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BLACK PARADISE - BEAST/B2ST por yuutadeatsushi

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B L A C K   P A R A D I S E
 
((2Jun – JunSeung – KiSeung – DongSeob))
 
 
 
 
 
 
 
 
II
 
 
 
CLOSE MY EYES
 
 
 
-Señor, los agentes desean hablar con usted. 
 
Junhyung alcanzó a escuchar el sonido de las palabras, pero estaría mintiendo si dijera que las había entendido. 
 
-¿Señor? 
 
Saliendo de su letargo, Junhyung regresó a la realidad prestando atención al chico que acompañaba al hombre que paralizó sus pensamientos. 
 
-Lo siento caballeros. 
-No se preocupe. -Se apresuró a decir Du Jun-. Espero no le moleste que hayamos llegado sin agendar una cita. 
-No es necesario, agente…
-Yoon, Yoon Doo Joon y mi compañero es el agente Son. Estamos aquí porque necesitamos hacerle unas preguntas sobre el señor Hidehiko Nakamura. 
-Supongo que deberíamos hacerlo en mi oficina y no a mitad del pasillo, ¿cierto? 
 
Junhyung abrió la puerta para que ambos agentes entraran a su privado, en el interior un escritorio de cristal negro daba un toque elegante y especial, un par de sillones de piel negra, un librero empotrado a la pared y un gran ventanal desde donde se podía observar la pista del Joker’s Club.
 
-¿Puedo ofrecerles un poco de agua o café? Supongo que no les está permitido beber alcohol en sus horas de servicio. –Luego de preguntar hizo una seña con su mano para que tomaran asiento. 
-Así es, tal vez un poco de agua. 
-Bien. –Junhyung presionó una de las teclas del intercomunicador y por la bocina, le atendió una voz femenina. 
-Dígame, señor.  
-Hyuna. ¿Puedes traer un par de botellas de agua a mi oficina por favor?
-Claro, señor. ¿Algo para usted?
-Lo de siempre. 
-En seguida. 
 
Du Jun se movió  un poco inquieto en el sillón que a decir verdad era cómodo, mucho…sin embargo estaba perdiendo demasiado tiempo, se decía a sí mismo que se trataba de una especie de estudio. Observaba los movimientos de Yong, pero en realidad lo único que deseaba era poder mirar esos preciosos labios por un rato más. Aun si no lo quería, inició con el interrogatorio. 
 
-Bien. ¿Podría decirnos cuál era exactamente su relación con el señor Nakamura?
 
Junhyung se recargó sobre el respaldo de su silla y miró fijamente los ojos negros del agente Yoon. 
 
-Socios, compartíamos la misma agencia inmobiliaria. Pero hace un par de meses me vendió sus acciones y me convertí en el único dueño. 
 
Antes que Du Jun pudiese continuar con las preguntas, la puerta del privado se abrió. Una preciosa joven con un cuerpo digno de cualquier modelo cruzó el cuarto con una charola en la que llevaba un par de botellas de agua perfectamente selladas y dos vasos limpios, junto con ellos una lata de Coca Cola. Cuando la chica colocó las botellas sobre el escritorio no perdió oportunidad de mirar al agente Dongwoon regalándole un sexy guiñó, éste se sonrojó y de inmediato alejó su mirada de la joven. 
 
-Gracias Hyuna. Puedes retirarte. –Sin decir una palabra Hyuna hizo una perfecta reverencia y salió de la oficina. –Lo siento. Continúe por favor.  –Dijo Junhyung dirigiéndose a Dujun. 
-¿Sabía que el señor Nakamura fue encontrado muerto hace tres días y que el último lugar en el que se le vio fue en su club?
-Supe de su muerte, pero no lo de mi club. Recuerdo que estuvo aquí durante la semana y puedo asegurarle que lo que sea que haya pasado no fue en este lugar. Puede disponer de mi circuito cerrado y podrá verificarlo usted mismo. 
-¿Entonces puede asegurar que la noche del asesinato usted estuvo aquí? 
-Así es, incluso puede ver la conversación que tuvimos, el club está lleno de cámaras de vigilancia, excepto mi baño privado, pero créame que no hay nada que esconder y tampoco mucho por ver, ahí dentro. 
 
Du Jun sonrió ligeramente. 
 
Por su parte Dongwoon permanecía en silencio, conocía bastante bien a su hyeong y sabía que algo estaba pasando con él, aunque no tenía muy claro qué era. Continuaría vigilándolo. 
 
-¿Hay algo más en que pueda ayudarles, caballeros?
-Por el momento es todo, pero le aconsejaría que no hiciera viajes de negocios o de cualquier tipo al extranjero. Por ser el propietario del lugar en el que se le vio por última vez a la víctima y ya que usted tenía una relación  laboral con el señor Nakamura, es sospechoso de su asesinato y cualquier situación puede ser usada contra usted. 
-Lo tengo muy claro, agente Yoon. Créame que soy el principal interesado en que esto se aclare, como debe saber mi bar acaba de ser inaugurado y una publicidad negativa no le es favorable, por eso le ofrezco de nueva cuenta las grabaciones del establecimiento. 
-Lo tendremos muy en cuenta, señor Yong. De cualquier modo supongo que nos estaremos viendo pronto. 
 
Junhyung asintió convencido de que así sería. 
Du Jun y Dongwoon se pusieron de pie y se inclinaron hacia Junhyung, el hizo lo mismo y después los acompañó hasta la puerta. Seungri los llevó hasta la entrada principal y dio indicaciones para que se les dejara pasar las veces que fueran necesarias. 
Mientras tanto Junhyung bebía de su Coca-Cola. El dulce sabor recorrió su lengua provocándole esa sensación que tanto le gustaba. Por un momento cerró sus ojos y pensó en el agente Yoon, en su rostro varonil y su voz, grave pero no áspera a diferencia de la suya. Su mirada penetrante, el color de su cabello, su piel levemente bronceada.
 
Dejó la lata sobre el escritorio y presionó ligeramente su entrepierna intentando calmar su deseo. 
 
Se sorprendió cuando se descubrió pensando en otro hombre, desde que terminó su relación con Hyunseung se había prometido no volver a involucrarse con uno. Sus necesidades sexuales podría saciarlas con cualquier mujer, no era algo que le causara mayor problema, pero creía que estar con un hombre implicaría salir lastimado una vez más. Y no estaba dispuesto a pasar por aquel dolor cuando la cicatriz que llevaba en el corazón seguía abierta.   
 
A pesar del tiempo y de los hechos, olvidar a Hyunseung no estaba dentro de sus planes, él lo esperaría, esperaría el tiempo que fuera suficiente para que el otro se diera cuenta de lo que había perdido. 
 
 
Y estaba seguro  que ese día llegaría.
 
 
 
 
 
 
  
…0o0…
 
 
 
 
 
 
-¿Y…? –Preguntó Dongwoon.
-¿Y…? Repitió Du Jun. 
-¿Qué opinión tienes sobre Yong?
-No estoy seguro, pero parece amable e inocente. 
-¿Puedes decir eso después de verlo sólo una vez? 
-Sabes que confío en mi instinto, Woonie y mi instinto me dice que él no está involucrado en esto. 
-Para serte sincero, creo que más que en tu instinto estás pensando en tus gustos personales, hyeong. 
-¿A qué te refieres? –preguntó Du Jun nervioso. 
-Lo vi todo, tus miradas, la forma en la que hablaste con él. De todo el tiempo que llevamos trabajando en esto, jamás tuviste una charla tan amena con un sospechoso. 
-Él nos atendió bien, no me sentí capaz de despreciarlo. 
-Está bien, Doo Joonie…confiaré en tu instinto.
 
Dongwoon podía ser más joven, pero era inteligente y observador. Du Jun permanecía pensativo en el asiento del copiloto, conducir no era una de sus actividades favoritas, se ponía nervioso fácilmente, era una enorme ventaja que su compañero y amigo amara el volante. 
 
¿De verdad estaba obedeciendo a sus gustos personales? Junhyung era atractivo, pero no podría asegurar que fuera su tipo, como tampoco estaba seguro de la homosexualidad de Yong, mucho menos cuando recordó a la preciosa pelirroja que llevó las botellas de agua, apostaría cualquier cosa a que esos dos tenían algo que ver.    
Definitivamente Junhyung era hetero, bastaba ver sus movimientos, su porte, su presencia. 
 
Sí, Yong Jun Hyung no era su tipo ideal, no. Pero… ¿por qué no lograba dejar de pensar en su mirada fría y penetrante? ¿Por qué tenía ese desenfrenado deseo de someterlo? Ardía por devorar esos perfectos labios, anhelaba verlos recorriendo su hombría. 
 
-Mierda… -susurró. 
-¿Decías algo hyeong?
-Sólo sigue  manejando y déjame cerca de mi departamento. –Dongwoon asintió, la voz de Du Jun tenía cierto tono de molestia. ¿Acaso lo había hecho enojar?
 
 
 
 
 
…000…
 
 
 
 
 
 
El reloj de pared marcaba las 3:00 am y el ambiente en el Joker’s club parecía aumentar Junhyung estiró sus brazos y los huesos de su espalda tronaron uno a uno liberándolo de toda la tensión que tenía encima. A como se veían las cosas, la jornada laboral terminaría hasta muy temprano por la mañana. Seungri se lo advirtió muchas veces antes de abrir el bar. No era necesario un negocio nuevo, todas las empresas y diferentes establecimientos que laboraban conforme a la ley bastaban para generarle ganancias suficientes, sin embargo, el bar era una especie de capricho para Jun, no lo hacía por tener una entrada más de dinero.  
 
Los negocios del clan eran punto y aparte. Durante su juventud jamás se interesó en ellos, pero luego de ser el responsable de todo en los últimos dos años conoció los enormes beneficios que otorga ser el jefe de uno de los grupos más importantes en la mafia Coreana. 
 
Seungri entró por la puerta de la oficina distrayendo los pensamientos de su jefe. 
 
 
-¿Señor, mañana debemos estar temprano en la mansión iremos directo o pasaremos por su departamento?
-Lo había olvidado, supongo que iré directo allá, puedes ir a descansar Seungri, yo creo que pasaré la noche aquí. 
-Puedo quedarme si lo desea. 
-No, está bien…puedes retirarte y deja de hablarme de usted cuando estamos solos. 
-A veces lo olvido, Jun. –Sonrió el guarda espaldas-. Entonces si ya no me necesitas, iré a la mansión. 
-Te veré ahí. –Seungri dio media vuelta y desapareció tras cerrarse la puerta-. Dios, si en verdad existes, no dejes que este sujeto me traicione. –Dijo Junhyung en voz alta rogando que su suplica fuese escuchada. 
 
 
Junhyung se puso de pie y se acercó hasta el ventanal para observar a los asistentes de esa noche, todo parecía marchar bien pocas veces se dejaba ver en la planta baja del establecimiento pero necesitaba despejarse y tal vez un par de tragos no le vendrían mal. 
 
Caminó hacia la salida se miró en el espejo de cuerpo completo que se ubicaba en uno de los muros de la habitación. Acomodó un poco su cabello que estaba teñido con un rubio cenizo y verificó que el cuello de la camisa negra estuviera arreglado de la manera que le gustaba. Bajó por las escaleras y fue directo a la barra. El barman limpiaba algunas copas cuando notó la presencia de su jefe y se acercó a él. 
 
 
-Sr. Yong, hacía mucho que no pasaba por aquí. 
-Sí, supongo que he estado ocupado. 
-¿Desea que le sirva algo? 
Junhyung sonrió con nostalgia, aquella conversación parecía un dejavu. –Tal vez un whiskey.-contestó. 
 
 
Los minutos pasaron y ese fue el primer whiskey de cinco, comenzaba a marearse y sus pensamientos estaban enredados, diferentes recuerdos de él con Hyunseung, las noches que pasaba a su lado y el profundo amor que depositó en él. Todo eso ahora estaba muerto. Seung se había encargado de asesinar lo bueno que tenían. 
 
-¿Me invitarías un trago?
 
Junhyung levantó la mirada para encontrarse con la cabellera roja de Hyuna, rodó los ojos y siguió mirando su vaso con hielos y ella se sentó a su lado. 
 
-¿Por qué no lo compras tú? te pago bastante bien como para que lo hagas. 
-¡Oppa! 
-Pensé que te habías ido. 
-Nop, el ambiente de hoy es genial me hice de algunos nuevos amigos. 
-Se supone que estás aquí para trabajar, no para hacer nuevos amigos. 
-¡Bah! Es que tú eres un amargado, hay chicos muy guapos aquí, seguro encontrarías algo bueno para divertirte. Podría presentarte a alguien 
Junhyung la miró fijamente con esos ojos que casi lanzaban llamas. 
-Ok, ya entendí. Nada de diversión para el gran jefe Yong –la chica giró su cuerpo hacía la pista de baile-. ¿Sabes? Ese muchacho, es bastante atractivo sería perfecto para mí, pero  juraría que es gay. –Hyuna miró con el rabillo del ojo a Jun-. ¿Por qué me ignoras? 
-Porque no sé de qué demonios estás hablando y para serte sincero no me interesa. 
-Tal vez si hablamos de su compañero te interesaría... ¿no? - Jun detuvo el  vaso que giraba sobre su base en la barra para prestar atención a la pelirroja-. ¡Lo sabía, te gusta!
-¿QUIÉN? 
-El agente que vino a visitarte hoy, pude verlo en tus ojos desde que entre, he trabajado para ti durante el último año y no vi esa mirada antes. ¿Pero no te parece peligroso? ¿Qué pasaría si se entera de tu otra vida?
-Estás imaginando cosas.    
-Niégalo si quieres, sabes que es verdad. 
 
 
 
 
 
…000…
 
 
 
 
 
 
Mechones de cabello blanco caían sobre su torso que era colmado de besos sonoros y húmedos, su piel se erizaba con cada rose de la caliente lengua y los sensuales labios. Cada uno de los músculos de su abdomen se tensaba al sentir la cálida respiración chocando contra ellos. El camino de besos fue en dirección ascendente hasta llegar a su cuello y posteriormente a sus labios. Sonrió y enredó sus dedos entre el cabello blanco jalándolo un poco hacia atrás. Un beso salvaje que dejó los labios del otro hinchados pero  parecía que eso era lo que más amaba en el mundo. Lo miró una vez más, apreció su belleza un tanto andrógina, y se acercó a él para susurrarle. 
 
 
 
-Eres mío, Hyunseung, sólo mío. 

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