B L A C K P A R A D I S E
((2Jun – JunSeung – KiSeung – DongSeob))
I
BROKEN
El altar adornado con crisantemos blancos ubicado al fondo de la habitación era custodiado por dos hombres vestidos con elegantes trajes negros, que esperaban fuera de la sala. Mientras que dentro de ella, Suk Jin intentaba con todas sus fuerzas no cometer un homicidio.
-Aún no lo hemos encontrado, jefe.
-Lee…-susurró Suk-. Creo haberte dicho que si volvías sin él, te mataría.
-Pe…pero jefe, lo he buscado por todos lados.
-Chico - El hombre mayor colocó sus grandes manos sobre los hombros del joven, apretándolos con la fuerza suficiente como para lastimarlos. - Más te vale traerlo antes de una hora sino quieres que mañana estemos celebrando tu funeral también.
El muchacho salió de la habitación, completamente pálido. Sabía que si no cumplía con la orden, la amenaza se haría realidad.
Suk Jin frotó su entrecejo intentando calmar su tensión. Odiaba a ese mocoso, realmente esperaba deshacerse de él lo antes posible, para su mala suerte lo necesitaba vivo, al menos hasta que se hiciera cargo de los negocios que dejó pendiente su difunto padre. Después de eso ya se las arreglaría para asesinarlo y quedarse con la fortuna del viejo líder.
-Yong, ¿cuánto tiempo más debo soportar a tu estúpido hijo? –Preguntó en voz alta dirigiéndose a la fotografía del altar como si esperara que ésta le diera una respuesta.
…0o0…
Luces de distintos colores iluminaban las principales avenidas de Seúl, el bullicio nocturno propio de una ciudad como esa, era acallado por los gruesos cristales del establecimiento. El tintineo de los vasos que chocaban entre si y la voz de Jim Morrison cantando Roadhouse Blues ambientaban el lugar.
En la barra, Junhyung ordenaba otro whiskey, el barman dudó por un momento pero la mirada fría lo hizo tomar una pronta decisión y sin más deslizó el trago por la superficie. Seguramente el tipo esa noche se estaba bebiendo lo que bebería en toda su vida, sólo esperaba que no fuera uno de esos borrachos problemáticos.
Cuando el vaso se encontró con la mano de Jun, éste sonrió con amargura, él no era de los que bebían demasiado, pero tenía una razón que lo valía. Llegar a la casa del que ha sido tu novio durante los últimos cuatro años y encontrarlo en la cama con tu mejor amigo, lo vale ¿o no?
Sin embargo, lo peor fue que Hyun Seung ni siquiera se preocupó en ofrecerle una explicación, en su expresión no había ni una chispa de arrepentimiento y en la de Gikwang tampoco, eso hizo que su corazón se estrellara contra el suelo.
En su móvil había cerca de cincuenta llamadas perdidas, cuarenta y cinco de Seung Ri y las restantes de Suk Jin, podría haberlo apagado y evitarse las molestias, pero conservaba la esperanza de recibir una llamada de su ahora ex-novio.
“Junhyung, sabes que debes hacerlo ¿cierto? mi vida está en tus manos. Seung RI”
Chistó con molestia luego de leer el mensaje, asistir a los funerales de su padre era lo que menos le interesaba en esos momentos.
…0o0…
-Dongwoonie~~ compra rosquillas para tu hyeong, como en américa.
-Hyeong, eso sólo pasa en las películas.
-No me interesa, ¡compra rosquillas!
Dongwoon sonrió contento, jamás entendería cómo ese hombre que era un par de años mayor que él se comportaba igual que un niño malcriado, incluso aun usando su uniforme de policía.
Du Jun miró por la ventanilla de la patrulla, mientras pensaba lo tranquila que avanzaba la noche, fue entonces cuando algo llamó su atención. Un lujoso carro negro se estacionó frente al bar que se ubicaba a unos metros de dónde ellos estaban estacionados, un joven de no más de 25 años bajó de él y corrió al interior del lugar, minutos más tarde con dificultad llevaba a otro muchacho, se veía bastante ebrio y ni siquiera lograba mantenerse de pie por sí solo.
-Dongwoon-ah…
-¿Sí, hyeong?
-Siempre debes ser un buen chico, no bebas, eso no se ve bien ¿entiendes? –Dongwoon asintió un poco confundido por el comentario de su compañero, sobre todo porque él no fue testigo de la escena que presencio Du Jun-. Estos jóvenes de ahora…
-Hablas como si fueras un anciano, Doojoonie…
…0o0…
Eso se sentía bastante agradable, las frías manos de Hyun Seung estaban cálidas y no tan delgadas como antes, en realidad se sentían un poco ásperas. Su cabello también era distinto, un color y corte nuevo, el tono de su piel…Ese no era Hyunseung. Entonces, ¿por qué lo abrazaba? ¿Por qué no lograba reconocer el rostro de ese hombre misterioso?
-Jun, Jun… -Seung Ri intentó por quinta vez despertar a Junhyung, pero simplemente no reaccionaba-. Mierda Junhyung, necesitas entrar…
Faltaban sólo quince minutos para que el plazo dado por Suk Jin llegara a su fin, sin más remedio, Seung Ri bajó del automóvil y se dirigió a la lujosa mansión.
Minutos más tarde, el profundo silencio del interior del automóvil logró que el muchacho despertara, con lentitud, Junhyung abrió sus ojos para encontrarse con el techo afelpado del carro. La cabeza le dolía tanto que no le extrañaría si de un momento a otro explotaba. En ese momento como un flash, la imagen del hombre desconocido llegó a su mente. Ahora soñaba con extraños, <> reconoció el auto en seguida, lo que significaba sólo algo, estaba en esa maldita casa. El dolor de cabeza aumentó cuando pensó que ahora debía bajar y cumplir con esa estúpida ceremonia.
Odiaba tener que arrodillarse ante el cuerpo de ese hombre que le destruyó la vida de todas las maneras posibles y fingir el respeto que no sentía. Abrió la puerta y salió del coche.
Pudo sentir como se clavaban sobre él las miradas de los trabajadores de su padre, sentía esa aura negativa que siempre caracterizó a la mansión desde la muerte de su madre, sonrió con nostalgia al recordar que eso era lo único que había valido la pena en todos esos años, su infancia fue feliz gracias a aquella noble mujer que siempre hizo lo que estaba a su alcance para que su hijo no sufriera con la vida que llevaba su padre. Lamentablemente todo acabo después de que ella falleciera.
Todo estaba tan claro en su memoria que el dolor se instaló en cada centímetro de su piel, igual que cuando tenía doce años.
Con pasos lentos siguió avanzando por el estrecho camino de concreto que era rodeado por césped perfectamente podado, sólo una lágrima cayó de su ojo izquierdo dejando una marquita en la playera negra que llevaba puesta en ese momento. No sabría decir si era una lágrima de tristeza por pensar en su madre o de alegría por saber que su infierno había terminado.
Cuando llegó a la entrada principal, los sujetos que se encargaban de la seguridad hicieron una reverencia para después permitirle el acceso. Como el único heredero las responsabilidades del grupo caían sobre él y por tanto también las atenciones. Ahora todo el mundo lo respetaría.
Al escuchar el cerrar de las puertas a sus espaldas, una sensación desconocida recorrió su cuerpo, no tenía las palabras exactas para definirlo, pero era como si una parte de él hubiese quedado suspendida en otro lugar.
…0o0…
-No, no por favor. –Suplicaba un hombre que llevaba el rostro cubierto.
-Debiste pensar que este sería tu final, antes de traicionar al jefe.
-¡De verdad, haré lo que sea! ¡Pero por favor!
Junhyung negó con la cabeza, demasiado ruido y pocas acciones.
-Seungri, no te pago para que tengas una conversación con este tipo.
-Lo siento, señor. –Seungri tomó su revólver y lo colocó en la sien del hombre encapuchado, jaló el gatillo y segundos después el cuerpo sin vida de Suk Jin cayó a los pies de Junhyung.
Silencio.
-Espero que esto les recuerde quién es el que manda aquí, he sido compasivo hasta ahora, pero eso se acabó, no hay segundas oportunidades, los que estén dispuestos a obedecer mis órdenes son bienvenidos, si alguno no está conforme con eso, puede venir aquí y decírmelo, pero si alguien va por ahí hablando a mis espaldas, le juro que el infierno será una broma a lado de lo que tendrán de mí. –La bodega seguía en silencio-. Bien señores, supongo que ahora tenemos un acuerdo. –Después de decir aquellas palabras, Junhyung se dirigió a la salida seguido por Seungri.
A las afueras se encontraba estacionado el Jeep de Junhyung y el automóvil que era manejado por Seungri, cada uno abordó su vehículo y se alejaron de la bodega.
En el interior del auto, Junhyung pensaba en su patética vida, estaba solo. Completamente solo, es verdad que nunca se confió de Suk Jin, sin embargo esperaba que éste se conformara con los millones que le pagaba por hacer prácticamente nada, pero al parecer su ambición era mayor que su gratitud, fue una idea estúpida usar un truco tan barato y poco efectivo para intentar asesinarlo.
¿Envenenamiento?
Para ser el colaborador principal de uno de los jefes más importantes de la mafia coreana aquello resultaba bastante increíble.
Cada vez estaba más convencido, no confiaría en nadie jamás, el hombre que amaba lo traicionó con su único y supuesto mejor amigo, su padre lo utilizaba de las maneras más ruines para cumplir sus objetivos y ahora su socio pretendía asesinarlo para apoderarse del clan.
Seungri era el único que parecía estar con él sinceramente, pero no dejaría que se burlaran de él otra vez.
Antes de encender el motor, Junhyung observó la hora en su elegante reloj de oro el cual indicaba que eran las 12:30 justo tenía el tiempo preciso para llegar a su reunión con los nuevos socios.
Un último suspiro antes de introducir la llave del jeep en el switch para hacerlo arrancar. Tenía la buena costumbre de conducir a una velocidad moderada, echó un vistazo por el retrovisor para asegurarse de que el Camaro de Seungri viniera detrás de él, era una lástima para el pobre muchacho que no pudiera correr su precioso carro deportivo cuando cuidaba las espaldas de su jefe.
El trayecto se convirtió en un túnel de reflexión. Ese día se cumplían dos años de la muerte de su padre, aunque sinceramente él no recordaba la fecha por tan irrelevante suceso, sino más bien porque ese día se cumplían dos años de haber descubierto a la única persona que realmente le importaba entre los brazos de otro hombre.
Estaba dispuesto a darte todo.
El tiempo siguió su curso sin que llegara la tan ansiada explicación de Hyunseung, después de esa tarde no tuvo más noticias de él. Al menos no que escuchara de su propia boca, pero cierta vez Seungri le informó que no la pasaba bien, supuso entonces que el amor le era suficiente para vivir.
Qué insignificante había sido su existencia para Hyunseung que ni siquiera lo buscaba por interés.
-Eres realmente patético Junhyung. –Se dijo con ironía.
Luego de quince minutos de camino llegó al bar que había inaugurado no hacía mucho tiempo y fue directo a su privado. Siempre acompañado de su fiel escolta.
…0o0…
-Has hecho un extraordinario trabajo, Jun. Tu padre estaría orgulloso de ti.
-Sí, supongo que sería feliz viendo como aumentan sus millones.
-Millones que ahora son tuyos, hijo.
-No es algo que realmente me interese.
-Algún día te interesará.
-No todos tenemos los mismos intereses, señor.
-En eso tienes razón, hay quienes desean el bien para los demás y estamos los que pensamos en nuestro propio bienestar. Es por eso que te necesito conmigo, como sabes me he lanzado como candidato a la presidencia del país, así que necesitaré al mejor equipo. Y eso te incluye a ti, muchacho.
-¿Qué se supone que debo hacer?
-Realmente tengo muchas ideas, pero primero quiero que limpies el camino.
-Es demasiado obvio, candidato. ¿Espera que desaparezca al otro candidato y no sospechen de usted?
-Lo sé, por eso estoy pensando en descartar esa opción. Por lo pronto deseo que le hables a tus contactos de mí, estoy seguro que más de uno querrá colaborar en mi campaña.
-Si sólo se trata de eso no hay problema, puede contar con ello.
…0o0…
-¿Joker’s Club? No lo conozco.
-Es un nuevo bar, lo abrieron hace un par de semanas. –Informó Dongwoon
-Vaya y tan pronto causando problemas. ¿Tenemos información del dueño?
-Bastante en realidad, es casi tan conocido como cualquier Idol. Su nombre es Yong Jun Hyung es un empresario exitoso, se mueve en diferentes mercados, importación y exportación de productos diversos, bienes raíces, incluso en la industria de la moda, se le conoce por su excelente gusto para vestir.
-Pareces un fan, Dongwoon.
-No es eso hyeong, sólo me gusta estar informado.
-Muy bien, me gusta que seas así, facilitas mi trabajo.
-Lo sé, hyeong, lo sé~
-Supongo entonces que debemos ir y conocer al señor Yong en persona.
Du Jun y Dongwoon abordaron el auto que funcionaba como patrulla, después de dos años de entrenamiento ambos aprobaron los exámenes necesarios para convertirse en agentes, su trabajo había pasado de hacer rondines nocturnos a perseguir a asesinos y criminales peligrosos.
Justo ahora investigaban el caso del asesinato de Hidehiko Nakamura un famoso hombre de negocios, socio de Yong Junhyung.
El lugar estaba ubicado en uno de los lugares más céntricos de Seúl, cualquier cosa que hubiese pasado ahí dentro habría sido noticia de inmediato. La tarde comenzaba a caer y con ella los jóvenes necesitados de diversión, en pocos minutos el lugar se llenó de gente y el acceso se complicó, comenzando por que el gigante de dos metros cuarenta que custodiaba la entrada no permitía que el par de agentes llegara al interior del bar.
Du Jun rascó su cabeza con impaciencia, deseando crecer a la altura del sujeto pulcramente vestido.
-¿Cuántas veces debo repetirlo? El agente Son y yo estamos aquí para ver al señor Yong.
La postura inamovible del hombre frustró al agente.
-Hyeong, no creo que esto funcione. –Susurró el más joven.
-¡Bien! Supongo que debo sacar una cita incluso si se trata de un asunto que debería interesarle a tu jefe.
-Du jun, estamos llamando la atención…-Dijo Dongwoon entre dientes.
-No me interesa Dongwoonie, tengo que ver al dueño de ¡ESTE LUGAR! –terminó gritando la última parte de la frase.
-Tal vez hay otros métodos, agente…-sugirió Dongwoon
El tono insinuante de Dongwoon convenció a Du Jun y se alejaron de la entrada, no sin que antes el mayor hiciera un gesto amenazante al hombre de la puerta.
-Así es como se deben hacer las cosas Woonie, inspira el temor en los demás.
Dongwoon evitó reír después del comentario de su compañero, caminaron hasta el otro extremo de la calle encontrándose con la entrada trasera del bar, los depósitos de basura y algunos jóvenes en situaciones sospechosas eran la única compañía que encontraron ahí.
-¿Cómo sabías de esta entrada, niño?
-Películas americanas, hyeong.
Como se esperaba, pronto llegaron hasta el interior del Joker’s Club, el ambiente no estaba mal, la música era buena y la iluminación agradable, podías ver la cara de todos los asistentes, ese era en definitiva un punto a favor del lugar, daba a entender que no había algo que ocultar.
Du Jun se dirigió a la barra para preguntar al barman por el paradero del dueño, después de identificarse el trabajador accedió sin problemas y les brindó la información que necesitaban.
Se adentraron por un estrecho pasillo hasta encontrarse con la oficina, la cual era cuidada por Seungri.
-¿Qué tal? soy el agente Yoon Doo Joon y mi compañero es el agente Son Dong Woon, estamos buscando al señor Yong Jun Hyung, nos informaron que podíamos localizarlo aquí.
Seungri los miró con desconfianza y discretamente se movió para verificar que su revolver estaba en su lugar.
-¿Puedo preguntar cuál es el motivo de la visita?
-Estamos investigando el asesinato de Hidehiko Nakamura ¿lo conoce? –pregunto Woon mostrando una foto.
-Sí, era socio de mi jefe hasta hace unos me… -La conversación de los tres hombres fue interrumpida cuando la puerta de la oficina se abrió.
-Seungri ¿Qué es todo ese…?
Los ojos de Junhyung se cruzaron con los de Du Jun y una especie de corriente eléctrica recorrió el cuerpo del dueño del club.