención y hoy no lo estaba logrando. Tal vez si no había una llamada no saldría a patrullar, no con su mente tan dispersa.
De todos modos Batgirl había vuelto a patrullar hace unos meses, luego de haber logrado poder caminar nuevamente pasó meses intensos de terapia para volver a ser quien era. Una mujer admirable. No le gustaba el que ella se haya empecinado en patrullar sola, pero se mantenía comunicada durante sus vigilancias.
<<La liga de la justicia>>
Maldijo mentalmente al recordar la reunión en Atalaya. Definitivamente no iba a tener un buen día. Dando un suspiro logró que Fox frunciera el ceño al darse cuenta que Bruce no estaba haciendo una de sus actuaciones.
Se retiró temprano de la empresa, no era como si tuviera la reputación de responsable sobre sus hombros. A nadie le extrañaba no verlo aparecer por días en ese lugar o que al asistir a las reuniones se durmiera.
Apenas y pasaba la hora del almuerzo cuando llegó a la mansión. Sabía que Alfred le dejaba comida preparada por si se le ocurría almorzar en casa, pero en vez de ir a alimentarse fue directo a la Baticueva. Al terminar de vestirse rápidamente pidió que lo teletransportaran a Atalaya.
Dos reuniones en el mismo día y no lograba concentrarse en esta tampoco, no podía evitar sentir sus parpados pesados o los pensamientos de que con la vuelta Dick inevitablemente se tocaría el tema de Jason, su peor derrota.
El chico había muerto gracias a que el no fue lo demasiado rápido y astuto. El Joker lo había torturado hasta la muerte, para luego de seis años volver como Red Hood. Un justiciero sin límites, con mucho resentimiento y deseos de venganza.
Otra derrota a su lista y vinculada con Jason. Batman, sin saber quién era realmente, luchó contra aquel individuo y perdió la pelea, pero irónicamente, logró salvar al Joker. Y cuando el chico se descubrió el rostro, esa fue otra derrota. Rovin había sido revivido y él solo se había resignado a la perdida sin buscar otra opción, sabía que con la falta del cuerpo él debía insistir, pero no y eso le había costado a su pupilo el terminar en las manos de Talia…
─Batman─ la voz de Superman resonó en sus oídos como un eco haciendo que saliera de sus pensamientos. Vio hacia esos ojos azules que lo miraban con incertidumbre, él nunca se distraía en una reunión. No Batman.
─¿Se encuentra todo en orden?─ La mujer maravilla fue la que habló ahora preocupada y de inmediato los demás también lo hicieron esperando alguna respuesta.
─Todo en orden, Diana─ dijo con aquella voz gélida y sin demostrar que estaba incomodo por el comportamiento que estaba teniendo este día ─No tengo nada que reportar.
Cuando Clark ladeo el rostro y frunció el ceño supo que no le habían hecho aquella pregunta. Maldijo por haberse perdido en sus pensamientos.
─En realidad… te preguntábamos sobre los ajustes de las copias de seguridad─ dijo tranquilamente sin dejar de fruncir el ceño, haciendo que Batman sin poder evitarlo apretara el puño al darse cuenta de lo que estaba haciendo.
Lo estaba escañando con su visión de rayos x. No era la primera vez que lo encontraba haciéndolo, pero no por eso significaba que se acostumbrara. No le gustaba sentirse inferior y de por si era difícil al estar rodeado de los mejores superhéroes del planeta, siendo el único humano sin poderes.
Soy Batman se repetía internamente. Él había derrotado villanos, incontables delincuentes, alienígenas, robots y hasta cosas que podían catalogarse más como monstros… no era débil.
─Bueno, supongo que la reunión se da por terminada─ proclamó Superman haciendo que se diera cuenta que por segunda vez había pasado de la pregunta.
Apretando la mandíbula fuertemente se levantó y sin decir nada salió para la sala que tenía el teletransportador, comenzó a ingresar las coordenadas cuando escuchó la puerta abrirse y unos pasos acercarse.
─¿Qué quieres?─ dijo de mala gana sin ocultar su molestia y sorprendiendo al super hombre que alzó las cejas.
─Quería asegurarme que todo está bien─ se encogió de hombros mientras seguía acercándose haciendo que la cólera en Batman subiera involuntariamente. Clark estaba intentando parecer menos “él”, menos super para no incomodarlo ─Noté que tus pulsaciones en un momento de la reunión subieron, ¿tienes algún problema?
─Ser un hombre conlleva tener problemas, Kal-El─ contestó al terminar de escribir las coordenadas. Sabía que no debía molestar a Clark con ese asunto nuevamente, ya habían tenido esa discusión al conocerse.
Superman, para la suerte de todos, era el ser más humano del planeta.
─¿Puedo ayudarte?─ siguió insistiendo haciendo que esa alerta en la mente de Bruce se prendiera, no tenía que dejar que ese hombre se acercara más de lo ya se había acercado a Batman.
─Puedo con mis asuntos─ dijo al colocarse en el sintió exacto de la maquina ─y si no pudiera con ellos, ¿Qué te hace pensar que te pediría ayuda a ti?
─Parte de ser tu amigo conlleva a ayudar cuando tienes problemas─ contestó sonriendo antes de que se desvaneciera y apareciera la baticueva a su alrededor. Solo y con un pinchazo en su pecho por lo que ese intento de hombre acababa de decirle.
Se despojó de su traje de Batman con rabia. Clark podía ver a través de la máscara. Ver al hombre, el humano, el débil al que tiene que proteger.
─Amo Bruce, el joven Grayson llegó hace unos momentos. Se encuentra descansando en su antiguo cuarto hasta la cena, la señorita Barbara llamó hace unos omentos para avisar que la joven Cassandra está volviendo a la mansión en este instante y los jóvenes Tim y Damian se encuentran haciendo sus respectivos deberes─ informó acercándole una muda de ropa, la cual eran para hacer ejercicio ─Será mejor que descargue energías antes de la cena.
Sutil, pero perspicaz recuerdo de que lo pero se avecinaba y que debía estar en todas sus funciones para tratar con todo eso como la cabeza de la familia y de equipo.
Hace tiempo que no se ejercitaba solo, desde hace tiempo siempre tuvo a uno de los chicos para entrenar. Enseñarles, guiarles… y es ahí donde también falló.
Jason Tood la persona con la cual falló de múltiples maneras. Pero una de las derrotas que más le dolía fue el no haber cumplido como padre para ese joven.
Porque con Dick no tuvo ese problema, ese chico no buscaba en el más que un guía para no morir en las calles mientras buscaba venganza, un compañero cuando maduró y dejó de odiar para volverse en un protector y un amigo ahora de adulto. Cassandra aceptó ser adoptada, pero aunque logró adaptarse a la familia en realidad no ve en Bruce más que un mentor y en Barbara una amiga. Tim no buscaba un padre, pero si un vinculo familiar cosa que le costó ofrecerle y con el tiempo logró adaptarse… y luego apareció Damian, un hijo biológico, uno que buscaba su protección y que obviamente no negó, pero que luego de casi un año aun no lograron entablar algún lazo más que el de mentón y alumno.
El fallarle a Jason era algo que tenia presente cada vez que veía a su hijo y notaba esa mirada disimulada de querer fraternizar con él.
Pero Jason Tood no volvería a ser un Wayne, lo había dejado claro en la última pelea que tuvieron. Ya no se disputarían el territorio de Gotham o crearía más altercados entre ellos, pero tampoco quería volver a verlo.
Y no quería arruinarlo con Damian también. Ni como Bruce o como Batman. Ya casi lo había perdido una vez, a los pocos meses de haber aparecido en su vida, cuando Talia lo atacó y de paso lo hizo también con su hijo. No pudo detenerla, ella escapó.
Talia.
La mujer que había revivido a Jason para convertirlo en una máquina de matar, que hizo lo mismo con Damian y que lo drogó a él, a Batman. Una mujer que aparentaba ser simple y sin intención alguna de hacer un mal se las había ingeniado para causarle grandes golpes a Batman.
─Padre─ saludó Damian cuando se sentó en la mesa y casi como si esa fuera la señal para los otros el acercarse comenzaron a venir a la mesa para saludarlo con un “Bruce” y asentimiento de cabeza en el caso de Cassandra. La forma distante con la que Dick lo saludo logró que su estomago se revolviera y su apetito no se hiciera presente, a pesar que una taza de café fue su sustento durante todo el día.
Alfred sirvió la cena y al escuchar el teléfono de la casa sonar se fue a atender. Ni siquiera se fijo en lo que les había servido, solo observaba a los que estaban sentados en su mesa, cenando y mandando cada ola de tensión en el lugar. Estaba por terminar con ese silencio, él debía comenzar a entablar la conversación con un distanciado Dick, con un Tim sintiéndose amenazado por Damian, su hijo que intentaba a toda costa deshacerse de la competencia.
─Amo Bruce─ lo interrumpió Alfred justo cuando estaba por llamarles la atención a los jóvenes ─. El joven…
─¡Cena familiar y no me invitaron!─ Se escuchó la voz del único faltante de su familia.
─¿Jason?─ Dijo escépticamente Dick al ver como el chico en cuestión se sentaba al otro extremo de la mesa.
─Deberías mejorar la seguridad, ¿o es que eso te cagaría las visitas de la gata?─ sonrió dejando un arma sobre la mesa para luego servirse los espaguetis y mirar al resto sin inmutarse por la fría mirada de Bruce porque, omitiendo el hecho de aparecer sin anunciar luego de tanto tiempo, dejaba esa arma en su mesa.
Jason sabia que el odiaba esas cosas, las prohibía y que la anterior noche fue el aniversario de la muerte de sus padres… lo sabía y eso significaba que aun quería castigarlo por no salvarlo.
Esa cena familiar dejaría más que un mal momento para todos.
***
Mientras tanto…
Desde el cielo nocturno Superman se encontraba vigilando la mansión Wayne, agradeció el seguir sus instintos al ver que Red Hood había ingresado a la casa de Bruce. Él solo pensaba ir y echarle un vistazo a su amigo, quien últimamente se mostraba más distante de lo normal y que hoy había encendido sus alarmas al mostrarse distraído.
Por el momento solo observaría, no quería entrometerse más de lo debido a sabiendas que a Batman no le agradaría ni un poco su presencia en su territorio.